El 3 de junio, en la Sala
Pierre Boulez de Berlín se hizo un programa con las obras de cámara de Debussy,
más tres miniciclos de sus canciones, que me pareció una maravilla. La cadena
de televisión francoalemana Arte nos ha permitido disfrutarla en una grabación
de alta calidad filmada con tal esmero que podría ser (¡ojalá!) comercializada.
La selección de las obras, y la propia secuencia en que fueron interpretadas,
fue un acierto pleno. Nada más empezar la Sonata
para violonchelo y piano se apreciaron dos cosas: que Kian Soltani es un
fuera de serie; sin duda ya, en plena juventud, uno de los dos o tres cellistas
más destacados -quizá al nivel de Alisa Weilerstein- y que Barenboim no tocaba
de trámite, sino todo lo contrario. ¡Me parece que ni siquiera la justamente
mítica grabación de Rostropovich y Britten es superior a esta!
Marianne Crebassa, la joven
mezzosoprano lírica francesa (31 años) que ha cosechado grandes éxitos
recientes en Salzburgo con su Sesto en La
clemenza di Tito (con Currentzis) o con su Mélisande en Berlín (con
Barenboim), me recuerda la voz de Frederica von Stade, solo que hasta ahora no
le he escuchado el menor asomo de dulzonería en las que a veces caía la
admirada cantante estadounidense. Lo cierto es que sus interpretaciones de las Canciones de Bilitis, los 3 Poemas de
Mallarmé y las 3 Melodías de Verlaine
que hizo en esta ocasión me parecieron ejemplares desde cualquier ángulo. Los
acompañamientos de Barenboim estuvieron a la altura de lo que se puede esperar
de este "músico de otro planeta" (Joaquín Achúcarro dixit) que no comprendo de dónde saca
tiempo para estudiar tal cantidad de obras, tan enormemente diversas, y
hacerlas (casi, casi todas) tan rematadamente bien. Tras Bilitis, el gran Emmanuel Pahud (de la Filarmónica de Berlín) tocó
prodigiosamente Syrinx, para flauta
sola.
Vino a continuación la Sonata para violín y piano, en la que
Michael Barenboim demostró una vez más -aquí con el apoyo de su padre- que es
uno de los violinistas más destacados de su generación, y uno de los más
valientes del panorama por el comprometidísimo repertorio que aborda. (Cuando
tocó en Madrid, hace ya como cinco años, el Concierto
de Beethoven con Maazel y la Sinfónica de la Radio Bávara, un crítico de "Scherzo"
afirmó que era un violinista insignificante; más recientemente, del primer
disco de Soltani para D.G., otro crítico, esta vez de "Ritmo", lo ha
puesto a parir: ¡cuánto daño hacen estos sordos ignorantes, y qué pronto suelen
quedar en ridículo!).
Hola, Ángel:
ResponderEliminarLa sonata para violín de Debussy es exquisita, y, desconcertantemente, no demasiado pródiga en grabaciones. ¿Qué versión prefieres? ¿Friedman/Previn, Oistrakh/Bauer, Stern/Zakin, Chung/Lupu, Dumay/Pires?
Saludos cordiales.
Sí, es una pieza exquisita. No conozco la versión de Friedman/Previn, pero de las otras las dos que más me gustan son Oistrakh/Bauer y Chung/Lupu, seguidas de cerca por Mullova/Anderszewski, Zukerman/Neikrug y Midori/McDonald.
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