A un
importante y respetado intérprete y musicólogo español, totalmente comprometido
con el historicismo y los instrumentos originales, le hice escuchar en mi casa
-hace ya unos veinte años- algunas grabaciones, que no conocía, de Raymond
Leppard interpretando Haendel, y, muy sorprendido, me reconoció que Leppard
había sido un intérprete clave en el renacimiento de la música del Barroco: “no
es mi ideal, pero reconozco la trascendencia de su labor y la gran altura de
sus interpretaciones”, me vino a admitir, más o menos con estas palabras. Pero
este es un caso aislado: a la inmensa mayoría de los que defienden a capa y
espada el historicismo, solo se les han escuchado en estas últimas tres décadas
palabras de desprecio hacia Leppard.
Sin embargo,
a mí me parece claro que la primera revolución en el modo de acercarse a
la música barroca, Leppard (Londres, 11-8-1927 – Indianápolis, 22-10-2019) fue
el más destacado protagonista de un reducido grupo de intérpretes (entre los
que me parece de justicia citar al menos a Karl Richter) que dejaron atrás,
barriendo de plano, los modos -totalmente periclitados, salvo raras
excepciones- de los Hans von Benda, Kurt Thomas, Boyd Neel, Karl Münchinger,
Kurt Redel, August Wenzinger, Eduard Melkus, etc., y no digamos de los
británicos que dirigían los oratorios de Haendel como si fueran de Elgar:
Beecham, Sargent, Boult y compañía. Sí, Leppard, Karl Richter y otros pocos
enterraron esa forma anticuada, abiertamente romántica y hasta posromántica, de
interpretar a Bach o a Haendel, insuflándoles insólita vitalidad, energía y
frescura a estos y otros compositores, desde comienzos del XVII hasta finales
del XVIII.
Leppard,
desde su fundación en 1960 de la English Chamber Orchestra y más tarde también
desde 1979 de la Scottish Chamber Orchestra, llevó a cabo una gran actividad en
concierto, ópera y estudios de grabación, prácticamente redescubriendo a
Monteverdi o a Cavalli y limpiando de excrecencias a Lully, Campra, Charpentier,
Rameau y Grétry, a Purcell, a Bach y a Haendel, y extendiendo moduladamente estos
nuevos enfoques hasta Gluck, Haydn, Mozart o Boccherini.
En mi
opinión, la arrogancia de poseer la verdad de la segunda revolución
historicista ha sido apenas fructífera y ha mayormente anquilosado, empolvado
y llenado de telarañas la música de esos dos siglos, extendiendo además su
nefasta influencia hasta bien avanzado el XIX. Pero ya sé que estas opiniones
mías van totalmente a contracorriente. Pero que los Leppard, Richter y otros
renovaron para bien la visión de la música del XVII y el XVIII es algo bastante
difícil de negar.
Hoy, sin
embargo, creo que el Monteverdi, el Cavalli y el Rameau de Leppard han sido eclipsados
por los de los mejores directores historicistas de los últimos años. Pero la
vigencia de su legado discográfico en Bach, en Haydn, Mozart o Boccherini, pero
sobre todo en Haendel, no deberían ser puestos en tela de juicio. En el último cuarto
de siglo de su vida se ha visto reducido, casi obligado, al silencio, en su "exilio" voluntario en los Estados Unidos. Pero su
gran legado discográfico, desconocido para tantos melómanos, podrá depararles
grandes, muy gratas sorpresas.
Para
terminar, paso a seleccionar algunas de sus grabaciones más vigentes: MONTEVERDI,
A. y D. SCARLATTI: Arias y Cantatas – Baker. English Chamber (ECO) (EMI). PURCELL: Dido y Eneas –
Troyanos, Palmer, Stilwell. English Chamber Coro y Orquesta (Erato). BACH: los
6 Conciertos de Brandemburgo; las 4 Suites orquestales – ECO (Philips); los Conciertos
para 1, 2, 3 y 4 claves – Leppard, A.Davis, Ledger, Verlet. ECO (Philips). Cantatas
BWV 80 y 140 – Ameling, Finnie, Baldin, Ramey. London Voices. ECO (Philips). HAENDEL:
las Obras orquestales (a excepción de los Conciertos para órgano) – Holliger,
Black, Wilbraham, Munrow, Hurwitz, Sillito, etc. ECO (Philips). El Mesías – Palmer,
Watts, Davies, Shirley-Quirk. Coro y ECO (Erato); Sansón – Baker, Watts, Tear,
Shirley-Quirk, Luxon, Lott, Burrowes, Langridge. London Voices. ECO (Erato).
Arias – Baker. ECO (Philips). Ariodante – Baker, Mathis, Burrowes, Bowman,
Rendall, Ramey. London Voices. ECO (Erato). CORELLI, VIVALDI, ALBINONI:
Conciertos – ECO (EMI). GLUCK: Orfeo ed Euridice – Baker, Speiser, gale. Coro
del Festival de Glyndebourne. Orquesta Filarmónica de Londres (CDs Erato; DVD
NVC/Warner). Arias – Baker. ECO (Philips). C.P.E. BACH: 6 Sinfonías – ECO
(Philips). HAYDN: Sinfonías 26, 47, 48 y 70 – ECO (Philips). Sinfonías 94, 98 y101-104
– Orquesta de Cámara Escocesa (Erato). Conciertos para violín 1 y 4. Concierto
para cello 1 – Grumiaux. Gendron. Orquestas New Philharmonia y Sinfónica de
Londres (Philips). HAYDN y otros: Conciertos para trompeta – W. Marsalis. ECO,
Orquesta National Philharmonic (Sony). MOZART: los 5 Conciertos y Concertone
para violín. Sinfonía concertante para violín y viola – Cho Liang-Lin, Jaime
Laredo. ECO (Sony). Los 2 Conciertos, Andante y Rondó para flauta – P.L. Graf.
ECO (Claves); R. Wilson. Orquesta Sinfónica de Londres (EMI). Misa en Do menor,
K 427 – Cotrubas, Te Kanawa, Krenn, Sotin. Coro John Alldis. Orquesta New
Philharmonia (EMI). Bastián y Bastiana – Cole, Gruberova, Polgár. Orquesta de
Cámara Franz Liszt (Sony). HAYDN, MOZART, BEETHOVEN, SCHUBERT: Arias y Cantatas
– Baker. ECO (Philips). BOCCHERINI: las 6 Sinfonías op. 12 – Orquesta New
Philharmonia (Philips). GIULIANI: Conciertos para guitarra 1 y 3 – P. Romero.
ECO (EMI). “AMERICAN DREAMS” (BARBER, CANNING, CARMICHAEL, CARPENTER, CHADWICK,
FOOTE, GERSHWIN) – Orquesta Sinfónica de Indianápolis (Decca)
Buenos días desde Compostela. El historicismo en la interpretación musical es una, a mi modo de ver, opinión equivocada. Nadie sabe cómo interpretaban en Londres o en Viena a finales del siglo XVIII o XIX una sinfonía de Haydn. Por lo demás, estoy de acuerdo con lo expresado en esta entrada del blog. Mi versión preferida de la misa en si menor de Bach es la de O.Klemperer, pese a que a algunos les pueda dar un ataque. Saludos! Y sus suites para violonchelo: Fournier y Yo Yo Ma. En fin, las formas y los instrumentos originales me producen dentera. Eso si, comprendo a quien, como oyente les pueda gustar, mientras que no entiendo que se descalifique a Leppard u otros por dar su visión de esas músicas. Todo puede convivir, los hermanos Kujken y Pau Casals. Además, así como en 1900 dudo que interpretasen a Beethoven como en 1860, hoy también nosotros podemos interpretar como nos dicte nuestro tiempo, sin necesidad de pensar como lo hacían en 1900. Por cierto, las compañias de discos tambien tienen su parte.....Un saludo!!
ResponderEliminarTambién ha muerto el gran barítono del pasado Rolando Panerai.
ResponderEliminarNo me había enterado. Fue muy bueno, sin duda.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsos directores historicistas que citas, entre los que echo de menos a los que más me gustan (Pinnock, Jacobs) son, si acaso, grandes intérpretes del primer barroco (Monteverdi), pero no, para mí, ni mucho menos, del barroco tardío de Bach y Haendel. El Mesías de Beecham me parece muy trasnochado, mientras que La Pasión según san Mateo de Klemperer me parece intemporal.
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EliminarNo ha sido un olvido: me gusta mucho más la dirección de Leppard en la versión de Erato; otra cuestión es que los cantantes de la versión de Philips sean mejores.
EliminarNunca entenderé estas historias (y esta fobia) de buenos y malos. El historicismo ha aportado mucho a la interpretación de determinados periodos, pero en absoluto eso invalida otros logros como los de Leppard, I Musici y tantos. Cierto que abunda un tipo de radical o maximalista excluyente, pero este maniqueismo no es exclusivo del HIP como podemos leer. Disfrutemos de una cosa y la otra que la música es grandiosa y lo permite.
ResponderEliminarMe parece muy bien si logras disfrutar con unos y otros. Yo disfruto mucho más con unos que con otros: no es exactamente dividir en buenos y malos. Ya he escrito mucho sobre por qué no creo en que haya que tocar como se hacía hace tres siglos. Me consta por un soplo que algunos famosos intérpretes historicistas no creen en lo que han hecho; pero saben que vende. ¡Vende!
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