Hace un mes, en una nota necrológica sobre Sir Neville Marriner, un crítico
afirmaba que, probablemente, el director británico que fundó de la Academy of
St Martin in the Fields era el que más discos había grabado después de Herbert von Karajan. Afirmación que,
casi con seguridad, estimo errada.
En cualquier caso, y aunque más abajo trataré de indagar en
quiénes han sido los que más discos han grabado, antes de nada quiero explicar
por qué me parece imposible determinar con absoluta exactitud quiénes han
grabado más, si Leonard Bernstein o Eugene Ormandy, si Charles Munch o Fritz Reiner,
etc.
Porque se pueden plantear las siguientes dudas:
-¿Tenemos en cuenta todas las grabaciones, o solo las legales, excluyendo las piratadas? ¿Solo las comerciales o
también ciertas tomas semiprivadas?
-¿Cómo contamos juntos, mezclados, LPs, CDs o DVDs? En
muchos casos, lo que fueron en su día dos LPs (Quinta y Séptima Sinfonías
de Beethoven) ha sido después un solo CD. Un DVD puede durar fácilmente lo que
un concierto completo: unas dos horas, mientras un CD no suele pasar de 80'. Y
un Blu-ray puede albergar cómodamente cinco horas de música (y si las tomas
videográfico-musicales son antiguas y de baja calidad, mucho más).
-¿Y si contamos tiempo de música: horas, minutos y segundos?
Bueno, nos acercamos más a lo exacto, pero seguimos sin alcanzarlo. Porque si
un director ha grabado las 9 Sinfonías
de Beethoven y le duran en total 330 minutos y a otro le duran 390 minutos, ¿ha
grabado el primero menos que el segundo? Menos minutos, pero no menos música.
-Pero hay más: ¿es igual de importante llevar al disco la
obra orquestal íntegra de Spohr, de Miaskovsky o de Havergal Brian (un montón
de horas) que las seis horas de las Sinfonías
de Beethoven o las diez horas de las de Bruckner? ¿Tiene cincuenta veces menos
importancia o mérito grabar la Obra completa de Webern que todas las Cantatas de Bach, que pueden durar
cincuenta o no sé cuántas veces más?
Es decir, que sin necesidad de entrar en la calidad de las
interpretaciones, sí es un factor a considerar la importancia musical de lo
grabado por cada uno.
En fin, con todo esto quiero decir que las comparaciones
solo pueden ser aproximativas, y hasta subjetivas. Ahora bien, todos tenemos
claro que Zubin Mehta ha grabado más
que Carlos Kleiber. ¿Veintinueve o treinta
y ocho veces más? ¡Que alguien que se atreva haga el cálculo exacto!
Mi buen amigo Ignacio Fernández Bargues tiene en su
discoteca la obra completa de Karajan,
de Sir Georg Solti, de Karl Böhm, de Otto Klemperer y de Carlo
Maria Giulini, y, tras hablarle de mi idea de tratar este asunto, me ha proporcionado
la suma de los tiempos de todas las grabaciones de los cinco. Le salen 20,2
días (sí, unas 485 horas) de Karajan;
Bernstein parece que habrá
sobrepasado los 15 días, Solti
alcanza los 13, Böhm casi 9, y Klemperer y Giulini pasan de los 5. En todo caso, es seguro que Mehta, George Szell, Lorin Maazel, Colin
Davis, Daniel Barenboim, Marriner y tal vez algunos más superan con creces en
esto a los tres últimos.
Volviendo a Marriner:
grabó, sí, muchísimo, pero no siempre la música más grande. Y, si hablamos de
la calidad de sus interpretaciones grabadas, tal vez habría que decir que una
buena parte de esas grabaciones son bastante prescindibles (junto a otras, sí,
sobresalientes, desde las Serenatas
de Mozart a numerosas Sinfonías de
Haydn). Pues como el mismo Juan Ignacio afirma, "la mejor manera de
comparar cantidad de obra grabada es
ésta, pero, vaya, que ya habrían querido muchos grabar menos cantidad y con más
calidad..." En cualquier caso, me permito dudar que Marriner esté entre
los diez directores con más discos.
El director más grabado puede que sea Karajan, pero si sumamos a los discos de Barenboim director los que tiene como pianista, es seguro que
supera a Karajan (por cierto ¿cómo
contabilizamos los Conciertos de
Mozart y de Beethoven, en los que toca y dirige? ¿Los contamos dos veces? Pues
tiene los 5 Conciertos de Beethoven
tocando -con Klemperer-, dirigiendo a Rubinstein, así como dos dos veces
tocando y dirigiendo a la vez. (Más dudas metodológicas, por tanto...)
Me parece que muchos lectores podrán compartir la idea de
que, por el valor de la música (no ya de las interpretaciones), el que más
música de gran calidad ha registrado no es otro que Barenboim: más Mozart que nadie, más Beethoven que nadie (¡muy de
lejos!), bastante Schubert y Brahms, más Bruckner y más Wagner que nadie hasta
ahora. Por cierto, otro músico -más irregular- que ha grabado un montón en su
doble faceta como pianista y director es Vladimir
Ashkenazy. Mucho más que otros grandes instrumentistas que también son
importantes directores: Yehudi Menuhin,
Mstislav Rostropovich o Pinchas Zukerman.
Ahora bien, el músico que más música ha llevado al disco ha
sido, sin duda, Dietrich Fischer-Dieskau.
No solo ha registrado varios miles de lieder,
campo en el que desborda de lejos, de lejísimos, a cualquier otro cantante,
sino que ha intervenido en cientos de cantatas, misas, oratorios, óperas, etc. (y,
por cierto, también unos cuantos discos batuta en mano). Y yo estoy casi seguro de que,
sumando piano y dirección, le sigue Barenboim.
ResponderEliminarSeñor Ángel Carrascosa Almazán
Es usted superlativo..!!
Admirable los temas que trata y que nos hacen pensar
claro está, pero también nos enseña mucho, mucho...
El siempre recordado y admirado Dietrich Fischer-Dieskau,
¿lo podemos poner a la par (en cuanto a cantidad)
a otro grande del canto, Plácido Domingo..??
(dicho sea de paso, también Director)
Lo pregunto porque Don Plácido y que yo recuerde,
ha grabado hasta "tangos", causando en Argentina
y más precisamente en Buenos Aires, un sinnúmero
de críticas "a-favor" y otras "en-contra".!!
Señor, tenga usted mi agradecimiento. Atte.-
Estoy prácticamente seguro de que Plácido Domingo es el segundo cantante con más discos a sus espaldas, después, por supuesto, de Fischer-Dieskau. Gracias a usted.
EliminarEn DVD Barenboim es, con seguridad, el músico "Clásico" al que más cosas han filmado, ¿no cree usted?.
EliminarRoger.
Sin duda, aunque en el campo de la ópera le superan Levine y Pappano. Pero en conciertos, sinfonías, e incluso en música de cámara tiene muchísimo. Y en piano solo, no digamos: las 32 Sonatas de Beethoven dos veces, por ejemplo.
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