La plataforma audiovisual de la Orquesta Filarmónica
de Berlín acaba de colgar un memorable concierto que tuvo lugar el 11 de enero
de 1997, inédito hasta ahora y que exhibe una nitidez de imágenes insólita para
aquellos años y, lo digo sin sombra de duda: el mejor sonido que he encontrado
hasta ahora en Digital Concert Hall. ¿A qué se debe esto? Pues a que no lo
captaron los técnicos habituales, sino los japoneses (¿una televisión nipona?).
Estas razones de calidad técnica son muy positivas por sí solas, pero lo más
importante es que las tres obras del programa conocieron interpretaciones
literalmente formidables. Y de ellas solo conocíamos la del Concierto nº 14,
K 449 de Mozart, que había sido publicado hace solo unos meses en
una cajita de dos blurays editada por la propia Filarmónica de Berlín. Cuando
salió a la luz escribí en este blog (concretamente el 1º de enero de de este
año) bajo el epígrafe “60 años de colaboración de Barenboim con la Filarmónica
de Berlín”:
“… un nunca publicado Concierto nº 14, K 449
del 11 de enero de 1997, con letras sobreimpresas (antes de que empiece la
música) en japonés, y una nitidez de imagen y de sonido como nunca había visto
y escuchado en un concierto de música clásica hasta esas fechas. Señalo que
esta grabación no está colgada en la plataforma DCHall. La interpretación, muy
en la línea con la contemporánea de audio del sello Teldec, es sencillamente
excelsa. Solo por este Concierto merecería la pena el álbum”.
Entre Mozart y Berg, Barenboim tocó de propina el Tercer Momento musical de Schubert; la breve pieza musical sonó en sus dedos a descubrimiento.
La única grabación hasta ahora, a cargo de Barenboim,
de las portentosas Tres Piezas orquestales op. 6 (1915) de Alban Berg
es la casi inencontrable contenida en una caja editada por la propia Orquesta
Sinfónica de Chicago, tomada en público el 15 de octubre del mismo año 1997,
con no muy buen sonido. En esta interpretación berlinesa se evidencia el profundo
entendimiento del director de Buenos Aires con la música del compositor vienés (del
que ha grabado sus dos óperas, la Sonata para piano, las Cuatro
Piezas para clarinete y piano y tres veces el Concierto de cámara:
dos como pianista y una como director), en la que destaca muy claramente su
filiación expresionista, las conexiones con Mahler y las anticipaciones de Wozzeck.
La intrincadísima escritura orquestal, de una complejidad extrema (“la
partitura sigue siendo, aún hoy, de una tremenda dificultad de ejecución. Son
raras las orquestas y sobre todo los directores que dominan su organización y
logran dotarla de verdadera cohesión”, escribe F. R. Tranchefort) está clarificada
y estructurada por Barenboim de modo pasmoso, gracias en buena medida a la impresionante
ejecución de los berlineses (¡hay que ver cómo “el pianista metido a director”,
que han dicho algunos, se desenvuelve con esta endiablada partitura!)
El final del concierto es de traca: una de las más inspiradas, enérgicas, dramáticas, impetuosas y perfectas interpretaciones que hayan podido escucharse de “la Sinfonía de las sinfonías” -la Quinta de Beethoven-, la única que se conserva de Barenboim con esta orquesta. El éxito fue de apoteosis, hasta el punto -muy raro en Berlín- de que el público reclamó la salida del director cuando ya los músicos se habían retirado.
Las grabaciones de Barenboim de estas obras:
MOZART: Concierto
para piano nº 14, K 449
1968 EMI Barenboim/EnglishChamber/Barenboim 8’59+7’57+6’28 10/7,5
*1997 DCHall Barenboim/OFilBerlín/Barenboim 9’00+6’50+6’30 10/9,5
1998 Teldec Barenboim/OFilBerlín/Barenboim 9’03+6’44+6’31 9,5/9,5
BERG: 3
Piezas para orquesta op. 6
*1997 DCHall Barenboim/OFilBerlín 4’15+5’40+9’12 10/9
1997 CSO Barenboim/OSinfChicago 4’16+5’38+9’06 9/7
BEETHOVEN:
Sinfonía nº 5, op. 67
1996
Privada Barenboim/OSinfChicago 7’27+10’12+5’14+08’46 10/6
*1997
DCHall Barenboim/OFilBerlín 7’50+10’27+5’32+09’00 10/9
2000 Teldec Barenboim/StaatskapelleBerlin 7’57+11’11+5’41+11’07 10/10
*2005 Warner Barenboim/OWest-EasternDivan 7’16+10’00+5’28+08’05 9/8
2012 Decca Barenboim/OWest-EasternDivan 8’10+10’12+5’47+09’04 10/9,5
*2013 Decca Barenboim/OWest-EasternDivan 8’21+10’23+5’27+08’40 9,5/9
*2020 ORF Barenboim/OFilViena 8’20+10’38+5’38+09’37 10/9
*2020 Unitel Barenboim/StaatskapelleBerlin 8’10+11’10+5’50+09’15 9,5/9
Muchas gracias por la información sobre las Tres piezas para orquesta de Berg por Barenboim con los Berliner. Que a estas alturas todavía podamos conocer nuevas grabaciones por Barenboim de obras que él jamás llevó al disco oficialmente, (considerando el repertorio tan vasto que ha grabado), es realmente asombroso.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de la Quinta Sinfonía de Beethoven, vuelvo a ver las notas de las grabaciones de Barenboim. Entiendo perfectamente el 10 de la grabación de la Sinfónica de Chicago, (ya la sacó Vargas-Machuca en su blog enlazándola con el YouTube, y es extraordinaria), y tendré que escuchar la de la Filarmónica de Berlín para comprobarlo. Lo de las versiones del 2020… Yo escuché en su día la de la Filarmónica de Viena y también me gustó muchísimo. La cuestión es que nunca he llegado a entender los 10 de las dos grabaciones oficiales, sobre todo la del Diván. Siempre me pareció que al primer movimiento le falta fuerza…
La grabación Teldec con la Staatskapelle Berlín me parece incontestable, gloriosa. La del Diván grabada por Decca en Colonia puede que sea un tanto parca en la vehemencia exterior del primer movimiento, que sin embargo posee una fuerte tensión e impulso subterráneos.
EliminarPero no hay que olvidar que en una obra como la Quinta Sinfonía de Beethoven caben tanto las dos versiones más opuestas que conozco de un tal Furtwängler: la sobria y amplia, monumental de EMI con la Filarmónica de Viena en estudio, y la que mis amigos y yo llamamos "la loca" de 1943 en público con la Filarmónica de Berlín, furiosa y extremada, pero absolutamente genial.
En la grabación de Teldec, es verdad que Barenboim no carga las tintas en el ta-ta-ta-ta inicial, pero luego va incrementando la tensión hasta el final, absolutamente "elocuente". Hace lo mismo (en su estilo, claro) Klemperer en su 5ª incluída en el ciclo oficial de EMI: el inicio, en una primera escucha puede resultar sosrprendentemente prosaico, pero después... Sólo que el aumento de tensión en Klemperer resulta más orgánico, lo sientes pero no podrías señalar los momentos en que se produce hasta el terremoto final. En Barenboim me parece que es más por etapas, se pueden sentir las sacudidas antes del final, donde el director sí quiere parecer muy explícito.
ResponderEliminarHay, por otra parte, una grabación (creo que en el Sello Dokument de la Deutsche G) de Furtwangler de 1947 en el Titania Palast, con un inicio en el que se alarga el motivo inicial con unos calderones interminables: absolutamente increíble, marca de la casa.
Un saludo. José.