Tchaikovsky, Bruch, Beethoven, Dvorák...
El CD dedicado a Tchaikovsky que acabo de conocer lo editó el sello Pentatone en 2019. Tenía yo desde hace tiempo especial interés en saber algo más de Guy Braunstein, que había sido el concertino más joven de la historia de la Filarmónica de Berlín: entró en esta orquesta el año 2000 y permaneció en ese puesto hasta 2013.
Nacido en Tel Aviv en 1971, había estudiado con Chaim Taub (componente del Cuarteto de Tel Aviv), Glenn Dicterow (concertino de la Filarmónica de Nueva York) y Pinchas Zukerman. Yo le había escuchado en directo el Concierto de Alban Berg con Rattle y la Filarmónica de Berlín y, en grabación de Digital Concert Hall, el de Brahms con Nelsons y la misma orquesta. También, en una transmisión televisiva de la BBC, el Concierto triple de Beethoven en los Proms, junto a Kian Soltani y Barenboim tocando y dirigiendo a la Orquesta del West-Eastern Divan; en la que, por cierto, Braunstein ha actuado ocasionalmente como concertino, en ausencia de Michael Barenboim). En DVD tiene Braunstein filmadas varias obras de cámara, singulamente, en el Festival de Música de Cámara de Jerusalén, el Primer Sexteto de Brahms y el Quinteto con piano de Schumann junto a Elena Bashkirova. En todas estas obras, camerísticas o concertantes, me había causado Braunstein una excelente impresión.
Activo transcriptor
Pues bien, el CD Tchaikovsky al que me refiero arriba contiene, además del Concierto, la Serenata melancólica y el Vals-scherzo op. 34, transcripciones del propio Braunstein del Pas de deux de El lago de los cisnes y de dos arias de Eugenio Oneguin (la de Lenski y la escena de la carta de Tatiana). El violín es en todos estos títulos dominador y muy musical, si bien creo que sobran algunos pequeños adornos añadidos en ciertas frases del Concierto. Muy notable la dirección de Kirill Karabits (n. Kiev, 1976, director titular de la Sinfónica de Bournemouth) al frente de una espléndida Sinfónica de la BBC. La toma de sonido es excelente.
Pero resulta que también me había pasado desapercibido otro disco de Braunstein de 2013, del sello Tudor, con la Fantasía Escocesa, el Primer Concierto y la Romanza op. 85 (original para viola y transcrita, cómo no, por Braunstein) de Max Bruch. En él me gustan quizá un poco más aún las interpretaciones del violinista, si bien la dirección de Ion Marin (al frente de una estupenda Sinfónica de Bamberg) es un tanto circunspecta.
Creo que su último disco publicado, de nuevo por Pentatone, es de 2019 y se titula “Old Souls”. Es curiosísimo: contiene la Sonata para violín No. 4 de Beethoven, la Serenata Italiana de Hugo Wolf, Syncopation de Fritz Kreisler y el Cuarteto No. 12 “Americano” de Dvorák. Todo ello en transcripciones para flauta, violín, viola y cello, realizadas en todos los casos por el propio Braunstein, quien se ha rodeado de solistas de excepción: Gili Schwarzman (flauta, que tocó en la Orquesta del West-Eastern Divan), Susanna Yoko Henkel (que tiene grabada, entre otras cosas, la Obra para violín solo de Bach), Amihai Grosz (viola, que perteneció al Cuarteto de Jerusalén y ahora es solista de la Filarmónica de Berlín) y Alisa Weilerstein (cello). A destacar las asombrosas intervenciones de esta última en las páginas de Wolf y Dvorák. Otro disco estupendamente grabado.
Braunstein es concertino de la Filarmónica de Berlín en la 4a de Mahler de Abbado con René Fleming, [versión bastante potable porque la tendencia progresiva de Abbado al Mahler camerístico obviamente casa más con la 4a que con otras obras]; en el segundo movimiento su solo con el violín con la afinación cambiada [representando la muerte según la creencia tradicional] es excelente
ResponderEliminarHace relativamente poco actuó, muy bien, con la orquesta de Valencia dirigida por Traub, hijo.
ResponderEliminarSu padre, como dice ud. su docente, y Mehta estaban de oyentes, uno junto a otro. concertino y director de la Filarmónica de Israel.
Si alguien se fija, en algún concierto de la Divan en los Proms resulta que ese concertino de la OFB toca como uno mas de los primeros violines, ni en primer lugar ni al final, medio desapercibido, acompañando de pareja a un chaval que me imagino que estaría asombrado. Y tocando con verdadero ardor.
El otro día Amaia Prieto afirmó que Rosamuna de Schubert es una ópera. NIEVES.
ResponderEliminarA Braunstein lo hemos visto varias veces en la WEDO, siempre pasando desapercibido (entre los críticos musicales, nadie se enteró, o nadiq quiso enterarse). En Córdoba me lo encontré junto a la mezquita. "Are you Guy Braunstein?", le pregunté. "Sometimes", respondió. Esa misma noche actuó de concertino en una memorable Pastoral.
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