Estupenda “Anna Bolena” con Netrebko, Garanca, D’Arcangelo y Pidò

Primera grabación de gran categoría de una de las óperas más estimables de Donizetti, que en DVD ofrece una imagen y un sonido de mucha calidad, y que llega a lo sensacional en el Blu-Ray (¡pásmense, cuesta menos en este sistema: dos DVD frente a un solo B-R!). Tomada en la Ópera Estatal de Viena en abril de 2011, reúne un elenco insuperable hoy en los papeles principales. La escena, tradicional, es sencilla en la escenografía y maravillosa en el vestuario. Sería mejorable en el desenvolvimiento de los personajes y el coro, pero en conjunto da gusto ver una puesta en escena que no pretende, por encima de todo, descubrir ningún continente nuevo...

La extensa ópera se ofrece, al parecer, sin el menor corte, lo que en un escenario es bastante raro. Otro gran atractivo de la versión es la batuta de Evelino Pidò, un director al que lo primero que le escuché (L’elisir con Angela Gheorghiu y Roberto Alagna, Decca 1997) me gustó muy poco, pero que ha evolucionado a mejor, hasta el punto de que esta Bolena está magníficamente dirigida, con tanto sentido dramático como melódico belcantista, y con una certera imaginación para múltiples detalles. Sensacional la actuación de la orquesta, y más que notable la del coro.

Tras una admirable interpretación de I Capuleti de Bellini (D.G. 2009, con la Garanca) y de una mucho menos afortunada Lucia donizettiana en DVD, Anna Netrebko se consolida como una estupenda belcantista después de haber sentado cátedra en otros repertorios. La extraordinaria belleza de su timbre, su voz dorada, de soprano lírica ahora más plena y carnosa, su formidable línea cantabile para las melodías lentas de este estilo, la hacen ideal para varios de estos papeles; la única limitación sería su dificultad para la coloratura rápida, que aquí se aprecia muy levemente en que ciertos adornos ha de frasearlos con mayor lentitud que Beverly Sills o Joan Sutherland, aunque no llega ni mucho menos a trampearlos (por este motivo, más que por los sobreagudos, Lucia no es papel para ella).

Tan extraordinaria como ella, si no más, es Elina Garanca, mezzo lírica de altísimos vuelos, voz y cantante excepcional desde cualquier punto de vista, e ideal para el bel canto. Ambas son destacadísimas por su efusividad y por sus capacidades para matizar el sentido del texto, es decir no sólo para cantar bellamente (en ambos aspectos son, sin embargo, de todo punto inalcanzables en la extensa escena a dúo Montserrat Caballé y Shirley Verrett, en su recital para RCA de 1969). Ildebrando D’Arcangelo va ganando conforme avanza la representación de bien a muy bien, y ahora es ya más bajo-bajo que en su juventud. También merece una nota alta el tenor Francesco Meli, voz lírica bastante bonita, muy segura en el registro agudo, y que se desenvuelve can bastante fluidez en un canto no precisamente fácil. Los papeles menores también están conveniente servidos: así una espléndida Elisabeth Kulman como Smeton y un competente Dan Paul Dimitrescu como Lord Rochefort.