Bach, Ravel, Stravinsky...
De la italiana Beatrice Rana (n. 1993) se empezó a hablar
extensamente en 2017, a raíz de la publicación por Warner de las Variaciones
Goldberg de Bach. Sin embargo, ya había grabado dos años antes para el
mismo sello el Primer Concierto de Tchaikovsky y el Segundo de
Prokofiev, con Pappano y la Academia Santa Cecilia de Roma. Yo le conocía este
disco, que sinceramente no me entusiasmó: el Tchaikovsky lo encontré en exceso virtuosista,
y el Prokofiev algo más romantizado de la cuenta. Más me gustó la Segunda
Sinfonía “The Age of Anxiety” (Warner 2018) de Bernstein, también con
Pappano y Santa Cecilia, aunque no me parecía una obra lo suficientemente significativa
para poderla juzgar.
Ahora he conocido las Goldberg y, la verdad, me han
parecido sobresalientes. Pero yo no diría que sea un disco para tirar cohetes: Rana
tiene tendencia a extremar los contrastes de tempi, haciendo muy, muy
lentas el aria y varias de las variaciones (excelente en el caso de la 25),
mientras en otras (la 14, la 20 o la 23, cortes 15, 21 y 24) creo que se excede
en velocidad, cayendo en el mecanicismo. Hace todas las repeticiones, y en la
primera parte ya introduce a veces unas modestas ornamentaciones. Toca siempre muy
bien y muy limpiamente, y su juego dinámico, muy moderado, es de gran sensatez.
Pero es su último disco, con obras de Ravel y Stravinsky, el
que más me ha gustado hasta ahora: Miroirs me ha llamado sobre todo la
atención por su sutil e imaginativo sentido del color y la evocación de
atmósferas, destacando Noctuelles y Une barque sur l’océan. Me
parecería una interpretación antológica de no ser porque no me ha convencido tanto
en la Alborada del gracioso, un tanto escurridiza (compáresela con la
también recentísima grabación, sensacional, de Perianes para HMundi). La
Valse (para un solo pianista, no la versión para dos) me ha parecido
excelente, lo mismo que las tres piezas de El pájaro de fuego
(arregladas por Guido Agosti). En cambio, los Tres Movimientos de Petruchka,
estando muy bien, no resisten ni de lejos la comparación con la versión de
Kissin (RCA 2005), que también he escuchado. Una pianista a seguir, en todo
caso, sin la menor duda. Ah, se me olvidaba: la toma de sonido de este último
disco es asombrosa (Estudios Teldex de Berlín, cómo no).
Schubert
Arcadi Volodos (San Petersburgo, 1972) es un artista para mí
algo inesperado. Mientras el Primer Concierto de su compatriota
Tchaikovsky (Ozawa/Filarmónica de Berlín, Sony 2003) me defraudó por su
exhibicionismo bastante vacío, resulta que, donde menos me lo podía esperar, en
Mompou (2013), hizo un disco absolutamente antológico, del que ya hablé en este
blog. Ahora conozco este segundo disco suyo dedicado a Schubert (el primero, de
2002, contenía las Sonatas D 157 y 894) y, la verdad, de forma
también quizá sorprendente para mí, me ha gustado mucho, casi muchísimo. Nada
de exhibicionismo, nada de banalidad, sino lirismo intimista de buena ley,
cantabilidad hermosa y serena, con un precioso sonido en extremo cuidado. Por
ponerle un pequeño pero a la Sonata No. 20, D 959, es que el segundo movimiento,
Andantino, que suele significar (algún compositor aislado entendió lo
contrario) “un poco más rápido que Andante”, Volodos lo lleva un poco demasiado
lento, lo que quizá no es lo más beneficioso para este genial episodio; y su
visionaria sección central no es lo suficientemente agitada, convulsa y
desestabilizadora. De todos modos, en conjunto es una espléndida versión, que
queda algo por debajo de mis preferidas: Leonskaja (Teldec 1993) y Barenboim
(DG 2014).
El breve disco, de poco más de 55’, se completa con tres minuetos
-D 334, 335 y 600/610- tocados con la mayor pulcritud y
ensimismamiento, de modo aparentemente insuperable. Por cierto que los dos
últimos me parecen piezas realmente maravillosas -apenas conocidas, como tantas
joyas ignoradas de Schubert.
¿Qué versión me recomienda de las Variaciones Goldberg tocadas en piano?. Charles.
ResponderEliminarQuizá las que más me gustan son las de Rosalyn Tureck (EMI/Philips 1958), pero como son bastante antiguas, quizá pueda decantarse por las de András Schiff (en ECM 2003), antes que su grabación para Decca. La versión de Tureck para DG de 1984 es hermosa, pero muy discutible.
EliminarEn DVD me gusta sobre todo la grabación de Barenboim (EuroArts 1992), con interesantes comentarios del pianista, más que la suya de audio para Warner. Lamento no compartir el extendido entuasiasmo por las versiones de Glenn Gould.
Ángel:
ResponderEliminar¿Qué opinión le merece el pianista Bruno Gelber?, ¿usted asistió a algún concierto de éste en España?
En Argentina, este señor es más conocido que la mismísima Martha Argerich, gracias a su amistad con la nonagenaria actriz y conductora de TV, Mirtha Legrand, que lo promociona y ensalza cada vez que lo invita a su célebre programa televisivo desde hace 50 años (1969).
Saludos desde Argentina,
Mario
Asistí hace quizá unos 40 años a una actuación de Bruno Leonard Gelber en Madrid, y me gustó. Luego después le he escuchado en disco, que yo recuerde, Beethoven, Brahms y tal vez algo más. Me parece bueno, pero nada del otro mundo. Argerich, creo, es mucho mejor por la gran cantidad de cosas buenas (no todas, claro) que le he escuchado. Si Gelber es más conocido en Argentina que Argerich me temo que sea por razones no estrictamente musicales. Por cierto ¿sigue Gelber en activo como pianista? Nació en 1941, el mismo año, por cierto, que Martha.
EliminarCoincido. Pero no sé si actualmente está activo como pianista; me enteraré cuando venga a Argentina. En 2016, Gelber tocó (entre otras cosas) el concierto para piano número 1 de Brahms en el CCK de Buenos Aires:
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=O28d2IBAMNk
Precisamente el Primer Concierto de Brahms es uno de los discos que le escuché.
EliminarGelber sigue activo: sin ir más lejos, el año pasado vino a Chile a tocar las sonatas "Claro de Luna" y "Waldstein" de Beethoven, el "Carnaval" de Schumann y el "Andante spianato" de Chopin, con resultados muy sólidos en todas las obras. También entiendo que tiene un concierto programado para en el Teatro Colón este año.
EliminarAnécdota aparte, en el recital del año pasado don Bruno estuvo dormitando al lado del piano por lo menos una media hora antes de que iniciara la función, para asombro y confusión de quienes asistimos. ¡Cada pianista con sus mañas, según parece!
Saludos.
De Volodos, en esa línea intimista, recomiendo el otro disco de Schubert mencionado por usted y el volumen dedicado al último piano de Brahms. Discos fantásticos.
ResponderEliminarEn cuanto a otro pianista interesante y que creo que merecen la máxima atención, me permito señalar a Francesco Piemontesi, que ha grabado recientemente las últimas 3 sonatas de Schubert y los Años de Peregrinaje de Liszt, ambos en el sello Orfeo. Estupendas versiones
Saludos
Gracias por el soplo. A ver si puedo escuchar al tal Piemontesi.
EliminarEl disco de Brahms me tentó, pero me echó para atrás que el programa sea un batiburrillo: varias piezas de diferentes opus, ninguno de ellos completo.
EliminarUna corrección. El disco de Piemontesi con las 3 últimas sonatas de Schubert no está en el sello Orfeo sino en Pentatone.
ResponderEliminarHe escuchado en YouTube unos fragmentos de la Sonata D 960 y, en efecto, tiene muy buena pinta.
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