El acorde de novena en torno al cual cobra forma la melodía
que aparecerá, más o menos modificada, en los cuatro movimientos de la Sonata
para violín y piano en La mayor, quizá sólo lo había utilizado Franck antes
que Debussy. Quien, aunque arremetió en varias ocasiones contra el compositor
belga, no se sustrajo del todo a su influjo. O sea, una actitud similar
–salvando las distancias– a la que mantuvo con respecto a Wagner. Ese tema
germinal a que nos hemos referido (las tres primeras notas que entona el
violín), el responsable de la forma más o menos cíclica de la partitura, es el
primero de los dos sobre los que se construye el primer movimiento –“Allegretto
ben moderato”–, que consta de exposición y recapitulación, pero carece de la
sección de desarrollo.
El segundo movimiento –“Allegro”– sí sigue con determinación
la forma sonata, basándose en dos temas de carácter muy opuesto: uno muy
dramático y otro muy lírico y apasionado. El tema germinal interviene en la
transformación, antes de que aparezca un tercer motivo, tranquilo y sereno. El
tratamiento, muy franckiano, del material, es una palpable demostración de
maestría. Contrapuntística, sobre todo: las superposiciones son de un efecto
absolutamente admirable. Escritura fugada a la que también, como Beethoven y
Brahms en algunas de sus sonatas camerísticas, recurre Franck.
El “Recitative–Fantasia”, título del tercer movimiento,
comienza con modificaciones del tema germinal, sección que da paso a dos nuevos
temas, uno dolcissimo y otro drammatico, de felicísima inspiración,
que pasarán a ser el segundo y el tercero del movimiento final, “Allegretto
poco mosso”. Este comienza a modo de canon y adopta la forma de rondó-sonata.
Como escribió Laureen Davies, “sus melodías fluyen como el agua de un manatial”.
Estamos ante uno de los episodios más bellos de toda la producción franckiana,
de tan especial naturalidad que muchas personas, cuando lo escuchan por primera
vez, experimentan la sensación de que ya lo conocían.
La Sonata de Franck fue un regalo de boda al gran
violinista y compositor Eugène Ysaÿe y fue estrenada por éste y por la pianista
Madame Bordes-Pène en un museo de Bruselas durante un atardecer, sin luz
artificial, de tal manera que cuando daba comienzo el segundo movimiento la luz
era ya escasa, y casi nula cuando terminó la ejecución, lo que obligó a los
instrumentistas a tocarla casi de memoria. La Sonata obtuvo un éxito
inmediato y contribuyó en buena medida a que los belgas vieran en su
compatriota emigrado a París a uno de los mayores músicos de su tiempo.
Contribuyó incluso a popularizar la música de cámara, y la influencia de su
forma cíclica y de su audaz armonía fue muy perceptible.
Según algunos testimonios contemporáneos, la Sonata
fue destinada en un principio al violonchelo, pero al examinar su buen amigo
Ysaÿe el manuscrito, le rogó al compositor que la trasladase al violín, para
tocarla él mismo, y así fue como le fue dedicada y fue estrenada, siendo la
adaptación para violonchelo realizada posteriormente por el conocido cellista
Jules Delsart (1844-1900). Lo cierto es que la Sonata se adapta al
violonchelo tan bien al menos como al violín, e incluso ha sido transcrita
también felizmente para flauta.
Como se trata de una pieza que apenas explota la vertiente
virtuosística del violín (la parte de piano es bastante más compleja), se
amolda al cello sin el menor inconveniente. Ysaÿe, pese a no tratarse de una
página de exhibición, interpretó muchas veces la Sonata de Franck, a
menudo en compañía del gran pianista Raoul Pugno, obteniendo siempre un enorme
reconocimiento. Desde hace mucho tiempo nadie pone en duda que se trata de una
de las más hermosas sonatas para instrumento de arco y piano del repertorio;
algunos, incluso, la tienen por la sonata para violín más admirable de la
historia de la música (¡Beethoven y Brahms incluidos!).
Discografía
1969 Melodiya Oistrakh, Richter 6’53+8’52+7’48+6’10 9,5/7
1969 Decca Perlman, Ashkenazy 5’56+7’54+7’16+6’35 9,5/8
1979 Decca K. W. Chung, Lupu 5’57+8’08+7’04+6’16 9,5/8,5
1981 DG Kaja Danczowska, Zimerman 6’15+8’37+7’44+6’18 8/8,5
1981 DG Kaja Danczowska, Zimerman 6’15+8’37+7’44+6’18 8/8,5
1986 Philips Zukerman, Marc
Neikrug 6’25+8’29+7’18+6’43 9/9
1986 DG Mintz, Bronfman 6’14+7’52+7’01+6’26 8,5/8
1990 DG Shaham, Oppitz 6’08+8’00+7’46+6’12 8,5/8
1995 DG Augustin Dumay,
Pires 5’49+7’59+7’00+6’10 7/8
1997 Sony Midori, Robert
McDonald 6’38+8’24+7’39+6’38 9/9
1999 EMI Perlman, Argerich 5’44+7’24+6’32+5’45 8/8
2012 Sony Joshua Bell, Jeremy
Denk 6’13+7’59+7’18+6’04 8/8,5
2004 EMI Sarah Chang, Lars
Vogt 5’58+7’44+7’43+6’19 8,5/9
2010 DG Repin, Lugansky 5’52+8’18+7’15+6’09 9/9
2018 Warner K. W. Chung, Kevin
Kenner 5’55+8’01+6’29+6’26 7/9
Transcripción para cello:
1972 EMI Du Pré, Barenboim 6’33+8’44+7’38+6’57 10/8
1983 EMI Maisky, Argerich 6’15+8’06+7’27+5’40 7/8,5
Transcripción para flauta:
1997 RCA Galway, Argerich 5’58+7’40+6’49+6’01 8/8
Me gustan estos posts referentes a obras individuales. Por tal motivo desearía, Ángel, que en un futuro próximo pueda hacer lo mismo con La Valse de Ravel; Suite para orquesta 3 en re mayor (BWV 1068) de Bach; Scheherezade de Rimski-Kórsakov; Sinfonía 88 de Haydn y Las cuatro estaciones de Vivaldi.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
Vamos a ver si me explico: no está entre mis planes escribir comentarios "a la carta" de los lectores. Las notas a programa que ya tengo escritas las puedo revisar, actualizar y compartir. Nada más.
EliminarCorrecto, entendí. Pero no se lo tome a mal, hombre.
EliminarNo me lo tomo a mal; es más, algunas de las obras que pide serán tratadas aquí.
EliminarÁngel:
ResponderEliminarCon respecto a la presente sonata, le faltó agregar una de las grandes versiones: Krystian Zimerman y Kaja Danczowska (DG).
Tengo también esa versión, pero me temo que está traspapelada. Si la encuentro la volveré a escuchar y la incorporaré. Me parece que la violinista no es nada del otro jueves.
EliminarEncontrada y añadida. No llevaba yo razón: poco que objetar contra Danczowska.Pero, la verdad, del gran Zimerman esperaba algo más.
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