Franz Schubert: Sinfonía No. 5 en Si bemol
mayor, D 485
(1. Allegro. 2. Andante con moto. 3. Minuetto: Allegro
molto – Trio. 4. Allegro vivace)
La producción sinfónica de Franz Schubert nos ha
legado ocho obras, numeradas como 1ª a 6ª, 8ª y 9ª. Debido
a la desaparición de la 7ª (si es que existió una entre la 6ª y la “Inacabada”)
se ha intentado una renumeración de las dos últimas como “séptima” y “octava”,
que apenas ha cuajado. Lo cual subraya la gran distancia estilística que de
hecho separa las seis primeras de las dos postreras, siendo éstas las dos
únicas “de madurez”, las sinfonías capitales de su autor. Las seis primeras se
hallan, sin duda, considerablemente por debajo, pero aun así merecen la notable
atención que desde hace varias décadas se les suele prestar.
La cronología de estas sinfonías es como sigue: 1813
la Primera (tenía dieciséis años; es sin duda la menos “cuajada” de
todas), 1815 la Segunda y la Tercera, 1816 la Cuarta y la Quinta
y 1818 la Sexta. A los 25 años, en 1822, concibió la Octava
“Inacabada” y -probablemente ya desde 1825- y hasta 1828, el año de su
muerte, la Novena “Grande”.
Entre las seis primeras, las preferencias han variado
en función de diversos puntos de vista o situaciones: Brahms admiraba en
particular la Segunda; las encantadoras Tercera y Sexta no
carecen de valedores; la Cuarta (“Trágica”) es preferida por
otros a causa de su mayor anticipación a las últimas. Pero es la Quinta
la que más se suele tocar y grabar, y ello pese a ser menos “avanzada” que la
que le antecede.
Respira la Quinta, en Si bemol mayor, en
efecto, un aire puro, transparente, que recuerda mucho a la mejor música de
finales del XVIII. Su hechura es impecable, fluida y de muy bellas
proporciones: una obra inspirada, llena de una especial ternura, luminosa,
equilibrada, realmente perfecta, de un compositor de diecinueve años. Su fácil
y rápida gestación –menos de un mes– parece apreciarse en la espontaneidad de
su discurso.
Orquestada sólo para cuerdas, una flauta, dos oboes,
dos fagotes y dos trompas (sin clarinetes, trompetas ni timbales), esta
distribución instrumental fue dictada por los medios de los que iba a disponer
para ejecutarla: un pequeño conjunto aficionado con presencia de amigos y
familiares del compositor, que la tocó, probablemente en el Gundelhof bajo la
dirección de Otto Hatwig, en octubre de 1816. Pese a la favorable acogida, no
volvió a ser interpretada en vida de Schubert.
Si el soleado “Allegro” –sin introducción lenta, y
cuyo segundo tema procede del primero–, el amable “Andante con moto” –un aria
cuya sección central se oscurece con sombras y se tiñe de melancolía**– y el
Minueto en Sol menor –con un tempo (“Allegro molto”) más propio del
naciente scherzo y un apacible ländler como trio– traen a
la memoria ante todo al autor de La flauta mágica, el chispeante,
impulsivo e imaginativo final (“Allegro vivace”) parece volver la mirada más
hacia Haydn. Lo que no impide que la orquestación tenga un inconfundible color
schubertiano.
Esa persistente mirada al pasado se explica porque
durante su composición Schubert atravesaba un período de especial admiración
hacia Mozart, de la que quedan algunos testimonios epistolares, al que siguió el
dirigido hacia Beethoven, que evidencia la Cuarta (inclinación que
volvería con mayor fuerza al final de su existencia, con su rendido asombro
ante, por ejemplo, el Cuarteto en Do sostenido menor, op. 131. Ya sin
consecuencias, ya que Schubert murió cinco días después de escucharlo).
La Quinta Sinfonía de Schubert no se interpretó públicamente hasta el 17 de octubre de 1841, en Viena y dirigida por Michael Leitermeyer, y la partitura no fue publicada ¡hasta1885!
**Una
opinión muy personal: no conozco una sola interpretación en la que ese tempo
propuesto por Schubert sea tan apropiado como cuando se interpreta más
lentamente. No sería el único caso: ahí esta la indicación “Allegretto” para el
segundo movimiento de la Séptima Sinfonía de Beethoven; en esa ocasión ocurre, en mi opinión, algo muy parecido.
DISCOGRAFÍA
1929 Koch Horenstein/OFilBerlín 5’02+08’07+4’47+5’10 7/3
1953 RCA Toscanini/OSinfNBC 4’44+07’52+4’43+5’03 5/6
1954 Sony Casals/OFestivalPrades 5’42+12’39+5’13+5’56 8,5/7
1957
Sony B.Walter/OSinfColumbia 5’54+10’39+5’01+6’26 8,5/7
1957 DG Jochum/OSinfRadioBávara 7’22+11’44+5’09+5’44 8/6,5
1958
EMI Karajan/OFilBerlín 5’01+08’53+4’48+5’22 6/6
1959 EMI Beecham/ORoyalPhilharmonic 5’48+08’51+5’16+5’47 6,5/7
1959
Decca Solti/OFilIsrael 4’56+09’25+4’19+5’07 6/6,5
1961
RCA Reiner/OSinfChicago 4’38+09’59+5’24+4’57 7/8
1964 EMI Klemperer/OPhilharmonia 5’26+09’52+5’00+6’12 9/7,5
1966 DG Böhm/OFilBerlín 7’23+09’53+5’22+5’39 8/7,5
1967 Phi Sawallisch/StaatskDresde 6’38+11’41+5’00+5’24 6/7,5
1969
EMI Menuhin/OFestivalMenuhin 5’40+08’12+4’29+5’57 6/6
1970
Decca Kertész/OFilViena 6’45+09’52+5’08+5’39 7/7,5
1970
Sony Casals/OFestivalMarlboro 7’25+11’52+5’21+6’05 9/6
1971
DG Abbado/OFilViena 7’19+11’02+5’27+5’44 9/7,5
1973 EMI Fischer-Dieskau/ONewPhilh 6’51+10’46+5’04+5’43 9/8
1978 Decca Mehta/OFilIsrael 7’14+09’28+5’17+5’44 7/8
1978
EMI Karajan/OFilBerlín 7’09+09’32+5’37+5’47 6/8
1980
DG Celibidache/OSinfRStuttgart 4’45+12’24+5’04+5’46 8/8
1980 DG Böhm/OFilViena 5’48+10’47+5’54+5’51 10/8,5
1981 Brilliant Blomstedt/StaatskDresden 7’10+10’48+5’13+5’57 8/8
1982 Phi Marriner/AcademyStMartin 6’52+10’02+5’02+5’35 8/8,5
1984-88 Sony Barenboim/OFilBerlín 7’26+10’40+5’03+6’18 8,5/8
1985
Decca Solti/OFilViena 7’31+11’50+4’39+5’38 9/9,5
1988
DG Bernstein/OConcertgebouw 7’14+11’12+5’37+5’36 8,5/8,5
1988
DG Abbado/OCámEuropa 6’47+09’33+5’02+7’21 6,5/8
1989
RCA Wand/OSinfRadioColonia 6’48+09’54+4’41+5’39 8/8,5
1989
EMI Muti/OFilViena 6’59+10’07+5’06+8’23 8/8,5
1991 Philips Brüggen/OSigloXVIII 7’08+09’01+4’56+5’47 7/9
1992
Decca Blomstedt/OSinfSanFrancisco 7’06+10’31+4’59+7’38 8/9
1993 Teldec Harnoncourt/OConcertgebouw 7’20+08’45+4’44+5’59 5,5/8
1993 Capriccio Végh/CamerataAcadSalzburgo 7’13+09’35+5’03+7’44 9,5/8
1996 RCA C.Davis/StaatskDresde 6’49+09’26+4’57+7’58 8,5/9,5
*1997 TDK Wand/OSinfNDRHamburgo 6’55+10’50+5’03+5’37 7/8,5
2001
BR Maazel/OSinfRadioBávara 4’46+11’07+5’35+5’31 8/7
2003 Erato Norrington/LondonClasPlayers 6’21+07’47+5’22+7’30 5/8
*2011
DCHall Iván Fischer/OFilBerlín 8,5/8,5
2012
Naïve Minkowski/MusLouvreGrenoble 7’14+09’51+5’03+4’37 6/8,5
*2015
DCHall Haitink/OFilBerlín 8,5/8,5
2019
Sony Holliger/OCámBasilea 7’07+09’37+4’33+8’01 8/9
2021 Pentatone
Jacobs/B’RockOrchestra 7’09+08’15+5’20+7’06 7/9
2023 HMundi Heras-Casado/OBarrocaFriburgo 6’47+08’41+4’14+7’29 5/9
Repasando algo que escribí hace años acerca de la Novena Sinfonía (“La Grande”) de Schubert me encuentro con estos párrafos: “Schubert intentó que la Sociedad de Amigos de la Música la estrenase, pero, tras varios ensayos, la obra fue rechazada, ‘por excesivamente larga e inejecutable’”.
Tras el hallazgo por parte de Schumann del manuscrito,
brindó su estreno a Mendelssohn, quien el 21 de marzo de 1839 dirigió una
versión ¡abreviada! de la misma. El 15 de diciembre del mismo año fueron
tocados en Viena ¡solo los dos primeros movimientos!
“Publicada por Breitkopf und Härtel el año 1840
-seguía yo escribiendo-, sucesivos
intentos de interpretarla en París en 1842 y en Londres dos años más tarde,
fracasaron de nuevo por motivos similares a los aducidos por los Amigos de la
Música vieneses. Hoy, que hasta tal punto han sido sacralizadas en algunos
ámbitos las interpretaciones tal y como se hicieron en su día, no podemos sino
sonreír (¡o directamente mearnos de risa!) al recordar que un gran número de
obras maestras que hoy día se interpretan sin cesar, en su tiempo sencillamente
nadie estaba preparado para entenderlas ni para tocarlas…”
Muy interesantes tus notas sobre la Quinta Sinfonía de Schubert.
ResponderEliminarRespecto a tus comentarios sobre el movimiento lento, tengo que reconocer que hace unos años compartía esa opinión más que ahora. Creo que la indicación de Andante con moto es muy precisa respecto a lo que se pretende en ese pasaje, y que en efecto la música tiene que fluir, que caminar hacia adelante. Desde mi perspectiva actual, ya son pocos los directores que, siguiendo un tempo realmente lento en ese movimiento, logran resultados convincentes, (Böhm con la Filarmónica de Viena sería el principal de ellos, claro). Otra cosa es que muchos directores historicistas se pasen de rosca y entiendan que, si ya de por sí el término Andante es para ellos relativamente rápido, el Con moto le añada velocidad. Pero eso es, en todo caso, problema suyo…
En general, me parece que respecto a esto es muy interesante la relación con la Sinfonía número 40 de Mozart. En cada uno de los movimientos de ambas sinfonías, el tempo que seguramente nos convenza para una nos valdrá para la otra… Más allá de las relaciones tonales y el tipo de carácter de cada movimiento, (obvio, partimos de obras que están en modo diferente), la manera en que están concebidos los cuatro movimientos de ambas obras es idéntica…
Mi opinión es que el 2º mov. de la Quinta de Schubert queda mejor un poco más que lento que como Andante con moto. Y creo que los compositores, por grandes que sean, no siempre aciertan con estas cosas (ahí están las indicaciones metronómicas de Beethoven). Pero es solo eso, una opinión mía. Cuando escuche una interpretación que lo haga Andante con moto y me convenza, lo aceptaré.
EliminarY en cuanto al Molto allegro de la 40 de Mozart, lo veo plenamente justificado: son pocas las interpretaciones que han dado en el clavo con ese tempo, pero puede resultar de maravilla si consiguen una sensación de anhelo, casi angustia. Otra cosa es que algunos grandes directores que lo han hecho bastante más lento TAMBIÉN pueden llevar razón, y también me convencen.
En definitiva, todo esto creo que es cuestión de gustos: que en ocasiones los tempi indicados pueden no parecernos los más idóneos, y en otros, admitir que caben interpretaciones diversas.
Sí, claro. El asunto es que, para empezar, interpretar directamente el sentido de lo que son las indicaciones de tempo ya es subjetivo en sí mismo. Lo que a algunos les parece Andante con moto a otros les parece demasiado rápido, o a lo mejor tienen la misma opinión que dices y consideran, sencillamente, que Schubert se equivocó al etiquetar ese movimiento.
ResponderEliminarPor poner ejemplos concretos, yo creo personalmente que Riccardo Muti en su integral de sinfonías con la Filarmónica de Viena llega bastante exactamente al equilibrio de tempi de los cuatro movimientos de la obra; si lo queremos todo algo más lento, ahí tenemos a Végh. Lo de Karl Böhm con Viena, por supuesto, está en otra liga; es decir, no es aconsejable tomar esos tiempos, sobre todo en el segundo movimiento, pero él en esa grabación lo hizo funcionar. Y lo que ya no sería aceptable en el movimiento lento es lo que hace, por ejemplo, Heras-Casado…, pero eso es porque, según entiendo yo, lo de Heras-Casado ya no es un Andante con moto sino más bien un Allegretto (es decir, el error no sería de Schubert sino de Heras-Casado).
Sí, una de las principales señas de identidad de los historicistas (y de los que juegan a serlo: Chailly, Heras...) es correr y correr. Con lo mediocres que suelen ser serían incapaces de mantener tempi en los que paladearan la música. Aburrirían a las ovejas.
EliminarQuedamos a la espera de la versión Jordi Savall, que a buen seguro hará el Andante con una moto Suzuki, de esas que llegan casi a los 400k/h.
ResponderEliminarEn general, es lo que tienen de bueno las interpretaciones historicistas, que van tan rápido que duran poco, y para lo que hay que oír es de agradecer que terminen cuanto antes.
Hola, Angel. Muchas gracias por dedicar esta entrada a esta sinfonía . No conocía esas dos versiones de Casals que están bien puntuadas por usted. Así que las escucharé. Hay un album de DG de la serie "The Original" con la 5ta y "La Grande" de Schubert interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara dirigida por Jochum. Menciono dicha grabación para quien esté interesado.
ResponderEliminarEl tema de los tempi es curioso si. El Allegro inicial Bohm o Vegh lo llevan más allegretto que como indica la partitura. Soltó también. Siempre inicialmente me pareció que era lento....pero cuando lo escuchas..la verdad es que cuadra. Jochum nunca defrauda...interpretación más mirando a Beethoven que a Mozart o Haydn.
ResponderEliminarMutti lo lleva más ligero. Quizá la cuestión más que de velocidad es de carácter.
Gardiner no lo hace nada mal aunque a mí no me guste. Lleva muy. bien el tema polifónico.
Pero me quedo con Klemperer y Bohm por encima.
He tenido la oportunidad de escuchar esta sinfonía en interpretación de la orquesta del conservatorio de mi ciudad, y la verdad es que disfruté mucho. No se debe olvidar que la mayoría de la música de Schubert fue interpretada, comprendida y disfrutada por primera vez por los músicos aficionados. Sobre la discusión entre la interpretación histórica y moderna, creo que ambas corrientes pueden arrojar luz sobre los puntos oscuros de un mundo hacia el otro y viceversa. Por tanto, bajo mi punto de vista, que utilizó como punto de partida las versiones de Norrington y Bruggen, para después llegar a las elogiadisimas versiones de Bohm y Klemperer, diría toda interpretación aporta algo.
ResponderEliminarPuede ser que esas interpretaciones de Norrington y Brüggen aporten algo a la visión de esta Sinfonía, no lo sé; la del primero no la conozco, y la del segundo hace mucho que no la escucho (aunque me queda mal recuerdo de ella).
EliminarPero lo que pienso es que, multitud de interpretaciones ( omera ejecuciones) de todo tipo de obras que escuchamos cada día, nada aportan. Al menos nada positivo, nada que merezca la pena, y nada hacen de favor a las correspondientes composiciones. Tengo cientos de ejemplos.
Mi primera quinta fué de Bohm pero en la Decca mono con la OFV. Me sigue pareciendo muy buena.
ResponderEliminarPero a lo que vengo es que descubrí que en mi televisor puedo escuchar la Radio Clásica a la que tenía abandonada desde lustros. Había muchos podcast similares y elegí música heroica. Nada dicen sobre los artistas, me enteré que el vuelo del moscardón era de Mussorsky, lo repitió dos veces, y resulta que en Coriolano el sordo divino se inspiró en Shakespeare. Todo en media hora de audición. No retuve el nombre del presentador, ni ganas.
Ya nos dirá algo del concierto de Barenboim. Nunca me ha parecido tan desigual el tercer tiempo del concierto como despues de escuchar gloriosamente los dos primeros. Lo de Schubert fué puro invento, de inventiva, recreación, nada parecido había escuchado antes. Para que luego se pregunten lo de la interpretación. En la partitura están las notas. La música la ponen algunos intérpretes.
De los numerosos errores que he escuchado últimamente en Radio Clásica, recuerdo ahora un par: El cisne de Tornela, y La folia de Corelli (así, pronunciado como llana, es decir como la mujer del folio).
Eliminar