Mientras más las escucho, mi
entusiasmo por las Sonatas para piano
de Schubert crece más y más. Cuando se publicó el álbum de DG con todas las Sonatas no incompletas por Barenboim que
comenté en este blog hice una serie de breves consideraciones sobre las obras
-y las interpretaciones- que ahora, al leer "Sobre la música. Ensayos completos y conferencias" de Alfred
Brendel (Acantilado, 2016), he visto que se hallan en sintonía con lo que el
gran pianista austríaco defiende en este libro, explicado detalladamente y con
clarividencia extraordinaria. Me gustaría mostrar a los lectores de este blog
algunas de las frases o párrafos que encuentro más interesantes y acertados. (Advertencia: no
siempre he seguido al pie de la letra la traducción, de Juan Luis Milán):
"En las Sonatas de
Beethoven nunca perdemos la orientación, siempre sabemos dónde estamos.
Schubert, por el contrario, nos sitúa en un estado onírico. Beethoven componía
como un arquitecto; Schubert como un sonámbulo". "La música de
Beethoven camina dinámicamente hacia adelante, nos permite experimentar un
proceso, mientras que la de Schubert a menudo actúa sobre nosotros como un
estado, una situación, como una serie de episodios que se comunican entre sí
misteriosamente".
Los prejuicios
Las Sonatas de Schubert se
han visto perjudicadas por una serie de prejuicios que es preciso desmontar.
Entre ellos: "Como compositor de Sonatas, Schubert seguía el modelo de
Beethoven, sin llegar a alcanzarlo". La admiración de Schubert por
Beethoven rozaba la idolatría [...], pero, a pesar de toda su veneración, no se
dejó vencer por su grandeza, lo admiraba demasiado como para atreverse a
desafiarlo con sus propias armas. Además, debió de notar la diferencia de
naturaleza musical entre Beethoven y él. Las Sonatas de Schubert acontecen de
una forma enigmática. Hay en ellas algo ingenuo que nos desarma. Ingenuidad y
refinamiento están hermanados en esta música como solo lo están en la de Haydn.
No hay que confundir ingenuidad con sencillez. La música de Schubert puede ser
cualquier cosa menos sencilla. 'Nada es más falso que creer que la gran música
no puede ser arruinada por medio de una interpretación equivocada' (Donald F.
Tovey)".
"La música de
Schubert se parece a los amables contornos del paisaje austríaco". "El
autor de esta afirmación parece que no ha visto nunca el lado extraño, hosco y
majestuoso del paisaje austríaco. Se dice que la música de Schubert es
agradable, complaciente, sentimental y de bondad íntegra, una concepción que
proviene de una época en la que se abusaba de sus melodías en operetas.
Schubert puede ser todo eso, sin duda, aunque yo no veo sentimentalidad salvo
en raras ocasiones. La diversidad de caracteres mucho más esenciales que tiene
a su disposición es inmensa. Como todos los compositores verdaderamente
grandes, Schubert no se deja encasillar en un solo carácter. Ya en 1928 Artur
Schnabel señalaba que Schubert, mucho más que un simple melodista, era un
creador de sonatas de alto dramatismo. Basta ver el uso que hace de los signos
dinámicos para entender el alcance de su fuerza expresiva, que no refleja en
absoluto al lírico blando. Con sus ppp
y fff sobrepasa los límites
habituales. Hay canciones que, como Der
Doppelgänger, demuestran la necesidad que tenía Schubert de alcanzar
extremos, desde el susurro hasta el grito. El punto dramático culminante de la Sonata en La mayor D 959, el paroxismo
del "Andantino", deja tras de sí todas las ideas formales
convencionales; no encontramos superado ese grado de anarquía hasta la tercera
pieza para piano del Opus 11 de
Schoenberg. Todavía hoy ese grito irracional forma parte de lo más atrevido y
aterrador que la música haya producido jamás".
"Por qué no se ha
prestado más atención a Schubert como compositor instrumental? He aquí mis
respuestas:
- El abandono comenzó ya en
vida del compositor. Schubert tenía un semblante poco agraciado. No se parecía
a lo que se espera de un genio.
- Schubert no fue un
concertista virtuoso.
- Con excepción de su música
para piano a cuatro manos, la mayor parte de sus obras instrumentales se
publicaron póstumamente, y algunas muchos años después de su muerte.
- El cantante Johann Michael
Vogl convenció al público de las schubertiades
de la genialidad de Schubert en el género del Lied. Se vio al compositor como un miniaturista. Eso, junto a la
juventud de Schubert en el momento de su muerte, no parecía hablar en favor de
un dominio de las grandes formas.
- El gusto clasicista del
aficionado a la música. La música expansiva y a menudo imprevisible de Schubert
contradecía el proceder consecuente de Beethoven o la autocomplaciente claridad
de Mendelssohn.
- El gusto romántico. Se
desconfiaba del empleo de formas aparentemente convencionales.
- Las obras para piano de
Schubert sobrepasaban con frecuencia las posibilidades de los instrumentos de
su tiempo, al igual que la Gran Sinfonía
en Do mayor excedía el tamaño y las costumbres de la orquesta de la época.
De todos los defensores importantes de Schubert en el XIX -Schumann,
Mendelssohn, Liszt, Brahms, Dvorák, George Grove- solo Brahms tenía algo que
ver con Viena. El mero hecho de que esos grandes compositores se cuenten entre
los más activos admiradores de Schubert debería dar que pensar a los que
todavía afirman que su capacidad no estaba a la altura de su talento. Liszt
acertó de lleno cuando (por carta en 1868) decía de Schubert: "Casi hace
olvidar la grandeza de su maestría ante el hechizo de sus emociones".
-"Schubert, compositor
vienés". Pero ¿qué hay de vienés en sus Sonatas, en Viaje de invierno,
en los Lieder sobre poemas de Heine,
en la Misa en Mi bemol mayor o en el Quinteto de cuerda? El macabro final de
la Sonata en Do menor D 958 está
mucho más próximo a las pinturas negras de Goya -fallecido también en 1828- que
a Kupelwieser o a Schwind [dos de los principales amigos, pintores, de
Schubert]. ¿Qué es "compositor vienés"? ¿Es alguien a quien los
vieneses obligan a hacer penitencia por no componer como Johann Strauss?
¿Alguien cuya música incómoda no les entra a los vieneses sino con esfuerzo y
con retraso? Schubert pertenece a la ilustre serie de vieneses que sufrieron y
sufren su ciudad.
¿Dónde estaban, incluso en los años posteriores a 1945, los pianistas vieneses de renombre que podrían haber intercedido en favor de las Sonatas de Schubert? Para Sauer, Rosenthal o Godowsky estas obras no tenían la más mínima importancia. El impulso para su descubrimiento salió del Berlín de los años 20, de Schnabel, de Eduard Erdmann" [y más tarde, añadiría yo, también instalado en la capital alemana, de Edwin Fischer].
¿Dónde estaban, incluso en los años posteriores a 1945, los pianistas vieneses de renombre que podrían haber intercedido en favor de las Sonatas de Schubert? Para Sauer, Rosenthal o Godowsky estas obras no tenían la más mínima importancia. El impulso para su descubrimiento salió del Berlín de los años 20, de Schnabel, de Eduard Erdmann" [y más tarde, añadiría yo, también instalado en la capital alemana, de Edwin Fischer].
Magnífica entrada. Hace bien en poner la lupa sobre esta música.
ResponderEliminarEl comentario anterior es mío. Hay un lío en el ordenador.
ResponderEliminarYa veo que no le ha entrado. Me refería a que Schubert respeta la forma en muchas de sus composiciones y abre nuevos caminos cuando la hace mucho más flexible y sinuosa. Con eso abre nuevos caminos como la sonata de Listz y demás. Por otra parte eso obliga al intérprete a una exigencia mayor para mantener esa atención. Esa simuosidad existe en mayor medida en las sonatas para piano donde el autor se ensimisma. Y creo que los intérpretes de piano tehuyen a esta música por su dificultad musical, ni mucho menos la digital. Apariencia sencilla muy engañosa. Como Mozart.
ResponderEliminar¿Bruno y Nemo sois la misma persona? ¿O usaáis el mismo ordenador?
ResponderEliminarNi una cosa ni la otra. Creo que entre el primer mensaje de Bruno y el mío falta algo...
EliminarSchubert es uno de los compositores, como Haynd,Mozart o Mendelssohn, cuya música siempre gusta, aunque en ocasiones no tenga la máxima inspiración es imposible que exclamemos: "esto es horroroso ". Destacar que fue el único compositor importante de la escuela de Viena que había nacido en Viena. De todos los grandes compositores, es del que menos sabemos. En su corta vida, fue tan poco apreciado, que un siglo después de su muerte buena parte de su obra era desconocida y él mismo incomprendido. Fueron los músicos aficionados casi todos los que interpretaron, entendieron y disfrutaron su música por primera vez. Es cierto que en las sinfonías y su música de cámara no alcanzan las dimensiones de Beethoven, pero en ocasiones las parece vislumbrar!. Escuchen el quinteto de cuerdas D.956, tiene el mismo aire "enrarecido" que los últimos cuartetos de Beethoven. Quizá le faltó cultivar géneros como el concierto y la ópera, pero no tuvo tiempo, ni posiblemente medios. La pregunta es; Donde hubiese llegado si la vida le hubiese concedido unos años más?
ResponderEliminarA dónde hubiese llegado, y a dónde llegó. Baste pensar la enorme cantidad de obras maestras, capitales, que compuso el último año de su vida. Hasta el punto de que 1828 es el año musicalmente más productivo de la historia de la música, ¡y gracias a un solo compositor!
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