Michael Barenboim, su padre y el Quinteto Real
Interesante Blu-ray que, como
todos los discos videográficos del sello EuroArts, no tienen distribución real
en España desde que la perdió Música Directa (antes Ferysa). En teoría, la
distribución de este sello, uno de los más activos en el campo de la música
clásica, pasó a Warner. Pero desde que se produjo este cambio, Warner España no
ha traído a las tiendas, si no me equivoco, ni un solo DVD o Blu-ray de
EuroArts. Así que ya se sabe: hay que comprarlo por internet. ¡Luego dirán las
tiendas que no venden!... Para que se hagan una idea, un solo ejemplo: en
diciembre del año pasado encargué formalmente en la FNAC -y me tomaron nota en
el ordenador- el Pelléas de Debussy
por Rattle que hace poco he comentado en este blog. Pues bien: ¡hasta hoy! Ni
me lo han traído ni me han avisado de que no podrían conseguírmelo.
Con un programa corto, en el
que seguro que han suprimido varias de las obras tocadas en aquella velada de
2016 (creo que julio o agosto) -no sé si porque no quedaron bien a juicio de
los intérpretes o porque hay algún problema de derechos-, lo cierto es que los
65 minutos que permanecen me han hecho disfrutar muchísimo. De entrada, la obra
que abre el programa, el Concierto para
violín (1963) de Alberto Ginastera, pese a ser casi desconocido, es una
obra de veras admirable. De lenguaje neododecafónico y carácter
post-expresionista, es una composición audaz y sumamente original de una media
hora, dividida en tres movimientos muy especiales: el primero, "Cadenza e
studi", comienza con una larga introducción del violín sin orquesta. El
segundo se titula "Adagio per 22 solisti", y el tercero,
"Scherzo pianissimo e perpetuum mobile". Muy exigente para el solista
y con una orquestación fascinante, creo que si esta partitura hubiera sido
firmada por un compositor alemán o francés, sería una obra bien conocida y muy
tocada. Pese a algunos apuros técnicos, Michael Barenboim la interpreta con una
entrega, vehemencia y aparente lucidez (perdón por lo de aparente: nunca había
escuchado esta obra) que desarman, y su padre le brinda un acompañamiento -que
es mucho más que acompañamiento: el protagonismo orquestal es grande-
claramente magnífico. Soberbia, absolutamente soberbia, la Orquesta del Diván.
El programa continúa con tres
tangos en arreglos de Horacio Salgán (Recuerdo
de Alejandro Pugliese, Canaro en París
de Alejandro Scarpino y Juan Caldarella, y El
amanecer de Roberto Firpo) tocados por el Quinteto Real, con César Salgán
(hijo de Horacio) al piano. Yo no soy, por supuesto, ningún experto en tangos,
pero me parece clarísimo que este grupo es genuino a más no poder, conoce a
fondo este género y lo ponen en música con una solvencia, gracia y riqueza de
intenciones extraordinaria.
El Blu-ray termina con cuatro
tangos más tocados por la orquesta y su director. En 1996 Barenboim comenzó su
aproximación discográfica al tango en su CD de Teldec titulado "Mi Buenos
Aires querido", en el que tocaba 14 piezas junto al bandoneón de Rodolfo
Mederos y el contrabajo de Héctor Console; al año siguiente aparecían estos
mismos intérpretes en el DVD de NVCArts/Warner tocando el mismo repertorio. Dos
años después dirigía (y en algunos, a la vez, tocaba) en la Waldbühne de Berlín
otros cuantos tangos al frente de la Orquesta Filarmónica de Berlín (DVD
Arthaus). Pues bien, el año 2016 en el Teatro Colón vuelve a dirigir cuatro de
ellos, todos hechos anteriormente: A don
Agustín Bardi, Aquellos tangos camperos y A fuego lento, los tres de Horacio Salgán, y termina con la que
parece ser su página argentina favorita, El
firulete, de Mariano Mores y Rodolfo M. Taboada, con arreglo de José Carli,
pieza que ha grabado dirigiendo con esta en siete ocasiones: con la Filarmónica
de Berlín, la Sinfónica de Chicago y la Orquesta del West-Eastern Divan. Pues
bien, en 2016 ha sido cuando ha dirigido estas cuatro páginas con más espíritu
y chispa. Y hay algo que escandalizará a alguno, pero que me parece difícilmente
contestable: la Orquesta del Diván toca estos tangos con más sentido, y
claramente comprendiéndolas mejor, que la fenomenal centuria berlinesa. Puedo
afirmar, sencillamente, que están mejor tocadas.
Hola, Ángel:
ResponderEliminarPues sí, es interesante este Ginastera, autor de una de las óperas dodecafónicas ("Bomarzo") que han resistido el paso del tiempo. Aunque el hecho de inspirarse en una de las mejores novelas de la literatura hispana (si es que no la mejor) me ha alejado un poco de ella (otra notable ópera atonal es el "Carlos V", Krenek, quien de todas formas tuvo sus más y sus menos con Schöenberg y nunca fue dodecafonista ortodoxo...).
Me pillas oyendo la histórica grabación del versátil Julius Rudel (me gustan mucho su "Manon", su "Thais" y su Cendrillon... Massenet es mi debilidad, lo desprecian tanto los modernos) con nuestra impagable Isabel Penagos.
Saludos cordiales
Mi amigo Miguel Ángel me comenta que la velada tuvo lugar exactamente el 29 de agosto de 2016, y que como el programa orquestal resultaba corto, invitaron al Quinteto Real.
EliminarRECTIFICACIÓN
EliminarEn la revista "Ritmo" de Junio (pág. 77) ha salido una encuesta que hacían a cuatro personas sobre "10 orquestas y sus directores". Pues bien, en mi respuesta se ha producido un error que quiero rectificar aquí: en tercer lugar, tras la Sinfónica de Chicago y la Filarmónica de Viena, y antes de la Filarmónica de Berlín, pone: "Royal Concertgebouw/Jochum", cuando debería poner (lo he comprobado en el e-mail que les envié): "Royal Concertgebouw, desde Eugen Jochum hasta ayer mismo". Así que ya saben, la Concertgebouw no solo me ha gustado con Jochum, sino con Haitink y muchos otros directores. Veremos si también con el nuevo titular, Daniele Gatti...
Hola, Ángel:
EliminarPues sí, Beinum fue un gigante (maravillosa su grabación de la "Psyché" de Franck... Esas joyas que jamás se tocan). Tengo devoción por los maestros holandeses, ensombrecidos por el ciclón Haitink: Edo de Waart, rachmaninoviano de pro, y el malogrado Hans Vonk, que dejó un muy valioso ciclo schumanniano.
Saludos cordiales.
Angel, las big five yankees, a ver: chicago, new york, philadelfia, Boston...me falta una...¿la del met?..no, si me la dices te lo agradezco.....
ResponderEliminarEso de las cinco grandes estadounidenses no está muy claro: ¡depende tanto de los días y los directores! Ahora bien, de las que citas, creo que la que está menos bien es la de Nueva York, y por delante de la del Met pondría, sin duda, las de Los Ángeles (con Dudamel) y San Francisco (con Tilson Thomas).
Eliminar¡Y Cleveland!
ResponderEliminarSí, claro, y Cleveland.
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