Un conocido me ha preguntado qué libro
sobre Haydn le recomiendo
Pues bien, me temo que en español hay bien poco, y menos aún que merezca la
pena: ¡Haydn no es tan popular como Mozart, qué le vamos a hacer!
En inglés está el magnífico, exhaustivo tratado de H. C. [Howard Chandler] Robbins Landon, en 5 volúmenes (Londres 1976, 1980) y en francés un libro también admirable, y más reciente (París 1988, reedición 2001), de Marc Vignal, de completísima información en 1534 páginas de letra bastante pequeña, y que cuenta con todo tipo de índices: un libro, pues, extremadamente útil, tanto para leerlo como para consultarlo.
Pero en español sólo conozco el mucho más breve y modesto de J. Cuthbert
Hadden (Buenos Aires, 1951, 176 páginas), la reedición de la primera
biografía de Haydn, de Georg August Griesinger (Leipzig, 1810) y… el
infumable que sigue, y del que publiqué aquí el 24-12-2019 la siguiente reseña
(que, para quienes no la leyeran en su día, no se la pierdan ahora:)
Huid de
este libro: “Joseph Haydn, príncipe de las sinfonías”
Escrito por Raúl
M. Mir Coll. Editado en Barcelona el año 1996 por la Fundación Moevenpick
Pese a que,
nada más empezarlo, me di cuenta de que este señor no sabe castellano (espero
que sí, al menos, catalán), me empeñé en leerlo entero. Hay multitud de frases
que simplemente no se entienden, de tan mal escritas. Y errores de bulto: magneficencia,
bruyen (por bullen), estoy convencido que será excelente, gravar (por
grabar), exhultante… En sus últimos años, "Haydn tenía el corazón cansino"
(se supone que querrá decir cansado: esta falta la comete unas cuantas veces).
Cuando digo multitud casi me estoy quedando corto: suelen ser varias en cada
página (y tiene 240). El autor es descuidadísimo con los nombres: Teleman
(por Telemann), Carl Philip (por Philipp), Wilhem (por Wilhelm), Bocherini
(por Boccherini), Toscanini (en vez de Tomasini), Paris (por
París), Walstein (por Waldstein), Cossì fan tutte, Gradus et
Parnassum (por Gradus ad Parnassum), Kaisser, etc., etc., así hasta el
infinito.
Y en cuanto
a la terminología musical, es un auténtico caos: “dos nuevos cuartetos de
cuerda, los opus 54 y 55”: ¡es que la op. 54 consta de tres cuartetos, y de
otros tres la op. 55!, de lo que el sr. Mir no parece haberse enterado. Luego
llama en numerosas ocasiones obertura a la sinfonía: el error procederá,
supongo, de que en el siglo XVIII a la obertura de una ópera se la denominaba
habitualmente sinfonia (en italiano, sin acento). Pero cuando afirma que Haydn
acaba de componer una nueva obertura, la nº 45, se está refiriendo a una nueva
sinfonía, la nº 45. ¡Asombroso dislate!
Mir
confunde, cómo no, la Sinfonía 94 “Sorpresa” (mit dem Paukenschlag,
o sea, con el golpe de timbal) con la 103 “Redoble de timbal” (mit
dem Paukenwirbel, con redoble de timbal). Confundir dos sinfonías
tan importantes y conocidas me parece alucinante en alguien que escribe una
biografía de Haydn. Más tremendo aún: la mayoría de los cuartetos de cuerda de
Haydn afirma sin pestañear que son cuartetos de viento: ¡¡de no dar crédito!!
Con frecuencia, los fagotes son, según Mir, bajos (bassoon en
inglés). En Londres, un día, Haydn “deslumbra a los maestros de la orquesta con
su virtuosismo en el manejo de la bajeta del tambor”. En el cuarto
movimiento de la Sinfonía 100 “Militar” hay “fraseos melódicos de
preciosisimo virtuosista para instrumentos de cuerda y de viento, tiempos
rápidos y timbrados que recuerdan a las sinfonías de Beethoven”:
la Sinfonía 100 fue compuesta en 1793-94; la Primera de
Beethoven, en 1800, así que malamente las puede recordar. Al grupo de alumnos y
amigos de Haydn “se une en 1799 la bella soprano Anna Milder, que había
intervenido en el estreno vienés de la ópera Fidelio de Beethoven…” ¡por
supuesto faltaban años, siete, para tal estreno!
Más: la Paukenmesse
(Misa con timbales) es para Mir la Misa de tambores: “las
palabras Agnus Dei qui tollis peccata mundi están acompañadas de un
sonoro repicar de los tambores”, recalca. También afirma que Haydn acudió el 7
de abril de 1806 “al estreno de la nueva sinfonía de su antiguo discípulo Ludwing
van Beethoven; el díscolo alemán ha enaltecido el mundo musical con la
composición de la octava sinfonía”. Pero es que esa sinfonía no sería
compuesta hasta 1812, tres años después de morir el autor de La Creación… “Haydn improvisa al cémbalo algunas notas de sus famosos
cuartetos de cuerda […] pero, desmemoriado, deja caer el arco”… O sea, que ¡el
cémbalo se toca con arco!... Un momento destacado de La Creación es
cuando se dice “Y se dio la luz” (“Y se hizo la luz”, por supuesto: nadie, que
se sepa, pulsó el interruptor…)
Vamos, que la ignorancia de este tal señor Mir es inconcebible e inexplicable. Pero tal vez haya una explicación: que parte del libro no esté escrito por él, sino mandado traducir, fusilar, a un negro completamente ignorante en música. ¡De ser así al menos Mir debería haberlo leído entero antes de enviar el libro a la imprenta!
Bueno, si tienen curiosidad, en lugar de huir de este
libro, como les recomendaba, pueden leerlo… no tanto para aprender sobre el
gran Haydn, sino para partirse de risa.
Igual era su tesis doctoral y la fusiló de una que estaba en otra lengua que no entendía, escrita por el padre apócrifo de Salieri y luego traducida por un rockero.
ResponderEliminarGracias miles por las recomendaciones y por la "no recomendación". Yo tengo la que menciona de Apuntes biográficos sobre Joseph Haydn (Turner Música) de Georg August Griesinger y Luis Gago. El resto como indica hay que ir a versiones en inglés como la Karl Geiringer Haydn: A Creative Life in Music siendo la de HC Robbins la más completa.
ResponderEliminarQuizá sea un compositor que hubiera debido tener más suerte en cuanto a traducciones en español se refiere, al menos comparado con otros. En ese sentido, ¿conoce alguna biografía de Mendelssohn en español? Gracias de antemano
No, no conozco ninguno. El único libro que tengo sobre Mendelssohn es el de Yvonne Tiénot, en francés (París, 1972. 248 páginas). En alemán, inglés o francés seguro que hay otros interesantes.
EliminarEn inglés, de R. Larry Todd: Mendelssohn, a life in music, más de 600 páginas
ResponderEliminarYo de Haydn tengo la de geiringer
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