El Concurso de piano
Medalla de oro Medalla de
plata Medalla de bronce
1958:
Van Cliburn
1962:
Vladimir Ashkenazy+John Ogdon
1966:
Grigory Sokolov Misha
Dichter
1970:
Vladimir Krainev+John Lill Horacio
Gutiérrez Viktoria
Postnikova
1974:
Andrei Gavrilov Myung-Whun
Chung Yuri Egorov
1978:
Mikhail Pletnev Pascal
Devoyon Nikolai
Demidenko
1982:
desierto Peter
Donohoe+V.Ovchinnikov
1986:
Barry Douglas
1990:
Boris Berezovsky
1994:
desierto Nikolai
Lugansky
1998:
Denis Matsuev
2002:
Ayako Uehara
2007:
desierto
2011:
Daniel Trifonov Seong-Jin
Cho
2015:
Dmitry Masleev George
Li
2019:
Alexander Kantorow Alexei
Melnikov
2023: Sergei Davydchenko Angel Stanislav Wang
Este
Concurso tiene mucho prestigio, pero, a la vista del paso del tiempo, ha
premiado a ciertos pianistas que no han hecho después grandes carreras, y en
otros casos ha tomado decisiones más bien extrañas. Así, en 1970 y en 1978
quedaron terceros los mejores pianistas presentados; en 1994 se les pasó a los
miembros del jurado que había un pianista de gran fuste que solo obtenía la
plata; en 2002, en 2015 y en 2023 ganaron instrumentistas de los que poco se ha
sabido después. Prácticamente en estos años y en los que quedaron desierto
anteriormente estaban surgiendo por todas partes pianistas muy dotados, que hoy
son bien conocidos.
El Concurso de violín
Medalla de oro Medalla de
plata Medalla de bronce
1958:
Valery Klimov
1962:
Boris Gutnikov Shmuel
Ashkenasi
1966:
Viktor Tretiakov Oleg
Kagan
1970:
Gidon Kremer Vladimir
Spivakov
1974:
desierto
1978:
Ilya Grubert+Elmar Oliveira
1982:
Viktoria Mullova+Sergei Stadler
1986:
Ilya Kaler+Raphaël Oleg
1990:
Akiko Suwanai
1994:
desierto
1998:
Nikolai Sachenko
2002:
desierto
2007:
Mayuko Kamio
2011:
desierto
2015:
desierto
2019:
Sergey Dogadin
2023:
Gyehee Kim
Si extraños son muchos de
los premios en el piano, en el violín da la impresión de que los jurados
estaban más despistados aún o andaban muy condicionados. Al menos la mitad de
los premiados han desaparecido del mapa… Lo más curioso es que el país en que
se desarrolla, Rusia, ha dado violinistas que no aparecen en los galardones y
que sí han alcanzado fama mundial en pocos años. Ya sabemos que el régimen
soviético, antes de Gorbachov, tenía muy en cuenta a la hora de promocionar a
sus instrumentistas si eran adictos al poder, o si eran judíos u homosexuales,
pero esto no parece que baste para explicar decisiones tan extrañas.
Yo he asistido a muchas
sesiones en concursos de piano y me ha parecido que, en muchos casos, los
miembros del jurado -profesionales del piano, sí, pero en su mayor parte
profesores más bien que concertistas- tienen más en cuenta la destreza de los
dedos que la interpretación propiamente dicha, que es lo que a mí más me
motiva. Por lo cual en muchas ocasiones he discrepado de los premios
concedidos. Pero cuando uno recuerda que, en la primera edición del Concurso de
Bruselas, el triunfador en piano fue un tal Emil Gilels (a los 21 años) y en
violín otro tal David Oistrakh (a los 28), uno se reconforta.
Estoy en un recital de arias de ópera y zarzuela, la soprano, una cría de 16 años!!!, Inés aranda, creo que llegará muy lejos, tomad nota.
ResponderEliminarOjalá me equivoque en este caso, pero los cantantes de ópera que empiezan tan jóvenes tienen muchas probabilidades de frustrarse: la voz es muy vulnerable a esas edades tan tempranas.
EliminarHay otro factor que, según creo, también explica en parte lo que comentas de los concursos. Más allá de las posibles componendas entre ciertos miembros de los jurados para conseguir que sus alumnos reciban premios, (un antiguo vicio que teóricamente los concursos que se dicen serios intentan evitar pero no siempre se consigue), es cierto que los intérpretes que realmente tienen una gran personalidad interpretativa con frecuencia tienden a dividir opiniones. Es más fácil que consiga votos (o puntos) de los miembros del jurado un concursante técnicamente muy perfecto pero interpretativamente más convencional que un pianista que tenga ideas propias sobre las obras que interpreta y que quizá no convenzan a todos. NO hay más que recordar qué ocurrió en su día con Ivo Pogorelich en el Concurso Chopin. Y además, luego los intérpretes que consiguen premios pueden crecer o no después del concurso en cuestión. Cuando ganó el Chopin en 2015, Cho no era ni mucho menos mi favorito, como tampoco Bruce Liu en 2021, y a ambos les he escuchado en vivo cosas importantes desde entonces.
ResponderEliminarEn cuanto al Concurso Tchaikovsky más reciente, no sé si podemos tomar muy en cuenta esos resultados. Primero porque no tenemos aún perspectiva para apreciarlos, (pues no hace ni un año y medio de cuando se realizó). Y después porque tendieron a presentarse (o a aceptar) a muchos participantes de países del entorno prorruso actual, con lo cual el espectro de posibles participantes era mucho más reducido.