“Mire allí, cuando María [limpiando los cristales] canta, con un texto insignificante, ese bolero, ¡ella hace música! Ahora bien, si le decimos a algunos musicólogos que ella hace música y que Toscanini no, ¿qué dirán? La máxima aspiración de Toscanini era realizar mecánicamente lo que está escrito en la partitura, lo cual es muy otra cosa. Cuando digo que María hace música quiero decir que ella puede trascender el placer que le proporciona la acumulación de sonidos” (Sergiu Celibidache)
Arturo Toscanini, finalizada la segunda guerra mundial, solía arremeter contra Wilhelm Furtwängler por haber transigido, según él, con el régimen nazi (algo, como se sabe, muy discutido). El director italiano, por el contrario, parece haber olvidado por completo cómo él mismo había sido un ferviente partidario de Mussolini, hasta el punto de haber dirigido música en numerosos actos promovidos por el dictador italiano.
Y una anécdota graciosa de Toscanini: en un ensayo, una soprano con la que tenía una aventura, se dirigió a él como “Arturo”. Este la abroncó: “¡Llámeme Arturo solo en la cama; haciendo música llámeme siempre maestro!”
“Creo que una de las lecciones que debemos haber aprendido de los confictos del siglo XX es que existe la posibilidad de tener más de una identidad, y diferenciar entre patriotismo y nacionalismo. El patriotismo es el amor a la patria, un sentimiento sano y bello; el nacionalismo, en cambio, es algo que presupone que uno es mejor que otro de otro país: contra eso hay que luchar” (Daniel Barenboim)
“En la actualidad hay una especie de moralidad que nos obliga a respetar el tempo y a ceñirnos a él, pese a todo, como si eso fuera una señal de fuerza de carácter y fidelidad. Mahler dijo en una ocasión que un tempo solo es correcto cuando ya se puede cambiar en el segundo compás. Sin duda eso no es válido para todos los estilos; puede estar bien para la música de Mahler o de Wagner, pero no me cabe duda de que puede no estar bien para la de Stravinsky. Para mí, sin embargo, la necesidad de introducir cambios de tempo imperceptibles es un principio fundamental de la música” (Barenboim, quien con esta última afirmación sigue de cerca a Furtwängler, cuando este afirmaba que el verdadero arte de dirigir está en saber enlazar las transiciones).
“La música tiene que ver con el valor y el valor supone riesgos. En algunas obras el esfuerzo también es una parte intrínseca de la música. Tratar de tocar Beethoven de una manera sencilla y fluida va contra la naturaleza de su música” (Barenboim)
“Plácido Domingo es un fenómeno; no solo es el cantante más musical con el que he trabajado nunca, sino que es además capaz de cantar bien prácticamente cualquier cosa. Cuando canta Wagner produce justo el sonido adecuado, y hace lo mismo con Verdi, Puccini, Bizet o la música española” (Sir Georg Solti)
Muy interesante.
ResponderEliminarSólo dos observaciones. En el caso de Toscanini contra Furtwängler, hay que decir que el italiano pudo tontear con el fascismo en sus inicios, pero pronto salió echando humo. Furwängler estuvo en Alemania durante todo el régimen nazi y hasta después de la guerra, que es distinto. Pero, en efecto, es discutible que pudiera marcharse a partir de cierto momento, o que colaborara de grado, y se sabe que detestaba a los nazis.
La visión política de Barenboim me pareció siempre muy naïf, ingenua y simplona, como su distinción entre patriotismo y nacionalismo. Él es un cosmopolita un tanto desarraigado, lo que condiciona totalmente su visión del mundo, como es lógico.
Schönberg y HIndemith, entre otros declarados antifascistas (y judíos) aconsejaron a Furtwängler que se quedase en Alemania, porque él tuvo dudas de si quedarse o exiliarse.
Eliminar¡Y hombre, tachar a Barenboim de ingenuo es un poco fuerte! ¡Un hombre de su inteligencia! No sé si sabes que nunca dijo que la Orquesta de la W.E.D.O. fuera a solucionar nada, solo quería demostrar que chavales que se creían, a los que se les había inculcado que eran enemigos, podían no ya convivir, sino contrubuir a un entendimiento que les llevara a hacer música juntos, como una piña.
RUDOLF
Celibidache y Toscanini, dos polos opuestos del mismo planeta. La sempiterna polémica entre subjetivismo o objetivismo. En mi opinión no hay verdades absolutas en este tema, es cuestión de gustos.
ResponderEliminarMuy de acuerdo con la frase de Barenboim, gran humanista aparte de gran músico, lástima que a veces hay patriotismos que se asemejan a los nacionalismos.
Discutible en cambio la opinión sobre la fluidez en Beethoven.
Yo creo que subjetivismo y objetivismo se complementan y deben compatibilizarse. Ni un extremo ni otro son buenos. Pero yo estoy infinitamente más de acuerdo con Furtwängler que con Toscanini.
EliminarQuizá no está muy bien expresado (o traducido), pero, por lo que le he escuchado a Barenboim en más de una ocasión, lo que sostiene es que el esfuerzo y la fuerte tensión son con frecuencia consustanciales a la música de Beethoven, y al respecto hay muchos testimonios del propio compositor. Aparte de que eso se puede percibir en muchas de sus obras.
Con respecto al subjetivismo/objetivismo o Furt/Toscanini o tratamiento del tempo, etc, no tengo mucho que decir sabiendo que salvo 4 grabaciones actualmente inencontrables o dudosas tengo todo lo hasta ahora publicado de Furtwangler. Asi que el subjetivo seria yo.
ResponderEliminarProbablemente en lo unico que los dos se parecian seria en su aficcion a muchas señoras.
Con respecto a la diferenciacion de Barenboim entre patriotismo y nacionalismo no puedo estar mas de acuerdo, aunque en muchos casos sea utopica pues se entremezclan enfermizamente.
Y por supuesto que tension y lucha con lo que musicalmente significa eran consustanciales a la musica de Beethoven.
Estimado Ángel:
ResponderEliminarEn el caso del activismo político de Toscanini, me parece que la forma en que se redacta la anécdota no es del todo matizada: el acercamiento que tuvo el maestro con el movimiento fascista ocurrió en los inicios de este último, cuando todavía éste se apropiaba de terminología de izquierda para consolidar su base política (recordar que Mussolini fue un socialista en sus inicios, para luego dar su giro hacia la extrema derecha).
A mayor abundamiento, Toscanini ya era un férreo opositor a Mussolini antes de la "marcha sobre Roma" y la toma del poder, y su actitud y hacer político desde entonces y hasta su muerte fue explícitamente antifascista.
Créditos donde el crédito va.
Saludos!
Creo que nadie con un poco de inteligencia creyó que Mussolini, ni siquiera en su primeros años, era lo que hoy entendemos por socialista: estaba desde el principio rodeado de pistoleros. Y Toscanini dirigió música en numerosos eventos de Mussolini, cuando ya detentaba mucho poder.
EliminarEstá muy bien que girase 180 grados más adelante, pero no me parece de recibo que fuese tan poco comprensivo, tan justicero, con la postura de Furtwängler. Que era un artista, por cierto, que -en mi opinión- le daba cien vueltas.
Lo que sostiene Carrascosa es compatible con lo que Antonio Scurati demuestra en la última gran biografía de Mussolini, "El hijo del siglo" (2020), un libro muy esclarecedor.
EliminarM. M. R. U.
La música de Beethoven suscitó toda una letanía de críticas exasperadas en su época: composiciones demasiado largas, difíciles, extrañas, oscuras, excéntricas, desordenadas, demasiado barrocas, grotescas, incluso desquiciadas. Que producían, en muchos casos, una mezcla de rechazo y deslumbramiento. Todo ello en virtud de un estilo bombástico basado en el uso de una poderosa tonalidad central, el elaborado contrapunto y la grandeza estructural. No, no concibo su música con liviana fluidez.
ResponderEliminarLo que dice Solti de P.Domingo le habrá encantado a A.R.y G.de T. Cuando lo leyó también dejó de admirar a Solti. A Domingo hacía décadas que lo detestaba, de una manera obsesiva y enfermiza: En uno de sus libros lo pone como ejemplo máximo de mal cantante. ¡Toma ya!. ERRE QUE ERRE.
ResponderEliminarY además, hay una cuestión que me parece de lo más interesante sobre las palabras de Solti. Y es que Solti no vivió lo suficiente como para poder conocer los años en los que mejores Wagner hizo Domingo. Es verdad que el Lohengrin que Domingo grabó para Solti está bastante bien, (aunque en esa grabación Jessye Norman y el propio Solti son los que suben el nivel de verdad), pero es que Domingo creció mucho como cantante wagneriano sobre todo en la primera década de los años 2000, cuando era de los pocos cantantes que podía hacer un Siegmund o un Parsifal de nivel verdaderamente grande.
ResponderEliminarHa podido escuchar el nuevo disco de Barenboim "Encores"? Ya está en las plataformas digitales. Si es así, ¿qué le ha parecido? Esperemos que no se su testamento pianístico, dado sus problemas de espalda
ResponderEliminarTambién tengo mucha curiosidad de la opinión de Angel luego de haber escuchado el disco y leído una crítica en Diapason
EliminarAcabo de leer la crítica de la revista Diapason francesa y le da dos puntos de una máximo de 5, a parte de poner a Barenboim a caldo. Yo la verdad es que cada vez entiendo menos a los críticos. Sobre todo porque lo que se dice en esa crítica tiene poco que ver con lo que se escucha.
EliminarSaludos
Yo he escuchado el disco, disponible en Tidal nada menos que en Dolby Atmos (si se usa el mando de Amazon, si no es estéreo normal). Me parece maravilloso, especialmente en Liszt y en Schubert, aunque hay piezas en las que los dedos lo pasan mal.
EliminarKapsweiss2016: no hay que escandalizarse, hay críticos tan pervertidos por sus manías que, al igual que no hay peor ciego que el que no quiere ver, ellos son los peores sordos, que se nieh¡gan a escuchar. Allá ellos. Lo malo es quienes les hacen caso...
EliminarEstoy HARTO de escuchar de que Furtwängler se tenía que ir de SU PROPIO PAÍS para no ser cómplice de las fechorías del Nazismo. Furtwängler odiaba el Nacionalsocialismo, a semejanza de Yevgueni Mravinski que odiaba el Bolchevismo. Ambos directores eran monárquicos. Furtwängler añoraba la Alemania guillermina y Mravinski hacía lo propio con la Rusia zarista. No se olviden de que Furtwängler se escapó de Alemania y recibió en Suiza TODA la ayuda de Ernest Ansermet (lo cuenta Elisabeth Furtwängler en su libro).
ResponderEliminarPREGUNTA: si moralmente Furtwängler tenía que abandonar su propio país por causa de una dictadura (o tiranía) de turno, entonces, ¿no tenían que hacer lo propio los grandes intelectuales, científicos, músicos, escritores y cantantes que vivieron en España bajo el franquismo y en Argentina bajo el Proceso de Reorganización Nacional?
Como se observará, dicho planteo no tiene lógica ni fundamento. Primero debemos de mirar la paja propia antes de mirar la ajena. Y en el caso de don Arturo Toscanini el Maestro, no veo que el parmesano haya abandonado Estados Unidos o se haya rasgado las vestiduras cuando el gobierno estadounidense RECLUYÓ (sí, encerró) en campos de concentración a TODA la población estadounidense de ascendencia japonesa o cuando el mismo gobierno arrojó dos bombas atómicas sobre dos ciudades (sin ningún valor estratégico) pertenecientes a un "Imperio" acabado militarmente.
P. S.: Sobre el ODIO de Mravinski hacia el Comunismo y sobre su AMOR y AÑORANZA hacia la Rusia Imperial, es IMPRESCINDIBLE ver el siguiente DVD:
https://www.amazon.com/-/es/Yevgeny-Mravinsky/dp/B0006GVK9S/ref=sr_1_2?__mk_es_US=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&crid=14V3DIK8EH5Q0&keywords=mravinsky&qid=1648213803&s=movies-tv&sprefix=mravinsk%2Cmovies-tv-intl-ship%2C212&sr=1-2
Sobre lo del esfuerzo en música: No es lo mismo escuchar un concierto en directo que en disco.
ResponderEliminarEn directo, aunque mediocremente ejecutado, se puede sentir la música si los músicos la hacen.
Respecto a la objetividad va y resulta que los objetivos tampoco hacen las cosas iguales entre sí.
Lo que tiene la obra de arte es que se puede ver de muy distintas maneras. La luz, la entonación de la lectura, la perspectiva, etc. No digamos la música que es tan inconcreta respecto a la escultura, la literatura, la pintura, etc.....