lunes, 31 de marzo de 2014

Otras grandes versiones, aisladas, de Sonatas de Beethoven

 

No. 1: Claudio Arrau (Philips 1988): 10

No. 3: Claudio Arrau (DVD EuroArts 1977): 9,5; Claudio Arrau (Philips 1986): 9; Lang Lang (Sony 2010): 9

No. 4: Claudio Arrau (Philips 1985): 9,5

No. 5: Claudio Arrau (Philips 1986): 9; Till Fellner (Claves 1994): 9

No. 7: Claudio Arrau (Philips 1985): 9,5

No. 8: Claudio Arrau (Philips 1986): 9; Daniel Barenboim (Teldec 1998): 9,5

No. 9: Claudio Arrau (Philips 1989): 9

No. 10: Claudio Arrau (Philips 1989): 10

No. 12: Javier Perianes (H Mundi 2012): 9

No. 13: Claudio Arrau (DVD EuroArts 1970): 9,5

No. 14: Friedrich Gulda (Decca 1973): 9; Evgeny Kissin (RCA 1998): 10

No. 18: Artur Rubinstein (RCA 1976): 9,5

No. 19: Sviatoslav Richter (Philips 1992): 10

No. 20: Sviatoslav Richter (Philips 1992): 10

No. 21: Claudio Arrau (EMI 1957): 9; Emil Gilels (DVD DG 1971): 9

No. 22: Sviatoslav Richter (Philips 1992): 10; Javier Perianes (H Mundi 2012): 9

No. 23: Claudio Arrau (EMI 1960): 9; Daniel Barenboim (DVD EuroArts 2000): 10

No. 26: Claudio Arrau (EMI 1958): 9

No. 28: Emil Gilels (DVD DG 1971): 9,5

No. 30: Dame Myra Hess (EMI 1953): 9; Claudio Arrau (DVD EuroArts 1970): 9

No. 31: Maurizio Pollini (DG 1975): 9

 

...y algunas horribles de pianistas importantes:

No. 21: Walter Gieseking (EMI 1938): 4; Friedrich Gulda (Decca 1973): 4

No. 26: Leopold Godowsky (EMI 1929): 3

No. 30: Glenn Gould (Sony 1956): 3

No. 31: Glenn Gould (Sony 1956): 4

No. 32: Glenn Gould (Sony 1956): 2

Este pequeño listado dista de ser exhaustivo. Se limita a las grabaciones que poseo en mi discoteca. Calculo que en total tengo unas quinientas grabaciones de Sonatas; la mayoría de las que no pertenecen a los doce ciclos ya puntuados se mueven en calificaciones que van del 5 al 8 u 8,5; ésas no las he recogido ahora, sino sólo las de los extremos: las que considero más admirables y más deleznables.

El segundo ciclo de Claudio Arrau, digital, lo comenzó en 1984, pero en 1990, año en que grabó las últimas, había registrado 22. Muerto el 9 de junio de 1991, al genial pianista chileno le faltaron, pues, una decena de Sonatas para poderlo completar. Pero aunque en este segundo ciclo inacabado hay maravillas de belleza, hondura y musicalidad por doquier, también es un poco penoso comprobar que su declive físico le llevó a pasajes de ejecución muy problemática (las últimas las hizo en estudio ¡a los 87 años!)

En cuanto a la serie de Maurizio Pollini, como es sabido en 1975 y 1977 grabó (siempre para DG) las cinco últimas, con resultados muy notables (aunque para mí sólo alcanza el 9 la 31); desde entonces ha ido registrando con gran lentitud muchas otras, pero aún le faltan por llevar al disco –si no me equivoco- las núms. 16, 18, 19 y 20. Que me imagino estarán por salir. Pero debo decir con pesar que, por lo que he escuchado y por lo que me confirma mi amigo Pedro González Mira (de cuyas opiniones me fío mucho), no me convencen, dándome incluso la impresión de que, en líneas generales, lo hacen cada vez menos.

No oculto que Pollini, al que tengo un enorme respeto, no está entre mis pianistas predilectos, si bien admito que muchas de sus grabaciones (e interpretaciones que le he escuchado en directo) de otros compositores me parecen magistrales. Pero me temo que Beethoven no está entre los autores a los que mejor ha servido (sobre todo su música para piano solo: en Conciertos tiene logros mayores: ¡aquel gran “Emperador” con Karl Böhm!...) Por lo demás, ignoro si repetirá aquellas Sonatas 27 a 32, que son tomas analógicas.

martes, 25 de marzo de 2014

Calificaciones a las 32 Sonatas de Beethoven (y 2)

 

1: Wilhelm Backhaus (Decca 1953-1969)

2: Wilhelm Kempff (DG 1965)

3: Claudio Arrau (Philips 1963-66)

4: Daniel Barenboim (EMI 1967-1970)

5: Friedrich Gulda (Amadeo 1968)

6: Alfred Brendel (Philips 1971-78)

7: Vladimir Ashkenazy (Decca 1974-1982)

8: Emil Gilels (DG 1972-1985)

9: Daniel Barenboim (DVD/Blu-ray EuroArts 1983-84. Filmación: Ponnelle)

10: Daniel Barenboim (DG 1984)

11: Alfred Brendel (Philips 1993-96)

12: Daniel Barenboim (en público 2006: DVD EMI/CD Decca)

 

Sonata No. 12, La b M, op. 26 “Marcha fúnebre”:

1: 7. 2: 6. 3: 9. 4: 9,5. 5: 7. 6: 7. 7: 8. 8: 8,5. 9: 10. 10: 10. 11: 7. 12: 10.

 

Sonata No. 13, Mi b M, op. 27/1 “Quasi una fantasia”:

1: 7. 2: 6,5. 3: 9. 4: 10. 5: 6,5. 6: 8. 7: 7. 8: 8,5. 9: 10. 10: 10. 11: 7. 12: 10.

 

Sonata No. 14, Do s m, op. 27/2 “Claro de luna”:

1: 7. 2: 7. 3: 9,5. 4: 9,5. 5: 7,5. 6: 8,5. 7: 8,5. 8: 8. 9: 10. 10: 9,5. 11: 8. 12: 10.

 

Sonata No. 15, Re M, op. 28 “Pastoral”:

1: 6. 2: 7. 3: 8. 4: 9. 5: 6. 6: 7,5. 7: 7,5. 8: 10. 9: 10. 10: 9,5. 11: 8. 12: 10.

 

Sonata No. 16, Sol M, op. 31/1:

1: 6. 2: 7,5. 3: 8. 4: 9. 5: 6. 6: 7,5. 7: 6. 8: 8,5. 9: 9,5. 10: 9,5. 11: 9. 12: 10.

 

Sonata No. 17, Re m, op. 31/2 “La Tempestad”:

1: 5. 2: 6,5. 3: 9. 4: 9,5. 5: 6. 6: 8. 7: 7,5. 8: 8. 9: 9,5. 10: 10. 11: 7,5. 12: 10.

 

Sonata No. 18, Mi b M, op. 31/3:

1: 7. 2: 7. 3: 9. 4: 9. 5: 5. 6: 7. 7: 8. 8: 9. 9: 9,5. 10: 10. 11: 8,5. 12: 9.

 

Sonata No. 19, Sol m, op. 49/1:

1: 7,5. 2: 7,5. 3: 9,5. 4: 9,5. 5: 8. 6: 8. 7: 7. 8: 9. 9: 10. 10: 8,5. 11: 7,5. 12: 9,5.

 

Sonata No. 20, Sol M, op. 49/2:

1: 7,5. 2: 7. 3: 10. 4: 9,5. 5: 6. 6: 9,5. 7: 7. 8: 9. 9: 10. 10: 9. 11: 7,5. 12: 9,5.

 

Sonata No. 21, Do M, op. 53 “Waldstein”:

1: 7. 2: 6,5. 3: 9,5. 4: 10. 5: 2. 6: 6,5. 7: 7,5. 8: 7. 9: 10. 10: 9,5. 11: 7,5. 12: 9,5.

 

Sonata No. 22, Fa M, op. 54:

1: 7,5. 2: 7. 3: 9,5. 4: 8,5. 5: 8. 6: 8. 7: 8,5. 8: -. 9: 9. 10: 8. 11: 10. 12: 9,5.

 

Sonata No. 23, Fa m, op. 57 “Appassionata”:

1: 7. 2: 6. 3: 9. 4: 9. 5: 3. 6: 7. 7: 9. 8: 8,5. 9: 10. 10: 10. 11: 8. 12: 10.

 

Sonata No. 24, Fa s M, op. 78 “A Teresa”:

1: 7,5. 2: 8. 3: 10. 4: 9. 5: 7. 6: 7,5. 7: 9. 8: -. 9: 9. 10: 9. 11: 8,5. 12: 10.

 

Sonata No. 25, Sol M, op. 79:

1: 8. 2: 8. 3: 10. 4: 9,5. 5:7. 6: 9. 7: 8. 8: 10. 9: 9,5. 10: 9. 11: 9. 12: 10.

 

Sonata No. 26, Mi b M, op. 81a “Los adioses”:

1: 7,5. 2: 5. 3: 8. 4: 10. 5: 6. 6: 8,5. 7: 9. 8: 89. 9: 10. 10: 10. 11: 6,5. 12: 9,5.

 

Sonata No. 27, Mi m, op. 90:

1: 7. 2: 7,5. 3: 9. 4: 9,5. 5: 5. 6: 8. 7: 8,5. 8: 10. 9: 10. 10: 10. 11: 7,5. 12: 10.

 

Sonata No. 28, La M, op. 101:

1: 7. 2: 7. 3: 9,5. 4: 10. 5: 8. 6: 8,5. 7: 8. 8: 9. 9: 10. 10: 10. 11: 8. 12: 10.

 

Sonata No. 29, Si b M, op. 106 “Hammerklavier”:

1: 7. 2: 6. 3: 8. 4: 10. 5: 3. 6: 7,5. 7: 9. 8: 9. 9: 10. 10: 10. 11: 8. 12: 9,5.

 

Sonata No. 30, Mi M, op. 109:

1: 5. 2: 6. 3: 9. 4: 9,5. 5: 6. 6: 8. 7: 8. 8: 9. 9: 10. 10: 10. 11: 7. 12: 10.

 

Sonata No. 31, La b M, op. 110:

1: 5. 2: 6,5. 3: 8. 4: 10. 5: 7. 6: 7,5. 7: 8. 8: 9. 9: 10. 10: 10. 11: 8. 12: 10.

 

Sonata No. 32, Do m, op. 111:

1: 6. 2: 6,5. 3: 8,5. 4: 10. 5: 8. 6: 7. 7: 8. 8: -. 9: 10. 10: 10. 11: 8,5. 12: 10.

jueves, 20 de marzo de 2014

Calificaciones de 12 ciclos de las 32 Sonatas para piano de Beethoven

 
Para esos lectores que se fían de mis opiniones, o al menos las toman en consideración aunque no las compartan, voy a pasarles las calificaciones que les he ido anotando (y que, por supuesto, en otra escucha podrían cambiar algo. Algo: no de un 9 a un 6, ni de un 5 a un 8... )

Seguro que falta algún ciclo importante. Pero estos son los que tengo. El de Gilels, por desgracia, pese a dilatarse su grabación a lo largo de trece años, no llegó a ser completado. Pero como le faltaron sólo cuatro Sonatas por grabar (la 1, la 22, la 24 y la 32: habrían podido caber en un solo CD) y su nivel medio es tan alto, me parece que había que contar con él.

Mi intérprete preferido en estas obras, Barenboim, que precisamente en estas obras ha hecho lo más trascendental de su carrera, es quien más veces las ha grabado: cuatro veces la serie completa. Pero me resulta sumamente difícil decantarme con claridad por alguna de ellas, pues en las cuatro hay algunas sonatas que son mis favoritas (quizá la última es la de un nivel interpretativo más sostenidamente alto, pese a que los dedos le juegan alguna mala pasada, por ejemplo en la fuga de la “Hammerklavier”).

En general, el nivel interpretativo de los pianistas más reputados ha ido mejorando con el paso de los lustros: la que, si no me equivoco, es primera integral, la de Artur Schnabel, de los años 30, tuvo muchísimo mérito en su momento, pero ha quedado muy atrás. Sin embargo, es llamativo que el menos conocido Solomon (en los 40 y principio de los 50: vivió entre 1902 y 1988, pero se hubo de retirar tras sufrir una hemiplejia en 1956) no haya sido sobrepasado ni por Backhaus por Kempff (cuyo primer ciclo, monoaural, no conozco entero). No hay que olvidar versiones sueltas de Edwin Fischer y Walter Gieseking, importantes en los 50. O algunas aportaciones de Arthur Rubinstein, Arturo Benedetti Michelangeli, Sviatoslav Richter y otros grandes del teclado; pero ninguno pasó de grabar más que unas pocas Sonatas de Beethoven.

Desde el punto de vista técnico de la calidad de la toma de sonido, las mejores integrales son, para mí, la última (DVD EMI/CD Decca) seguida de la filmada por Jean-Pierre Ponnelle, un trabajo por cierto magistral del llorado director de escena. También suenan muy bien la última de Brendel y la de Barenboim para DG. Gilels, Ashkenazy y Brendel I son igualmente, en general, más que notables. Las dos más antiguas –Backhaus y Kempff– son, obviamente, las menos logradas. La de Gulda es algo metálica y percutiva, lo que puede deberse en buena parte al sonido perseguido por el propio pianista. La de Arrau y la primera de Barenboim tienen un nivel algo variable: la del argentino tiene un sonido, en general, más natural que la del chileno, que me confesó no estar muy satisfecho de las tomas de sonido que le hizo Philips. Pero un segundo ciclo, ya con tomas digitales, no pudo llegar a terminarlo. Y entre esas hay interpretaciones maravillosas, pero otras un tanto penosas a causa de su avanzada edad.

Numeraré las grabaciones de los ciclos por orden cronológico de publicación:
1: Wilhelm Backhaus (Decca 1953-1969)
2: Wilhelm Kempff (DG 1965)
3: Claudio Arrau (Philips 1963-66)
4: Daniel Barenboim (EMI 1967-1970)
5: Friedrich Gulda (Amadeo 1968)
6: Alfred Brendel (Philips 1971-78)
7: Vladimir Ashkenazy (Decca 1974-1982)
8: Emil Gilels (DG 1972-1985)
9: Daniel Barenboim (DVD/Blu-ray EuroArts 1983-84. Filmación: Ponnelle)
10: Daniel Barenboim (DG 1984)
11: Alfred Brendel (Philips 1993-96)
12: Daniel Barenboim (en público 2006: DVD EMI/CD Decca)
 
SONATAS 1-11:

Sonata No.1, Fa m, op. 2/1:
1: 6. 2: 7,5. 3: 9. 4: 9. 5: 7,5. 6: 8. 7: 8. 8: -. 9: 10. 10: 9,5. 11: 8,5. 12: 10.
 
Sonata No. 2, La M, op. 2/2:
1: 6. 2: 7,5. 3: 10. 4: 9,5. 5: 7. 6: 7,5. 7: 8,5. 8: 9. 9: 10. 10: 10. 11: 8. 12: 10.
 
Sonata No. 3, Do M, op. 2/3:
1: 6,5. 2: 7,5. 3: 10. 4: 10. 5: 6,5. 6: 9,5. 7: 8. 8: 8. 9: 10. 10: 10. 11: 8,5. 12: 10.
 
Sonata No. 4, Mi b M, op. 7:
1: 6. 2: 7,5. 3: 9. 4: 9,5. 5: 7. 6: 78. 7: 7,5. 8: 8. 9: 10. 10: 9,5. 11: 8. 12: 10.
 
Sonata No. 5, Do m, op. 10/1:
1: 6,5. 2: 7,5. 3: 8,5. 4: 10. 5: 7. 6: 8. 7: 8. 8: 8. 9: 10. 10: 10. 11: 8,5. 12: 10.
 
Sonata No. 6, Fa M, op. 10/2:
1: 6,5. 2: 7,5. 3: 8. 4: 9,5. 5: 7,5. 6: 7,5. 7: 8,5. 8: 9,5. 9: 10. 10: 10. 11: 9,5. 12: 10.
 
Sonata No. 7, Re M, op. 10/3:
1: 5. 2: 7. 3: 8,5. 4: 10. 5: 7. 6: 9. 7: 7,5. 8: 9,5. 9: 10. 10: 10. 11: 9,5. 12: 10.
 
Sonata No. 8, Do m, op. 13 “Patética”:
1: 5. 2: 5. 3: 8,5. 4: 10. 5: 7. 6: 7. 7: 8. 8: 9. 9: 10. 10: 9,5. 11: 7,5. 12: 10.
 
Sonata No. 9, Mi M, op. 14/1:
1: 7. 2: 6. 3: 8. 4: 8,5. 5: 8. 6: 8,5. 7: 6. 8: 8. 9: 9,5. 10: 9. 11: 8. 12: 10.
 
Sonata No. 10, Sol M, op. 14/2:
1: 7. 2: 5,5. 3: 9,5. 4: 9. 5: 8. 6: 8,5. 7: 7,5. 8: 8. 9: 10. 10: 9. 11: 7. 12: 10.
 
Sonata No. 11, Si b M, op. 22:
1: 6. 2: 6,5. 3: 10. 4: 9. 5: 4. 6: 6. 7: 7,5. 8: 9,5. 9: 10. 10: 9,5. 11: 7,5. 12: 10.


















































sábado, 15 de marzo de 2014

Las principales integrales de los Cuartetos de Beethoven

 

Mis calificaciones a 6 grabaciones del ciclo de los Cuartetos de Beethoven

Estas seis series me parecen las más recomendables de las que conozco. Vaya por delante que la interpretación del Cuarteto Húngaro (la segunda, stereo, EMI años 60), que fue la primera que conocí completa, ha bajado varios escalones desde la aparición de las grandes interpretaciones siguientes. Por no hablar de la del Cuarteto Amadeus (DG, más o menos de la misma época), que ha envejecido mucho y mal, tanto por la ejecución como por el concepto.

La muy clásica y equilibrada del Italiano para Philips ha sido durante bastantes años la integral más admirable; vista desde hoy, siguen pareciéndome versiones muy respetables cuando no absolutamente ejemplares (impresionantes “Gran Fuga” y Op. 131). La del Alban Berg es, dentro de una gran altura, al igual que la de los mismos intérpretes en DVD, un tanto desigual, mayormente por culpa de ciertos esporádicas salidas de tono del primer violín, Günther Pichler. Injustamente, la del Melos no siempre se cita entre las grandes; para mí lo es, rotundamente.

Pero sin duda mi predilecta es la primera del Tokio (RCA), que por cierto sigue siendo la que mejor suena y, quizá, tras su reedición, la más barata (para colmo, el álbum de 9 CDs incluye el poco escuchado y notable Quinteto de cuerda, op. 29, con Pinchas Zukerman de segundo viola). La arroladora calidad de la ejecución no debería ocultar el compromiso y la modernidad de la concepción. Aun con su gran clase y alta musicalidad, la reciente grabación del Tokio para Harmonia Mundi no ha logrado elevarse a aquellas alturas estratosféricas de tres lustros antes, cuando el primer violín era el irrepetible Peter Oundjian.

Puede que algunos echen de menos otras versiones de la serie: no conozco todas, por descontado; pero si alguna de ellas es la del Juilliard (Sony), diré que nunca me ha gustado demasiado. Por no hablar de la del Emerson (DG años 90), en mi opinión un gran bluf.

Op. 18/1

Italiano (Philips 1972): 8

Alban Berg (EMI 1981): 9

Melos (DG 1984): 9

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2007): 8,5

Op. 18/2

Italiano (Philips 1975): 8,5

Alban Berg (EMI 1981): 9

Melos (DG 1984): 9,5

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2007): 9

Op. 18/3

Italiano (Philips 1972): 8,5

Alban Berg (EMI 1981): 8,5

Melos (DG 1984): 9

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2007): 8

Op. 18/4

Italiano (Philips 1975): 8,5

Alban Berg (EMI 1981): 9

Melos (DG 1984): 9,5

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2007): 9,5

Op. 18/5

Italiano (Philips 1973): 8

Alban Berg (EMI 1981): 9

Melos (DG 1984): 9,5

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2007): 9,5

Op. 18/6

Italiano (Philips 1973): 8,5

Alban Berg (EMI 1981): 9

Melos (DG 1984): 9

Tokio (RCA 1993): 9,5

Tokio (H Mundi 2007): 9

Op. 59/1

Italiano (Philips 1974): 8

Alban Berg (EMI 1979): 9

Melos (DG 1985): 9

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2005): 9,5

Op. 59/2

Italiano (Philips 1974): 9

Alban Berg (EMI 1979): 8

Melos (DG 1985): 9,5

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2007): 9,5

Op. 59/3

Italiano (Philips 1974): 9

Alban Berg (EMI 1979): 8,5

Melos (DG 1985): 9,5

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2007): 9,5

Op. 74

Italiano (Philips 1971): 7,5

Alban Berg (EMI 1979): 8,5

Melos (DG 1984): 8,5

Tokio (RCA 1993): 9,5

Tokio (H Mundi 2009): 8,5

Op. 95

Italiano (Philips 1971): 9

Alban Berg (EMI 1979): 8

Melos (DG 1984): 9,5

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2007): 9,5

Op. 127

Italiano (Philips 1968): 9

Alban Berg (EMI 1982): 8,5

Melos (DG 1986): 9,5

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2010): 9,5

Op. 130/133 “Gran Fuga”

Italiano (Philips 1969): 9,5/10

Alban Berg (EMI 1983): 8

Melos (DG 1986): 9/8

Tokio (RCA 1993): 10/9

Tokio (H Mundi 2010): 9/8,5

Op. 131

Italiano (Philips 1969): 10

Alban Berg (EMI 1984): 9

Melos (DG 1986): 9

Tokio (RCA 1993): 9,5

Tokio (H Mundi 2007): 8,5

Op. 132

Italiano (Philips 1967): 9,5

Alban Berg (EMI 1984): 8,5

Melos (DG 1986): 9,5

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2010): 9

Op. 135

Italiano (Philips 1968): 9,5

Alban Berg (EMI 1982): 8,5

Melos (DG 1986): 9

Tokio (RCA 1993): 10

Tokio (H Mundi 2010): 9,5

lunes, 10 de marzo de 2014

Las grabaciones de la obertura de “El sueño de una noche de verano” de Mendelssohn

 

Compuesta en 1826, a los 17 años de edad, 16 años antes que el resto de la música incidental para la comedia de Shakespeare, la Obertura de El sueño de una noche de verano de Felix Mendelssohn-Bartholdy es una página sublime de la que se ha señalado, y con razón, que ni Mozart ni Schubert habían compuesto a esa edad música alguna tan maravillosa: bella, inspirada, original, magníficamente bien estructurada. Es una de esas obras sencillamente inexplicables. El resto de la música para esa comedia, cuya interpretación requiere soprano, mezzosoprano, coro y orquesta, aun conteniendo páginas muy logradas, como el scherzo, el nocturno o la marcha nupcial, no se acercan a la genialidad de la obertura, que es una pieza irrepetible. En toda su extensa obra, pocas veces Mendelssohn vuelve a alcanzar esas elevadísimas cotas. Entre sus oberturas, la única que se le acerca es la titulada Las Hébridas o La gruta del Fingal, de 1830.

Existen bastantes grabaciones de la obertura dentro de la música incidental más o menos completa, un número aún mayor dentro de una breve suite, y muy numerosas de la pieza aislada. La más antigua es quizá una de Wilhelm Furtwängler con la Orquesta Filarmónica de Berlín que se remonta a 1929; de 1942 es la primera de las grabadas por Arturo Toscanini, con la Orquesta de Filadelfia, dentro de la obra casi completa, cinco años anterior a otra con la Sinfónica NBC. Polémicas sobre la valía de Toscanini aparte, lo que el famoso director italiano realizó en 1942 es una lectura rápida, atropellada a veces, mecánica (con imprecisiones rítmicas, falta de claridad y de otras supuestas virtudes del maestro). La sensibilidad y la ternura brillan por su ausencia, y lo marcial se vuelve vulgar. La orquesta no es muy fina, y las trompetas muy chillonas.

Los años cincuenta del pasado siglo aportan no menos de cuatro importantes versiones: la de Ferenc Fricsay con la Orquesta Filarmónica de Berlín (DG), de justa fama pese a su mal sonido, la de Eduard van Beinum con la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam (Decca), la de Rafael Kubelik con la Orquesta Philharmonia de Londres (EMI), decepcionante tratándose de quien se trata, y la de Peter Maag con la Orquesta Sinfónica de Londres (Decca 1957), la primera estereofónica y la mejor hasta ese momento (dentro, como la de Fricsay, de la obra completa).

En 1961 y publicada por EMI llega la interpretación probablemente más bella de las que todavía hoy existen: la de Otto Klemperer con la Orquesta Philharmonia londinense, dentro de la música incidental. Contra muchos pronósticos, el objetivo y austero Klemperer ha dado en Mendelssohn lo mejor de sí, rompiendo o al menos superando esos tópicos. Su obertura de El sueño de una noche de verano no sólo es de una transparencia y riqueza tímbrica asombrosas, de un rigor y acierto estilístico inatacables, sino que además es de una poesía pura y elevadísima; al final, la reapareción del tema lírico en los violines es de una belleza y emoción indescriptibles. Asombrosa, por otra parte, la actuación de la Filarmonía londinenese, con un grupo de maderas literalmente incomparable.

Un par de años más tarde, en 1963, llega otra grabación de la música incidental, a cargo de Erich Leinsdorf y la Orquesta Sinfónica de Boston (RCA), algo desigual, que mejora conforme avanza; en 1965 la de Rafael Kubelik con la Sinfónica de la Radio Bávara (DG), demasiado ligera y un tanto sentimental;

en 1966 la de Bernard Haitink con la Concertgebouw de Amsterdam (Philips), irreprochable; en 1968 la de George Szell con la Orquesta de Cleveland (Sony), que no conozco, y en 1969 la de Rafael Frühbeck con la New Philharmonia (Decca), más fiel a la letra que al espíritu. De ese mismo año es la grabación en público, en Múnich, de Otto Klemperer con la Sinfónica de la Radio Bávara (EMI), dentro como la anterior de la obra completa. La obertura, de lejos la más lenta que he encontrado, está maravillosamente cantada, pero debía de haber un micrófono muy cerca de los timbales, lo que molesta bastante.

Los años setenta no son menos pródigos en grabaciones que la década anterior: merecen señalarse la estupenda, ejemplar, interpretación de Sir Colin Davis con la Orquesta Sinfónica de Boston (Philips 1976); la de Gabriel Chmura con la Sinfónica de Londres para DG, en cambio, es más bien tosca; del mismo año 1977 es, sin embargo, la de André Previn con esa misma orquesta, que parece otra, por fortuna: es para EMI y dentro de la música incidental íntegra. Una de las mayores interpretaciones de esta obra, es sobria, luminosa, muy bella y emotiva.

Un año posterior a ésta son las versiones discográficas de Eugene Ormandy con la Orquesta de Filadelfia (RCA), que desconozco, y la de Raymond Leppard con la Filarmónica de Londres (Erato), realmente espléndida: depurada, poética y emotiva. De 1979 es la de Daniel Barenboim con la Sinfónica de Chicago (DG), decepcionante, con ciertas arbitrariedades; y dos o tres años posterior es la de la misma orquesta para la misma compañía fonográfica, dirigida por James Levine con una cursilería difícil de hallar incluso en versiones de poca monta. La de Sir Neville Marriner con la Philharmonia (Philips 1984) es una versión técnicamente deslumbrante para una interpretación algo más ligera de lo debido. Mucho mejor es la de Sir Colin Davis de 1985 para Orfeo, con la Radio Bávara, calco de la suya anterior.

En cambio Previn, en 1987, ahora con la Filarmónica de Viena para Philips, no logra repetir sus cotas anteriores; puede acusarse a esta versión, incluso, de cierto amaneramiento. Del mismo año es la grabación de Charles Dutoit con la Sinfónica de Montreal para Decca, que no conozco. Una muy agradable sorpresa constituye la versión completa de Claus-Peter Flor (RCA 1988. ¿Qué ha sido de este tan prometedor director?), suave y delicada sin caer en lo dulzón y con una respuesta admirable de la en teoría menor Sinfónica de Bamberg. Correcta pero no mucho más la de Jeffrey Tate con la Filarmónica de Rotterdam para EMI (1991).

Algo amanerada y más bien raquítica es la versión de Kurt Masur con la Gewandhaus de Leipzig para Teldec en 1992; la misma editora presenta el año siguiente la en mi opinión disparatada versión de Nikolaus Harnoncourt con la Orquesta de Cámara de Europa, de brutales contrastes dinámicos, diversos detalles extravagantes -para algunos, hallazgos, aunque estén fuera de lugar-,

y sin el menor asomo de lirismo o ternura. No conozco la del año siguiente a cargo de Seiji Ozawa con la Sinfónica de Boston para DG; la de Claudio Abbado con la Filarmónica de Berlín para Sony en 1997 es francamente decepcionante para tratrarse de quien se trata –cuidadosa, esmerada, pero más bien inanimada, cuando no un poco blanda–.

La relación se cierra por ahora, menos mal, con una excelente interpretación, debida al que tantas esperanzas ha despertado (no siempre cumplidas, todo sea dicho), Christian Thielemann –el primer director importante surgido en Alemania desde hace tiempo, ese país que antes los producía en gran cantidad y calidad abrumadora–, quien, dirigiendo a la Filarmónica de Viena para DG en 2004, ha redondeado una versión maravillosamente tocada, despaciosa pero fluida, límpida y muy bella (más que muy emotiva).

jueves, 6 de marzo de 2014

Bertrand Chamayou: un pianista muy a tener en cuenta

 
Excelente disco Schubert en Erato
Warner acaba de lanzar, dentro de su sello Erato, un CD con un variado programa pianístico monográfico de Franz Schubert. Tratándose del compositor “más difícil de interpretar” (Claudio Arrau dixit), es un atrevimiento por parte de un joven intérprete adentrarse nada menos que en el universo de este autor. Pues bien, la prueba la supera, en mi opinión, no ya holgadamente, sino mucho más que eso.
Nacido en Toulouse en 1981, comenzó a estudiar piano a los ocho años y a los quince ingresó en la clase de Jean-François Heisser. Ha asistido a clases magistrales de Murray Perahia, Leon Fleisher, Dimitri Bashkirov, Aldo Ciccolini y Maria Curcio. Galardonado en varios concursos, ha sido dirigido por Lawrence Foster, Michel Plasson, Jean-Claude Casadesus, Semyon Bychkov, Andris Nelsons, Leonard Slatkin, Sir Neville Marriner, Pierre Boulez y otros, y tocado obras de cámara con Augustin Dumay, los hermanos Capuçon o los Cuartetos Ysaÿe y Ebène.

No he escuchado ninguno de sus discos anteriores (los 12 Estudios de ejecución trascendental de Liszt, Sony 2006, un programa Mendelssohn, 2008, y otro Franck, 2010, para Naïve y los Años de peregrinación de Liszt, 2011, para ese mismo sello), pero este primero para Erato me descubre a un pianista dotado de una técnica sólida, un sonido admirable y un profundo sentido musical.

Tras un Auf dem Wasser zu singen (transcr. Liszt) en el que no hace olvidar a Kissin (¡lo contrario habría sido una hazaña mayúscula!), redondea una Fantasía Wanderer asombrosamente bien expuesta y construida, hasta el punto de que puede hablarle de tú a tú en ella a Arrau, Richter, Kissin, Leonskaja, A. Schiff o Lang. ¡Palabras mayores! En los dos lieder de Schubert/Liszt que siguen (Litanei, Der Müller und der Bach) se decanta –para entendernos– más hacia Schubert que hacia Liszt, profundizando en la honda expresividad de esas piezas, que suenan muy conmovedoras en sus manos. Incluso en las 12 Danzas alemanas (o Ländler) D 790 halla sentimiento, no sólo elegancia y gracia. Del Allegretto D 915 también destaca la hondura de su tan especial amargura: aparente contención, pero desgarro interior. Las 3 Klavierstücke (o Impromptus) D 946 las hace particularmente erizadas, agrias y sombrías: una interesante visión que se aleja del mayor clasicismo de Arrau, Brendel y otros pianistas. El programa contiene también el brevísimo Ländler D 366/12 y el Vals de Kupelwieser, transcrito por Richard Strauss en 1943. ¡Un gran disco Schubert, nada menos!