lunes, 21 de noviembre de 2022

Las 32 Sonatas de Beethoven de Barenboim 2020, en Blu-ray

 

Presentadas en una preciosa caja de 4 Blu-rays por el sello Unitel, son -comprobado- los mismos audios lanzados por Deutsche Grammophon a finales de 2020, pero, ¡sorpresa! suenan mejor que en los CDs. No me pregunten por qué: no parece que la mayor definición y capacidad de datos del blu-ray frente al CD sea explicación suficiente. Grabadas y filmadas entre el 18 y el 31 de mayo de 2020 -en plena primera y terrorífica ola de la pandemia- en la Sala Pierre Boulez de Berlín, sin público, el equipo de las tomas sonoras es el mismo: los famosos ingenieros del Estudio Teldex de la capital alemana, considerados con razón quienes mejor suelen grabar en los últimos años a nivel mundial. Las imágenes son una maravilla.

El sonido de los CDs me gustó muchísimo, y me sigue gustando. Pero lo que no imaginaba o esperaba es el hecho de que ahora en los blu-rays sea como más natural y confortable, habiendo desaparecido el puntito que en los CDs pudiera tener de descarnado. Las versiones ya las comenté con cierto detalle en este blog el 2 y el 4 de noviembre de ese año 2020.

Orden estrictamente cronológico

Las Sonatas están tocadas y recogidas aquí en estricto orden cronológico de composición, que se parece mucho pero no siempre coincide con el numérico. Es este: números 1, 3, 2, 4, 5, 7, 6, 8, 9, 11, 10, 12, 19, 13, 14, 20, 15, 16, 17, 18, 21, 22, 24, 26, 25, 23, 27, 28, 29, 30, 31 y 32. Es la primera vez que se hace así (en el álbum de CDs vienen en orden numérico). Y me parece un gran acierto, para mejor comprobar la evolución de Beethoven en este género musical. Que, como explica Barenboim, es -junto al Cuarteto de cuerda- la verdadera espina dorsal de la producción beethoveniana (lo mismo que los Conciertos para piano y las óperas de Da Ponte en Mozart).

La caja, preciosamente presentada, contiene las Sonatas en los tres primeros blu-rays y, en el cuarto, vienen clases magistrales impartidas en la misma sala el año 2021 a tres jóvenes pianistas muy pujantes: Alexandre Kantorow (al que ya he dedicado varios elogios en este blog: Sonata 2), Nathalia Milstein (Sonata 15 “Pastoral”) y Fabian Müller (Sonata 23 “Appassionata”). Y una interesantísima entrevista a Barenboim de 42 minutos tratando sobre Beehoven y las Sonatas. En total este 4º disco dura 237 minutos.

Los cinco ciclos: un ciclo vital

Pero volveré a sintetizar, muy esquemáticamente, las características de cada uno de los cinco ciclos grabados por Barenboim: el de 1967-1970 de EMI “constituyó una aportación fundamental frente a las existentes hasta aquel momento, demostrando el joven pianista una hondura y belleza insólitas, reveladoras”. Los ciclos (1983-84) de audio DG y de vídeo (filmado por Ponnelle) EuroArts “incidieron mucho más en el dramatismo de la música, mirada propiciada según el propio Barenboim por su experiencia de dirigir Tristán e Isolda. Este es su Beethoven más negro, más misántropo, hasta incluso hosco en ocasiones”. La toma de sonido de las versiones en blu-ray me gusta más que la de DG, que “pecan de cierta sequedad pese a su gran nitidez y brillantez”.

La interpretación de 2007, tomada en público en la Staatsoper de Berlín (DVDs EMI y CDs Decca), “de alguna manera sintetiza y reconcilia ambos puntos de vista”. La de 2020 está tocada en su nuevo piano, que suena divinamente, pero no creo que fuese esa la principal razón para volverlas a grabar, porque el pianista da otra vuelta de tuerca y a la vez cierra un ciclo vital, pues en estos cinco ciclos abarca prácticamente “todo”: las principales miradas con las que pueden o deben entenderse estas obras. Es esta última la más espiritual, la que más ahonda en la peculiar ternura beethoveniana, la más bella y la más sabia y lúcida: una auténtica inundación de sabiduría. En estas “parece volver su vista al último y crepuscular Mozart (el del Concierto 27, el Concierto y el Quinteto de clarinete) y, a la vez, y no menos, hacia adelante, hacia Schubert, al que tiende tantos puentes que escuchando estas versiones se viene no pocas veces a la mente”.  

Mecanismo y técnica

Repito un párrafo de lo que publiqué aquí el 4 de noviembre de 2020: “De todas sus grabaciones puede afirmarse que Barenboim nunca se ha dejado arrastrar por la exhibición mecánica de virtuosismo (considero que hacerlo en estas obras es pecado mortal, que han cometido numerosos pianistas, incluso en ocasiones algunos de los grandes). Ahora acomoda Barenboim a sus dedos -que ya no son tan ágiles- algunos tempi rápidos, moderándolos un poco en su velocidad, pero desgranándolos con belleza y fraseo excelsos. Y creo que ni en una sola ocasión la música se resiente (o sea, no es como le ocurrió al octogenario Arrau en su grabación de las Sonatas de Mozart, que son en ocasiones abiertamente trabajosas). Pero rara vez, en muy pocas ocasiones, se halla apurado (aparte la endemoniada Fuga final de la Sonata 29 “Hammerklavier”, que en ninguna de sus grabaciones está tocada con plena pulcritud: no se olvide que, además de lo intrincada que es su escritura, los dedos de Barenboim son cortos). Pero aún conserva agilidad suficiente para tocar de modo impecable la dificilísima Sonata 21“Waldstein”. […] Porque lo que es en cuestión de técnica, o sea extraer del instrumento sus máximas posibilidades, Barenboim está ahora ¡mejor que nunca! Es capaz de regular la intensidad del sonido y la agógica y de tocar los gruppetti y los trinos con mayor riqueza de matices y flexibilidad que nunca hasta ahora. Baste escucharle el “Adagio grazioso” de la Sonata 16, del que hace una creación absolutamente incomparable. Su riqueza de colores, su variedad en la pulsación son verdaderamente asombrosas”.

Disiento así de mi amigo Pedro González Mira -gran admirador de Barenboim- cuando cree ver en el ciclo de 2020 un paso atrás, que viene a mostrar cierta decadencia y hasta da a entender que senilidad con respecto a sus anteriores interpretaciones. Tengo claro que no es nada de eso: Barenboim es aquí un músico en el más alto apogeo de sus facultades mentales, que ahora, a su avanzada edad, ve la música de otro modo. O sea, algo similar a lo que les ha ocurrido a otros grandes músicos en los últimos años de su carrera.

15 comentarios:

  1. ¡Una buena noticia!: la tendencia a la baja en la venta de CDs a nivel mundial se ha revertido en 2021. G. de R.

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  2. Según pone en letra pequeña en la caja, fueron grabadas entre el 18 y el 31 de mayo de 2020: o sea, en 14 días, a los que quizá haya que restar los días festivos. ¡Menuda productividad en un pianista "senil"!
    Rodrigo G. H.

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  3. En definitiva, señor Carrascosa, ¿usted cuál es la grabación de las sonatas por Barenboim que recomendaría más, para no tenerse que comprar más de una?. Jerónimo.

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    1. Jerónimo: sinceramente, no sabría qué decirte. Como he explicado las características de las diferentes versiones, tal vez por tu gusto puedas decantarte por una u otra. Únicamente añadir que la primera de EMI es, lógicamente, la que suena menos bien. Y, por supuesto, las que mejor suenan son las dos últimas, en ambos casos muy satisfactoriamente. Si el sonido es muy importante para ti, los blu-rays que acaban de salir de la de 2020 son "el no va más".
      Pero debo añadir algo más: en las grabaciones anteriores a la de 2020 no hay notas falsas (a excepción de unas pocas en la Fuga de la Hammerklavier); en esta última de 2020 hay alguna que otra nota falsa, lo que -para mí- tiene una importancia mínima; pero no sé para ti.

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  4. Mäs allá de las notas falsas que efectivamente uno encuentre, yo creo que el mejor ciclo de sonatas de Beethoven por Barenboim es el de 2005. Creo que es el que empieza a reflejar de manera más completa su visión de estas obras y concilia esa excelencia interpretativa con una mejor forma física que en 2020. Y detrás del de 2005, me quedaría con el de los años 1980; es decir, tiendo a preferir los dos ciclos centrales frente a los dos extremos. Pero todos siguen siendo realmente muy buenos.

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  5. Lo que más me asombró de la última grabación, la de 2020 (en cds, que es como la conozco) es el increible legato, y legatissimo, que consigue este hombre: en efecto, eso es también técnica.
    ROMUALDO

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  6. En mi modesto parecer (y por lo que conozco), me quedo con sus versiones de 1984, quizás el compendio de las mejores virtudes tanto interpretativas como técnicas y sonoras. Pero sin ánimo de contradecir tus doctas consideraciones. Juan Ignacio de la Peña

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    1. Recuerdo que ya en los años 70 en la 2 de TVE emitieron clases magistrales de Barenboim sobre las Sonatas de Beethoven. Un participante le preguntó al pianista: "¿Cómo toca usted este tema -y lo tocó- de tal Sonata?". Y Barenboim le contestó: "Ese tema aparece varias veces, así que lo toco de maneras diferentes".
      En la clase magistral a Nathalia Milstein, que aparece en el álbum recién publicado, la joven y dotada pianista toca -francamente bien- la Sonata 15 "Pastoral" (en mi opinión, una de las cumbres de la serie). En el 4º mov. la joven toca un hermoso tema varias veces prácticamente igual, y Barenboim le dice: "La primera vez que suena es descubrimiento, la segunda es recuerdo, y la tercera,como un sueño de lo que fue: intento describirlo poéticamente. Cuando se repite un tema, no se repite propiamente, sino que se lo toca de nuevo, pero de otro modo". He aquí una de las razones por las que Barenboim es tan lúcido -y tan lógico- interpretando estas obras. Si nos fijamos bien en este tipo de cosas, comprobaremos que solo una minoría de pianistas excepcionales pone esto en práctica, y creo que incluso ellos no son capaces de hacerlo siempre.

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    2. Esto lo escribía yo. Otra vez sale como Anónimo. ¡Qué lata!

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    3. Muy interesante este comentario suyo, de verdad. Las 32 sonatas abarcan todo el periodo creativo de Beethoven siguiendo una evolución continuada, lineal y más uniforme que en el ciclo sinfónico. Señala una de las sonatas centrales, la número 15 "Pastoral", como cumbre. Cuáles serían en su opinión las sonatas más relevantes y que mejor perspectiva aportan para valorar en general el ciclo completo?. Muchas gracias.

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    4. Gracias, Javier. Prácticamente veintitantas de las Sonatas me parece que son obras maestras, y además Beethoven no se repite en ellas, por mucho que el compositor sea reconocible en (casi) todas.
      Ahora bien, ¿cuáles son, en mi opinión, las más cruciales por los avances que suponen como por ser redondas obras maestras? Aquí va mi lista personal: Nos. 4, 7, 8 "Patética", 12 "Marcha fúnebre", 13 "Quasi una fantasia", 14 "Claro de luna", 15 "Pastoral", 17 "La Tempestad", 21 "Waldstein", 23 "Appassionata", 28, 29 "Hammerklavier", 30, 31 y 32.

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  7. Muy interesante el comentario sobre la Pastoral. En general, en el arte, la clave es el contraste y la expresividad. Si se toca algo igual varias veces se convierte en algo aburrido y sin expresividad. Solo modificando la expresion se consigue que las interpretaciones ganen en profundidad. Es una regla basica de la expresion y, diria incluso, de la vida humana. En relacion con esto, recuerdo algo que decia Barenboim en sus memorias, que el estudiaba siempre las obras de manera no mecanica, es decir que aunque tocara una frase lenta para memorizarla bien en los dedos, siempre lo hacia manteniendo la expresion, para minimizar el elemento mecanico. Muy interesante.
    Sobre las sonatas de Beethoven en bluray, ya las he pedido y vi alguna en su dia en Medici y me encantaron. Me interesan mucho las clases magistrales, me parecen una forma de dar a conocer la manera de tocar y pensar de los artistas fantastica. Las otras que hizo Barenboim sobre sonatas de Beethoven eran un autentico deleite.
    Por ultimo, seria increible si Unitel publicara tambien las sonatas de Schubert en dvd, las vi en su dia en Medici y eran increibles, incluso mejor que las que se publicaron en cd.
    Un saludo

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    1. Muy de acuerdo en todo lo que dices. Y sí, yo echo mucho de menos que publicasen las de Schubert (también están tocadas en el nuevo piano).

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