Felix Mendelssohn-Bartholdy (1809-1847)
El sueño de una noche de verano, opp. 21 y 61
Obertura. Scherzo. Marcha de las hadas. You spotted snakes. Intermezzo. Nocturno. Marcha nupcial. Marcha fúnebre. Danza de los groseros. Final.
La traducción al alemán que de las obras teatrales de Shakespeare hicieran August Wilhelm von Schlegel y Ludwig Tieck a partir de 1797 tuvo una repercusión decisiva en el panorama artístico de Alemania, no sólo en el literario. Fue una amplia y fecunda influencia en el drama romántico alemán, pronto perceptible en las obras de E. T. A. Hoffmann, así como en las de pintores y compositores. Ya el abuelo paterno de Felix, el conocido filósofo Moses Mendelssohn, había traducido por su cuenta ciertos textos del fénix británico, entre ellos fragmentos de El sueño de una noche de verano. Pero cuando, en el verano de 1826, esta comedia llegó a manos del joven Mendelssohn, aún no hablaba inglés. Este y otros dramas shakespearianos le fascinaron desde el primer momento, convirtiéndose su autor de inmediato en uno de sus escritores predilectos, junto a Jean Paul.
La música de la Obertura brotó rápidamente (entre el 7 de julio ya algún día de agosto de 1826) de la mente de Mendelssohn, que vivía en el Adelspalais de la Leipziger Strasse de Berlín, residencia de su abuelo Moses y su numerosa descendencia. A fines de ese mismo año Felix y su hermana Fanny la interpretaron a dos pianos en presencia del pianista y compositor Ignaz Moscheles. Todavía antes de su estreno público –que tuvo lugar el 29 de abril de 1827 en Stettin– la partitura fue presentada en una ejecución orquestal privada en la residencia de los Mendelssohn.
En esta excelsa página orquestal se hallan ecos de piezas anteriores del joven compositor, en concreto el Rondo capriccioso op. 14 y el Capriccio op. 5 (obras para piano de 1824 y 1825) o el Octeto para cuerdas, op. 20, de 1825. Si estas obras son producto de una sorprendente precocidad, de la Obertura que nos ocupa (op. 21) se ha afirmado ¡con toda razón! que ni Mozart ni Schubert habían compuesto a los 17 años nada tan original y extraordinario.
Es, en efecto, de una belleza, delicadeza –melódica y tímbrica– excepcionales, y capta a la perfección el ambiente y el espíritu de la obra teatral. Como se ha señalado a menudo, es uno de los primeros y más claros precedentes del poema sinfónico (como, precisamente, las Oberturas de Coriolano y Leonore III de Beethoven o la Obertura de Guillaume Tell de Rossini, de 1829). No se trata de música descriptiva de la acción –y sólo podría hablarse de onomatopeya en los rebuznos del hombre-asno del que Titania se enamora–, ni de los personajes, pero la recreación de la atmósfera es certera; hasta tal punto que, desde entonces, “lo feérico” se asocia inevitablemente a los hallazgos mendelssohnianos en esta obra. Aunque Shakespeare sitúa la acción en un bosque próximo a Atenas, en realidad tiene en mente el paisaje de su Warwickshire natal, que Mendelssohn evoca maravillosamente desde las estancias y los jardines del palacio familiar berlinés (cuando compuso el resto de la música incidental, op. 61, ya conocía Inglaterra, Escocia y las Islas Hébridas).
La Obertura se ajusta, con las debidas libertades, a la forma sonata, por lo que llama aún más la atención que ese corsé no le impida en absoluto lograr ese ambiente etéreo, luminoso y fantástico de las hadas que salta a la vista. Como escribió Fanny, “Felix me ha confiado lo que ha querido expresar en ella. [...] Debe ser ejecutada staccato y pianissimo. Los trémolos, los trinos, todo en ella es nuevo, extraño y sobre todo tan etéreo, que se tiene la sensación de que un leve hálito nos eleva al mundo de los espíritus”. Aunque el espíritu es profundamente romántico (por mucho que Mendelssohn no se aleje nunca del todo del Clasicismo), de algún modo se anuncia, incluso, algo del todavía remoto Impresionismo.
Dieciséis años más tarde, en la primavera de 1842, el rey de Prusia, Federico Guillermo IV, pidió a Mendelssohn que prolongase la Obertura con música incidental para acompañar una representación en el Neue Palais de Potsdam de la comedia de Shakespeare, de la que era muy devoto, para celebrar su cumpleaños. Así, el 14 de octubre de 1843 se interpretó la obra completa (con el añadido de soprano, mezzosoprano y coro), que fue recibida con entusiasmo. Algún crítico escribió que la obra de Mendelssohn estaba inspirada en un texto de Tieck (!) y otro comentó en el banquete que tuvo lugar tras la ejecución, en presencia del rey y del compositor: “¡Es una pena que música tan maravillosa haya sido mal empleada junto a una comedia tan estúpida!”, ignorante e imprudente afirmación a la que Fanny (1805-1847), la idolatrada hermana de Felix, dio justa respuesta. Tres días después, la obra se volvió a interpretar, de nuevo con gran éxito, en la Schauspielhaus de Berlín, siendo saludada como la música incidental más admirable junto a Egmont de Beethoven (¡tan diferente, por cierto!).
Los números añadidos a la Obertura sí corresponden a momentos concretos de la obra teatral. El Scherzo, que hace de intermedio entre los dos primeros actos, prolonga el ambiente de varias páginas de la Obertura: rápidas figuras siempre sutiles y perfectamente perfiladas, con exquisita y virtuosa escritura para la flauta. La breve e ingrávida Marcha de las hadas se adelanta claramente a la maravillosa escena de la Reina Mab en el Romeo y Julieta (1839) de Berlioz. La Canción para soprano, mezzo y coro “You spotted snakes”, quizá la pieza más convencional del conjunto, de reiterativo acompañamiento, puede recordar al lied Gretchen am Spinnrade (1814) de Schubert y anticiparse al Coro de las hilanderas de El holandés errante (1843) de Wagner y a Haensel y Gretel (1893) de Humperdinck.
El Intermezzo (“Allegro appassionato”), que corresponde al final del segundo acto de la pieza teatral, describe cómo Hermia busca con ansiedad a su amado Lisandro, desaparecido, hasta extraviarse en el bosque. El Nocturno (“Con moto tranquillo”), otra cima de la obra, posee una música de inefable magia y envolvente sensualidad. Su belleza melódica es pareja a su exquisita orquestación. La famosísima Marcha nupcial, intermedio entre los actos IV y V, subraya con desbordante júbilo y enorme nobleza la triple boda de Hermia con Lisandro, Teseo con Hipólita y Elena con Demetrio. Contrasta en extremo con la brevísima pero atinada Marcha fúnebre, a cargo solo de clarinete, fagot y timbales, que sigue a la muerte de Píramo. La transitoria Danza de los groseros (“Allegro di molto”) precede a un Final (con soprano y coro) que se limita a citar temas de la Obertura. Schumann, gran admirador de Mendelssohn, se lamentaba de esta para él debilidad conclusiva de la obra, mostrándose dispuesto a convencerlo para que lo modificase. Los melodramas, o breves pasajes en que sencilla música suena sobre partes no cantadas sino habladas, son casi siempre omitidos en las interpretaciones de El sueño de una noche de verano.
Se ha afirmado que la genialidad desplegada en la Obertura no pudo mantenerse en la continuación, lo cual es en parte cierto. Pero el espíritu sigue intacto, y la madurez técnica de Mendelssohn, a cambio, no había hecho sino agrandarse.
DISCOGRAFÍA
Obertura de El sueño de una noche de verano, op. 21 (1826):
versiones aisladas
1927 DG Klemperer/StaatskapelleBerlin 11’53 8,5/4
1951 DG Fricsay/OFilBerlín 11’44 7,5/5
1951 Sony Szell/OFilNuevaYork 12’03 8,5/6
1952 EMI Kubelik/OSinfChicago 11’09 5,5/5
1960 Vox Scherchen/OÓperaEstatalViena 10’50 6,5/6
1967 Sony Szell/OdeCleveland 11’32 7,5/7
*1972 ICA Solti/OSinfChicago 11’45 8/7
1977 DG Gabriel Chmura/OSinfLondres 12’52 6/7,5
1979 DG Barenboim/OSinfChicago 11’50 8/8
1984 DG Abbado/OSinfLondres 11’59 6/8
1984 EMI Celibidache/OFilMúnich 13’50 8/8
1984 DG Levine/OSinfChicago 11’44 6,5/9
1985 Orfeo C.Davis/OSinfRadioBávara 12’29 8,5/8
2004 DG Thielemann/OFilViena 13’08 8/8
El sueño de una noche de verano, op. 21/61 (1826, 1842):
versiones “completas” y suites orquestales
1942 RCA Toscanini/CoroGleeClubPennsylvania/OdeFiladelfia/
E.Eustis, F.Kirk Obt.: 10’45 T: 38’39 6/4
1958 Philips Szell/OConcertgebouw
11’29 T: 26’21 7,5/7,5
1961 EMI Klemperer/Coro&OPhilharmonia/Harper, Baker
13’01 T: 49’08 10/8,5
1965 DG Kubelik/Coro&OSinfRadioBávara/Mathis, Boese
11’42 T: 40’28 7/7,5
1965 Philips Haitink/CoroRadioHolandesa/OConcertgebouw/
Woodland, Watts 12’08 T. 45’00 7/7,5
19?? Decca Maag/Coro/OSinfLondres/Vyvyan,
11’55 T: 41’04 7/7,5
1969 Hunt Klemperer/Coro&OSinfRadioBávara/
Mathis, Fassbaender 14’57 T: 55’17 9,5/7,5
1976 Philips C.Davis/OSinfBoston
11’22 T: 27’21 8/8
1977 EMI Previn/FinchleyMusicGroup/OSinfLondres/
L.Watson, D.Wallis 12’26 T: 57’42 9/9
1978 Erato Leppard/OFilLondres/Gale, Murray
12’17 T: 32’46 8/7,5
1983 Philips Marriner/CoroAmbrosian/OPhilharmonia/
Auger, Murray 12’08 T: 43’22 7,5/9
19?? Hänssler Rilling/Coro&OFestivalBachOregón/
Schäfer, Ingeborg Danz 12’54 T: 59’39 8/8,5
1987 Philips Previn/CoroJeunesse/OFilViena/
E.Lind, C.Cairns 12’04 T: 46’37 8/9
1988 RCA Flor/Coro&OSinfBamberg/Popp, Lipovsek
12’29 T: 47’14 8/9
1992 Teldec Masur/CoroRadioLeipzig/OGewandhaus/
Wiens, Oertel 11’59 T: 42’34 7,5/8
1993 Teldec Harnoncourt/CoroSchoenberg/OCámEuropa/
Coburn, Magnus, Bantzer 11’50 T: 40’45 5/8
1993 Decca Ashkenazy/CoroRadioBerlín/OSinfAlemanaBerlín/
Dawson, Schaechter 11’32 T: 45’04 6/8,5
1994 DG Ozawa/CoroFestTanglewood/OSinfBoston/
Battle, Von Stade, Dench 11’55 T: 55’02 8/8,5
1997 EMI Tate/CoroFilTonkunst/OFilRotterdam/
Dawson, Mentzer 12’34 T: 41’35 8/8
2012 HMundi Herreweghe/Collegium Vocale/OCampos Elíseos/
S.Piau, D.Collot 12’27 T: 45’13 7/9
2014 Sony Abbado/CoroErnestSenff/OFilBerlín/
McNair, Kirschschlager 11’43 T: 49’24 8/9
2017 LSO Gardiner/CoroMonteverdi/OSinfLondres
12’16 T: 55’06 7/8
*2018 Accentus Chailly/OFestivalLucerna
11’55 T: 30’27 9/10
2018 Channel Ivan Fischer/CoroProMusica/OFestivalBudapest/
A.L.Richter, B.Kozelj 13’47 T: 47’50 8/8,5
Aparte de las grabaciones de la “Suite” (normalmente solo las partes orquestales), las grabaciones de la obra “completa” difieren a menudo, sobre todo por contener, o no, partes habladas.