viernes, 14 de enero de 2011

Algo decepcionante visita de la Concertgebouw, con Joshua Bell y Bychkov

Semyon Bychkov ha montado un programa un tanto decepcionante con una de las mejores orquestas del mundo, la Concertgebouw: el Primer Concierto para violín de Bruch y la Undécima Sinfonía de Shostakovich (Ibermúsica, 10 de enero).

En la famosa obra de Max Bruch la orquesta no tiene un papel muy relevante; la dirección fue atenta, sobre todo en el finale, pero careció del vigor y la pasión de Abbado, Karajan o Mehta (en sus respectivas grabaciones con Mintz, Mutter y Zukerman: mis tres violinistas favoritos en esta obra), precisamente, quizá, los tres directores que más partido han le sabido sacar en disco.

Joshua Bell, que en mi opinión no llega a estar en la élite de los violinistas actuales, es además poco idóneo para esa partitura: no alcanza la suficiente brillantez técnica ni posee un sonido lo bastante cálido y corpóreo; a veces sonaba a Mendelssohn, otras a Saint-Saëns...

No hay demasiada sustancia, la verdad, en la Sinfonía No. 11 de Shostakovich. Pero, en todo caso, puede extraerse algo más trasfondo de ella (así, Rostropovich en su grabación con la Sinfónica Nacional de Washington para Teldec y, según Fernando López Vargas-Machuca, también Rhozdestvensky) de lo que desentrañó Bychkov, que fue bastante poco aparte de la epidermis, brillantísima y “aparente”, pero a fin de cuentas bastante “numerera” y banal.

Aun sin lograr toda la debida claridad en todos los momentos, la orquesta dio mucho de sí, luciéndose como conjunto y muchos de sus solistas (los increíbles fagotes, el corno inglés, los percusionistas...)

Una ocasión, pues, en parte perdida, porque el formidable conjunto amsterdanés no se prodiga por aquí todo lo que desearíamos, y porque hay músicas que Bychkov interpreta mucho mejor (Mahler o Richard Strauss, por ejemplo, que sepamos).

5 comentarios:

  1. No dudo que sea tal y como lo cuenta, pero creo que no deberíamos comparar lo que escuchamos en directo con lo que escuchamos en nuestros discos de cabecera, así la llevamos clara

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  2. Ya sé que no es exacto comparar discos con conciertos, pero es una forma aproximada que funciona bastante bien con las debidas cautelas. Y las orquestas tan magníficas como la Concertgebouw tocan en directo prácticamente tan bien como en disco de estudio (cada vez hay más discos grabados en público, además), y no he tenido en cuenta posibles fallos que hubieran podido producirse en el concierto (no hubo solo ostensible). Tenga en cuenta que si nos ponemos puristas tampoco pueden compararse unos conciertos con otros, a no ser que se produjeran en la misma sala y el oyente estuviese en el mismo asiento. Y, por descontado, de comparar unos discos con otros podría decirse lo mismo...

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  3. Lo único que me ha gustado de Bychkov fue su dvd de "Das Lied von der Erde" y fue sobre todo por una portentosa Waltraud Meier. La verdad, no entiendo la devoción de Mortier por este señor. Para rematar, debo decir que pienso que en el Teatro Real no dirigen los mejores, sino segundones. Dónde están los Barenboim, Pappano, Maazel, Mehta, Abbado o Muti. ¿Valencia si puede y Madrid no?. Aunque en el Liceu pasa lo mismo, pero eso es otra historia, que diría Kipling.

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  4. A mí también me pasa que lo único que me gusta de Bychkov es su Canción de la Tierra. Casualmente ayer mismo un amigo me mandó un PDF de un Scherzo del año 87 donde Barenboim, en una entrevista realizada por Arteaga, afirmaba que el ruso le parecía un director interesantísimo.

    Por cierto, no hace mucho me he comprado la Elektra de Bychkov en SACD. Aún no la he escuchado, pero prometo decir lo que me parece: es la obra con la que va a inaugurar la próxima temporada del Real.

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  5. Hola, la verdad me parece muy arriesgado calificar al señor Menuhin de esa forma, claro que pertenece -y lo hace desde su adolescencia- a la élite de violinistas actuales, tan sólo hay que escuchar las grabaciones que hizo con Furtwängler y la Philharmonia Orchestra sobre los conciertos para violín de Beethoven y Mendelssohn, que son sin duda de verdadera referencia, por no atreverme a decir que su versión de "el Beethoven" es de las 3 mejores de siempre, no sé por qué decepcionarse, el Concierto para violín n.1 de Bruch es muy interesante -sí, más en lo que concierne al solista que a la orquesta-.

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