Con y sin El burgués gentilhombre
En agradecimiento al director teatral Max Reinhardt por su escenificación de Der Rosenkavalier, Strauss y Hofmannsthal pensaron escribir para él una comedia clásica y eligieron Le bourgeois gentilhomme de Molière, cuyo protagonista, Monsieur Jourdan, ofrecería a sus invitados la ópera seria Ariadne auf Naxos. El espectáculo resultó mucho más largo de lo previsto y muy difícil de escenificar. Tras su presentación en Stuttgart en 1912 los autores comprendieron que sería conveniente revisarla a fondo. El crítico Richard Specht les sugirió entonces la idea que finalmente se impuso: la comedia de Molière fue retirada -para pasar a convertirse en la admirable Suite orquestal independiente que conocemos- y fue sustituida por un Prólogo en el que aparecen no solo los cantantes que han de encarnar a los personajes de Ariadna y Baco -mostrando sin tapujos su divismo y su rivalidad- sino también el joven e idealista Compositor de la ópera seria Ariadne y su Profesor, mucho más pragmático y que convence a su discípulo para que acepte las durísimas limitaciones impuestas a última hora por el rico señor que había encargado y pagado el espectáculo, quien se comunica con ellos por medio de su Mayordomo, un insolente personaje pagado de sí mismo y cuya parte es hablada.
No menos parte tiene Zerbinetta, la directora de la compañía de commedia dell'arte que también ha de intervenir, en convencer -y hasta seducir- al Compositor. El tercer libreto de colaboración entre Strauss y Hofmannsthal es uno de los más penetrantes y sutiles de éste, lo que es decir de toda la historia de la ópera. La partitura es también un complicado ejercicio entre un Prólogo realista -teatro dentro del teatro- y la Ópera en el drama mitológico y alegórico de Ariadne, con cuyos personajes interactúan los burlescos de la troupe de Zerbinetta. Strauss renuncia a las enormes orquestas de Salome y Elektra para conformarse con 36 instrumentistas, entre ellos piano, armonio y celesta. El manejo de los timbres y la efectividad de tan económicos medios es, una vez más, magistral. La versión definitiva se estrenó con enorme éxito en Viena el año 1916, y desde entonces es muy raro escuchar la primera; pero es una verdadera lástima que esta haya caído en el olvido. Ninguna de ambas debe anular la vigencia de la otra.
Versiones finales (1916)
Gundula Janowitz, René Kollo, Edita Gruberova, Trudeliese Schmidt, Walter Berry. Orquesta Filarmónica de Viena / Karl Böhm. Dir. escena: Filippo Sanjust (1978). Deutsche Grammophon DVD 004400734370.
Karl Böhm, tan asociado con Strauss y con Ariadne, ya la había filmado en Salzburgo el año 1965 con escena de Rennert y un reparto en el que destacaban el Compositor de Sena Jurinac, el Baco de Jess Thomas y la Zerbinetta de Reri Grist; al igual que en su grabación de audio (DG 1970), la Ariadne de Hildegard Hillebrecht no era la mejor elección. Las imágenes de 1978 son de estudio y transmiten cierta frialdad dentro de su clasicismo, pero la banda sonora es una delicia. De entrada, la ejemplar y admirable batuta al frente de una orquesta excelsa; quizá él, Solti y Sinopoli (DG 2000) son los que llegan a lo más alto. Janowitz había sido el año anterior una Ariadne de ensueño con Rudolf Kempe (EMI): uno de los papeles más acabados de su carrera. Kollo es de los pocos en hacer justicia a la tirante escritura de Baco; al año siguiente volvería a encandilar con Solti (Decca). Gruberova asentó su fama en esta hipervirtuosista Zerbinetta. Y se dice que la Schmidt tuvo en el Compositor su mejor papel. Extraordinario Berry como su Maestro.
Emily Magee, Roberto Saccà, Elena Mosuc, Michelle Breedt, Michael Volle. Orquesta de la Ópera de Zúrich / Christoph von Dohnányi. Dir. escena: Claus Guth (2006). Arthaus DVD 107249.
Antes de esta hubo otras dos versiones de buen nivel: la de Levine con una impresionante Jessye Norman (Met 1988, DG) y una anticuada y anónima escena; la calidad técnica del DVD es pobre. La otra se filmó en Dresde el año 2000 y cuenta con la competente batuta de Colin Davis y algunas voces destacadas: Susan Anthony (Ariadne) y Sophie Koch (Compositor), sobre todo. La escena de Marco Arturo Marelli es, como la de la Guth en Zúrich, singular, original y con algunas licencias que podrían no convencer, pero que seguramente mantienen coherencia. En esta última el Prólogo transcurre delante del telón y la Ópera en un restaurante. El Maestro es ciego y el Compositor acaba suicidándose. Emily Magee, con una voz algo más llena de lo habitual, es una Ariadne más atormentada que resignada. Saccà es demasiado lírico, pero las da todas. Asombrosa Elena Mosuc, lírica más que ligera, que no tiene el menor problema en su estratosférica aria. Bien el Compositor y espléndido su Maestro. Sonido e imagen muy buenos.
Renée Fleming, Robert Dean Schmidt, Jane Archibald, Sophie Koch, Eike Wilm Schulte. Staatskapelle Dresden / Christian Thielemann. Dir. escena: Philippe Arlaud (2012). Decca DVD 0743809.
Aunque el elenco de esta versión del Festival de Baden-Baden no es tan redondo como el de otras versiones, sobresale en el rol titular Renée Fleming, en su mejor momento para este papel y en estado de gracia canoro e interpretativo; quizá le sobre algún leve resabio. R. D. Schmidt, no lo suficientemente dramático, aparece disminuido en sus facultades. Tampoco es Archibald una elección muy acertada para Zerbinetta, pues su voz algo más ancha de lo necesario le impide solventar a pedir de boca la altísima tesitura de su enorme aria, "Grossmächtige Prinzessin". Sophie Koch, en cambio, perfecta en lo vocal, es un Compositor apasionadamente idealista. Buen nivel en los restantes papeles, con la curiosa intervención de René Kollo en la parte hablada del Mayordomo. El a veces tan alabado Thielemann se halla aquí en su mejor elemento: Strauss es, sin duda, el compositor en el que más y mayores aciertos ha cosechado. La escena me ha convencido en el Prólogo, pero es quizá extravagante en la Ópera.
La versión original, con Le bourgeois gentilhomme (1912)
Emily Magee, Jonas Kaufmann, Elena Mosuc, Cornelius Obonya. Orquesta Filarmónica de Viena / Daniel Harding. Dir. escena: Sven-Eric Bechtolf (2012). Sony Blu-ray 88843005759. LPCM Stereo/DTS HD-Master Audio.
Repito: de entrada considero necesario conocer la versión original (Stuttgart, 1912) de esta ópera para todos los que la admiren en su versión habitual (Viena, 1916), la definitiva. Pero no sabría decantarme claramente por una o por otra. Las diferencias entre ambas son muchas, pero la principal es que se sustituye el Prólogo de la de 1916 por la representación de El burgués gentilhombre de Molière adaptada por Hofmannsthal, con la maravillosa música compuesta por Richard Strauss para esa comedia y que se suele escuchar como la referida suite orquestal (Op. 60, de 1918).
El importante papel del Compositor, presente en el Prólogo de 1916, una mezzo, pasa a a ser simplemente un papel hablado, e interpretado por un hombre joven. Otros importantes papeles hablados de la versión primera son el propio Hofmannsthal (que hace también de Dorante y se transforma en el protector del Compositor, sustituyendo al Profesor de música de la versión 1916), la condesa Ottonie (que se desdobla igualmente en Dorimene) y, sobre todo, Monsieur Jourdain, el burgués de Molière. De lo que no estoy muy seguro es de que sea conveniente en la versión de 1912 la –breve, por suerte– reflexión final de Jourdain al cierre mismo de la ópera. El espectáculo sobrepasa en la presente versión las tres horas de duración: tres cuartos de hora más de lo que viene a durar la versión definitiva.
Ni qué decir tiene que Le bourgeois gentilhomme del gran comediante francés arreglado por el principal libretista de Strauss es una pieza de una hora y media interesantísima, y en esta versión del Festival de Salzburgo del verano de 2012 (filmado en la Haus für Mozart de su ciudad natal) constituye un completo acierto, con unos actores admirables (sobre todo el asombroso Cornelius Obonya como Jourdain). Gran mérito del director de escena Sven-Eric Bechtolf (que ha trabajado en el campo de la ópera sobre todo en Zúrich y Salzburgo), quien también salpica la ópera propiamente dicha de numerosos detalles bien traídos –la actitud de Ariadne frente a la troupe de Zerbinetta es mucho más coherente que de ordinario–, si bien creo que no tan brillantemente como en El burgués.
En lo musical, la interpretación es de alto nivel, superior sin duda a la versión de audio de Virgin (1997), dirigida por Kent Nagano. Daniel Harding parece haber sentado aquí del todo la cabeza: este en sus comienzos enfant terrible del que se podía esperar cualquier cosa (por ejemplo: quería convencernos de que lo ideal era hacer las Sinfonías de Brahms con una orquesta de cámara), últimamente parece no lograr sino aciertos de la mayor sensatez. Y su capacidad técnica es incuestionablemente de primer orden. Aunque no me entusiasme tanto como Sinopoli o Solti (en las versiones de 1916), no sólo es irreprochable en la ópera, sin el menor asomo de la languidez o el decadentismo que me molestan en más de un director de primera línea, sino que triunfa de lleno en El burgués, casi al nivel del para mí aquí inalcanzable Maazel (Filarmónica de Viena, Decca 1967). Su refinamiento bien entendido y su sentido tímbrico son muy loables, logrando por ejemplo una especial transparencia instrumental con el reducido contingente vienés, que responde aquí a lo que esperamos de él: es la orquesta straussiana por antonomasia (bueno, me refiero a Richard, pero claro, también a la familia vienesa de los valses, etc.).
También el elenco de voces es sobresaliente: Emily Magee vuelve a ser Ariadna y su logro en este nada fácil personaje es evidente: la voz, ahora más ancha, sobre todo en el centro, es muy hermosa, modelando un personaje más madurado aún: entrañable, soñador, muy convincente. Jonas Kaufmann me parece, en un papel incantable como pocos, el Baco más seguro, firme y musical de la historia del disco (y el DVD). (Me asombra escuchar todavía a melómanos sensatos que es un tenor sobrevalorado, cuando no que ha llegado a donde ha llegado por su belleza física. ¡Alucino!). Elena Mosuc, que hace unos años era aún una de las mejores Zerbinettas del disco (también con Dohnányi), ya no está en su mejor momento vocal; aun así, como se las sabe todas y conserva una técnica excepcional, resuelve con soltura su endemoniada parte. Del resto destacaría a la ninfa Eco de Eleonora Buratto, una impecable soprano ligera, y al Arlequín del barítono lírico Gabriel Bermúdez, madrileño que ha desarrollado su carrera mayormente en países de habla alemana (ya hacía muy bien en 2006 el mismo papel con Dohnányi).
¿Y qué versiones en CD recomendaría usted?. Gracias.
ResponderEliminarRosa.
El 6 de diciembre de 2020 publiqué aquí una discografía de Ariadna en Naxos. Creo que no requiere actualización. Gracias.
Eliminar¿Realmente piensa usted que Ariadna es una de las óperas "necesarias" de conocer de Strauss?...
ResponderEliminarSONJA
En mi opinión, sí, junto a Salomé, Electra, El caballero de la rosa, La mujer sin sombra y Capriccio. Considero que son las "imprescindibles" de este autor.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con que esas son las más importantes, pero yo añadiría a la lista Arabella. ROMEO
EliminarYo añadiría Daphne, que contiene momentos de inmensa belleza. Aunque no sea una obra tan redonda como las ya citadas.
ResponderEliminarCreo que ambas óperas podrían añadirse a mi lista inicial, aunque quizá no alcancen el nivel de aquellas.
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