Nézet-Séguin graba las Sinfonías 3 y 4 de Sibelius
Últimamente se está produciendo una explosión de grabaciones de
Sinfonías de Sibelius, en parte debido a la irrupción de jóvenes
directores nórdicos -Mäkelä, Rouvali-, pero no solo por ellos, sino también por
otros ya no tan jóvenes, como es el caso de Yannick Nézet-Séguin, que ha
hecho hace un par de meses para el sello Atma la Tercera y la Cuarta.
Versiones de alto nivel, sobre todo la esquiva Cuarta, más bellas que
inquietantes. La Orquesta es la del Metropolitan de Montreal, más que buena y
de sonoridad aparentemente más centroeuropea que la grabadísima -sobre todo en
la larga etapa de Charles Dutoit a su frente- Sinfónica de la misma
ciudad canadiense. Me ha gustado más la toma de la sonido de la Cuarta,
pues en la Tercera los timbales no están del todo bien recogidos, según
mi gusto.
Santtu-Matias Rouvali debuta discográficamente en la
Philharmonia con R. Strauss
Este director finlandés nacido en 1985 es hijo de músicos y fue en su primera juventud percusionista en varias orquestas escandinavas. Tras algunos puestos como director -Sinfónicas de Lahti y de Radio Finlandia- pasó a la Tapiola Sinfonietta en 2011 y al año siguiente a la Filarmónica de Tempere. En 2017 fue nombrado titular de la Sinfónica de Gotemburgo, dando cuatro años después el gran salto a la prestigiosa Philharmonia londinense. La pandemia ha retrasado sus primeras grabaciones con ella, que acaban de aparecer en el sello de la propia orquesta, bajo la etiqueta de Signum: un doble CD con cuatro importantes y muy exigentes composiciones de Richard Strauss: Don Juan, Till Eulenspiegel (grabadas en estudio), Así habló Zaratustra y la Sinfonía Alpina (registradas en público).
Ya antes había grabado entre 2019 y 2022 tres discos Sibelius con la Orquesta Sinfónica de Gotemburgo para Alpha, con las Sinfonías 1, 2, 3 y 5 más La hija de Pohjola, El Rey Christian II y En Saga. Y otro disco para Orpheo en 2015: los Conciertos para violín de Nielsen y Sibelius más las 2 Serenatas op. 69 de este junto a Baiba Skride y la Orquesta Filarmónica de Tempere.
Don Juan está muy bien expuesto, con una excepcional claridad de texturas
instrumentales, pero carece de la debida elocuencia y queda un poco alicorto en
sus clímax. Bastante mejor Till, igualmente diáfano y sobrio, pero no
carente de incisividad y de sarcasmo. Algunos detalles ocurrentes pueden ser
discutibles, pero quizá no estén mal traídos. Lo que más me ha gustado son las
dos obras de gran formato: una de las grandes interpretaciones discográficas de
la Sinfonía Alpina, y una verdaderamente extraordinaria de Zaratustra.
En ambas demuestra Rouvali ser un director, ya, de técnica excepcional y de
sorprendente madurez musical. La Philharmonia está, además, en magnífica forma.
Las tomas de sonido de estas dos últimas son algo menos transparentes que la de
los dos primeros poemas sinfónicos, pero poseen una imagen sonora de conjunto
muy lograda. Rouvali parece que es ya un director muy a tener en cuenta.
Aunque, por supuesto, para confirmarlo habría que escucharle otras músicas.
He repasado también sus Sibelius en Gotemburgo. Todas las interpretaciones publicadas por Alpha me parecen excelentes (¡y qué bien grabadas!). De entrada, la Orquesta de Gotemburgo le suena a Rouvali claramente mejor que a quien tantas y tantas grabaciones hiciera con ella, el estonio Neeme Järvi. Mérito más que probable del finés. Su lenguaje es rigurosamente certero (no, no basta con ser de ese país para que sus interpretaciones suenen sibelianas de pura cepa. ¿A todos los directores franceses les suenan Berlioz y Ravel a ellos mismos? Por supuesto que no). La transparencia de sus lecturas es proverbial: es una constante en todo lo que le he escuchado. Su Sibelius es vibrante, entusiasta -incluso cuando la música es de aire gélido-, muy intenso y nada hinchado o retórico. O sea, una difícil fusión entre rigor y ardor. Puede recordar a Barbirolli más que a otros importantes sibelianos. Soberbias las versiones de las cuatro Sinfonías y de las tres composiciones orquestales, con matrícula de honor para la Tercera, La hija de Pohjola y En Saga. No quiero dejar de señalar que el tan cacareado Sibelius de Klaus Mäkelä (¡menuda campaña de publicidad le han hecho!) no me parece en general tan bueno como el Rouvali.
RECTIFICACIÓN: Lleva razón "amd" en su comentario. Rouvali ya había grabado en 2020 un disco, del sello Signum, con la Philharmonia: una selección de El lago de los cisnes de Tchaikovsky.
Muy buenas don Ángel. Primero de todo darle las gracias por sus estupendos trabajos que tanto nos ayudan a orientarnos. No quisiera por nada del mundo importunarle, pero estoy seguro que muchas de las personas que venimos hasta aquí a aprender le agradeceríamos una discografía de HAENDEL (¿o quizá yo no he sabido encontrarlo). Vuelvo a reiterar mi agradecimiento, una vez más, por su inmenso e interesantísimo trabajo... :)
ResponderEliminarGracias por tu sugerencia, pero de los compositores barrocos y anteriores me voy a abstener. Lo siento.
EliminarRouvali: No es su "debut discográfico con la Philharmonia". Ya había grabado antes con ella
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