Yannick al piano
Deutsche Grammophon ha publicado el viernes pasado un recital de piano por el director Yannick Nézet-Séguin. Titulado “Solo piano sessions”, el disco, con un programa muy variado y ambicioso: Scarlatti, Bach, Haydn, Mozart, Schubert, Chopin, Brahms, Rachmaninov, Debussy, Shostakovich, Berio y Eric Champagne -un canadiense nacido en 1980-, me ha dejado un sabor agridulce, a decir verdad más agrio que dulce. Las intenciones musicales, e incluso estilísticas y sonoras, son casi siempre muy acertadas, pero… las notas de varias de las piezas parecen autónomas, con escasa conexión con las que las preceden y de las que les siguen; de este problema se salvan bastante bien la Sonata 33 (Hob. XVI: 20) de Haydn, el Adagio K 540 de Mozart e incluso el Primer Impromptu de Schubert. O sea: un gran músico que no es un buen pianista.
Ma y Ax vuelven a Beethoven
En 1994, Yo-Yo Ma y Emanuel Ax grabaron para Sony la obra completa para violonchelo y piano de Beethoven. Un doble CD que nunca he conseguido escuchar. Pues bien, 27 años más tarde, estos mismos intérpretes -que han tocado y grabado juntos en multitud de ocasiones- han vuelto a grabar las mismas obras. El chelista chino-norteamericano nacido en París en 1955 es un músico y un instrumentista como un castillo, que ha dominado el panorama de su instrumento desde mediados de los años 70 del pasado siglo, recogiendo con modestia el cetro dejado por la absolutamente genial pero malograda Jacqueline Du Pré y compartiendo el "trono" con el longevo Rostropovich. Ma se halla aún hoy en muy buen estado desde el punto de vista de la ejecución, y conservando un muy bello sonido. Las cinco Sonatas y las tres series de Variaciones están, todas ellas, abordadas con un sentido musical intachable. Pero, aun así, creo que no se hallan entre lo mejor que nos ha dejado Ma en disco hasta ahora. Parte del ¿problema? podría deberse a que Emanuel Ax (ruso-norteamericano, 1949), que es un magnífico instrumentista, no es -a qué engañarse- un beethoveniano de primer orden: su sonoridad es un fiel reflejo de ello. Queda, pues, esta colección en un nivel interpretativo de notable alto o sobresaliente bajo, con la excepción de la Quinta Sonata (Op. 102/2), que me ha parecido excelente. Por fortuna, Ma va a ser -está siendo- reemplazado por dos cellistas jóvenes de talento arrollador: Alisa Weilerstein y Kian Soltani.
Andsnes se topa con el “peligroso” Mozart
Sony ha lanzado un álbum doble con obras con piano compuestas por Mozart en 1785: una idea a priori muy interesante, pero que se resiente por las interpretaciones volátiles, poco sólidas del pianista noruego (n. 1970), quien, pese a ser en otros autores un artista de talla, tal vez no ha calibrado el gran peligro que entraña abordar a Mozart, y aquí, para más inri, también como director (disciplina que parece no dominar). Nos encontramos así con una larga serie de incongruencias, según el cambiante aire que hace girar la veleta. Predomina la sosera, lo mecánico (movimientos extremos de los Conciertos 20 y 21), lo canijo (Andante de este último), incluso se adentra en lo decididamente banal (finale del Concierto 22). Sorprende que la falta de dramatismo que aqueja al Allegro inicial del 20, sí aparezca en el finale del mismo, pero solo en la orquesta…) Además de estos tres Conciertos, se incluye la Fantasía K 475, en una interpretación en la que apenas se atisba el carácter claramente prebeethoveniano de que la dotan algunos grandes del teclado. La insipidez preside también la impresionante -en otras ocasiones: Karl Böhm- Música funeral masónica, K 477. La espléndida Orquesta de Cámara Mahler suena aquí y allá (solo de vez en cuando, no siempre) un tanto historicista, pero sí decididamente sus solistas (violín canijo) en el Cuarteto con piano No. 1, K 478, junto a un piano moderno: esta dramática composición se descafeína en parte debido a esta incongruencia, lastrando una interpretación que es quizá lo más flojo del álbum.
¿Va a seguir con las Sonatas para piano de Schubert?
ResponderEliminarC.C.C.
Sí, claro, esa es mi intención.
ResponderEliminar¡Notición! El pianista Andras Schiff se ha incorporado al bando de los intérpretes "históricamente deformados"... uy, perdón, quería decir "informados". Al decir del articulista su conversión ha sido fruto del tiempo y la experiencia. Como muestra de la nueva fe, ha grabado los dos conciertos para piano y orquesta de Brahms con un piano construido en 1859, el año en que se estrenó el primero de dichos conciertos, dirigiendo él mismo la orquesta.
ResponderEliminarEn el enlace al artículo que adjunto se pueden escuchar fragmentos de esta grabación. Dejando aparte el sonido orquestal, me he preguntado qué belleza aporta este piano "de época" al mundo sonoro de dichas obras y que los pianos "actuales" no puedan dar. Respuesta: la belleza de la impotente fealdad bregando por ser bella.
En fin, otro intérprete que se apunta a chapotear en el fango de la "autenticidad".
(El enlace al artículo, que contiene una entrevista a Andras Schiff):
https://www.nytimes.com/2021/06/04/arts/music/piano-brahms-andras-schiff.html
Sí, había visto hace un par de días ese doble CD, y me daba, me da, miedo echarle un ojo (un oído). El piano utilizado es del año del Primer Concierto, op. 15, sí, pero la Orquesta del Siglo de las Luces... ¿será el Segundo Concierto, op. 83, del siglo XVIII?
EliminarPor su recomendación implícita, acabo de escuchar la "Música funeral..." kv 477, por Böhm. En efecto, es una pieza tremendamente interpretada. Una miniatura extraordinaria, con una orquestación que sin ser pesada consigue ser grave, imponente, llena de reverencia y escalofrío. Una maravilla por la que le doy las gracias.
ResponderEliminarUna anécdota curiosa: el disco LP de Böhm/Filarmónica de Viena con las Sinfonías 29, 35 y la Música funeral masónica llego a mis manos el 14 de agosto de 1981: ¡el día de la muerte en Salzburgo de Karl Böhm! ¡Qué mejor homenaje al genial director que escuchar esa música interpretada por él ese mismo día!
EliminarVolviendo al tema de los conciertos de Brahms por András Schiff, la verdad es que siento mucha curiosidad. Schiff es, ciertamente, un músico serio y creo que haremos bien en escuchar sus versiones completas con detenimiento antes de opinar con excesiva ligereza. Pero no confío, desde luego, en los resultados.
ResponderEliminarY por cierto, una cuestión adicional dejando de lado el tema de los instrumentos: Schiff “se atreve” a tocar y dirigir las obras al mismo tiempo. El gran conocedor de estas obras que es Barenboim nunca se ha lanzado a dirigir estos conciertos de Brahms desde el piano, como sí ha hecho repetidamente en Beethoven. ¿Cómo se las arreglará Schiff en esta ocasión?
Me parece extremadamente arriesgado tocar y dirigir a la vez los Conciertos de Brahms. Además, la experiencia de Schiff como director se ha limitado prácticamente a música del siglo XVIII. Probablemente el concertino u otro músico de la orquesta (perdón: orquestina) hará las veces de director. Francamente, me temo que a Schiff se le esté yendo la olla.
EliminarGracias por mantenernos informados, Ángel. He seguido con mucho interés sus discografías de Schubert, uno de mis compositores favoritos. Por cierto, tiene pensado continuar después con las sinfonías?
ResponderEliminarUn saludo!
Me estoy terminando de "zampar" grabaciones que no conocía de su música de cámara y para piano; tendré que descansar un poco y dejar para más adelante la ampliación de la música orquestal. Gracias por tu interés.
EliminarA usted! Sobre todo, evite las grabaciones histericistas, son terriblemente indigestas. Me refería a las sinfonías por si conocía el ciclo de Végh, que encontré muy interesante. También me sorprendió la existencia de muchas versiones no publicadas de Böhm: cada año la dirigió (1976, 77,78). Todas proceden de la NHK. Creo que me gusta más que la de Dresde, lástima del sonido!
EliminarUn saludo!
¿Que a Schiff se le está yendo la olla? ¡Pero si nunca ha tocado mejor que ahora? ¿A qué se refiere exactamente, más allá de este Brahms?
ResponderEliminarEn cuanto a Andsnes, ya quisieran otros tocar con su limpieza y su seguridad técnica.
Me refiero única y exclusivamente a su idea de tocar y dirigir Brahms con instrumentos originales.
EliminarHe escuchado a 200 o más pianistas en directo con una "técnica" tan sólida como la de Andsnes. No es esa habilidad lo que pone a unos por encima de otros.