Un gran reparto (con una excepción) y una dirección musical...
Es una lástima que Domingo no
haya grabado la genial ópera de Tchaikovsky, porque no hay un solo Herman
satisfactorio en toda la discografía (de audio y de vídeo), y él lo hace a un
nivel verdaderamente impresionante, sobrecogedor, no solo por la calidad de su
voz y de su canto, sino por la encarnación tan intensa y ferviente del
atormentado y obsesionado personaje, al borde incluso de la locura. Pues bien,
acabo de escuchar una versión videográfica (no publicada) que tuvo lugar en el
coliseo neoyorkino en 1999, con una nitidez sonora y de imagen no más que
medianas. Suficientes, en todo caso, para disfrutar de los elementos que lo
merecen, que son no pocos. Pero no todos. Además del asombroso Domingo, todavía
en plenitud para un rol de estas características tan dramáticas, estuvo como
Lisa una admirable Galina Gorchakova, suficientemente intensa y poderosa, un
admirable Dimitri Hvorostovsky (Yeletsky), verdadero maestro del canto (¡qué
línea, qué fiato!), una Olga Borodina (Polina) de voz increíblemente bella, e
incluso una Elisabeth Söderström (con 72 años), casi sin voz pero de imponente
presencia en el papel de la Condesa. El borrón del reparto corresponde al para
mí muy sobrevalorado barítono Nikolai Putilin (Tomsky), tosco y mal cantante:
nunca le he escuchado algo que me haya satisfecho. ¡Lástima que no se convocara
a Sergei Leiferkus: hubiera sido un elenco redondo! La escena, a cargo de un
anticuado Elijah Moshinsky, es tradicional, pero fea y con bastantes cosas
absurdas. ¿Qué decir de la batuta de Valery Gergiev? El 90% del tiempo -no
exagero- me parece no floja sino abiertamente mala: concertador descuidado, batuta
descontrolada, basta, efectista, vulgar. Y el 10% restante, en cambio, es
bastante bueno: ¡no lo entiendo! Fatal casi todo el tiempo la orquesta, y algo
peor el vociferante coro (también el de niños). Lástima que Domingo no haya
participado en otra grabación, de audio o de vídeo, pero con un director
sensato.
De las versiones
comercializadas en audio, me quedo con la tremenda dirección de Mstislav Rostropovich
(DG 1977), con un Herman bruto como él solo -Peter Gougaloff- y una Lisa
vocalmente muy tocada -Galina Vishnevskaya-, si bien el resto del reparto es
excelente. Más refinado y menos turbulento es Seiji Ozawa (RCA 1992), con Vladimir
Atlantov, Mirella Freni, Hvorostovsky (Yeletsky), Leiferkus (Tomsky) y Maureen Forrester
(la Condesa). Y en vídeo dos versiones: la de Ozawa (Sony 1992), edición muy
descuidada y en la que destacan Freni, Vladimir Chernov, Leiferkus o Veselina
Kasarova (Polina). Y la de Michael Boder en el Liceu, con Misha Didyk (quizá el
menos flojo de los restantes Herman), Emily Magee, Ludovic Tézier, Lado
Ataneli, Elena Zaremba y Ewa Podles, con espléndida escena de Gilbert Deflo
(Opus Arte 2011).
Efectivamente, Nikolai Putilin arruina CADA UNA de sus intervenciones: en el aria del primer acto es simplemente insufrible.
ResponderEliminarUna duda: ¿a qué se refiere en particular al señalar que la edición de Ozawa (video) es "muy descuidada"? Creo que ese adjetivo puede significar cosas diametralmente opuestas en esa frase.
Saludos!
En la crítica que escribía de ese DVD en Ritmo, allá por octubre de 2009, decía: "Este DVD sería recomendable de no mostrar una carencia difícilmente tolerable: ¡no tiene subtítulos en lengua alguna! Los tracks son, según el libretillo, 25, pero en realidad son 35: no hay forma de encontrar lo que se busca. En el comentario se afirma que "el año próximo, 2002, Ozawa dirigirá Falstaff..." Y, para colmo, en dos fotos se afirma que Chernov es Leiferkus". ¡A estos deslices me refería yo con lo de "muy descuidada".
EliminarBueno, podemos palear en parte las deficiencias gracias a esta versión con subtítulos en español.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=8aXGOYDhs0Y
Saludos!