Un grupo de músicos de la Orquesta Filarmónica de Viena, como es bien sabido insustituible para hacer sonar e interpretar la música de Johann Strauss, se ha establecido con el nombre “The Philharmonics” y ofrecen aquí, filmadas en un pequeño café vienés lleno de sabor, el Sperl, varias transcripciones –para un conjunto variable, pero siempre ajustado, de instrumentos– de cinco de los más conocidos valses del Rey del género, a los que se añaden tres piezas del famoso y longevo violinista y compositor vienés Fritz Kreisler (1875-1962), una del legendario pianista Leopold Godowsky (1870-1938) y otra del primer violín del grupo, Tibor Kovác (nacido en 1967).
La velada, con parroquianos del café que escuchan más o menos atentos, es absolutamente deliciosa, con una música muy hermosa admirablemente transcrita por tres de los mayores compositores del siglo XX, e interpretada de modo verdaderamente insuperable por los nueve solistas, dicho esto sin la menor exageración: no hay más que comparar con lo mejor que se había escuchado en disco, a saber los Boston Symphony Chamber Players (D.G. 1979) y el Cuarteto Alban Berg con varios invitados (EMI 1994), para darse cuenta de la inocultable superioridad estilística y musical de The Philharmonics, que a una técnica y un dominio de los instrumentos inobjetable añaden un sonido vienés único y un brío y un conocimiento del vals vienés absolutamente incomparables. Si los de Boston ofrecían unas ejecuciones fantásticas, los del Cuarteto y sus amigos defraudaban en unas versiones algo sosas, carentes de gracia y encanto.
Las transcripciones, tanto de Schönberg como de sus dos principales alumnos, son modélicas, y realmente sorprende lo poco que pierden con respecto a las versiones orquestales, lo bien que quedan en esas reducidas combinaciones: cuarteto de cuerda, piano y armonio en el Vals del tesoro –Webern–, en Vino, mujeres y canciones –Berg– y en el Vals de las lagunas, y cuarteto, piano, flauta y clarinete en el Vals del Emperador –Schönberg–. Por cierto, en una velada de 1921 fueron interpretados cuatro de los cinco valses aquí incluidos por el gran pianista Eduard Steuermann, por Alban Berg al armonio, Rudolf Kolisch y Schönberg al violín y Webern al violonchelo, entre otros músicos. En las adaptaciones de las demás piezas –las de Kreisler y Godowsky son algo así como la quintaesencia de lo vienés más decadente– han intervenido el famoso contrabajista de la Filarmónica de Viena Ludwig Streicher (1920-2003) y el violinista Kovác, cuyo Yiddische Mame es una especie de medley o popurrí en el que desfilan temas judíos de Mahler y de otras procedencias. Con un sonido y una imagen de primera calidad, es de suponer que en el Blu-Ray correspondiente serán aún mejores.
Estimado Ángel...en el pasado poseía una grabación tomada de Radio Nacional de Argentina, con una versión de las transcripciones de Strauss, que según mis notas de entonces, era la sesión original de 1921. Podría ser que se trate en realidad de la de 1979, aunque seguro que no la del Alban Berg Quartett, que está por debajo de lo que recuerdo de aquella grabación. Mi pregunta es si conoces que exista registro de aquella de 1921. Lamentablemente mi cinta de entonces está perdida, lo que es algo que sigo lamentando.
ResponderEliminarNo puedo saber qué versión sería aquella. Pero sí insisto en que mi versión favorita en CD de estas transcripciones no es la del Cuarteto Alban Berg (¡vieneses!), sino la de los bostonianos Boston Symphony Chamber Players (DG 1979). Así que si te gustó mucho lo que escuchaste en la radio, podrían ser estos últimos los intérpretes. Y dudo mucho que en 1921 se grabasen ya estas transcripciones.
EliminarTrataré de conseguir la de 1979. Por las fechas podría ser, porque mi cinta debe ser de 1980/81. Y tendré que escuchar a The Philharmonics. Estas transcripciones siempre me han parecido extraordinarias.
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