TCHAIKOVSKY: Francesca da Rimini
En agosto de 1876, mientras viajaba desde Lyon a
Bayreuth, Tchaikovsky leyó el Canto V del Infierno (versos 73-142) en una
edición de La divina comedia del
Dante ilustrada por Gustave Doré. De inmediato sintió un incontenible deseo de poner música al episodio de Francesca da
Rimini: pensó primero en una ópera, pero enseguida se decantó por una partitura
orquestal.
La historia del amor adúltero de Francesca por Paolo
-hermano de su esposo, el deforme y cruel Gianciotto, al que ella nunca amó,
quien al sorprenderlos acaba con la vida de ambos, que se condenan eternamente-
era comprensible que atrajera con fuerza al compositor, torturado por su
sentimiento de culpa ante su no bien aceptada homosexualidad y obsesionado como
se hallaba también por la inexorabilidad del destino. El hecho de que el mismo
Dante, conmocionado por la historia, cayera sin sentido al suelo al escucharla
de labios de Francesca, sacudió hasta lo más hondo al compositor. No cabe duda
de que se identificaba con el amor prohibido que arrastraba a Francesca a su
perdición.
A su vuelta a Moscú Tchaikovsky se enfrascó de
inmediato, el 7 de octubre, en la composición de Francesca da Rimini, op. 32,
“fantasía sinfónica” que estuvo terminada ya el 17 de noviembre de ese mismo
año 1876. Durante su gestación Piotr Ilich le confesaba por carta a su hermano
Modest que también se había inspirado en el grabado de Doré La tempestad infernal para el referido
Canto V, y le comunicaba: “tengo la firme decisión de casarme -es una necesidad
para mí, por diversas razones- no importa con quién” (¡!).
Desastrosa decisión: bien sabemos cómo acabaría su
matrimonio -que tuvo lugar el 18 de julio del año siguiente- con Antonina
Ivanovna Miliukova. El 7 de agosto se separaba de ella y admitía que “no me
inspiraba más que una enorme repulsión física; algunos días más con ella y
habría perdido la razón”. Un nuevo intento de convivencia conyugal, un mes
después, casi abocó al compositor al suicidio. Para recuperarse de la “grave
fiebre nerviosa” que el episodio le produjo e intentar olvidarlo, huyó a Italia
para pasar el siguiente invierno.
Francesca da Rimini
se ha convertido en uno de sus dos poemas sinfónicos más admirados (junto a Romeo y Julieta, de 1869, rev. 1880)
-aunque a ninguno de ambos los denominó así: el inspirado en Shakespeare fue
subtitulado “obertura-fantasía”-. Tras una sombría, inquietante introducción
lenta -Andante lugubre-, Francesca adopta una estructura que
esconde, más o menos, una sinfonía en tres partes (Allegro vivo, Andante cantabile
y vuelta al Allegro vivo), siendo la
sección central en forma de variaciones una escena de amor con un fino retrato
psicológico de Francesca, sección enmarcada entre los torbellinos del deseo y
la tempestuosa visión del infierno.
Tchaikovsky describe todo ello con una vívida
imaginación y una intensidad que llega a alcanzar el frenesí en la coda,
haciendo gala de un extraordinario dominio de la orquestación, que logra con
cierta contención, sin necesidad de desplegar una paleta excesivamente variada
en colores, pese al inhabitual empleo de dos cornetines de pistones y de una
percusión ampliada. Aparte de estos valores, Francesca da Rimini no deja de conmover debido a su indudable
sinceridad, esa cualidad extensiva a casi todas las composiciones mayores de
Tchaikovsky. Los tantas veces citados versos de Dante –“nessun maggior dolore /
che ricordarsi del tempo felice / nella miseria”- describen también lo que
Tchaikovsky transmite aquí.
Aunque el estreno de El anillo del nibelungo escuchado en Bayreuth ese agosto no le
había convencido del todo, el compositor ruso no se pudo sustraer a la
influencia de su universo armónico y de los hallazgos de Wagner en el de la
orquestación. La huella de Franz Liszt también puede apreciarse.
Dedicada a su alumno Sergei Taneiev (1856-1915) y
estrenada en Moscú el 9 de marzo de 1877 bajo la dirección del gran pianista
Nikolai Rubinstein (1835-1881), la obra obtuvo un éxito inmediato; en San
Petersburgo varios influyentes críticos y compositores la saludaron como el
mayor logro de Tchaikovsky hasta el momento.
1957 Everest Leopold Stokowski/OSinfStadiumNuevaYork 23’14 7/7
1958 Sony Eugene Ormandy/OdeFiladelfia 22’44 6,5/6,5
1958 EMI Paul Kletzki/ORoyalPhilharmonic 23’57 8/6
1960 DG Igor Markevitch/OLamoureux 23’13 8/7
1961 Sony Leonard Bernstein/OFilNuevaYork 24’36 7/5
1961 DG Gennadi
Rozhdestvensky/OFilLeningrado 25’06 9/7
1962 BBC Igor
Markevitch/OSinfLondres 21’02 8,5/7
1963 EMI Carlo Maria Giulini/OPhilharmonia 24’51 8,5/7,5
196? Denon Yevgeny Mravinsky/OFilLeningrado 24’08 9,5/6
1968
Philips Igor Markevitch/ONewPhilharmonia 23’08 9/8
1971
EMI Sir John Barbirolli/ONewPhilharmonia 24’12 10/8
1973
Philips Bernard Haitink/OConcertgebouw 24’36 7,5/8
1974
Decca Antal Dorati/OSinfNacWashington 23’54 7,5/8
1975 Philips Leopold
Stokowski/OSinfLondres 22’35 6/8
1978 EMI Mstislav Rostropovich/OFilLondres 25’29 8/7,5
1979 DG Leonard
Bernstein/OFilIsrael 23’33 7,5/7
1982 DG Daniel
Barenboim/OSinfChicago 25’27 10/9
*1983 IdéaleA Yevgeny
Mravinsky/OFilLeningrado 22’52 9/7
1984 Decca Riccardo
Chailly/OdeCleveland 23’08 8,5/8,5
1984 Warner Seiji
Ozawa/OFilBerlín 23’02 7/8
1985 Melodiya Yevgeni Svetlanov/OSinfURSS 25’51 8/8
1986 Warner Mariss
Jansons/OFilOslo 22’27 7,5/8,5
1988 Decca Vladimir
Ashkenazy/ORoyalPhilharmonic 23’16 7,5/8,5
1989 Decca Charles
Dutoit/OSinfMontreal 25’00 8/9
1990 Warner Kurt
Masur/OGewandhaus 24’04 7,5/8
1990 Erato Christoph
Eschenbach/OSinfHouston 25’32 10/9,5
1991 DG Leonard
Bernstein/OFilNuevaYork 27’42 9,5/8,5
1991 EMI Riccardo
Muti/OdeFiladelfia 23’11 9/8,5
1995 Chandos Neeme
Järvi/OSinfDetroit 24’54 8,5/8,5
2003 Bis Neeme
Järvi/OSinfGotemburgo 25’17 8,5/8,5
2004 Capriccio Neville
Marriner/AcademyStMartin 24’08 6/8
2005 HMundi Christopher
Seaman/OFilRochester 24’47 6/8,5
2008 DG Gustavo
Dudamel/OJuvenilSimónBolívar 25’08 8,5/8
2006 Warner Antonio
Pappano/OAcademiaStaCeciliaRoma 23’26 9/8,5
2015 Onyx Vasily
Petrenko/ORoyalPhilLiverpool 23’57 8/8,5
2018 DG Yannick
Nézet-Séguin/OFilRotterdam 24’08 7/7
2020 Alpha Paavo
Järvi/OTonhalleZúrich 25’50 8,5/9
2023 Chandos Alpesh
Chauhan/OSinfBBCEscocesa 25’06 8,5/9
muy buen articulo
ResponderEliminarpero discrepo con el 10 a Barenboim, ese diez yo lo pongo a Muti y Mravinsky
en el debate está el placer
gracias
Gracias por este bello texto. Anda por las plataformas un reciente y polémico filme ruso, la mujer de Tchaikovski.
ResponderEliminarEn una reunión de críticos que hicimos escuchando varias versiones sin que se supiera cuál era cada una de ellas, la de Barenboim/Chicago fue la versión que más gustó; solo Bernstein en DG quedó muy, muy cerca de ella. La de Barbirolli no la conocíamos entonces.
EliminarMe refería, obviamente, a la segunda grabación de Bernstein para DG, es decir no la decepcionante de la Filarmónica de Israel, sino la de Nueva York de 1991.
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