En una época en la que se
publican tantas tonterías -discos de cellistas jóvenes y guapas, de pianistas
jóvenes y guapos, de violinistas u organistas extravagantes, quienes, en el
mejor de los casos, son notables, cuando no abiertamente detestables- uno se
reconcilia con la industria disco-videográfica cuando se encuentra con
publicaciones como este Blu-ray de 986 minutos de duración (o sea, casi 16
horas y media), que demuestra que alguien se ha ocupado de buscar todo lo que
existiese filmado de estas 25 obras maestras, que ha encontrado que todas lo
estaban (¡quién lo hubiera creído!) y que ha gestionado todos los permisos
(labor que puede ser latosísima) para ofrecer esta recopilación, que tiene un
nivel interpretativo medio muy alto. De todo esto, solo estaba anteriormente en
DVD una parte mínima: me parece que solo los 3 Tríos para piano, violín y cello y el Trío con clarinete; del resto, una parte pequeña salió en su día
en vídeo VHS y laser disc, soportes
ya hoy antediluvianos, y alguna que otra cosa pudo haberse visto en las
televisiones alemanas o francesas que ofrecen música clásica; el resto, ni
eso... Pues bien, han hallado hasta
el Scherzo F.A.E. para violín y piano,
por David Oistrakh y Frieda Bauer (de 1962, lo único en blanco y negro), una
interpretación por cierto, espléndida, en la que a la pobre pianista casi no se
la ve.
Las 7 Sonatas
Las 3 Sonatas para violín y piano, grabadas en el Chicago Symphony Hall
el año 1991, fueron publicadas en CD y laser
disc por Sony y recibieron unas críticas enormemente laudatorias, en mi
opinión en exceso, pues, tanto en la 1ª
(Allegro molto moderato) como en la 2ª (Allegretto
grazioso, quasi andante), los
finales resultan algo expeditivos. La 3ª
es, en cambio, extraordinaria: una visión muy dramática, amarga y hasta
rabiosa. El sonido Itzhak Perlman es glorioso, e intensísimo su lirismo,
mientras que el de Daniel Barenboim no me parece todo lo brahmsiano que suele (¿será, en parte, debido a la toma de sonido?
En todo caso, aquí suena mucho mejor que en el CD). El de Buenos Aires me
convence más en su anterior grabación con Zukerman (DG 1975) y, sobre todo, en
la posterior de la Tercera con
Vengerov (Teldec 1999). Un gran acierto me parece la filmación, a cargo del
conocido productor de vídeos de conciertos clásico János Darvas, con mucho el más habitual en esta publicación del sello EuroArts.
Las 2 Sonatas para cello y piano me parecen lo más flojo de toda la
recopilación: aunque Miklós Perényi posee un sonido bello -no muy grande-,
musicalidad cierta y un buen fraseo, creo que él y el pianista Zoltán Kocsis
-de sonido seco y duro, poco Brahms- cometen un grave error por el tempo, desquiciadamente rápido
(5'30" frente a los más de 6'30" de media), del finale de la 1ª y, en
menor medida, del de la 2ª. Filmadas
en el Castillo de Faber-Castell (sí, como los lápices) de Stein, cerca de
Núremberg en 1990, puede que los programadores no hayan encontrado otra opción
mejor (yo no conozco ninguna), pero no deja de ser un borrón en la colección.
Desconocía las 2 Sonatas para clarinete y
piano grabadas en 1996 por Metropolitan Múnich (como las de cello) a cargo
de Wenzel Fuchs (solista de la Filarmónica de Berlín) y Elena Bashkirova: la 1ª
merece, para mí, el primer 10 de la serie. El sonido y la capacidad de
matización de Fuchs son ilimitados, y la prestación de la esposa de Barenboim,
sensacional (superior, sí, a la de su esposo en su grabación con el virtuoso
Gervase De Peyer, de sonido poco adecuado). A un nivel musical casi tan
portentoso se halla la 2ª.
Los 5 Tríos
Acierto mayúsculo en todos
ellos: los tres Tríos de piano, violín y
cello (Metropolitan 1997) corrieron a cargo de la Bashkirova, Maxim
Vengerov y Boris Pergamenschikov, tres solistas de campanillas estrechamente
conjuntados en cuanto a musicalidad y empaste sonoro; el 3º creo que merece el segundo 10, y casi casi tanto los dos
anteriores. El Trío para piano, clarinete
y violonchelo (publicado antes en DVD junto a esos tres por EuroArts) es otra
diana a cargo de la misma pianista, el clarinetista Fuchs y el cellista, también
espléndido, Dietmar Schwalke, de la Filarmónica de Berlín. El Trío para piano, violín y trompa, filmado
en el precioso y recogido Teatro de Ópera del Margrave de Bayreuth en 1991 -y
publicado en origen por Sony en VHS y laser
disc- constituye la mayor cima de esta recoplicación; tres músicos
excepcionales dando lo mejor de sí: Barenboim, Perlman y Dale Clevenger (primer
trompa de la Sinfónica de Chicago, de sonido glorioso y regulación dinámica
ilimitada) ahondaron al límite en esta magna partitura, poco conocida por su
dificultad de ejecución, logrando un incomprensible empaste sonoro entre tres
instrumentos tan difíciles de fundir, una interpretación brahmsiana a más no
poder que deja en la cuneta a cualquier otra grabación de esta Op. 40 (decepcionantes casi todas, incluso
ridículas algunas).
Los 6 Cuartetos
Conocía muy poco del Cuarteto
Keller, grupo húngaro que aquí me ha sorprendido muy favorablemente. Grabados
en 1994 con magnífico sonido (a cargo de Kees de Visser), sus tres Cuartetos, op. 51/1 y 2 y op.
67, son intensos, vehementes y en algún episodio (Vivace del Tercero) en
exceso expeditivos. El nivel técnico de ejecución es muy alto, habiéndome
llamado la tención en especial el viola, Zóltan Gál. No entiendo por qué no han
asumido los tres Cuartetos con piano
filmados por Sony en 1991: solo han escogido el Segundo, op. 26: Emanuel Ax, Isaac Stern (con el sonido un poco
perjudicado por la edad, pero tan gran artista como siempre), Jaime Laredo y
Yo-Yo Ma logran una interpretación excepcional. Algo menos los encargados de
tocar el Primero y el Tercero (1993): la violinista Yuuko
Shiokawa no da la talla -sonido algo seco y metálico-, pero por suerte se
mantiene musicalmente en la órbita de los otros tres espléndidos solistas, Nobuko Imai,
Miklós Perényi (muy cabal aquí) y el piano de András Schiff.
Los 4 Quintetos
Cuatro de los cinco Quintetos de Brahms de esta publicación
están a pedir de boca: son los de cuerda interpretados en 1997 por el Cuarteto
Takács y Nobuko Imai de primera viola en un precioso hotel antiguo de
Badenweiler, sala pequeña con estupenda acústica -preciosa realización, una vez
más, de János Darvas-. La belleza y la intensidad emocional de las versiones es
enorme (no entiendo por qué los Cuartetos
de cuerda que el Takács grabó en audio para Decca no tienen este nivel).
Tampoco lo tiene el Quinteto con piano,
perjudicado sin duda por el bruto piano, sempre
forte e sempre percutente, de Kocsis, que debe de creer que está tocando
Bartók, autor al que sí hace justicia. La para mí más bella partitura
camerística de Brahms, el Quinteto para
clarinete y cuarteto de cuerda, está tan admirable como emocionantemente
puesta en sonidos por el antiguo clarinete de la Filarmónica de Berlín -Karl
Leister, de sonido ideal para este compositor- y cuatro compañeros suyos de la
orquesta: Bernd Gellermann y Bernhard Hartog, violines, Wolfram Christ, viola,
y Jörg Baumann, cello (Metropolitan Múnich 1989). Sin duda, una interpretación
de primer orden de esta obra capital (de la que Federico Sopeña decía que era,
junto al Quinteto con dos cellos de
Schubert, lo más extraordinario de toda la música de cámara del siglo XIX posterior a Beethoven. Opinión que comparto). Lástima que la calidad técnica sea en esta
ocasión manifiestamente mejorable.
Los 2 Sextetos y los "bonus"
Los dos Sextetos están tocados en 1996 por el llamado Sexteto de Cuerda de
Viena, cuyos componentes, la verdad, no me suena haberlos visto en la
Filarmónica de la capital austríaca (¿serán de la Sinfónica?). Suenan muy bien
(sí, a Brahms) y tocan muy bien pero no tocan
fondo en estas obras, en especial en el Op.
18, algo apresurado en sus hermosos e hiperexpresivos dos primeros
movimientos; bastante mejor el Op. 36, sin hacer olvidar la grabación de audio de Menuhin, Aronowitz, Gendron y compañía (EMI 1964-65). Pero, la verdad, la valoración global sobre la colección
me parece muy positiva, y permite por primera vez no ya escuchar, sino también
ver todas estas obras que deberían ser objeto de devoción de todo buen melómano
(aunque me temo que distan de serlo).
Como bonus, contamos con dos obras para dos pianos: las Variaciones Haydn y la Sonata op. 34b (transcripción del Quinteto con piano) a cargo de los
hermanos Anthony y Joseph Paratore (1989), de sendos documentales: uno con los
intérpretes del Segundo Cuarteto con
piano y otro con Imai y los componentes del Takács y, finalmente, de un
film de Darvas (de casi una hora) titulado "Pero no para mujeres... Dr.
Brahms, Johannes Brahms". Confieso que antes de verlos no me reprimo ya,
sin esperar más tiempo, para animarles a que se hagan con este blu-ray. Máxime
si hacen el cálculo: la hora de música sale a menos de cuatro euros.
Muy, muy tentador. Creo que voy a caer en la tentación, pues no tengo ni una sola cámara de Brahms para ver.
ResponderEliminarAhora bien ¿podrías decirme por curiosidad qué versiones del Trío Op. 40 son esas tna detestables?. Gracias.
Piedra.
Sí, si necesitas otro empujoncito para decidirte a comprarlo, aquí lo tienes.
EliminarLas versiones malas de solemnidad del Trío con trompa a que me refería son la de György Sebök, Arthur Grumiaux y Francis Orval (Philips 1976) y la de Alexander Melnikov, Isabelle Faust y Teunis van der Zwart (Harmonia Mundi hacia 2010). Y alguna más que ahora no recuerdo.
¿Que le parece el cofre de les indispensables de diapason en amazon? Son interpretaciones antiguas y no las conozco sin embargo tienen muy buenas críticas
ResponderEliminarTambién venden un cofre con todo beethoven por barenboim por un buen precio también en Amazon
Gracias por sus consejos siempre justos y acertados
Fernando:
EliminarAcabo de echarle un vistazo al repertorio de la gran caja "Les indispensables de Diapason" y, la verdad, hay de todo: aparte de algunas versiones que no conozco, la mayoría son bastante antiguas y en gran parte han sido muy superadas. Me parece que ese batiburrillo no merece mucho la pena.
El álbum Beethoven/Barenboim, en cambio, tiene un nivel interpretativo muy alto: al haber comprado Warner a EMI, han podido reunir las grabaciones del pianista y director en uno y otro sello. Lástima tenerlo ya todo, porque ahora sale tirado de precio...
Tengo 70 años i amo la musica clasica desde los 7 u 8, y esta disco blu y ray de la obra completa de camara de Brahms me parece un sueño, poder ver, con calidad i escuchar en sonido perfecto durante 15 horas, ès un verdadero gozo, para mi, imprescindible, puntualizo, para mi. Barcelona.
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