Estaba
cantado que más bien antes que después el grandísimo director letón tenía que
ofrecer al público melómano su opinión sobre el ciclo sinfónico beethoveniano.
Ya está aquí, de la mano de Deutsche Grammophon y con la Orquesta Filarmónica
de Viena. No solo porque últimamente no han abundado las grandes versiones de
esta serie, esta está, sin duda, entre las mejores de los últimos tiempos.
Diría más: es la única de verdad grande junto a las dos de Barenboim con la
Orquesta del Diván (la de audio y la de vídeo, ambas para el sello Decca).
El Beethoven
que propone Nelsons está totalmente dentro de la gran tradición. En líneas
generales, es apolíneo y muy clásico por su equilibrio, proporciones y
amortiguamiento de las grandes tensiones. Me ha recordado sobre todo al de
Bruno Walter: en ambos suele primar la belleza sobre el dramatismo. Para
lograrlo, la orquesta ideal era sin duda la Filarmónica de Viena, la de más
bella sonoridad y la que mejor conserva su personalidad desde hace muchos años.
Su actuación me parece antológica, claramente por encima de las de los tres
últimos ciclos grabados por ella, con Abbado, Rattle y Thielemann; y no me
refiero ya a las interpretaciones, muy objetables en mi opinión las tres. A
diferencia de ellos, en su búsqueda de la belleza el letón no cae en el menor
amaneramiento. Hay, eso sí, algunos momentos de especial dulzura, más que propiamente
blandura. A mí no llegan a irritarme. Prefiero, eso sí, un sonido algo más
rústico como heredero de Haydn, y también más robusto. Pero Nelsons no va mucho
por ahí. Por descontado, no hay el menor rastro de eso que tan bien venden
algunos (quiero decir: muchos): el historicismo. ¡Qué bonito, qué bien
quedan!
La Primera
Sinfonía es una versión admirable e irreprochable, a la que únicamente le
pediría un poco más de energía y algo más de humor y chispa, sobre todo en el
movimiento final. Su Minueto lo hace decididamente como un scherzo.
Yo le otorgaría un 8,5. La toma de sonido, de gran diafanidad, es en todas
ellas de un 9,5.
La Segunda
es una de las mejores de la discografía, una versión ejemplar dentro de los
postulados referidos, perceptiblemente más avanzada, más mirando hacia el
futuro, que la Primera. Digna para mí de un 9,5.
Aunque su “Heroica”
es de una perfección y una belleza soberanas, no puedo estar de acuerdo con una
visión tan serena, tan alejada de todo tipo de conflictos y de negrura. Un 8, y
va que arde, porque aunque las grandes obras maestras admiten muchos enfoques,
este tan placentero no entra, en mi opinión, entre los acertados.
La Cuarta,
pese a que su Adagio podría haber sido algo más poético, es en conjunto
admirable, y absolutamente excepcional su finale, con un empuje y un
desparpajo que podría haber aplicado en el de la Primera. 9.
La Quinta,
perfecta de proporciones, un poco más comedida de la cuenta, no es de las
versiones que enardecen, sino que solo admiran. Le pasa un poco como a la “Heroica”,
aunque en menor medida. Un 8,5.
La “Pastoral”
es una obra que me parece especialmente difícil, aunque existen media docena de
interpretaciones mayúsculas en disco. Aquí (contra lo que esperaba) el primer
movimiento es más gozoso que contemplativo. Yo, sinceramente, prefiero que
predomine esto último (Furtwängler, Klemperer y Giulini en EMI, Sanderling
sobre todo en Hänssler, Kubelik, Barenboim mayormente con la Staatskapelle). Pero
también está muy bien lo que hace Nelsons: su versión carga las tintas en lo
sensual, más que en lo que llamaríamos espiritual, salvo en el hermosísimo y
conmovedor último movimiento. En cuanto a la Fiesta de los campesinos, la lleva
deprisita, sin tener en cuenta lo que Klemperer le decía a Kubelik: “no debe
hacerse rápida, pues los campesinos bailan con zuecos”. 9.
Enérgico y
vibrante el primer movimiento de la Séptima, Un poco rápido el Allegretto,
sin resultar por ello ligero de carácter. Trepidante el scherzo, con un impactante
trio, lo que anuncia un ciclónico, arrollador finale. 9,5.
La Octava,
impetuosa y jubilosa, es seguramente la mejor versión grabada desde la segunda
de Solti en Chicago, hace ya tres décadas. La cima del ciclo. Se le puede
adjudicar un 10, una nota que solo le había aplicado hasta ahora a esa
citada versión.
El episodio
más dramático de todo este ciclo sinfónico es el primer movimiento de la Novena,
más que cualquiera de la Quinta, y no digamos que de la Tercera.
Correctísimo el scherzo, un pelín apresurado el Adagio (16’00”),
si bien en conjunto resulta bastante emotivo, casi sentimental por unos momentos.
La dirección del finale, intensa, reflexiva, apasionada y sincera, me parece
casi todo el tiempo sobresaliente. Pero, aunque el Coro Wiener Singverein merece
un notable alto, el cuarteto vocal no ha sido una elección muy afortunada: el
bajo Georg Zeppenfeld canta con bastante corrección, pero resulta inexpresivo.
El tenor Klaus Florian Vogt, además de poseer una voz blanquísima, está mal:
apurado, frasea sin gusto y resulta muy melifluo. Mejor las féminas -Camilla
Nylund y Gerhild Romberger-, pero la soprano no se libra de algún apuro. O sea,
como el 90% de sus colegas en esta parte tan inclemente. 8.
Van a editar este mismo mes, en formato Blue-Ray vídeo, los conciertos de Klemperer en Londres, en 1970, con el ciclo completo de Beethoven. Muy caro, sonido monoaural, pero por fin una edición oficial remasterizada, como se dice ahora. ¡Ojo con eso!
ResponderEliminarYo conozco ese ciclo, que en su día emitió creo que Canal+. Es absolutamente impresionante. Y estoy convencido de que su sonido es estereofónico (¿?).
EliminarEstimado Ángel:
EliminarOjalá algún día pueda compartir sus impresiones sobre este ciclo sinfónico de Klemperer que, al menos para mí, es una de las mayores cumbres interpretativas de todos los tiempos.
Saludos!
El sonido "debería" ser estereofónico, pero el asociado a estas filmaciones es monofónico. Se me ocurre que se trate del sonido de la toma televisiva de la BBC, pero que pudiera haber otra toma (¿radio? ¿archivo?) en estéreo. Ojalá se edite algún día en CD una grabación en estéreo de este ciclo pero, de existir, ¿por qué no se ha hecho ya? De hecho, la fuente más probable, la BBC, ya publicó toneladas de música en CD procedente de sus archivos radiofónicos. Me temo lo peor: que este sonido mono de los Blue-Rays sea todo lo que hay.
EliminarPuede que los grandes Beethovenianos sean, sin duda Furt y Böhm, luego Barenboim...no tanto para mí Klemperer…..a Nelsons le concedo el beneficio de la duda, su Beethoven será bueno, pero te vuelvo a comentar lo mucho que me decepcionó su segunda de Mahler en Berlín...te lo ha comentado más gente... de todas formas es muy joven y le queda mucho por crecer y mejorar...….
ResponderEliminarApenas me estoy cenando este ciclo, voy por la séptima, y concuerdo en casi todo lo que dice. Efectivamente, con mi favorita que es la sexta, prefiero un sentimiento mas contemplativo, un poco melancólico y "pastoral" en los movimientos de extremos. Y su séptima, nada que ver con los atropellos y vulgaridades de Petrenko en Berlín, supongo que me sucederá lo mismo con la comparación de las novenas. Saludos.
ResponderEliminarEl ciclo en bluray de Klemperer se vende exclusivamente en la tienda alemana zweitausendeins.de. Cuesta 100 € + gastos de envío. https://www.zweitausendeins.de/otto-klemperer-philharmonia-orchestra-box-limitierte-luxusausgabe-zweitausendeins-edition-musik.html
ResponderEliminarAñado más: el precio si se envía a España es 113 €, el sonido es Monoaural. Y ya lo he comprado. :-)
ResponderEliminarYo lo recibí ayer pero aún no he oído nada. Estoy con el álbum Decca Eñoquence (Australia) con las Sinfonías de Bruckner justamente tocadas por la Filarmónica de Viena: 1a por Abbado, 2a y 6a por Horst Stein, 3a y 4a por Böhm, 7a y 8a por Solti, 5a por Maazel y 9a por Mehta. Muy bien las dos primeras (la1a es la de Linz y la 2a es Haas)
ResponderEliminarQué pena en la Novena el cuarteto vocal, porque realmente es una muy buena versión por parte de Nelsons y los vieneses.
ResponderEliminarÁngel:
ResponderEliminar¿Has visto la película de la BBC titulada "EROICA" del 2003, dirigida por Simon Cellan Jones e interpretada por Ian Hart y Frank Finlay en los roles de Beethoven y Haydn respectivamente? En tal caso, ¿qué te pareció? Muchas gracias.
No la he visto; ni siquiera sabía de su existencia. ¿Merece la pena?
EliminarTal vez sí. Pero es cuestión de gustos.
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