La mayor inspiración de Saint-Saëns
La composición que más me gusta de Camille Saint-Saëns no es
ni Sansón y Dalila, ni la Sinfonía con órgano, ni el Segundo
Concierto para piano o el Tercer Concierto para violín, junto a
tantas otras obras espléndidas del prolífico francés, sino… ¡Carnaval de los
animales! (1886). O sea, una a la que el autor ni siquiera quiso asignar un
número de opus, pues la consideraba un mero entretenimiento suyo, casi una
broma. Pero la inspiración del Carnaval, el humor, la extraordinaria
finura de su instrumentación, el reírse con tal desparpajo de sí mismo -en Pianistas,
en Fósiles-, la delicada belleza de El cisne, etc., me parece que
no tienen parangón en toda su producción.
El pasado viernes 12 de junio la Ópera Estatal de Berlín
transmitió en abierto una interpretación con la versión original de diez instrumentistas
-debidamente separados por los condicionantes de la pandemia- que fue una verdadera
delicia. Situados en el escenario del teatro de la Avenida Unter den Linden se
hallaban los dos pianos y los atriles de los otros instrumentos, y, detrás de ellos,
una plataforma para que una bailarina (¡extraordinaria Polina Semionova!) danzase
El cisne, inspirada por el extraordinario vuelo de Sennu Laine, una
cellista que me ya había admirado en el solo del Andante del Segundo
Concierto de Brahms dirigido por Dudamel.
El actor Jan Josef Liefers leyó en alemán con mucha
intención, desde un proscenio, los (breves) textos escritos por Loriot
(presentes, por cierto, en la grabación de Karl Böhm). Barenboim dirigía al
grupo y tocaba uno de los pianos; el otro estaba al cargo del jovencísimo
director de fulgurante carrera Thomas Guggeis, kapellmeister de la Ópera
de Stuttgart. La labor de ambos fue excelente, y particularmente memorable en Pianistas,
que tocaron al principio inseguros a más no poder y equivocándose estrepitosamente,
para irse enmendado poco a poco (¡hay grabaciones en que tocan las escalas
correctamente! ¿Dónde está la gracia? ¿Por qué serían incluidos entonces entre
los animales?).
Todos los músicos pertenecen a la Staatskapelle Berlin: los
violinistas Yuki Manuela Janke (concertino) y Knut Zimmermann (primer atril de
los segundos), el viola Felix Schwartz y el citado cello Laine, el contrabajo
Christoph Anacker (irreprochable en El elefante), la flautista Claudia
Stein (magistral en Pajarera), el clarinete Matthias Glander (otro tanto
el El cuco) y Dominic Oelze tocando el xilófono y el glockenspiel. Solo
un momentáneo desajuste en la pieza final fue un borroncito dentro de una
versión magnífica de Carnaval, equiparable a las mejores de la discografía:
1955 EMI Geza Anda, Béla
Siki/OPhilharmonia/Markevitch
1967 EMI Ciccolini,
Weissenberg/Debost, Robert Cordier (cello), Jacques Cazauran/
OConservatorioParís/Prêtre
1975 DG Alfons & Aloys Kontarsky/Wolfgang
Herzer/OFilViena/Böhm
1978 EMI Beroff,
J.P.Collard/SolistasOdeParís/Trío de Cuerdas Francés
1979 Sony Entremont, Gaby
Casadesus/Marion, Arrignon, Caussé, Ma, Solistas
1981 Philips Joseph Villa, Patricia Prattis Jennings/Anne
Martindale Williams (cello)/
OSinfPittsburgh/Previn
1982 Decca Rogé, Ortiz/Christopher Van Kampen/London
Sinfonietta/Dutoit
1984 EMI K.&M.Labèque/SolistasOFilIsrael/Mehta
1984 EMI K.&M.Labèque/SolistasOFilIsrael/Mehta
1988 Philips Argerich, Freire/Kremer,
Keulen/T.Zimmermann/Maisky/Solistas
1992 Erato Postnikova,
Heisser/Alain Meunier (cello)/Solistas/Rozhdestvensky
2017 Warner Argerich, Pappano/SolistasOAcademiaSantaCeciliaRoma/Pappano
*2019 Naxos OBritten-Pears/Marin Alsop
Las 14 piezas de Carnaval
de los animales: 1. Introducción y marcha real del león. 2. Gallinas y
gallos. 3. Asnos salvajes. 4. Tortugas. 5. El elefante. 6. Canguros. 7. Acuario.
8. Personajes de largas orejas. 9. El cucú en el fondo del bosque. 10. Pajarera.
11. Pianistas. 12. Fósiles. 13. El cisne. 14. Final.
Hace tres o cuatro años Barenboim hizo en Buenos Aires el Carnaval de los animales con la Argerich y con los Luthiers!: he visto algún cachico en You Tube. Es una lástima que eso no se haya difundido entero: ¡era una juerga de cuidado, con instrumentos totalmente surrealistas!. MANU1964
ResponderEliminarMe parece curioso que en esta ocasión no haya puesto calificaciones a las grabaciones ¿Cuál sería la que más recomendaría? Y yo no sé si sería mi obra predilecta de Saint-Saëns, pero sí sé que es de mis favoritas desde que la conocí, como buen niño, a mis 7 añitos. Saludos.
ResponderEliminarMi contestación desapareció misteriosamente. La repito: todas me parecen buenas, si bien la de Böhm es un poco sosa. Creo que las más recomendables serían la de Mehta (con Itzhak Perlman de estupendo narrador), la de Rozhdestvensky y la de Pappano. Las tres suenan fenomenal.
EliminarYa van unos cuantos pianistas importantes que se creen que por serlo pueden también dirigir. Por supuesto que hay unos pocos -y violinistas y cellistas, y hasta cantantes- que lo han hecho muy bien. Pero ahí tenemos los casos de Geza Anda, de Murray Perahia o de Maurizio Pollini, o del violinsta Joshua Bell, que han fracasado batuta en mano.
ResponderEliminarAyer escuché en Radio Clásica el Idilio de Sigfrido de Wagner dirigido por Glenn Gould (su primera y última grabación: esto último no me extraña nada). ¡Qué incompetencia! Con un tempo exageradamente lento (23'39"), el discurso se venía abajo, no se sostenía. No, no es fácil dirigir aunque se sea un gran instrumentista. ¡Zapatero, a tus zapatos!
Sí, yo también escuché ese idilio de Sigfrido, no recuerdo ya en qué programa, y no me gustó nada de nada...
ResponderEliminarnb: si la madrugada del domingo al lunes escuchaste, a la una, el programa de bandas sonoras, el presentador iba cargado...qué falta de profesionalidad, ya es lo último...
No escuché ese programa de bandas sonoras; lo que dices es el colmo.
EliminarEl Idilio de Sigfrido lo dieron en Música a la carta: ¡ya pudieron escoger otra versión! En mi opinión, en general en Radio Clásica y en particular en ese programa de peticiones, las grabaciones las escogen a voleo, y no sé si a veces parecen buscar una especialmente mala. No es la mejor forma de educar el gusto de los oyentes.
Radio clasica quedo hace ya años como una emisora con el fin de entretener, no de formar, es una emisora más, ,lejos de lo que era hace 20,o 30 años..Un saludo..
ResponderEliminarSí, es una pena. Podría ser un instrumento muy valioso para crear afición a la buena música y fomentarla.
EliminarLas memorias de Glenn Gould se titulan algo así como "No soy, en absoluto, un excéntrico". Pues bien, he escuchado en Música a la carta de Radio Clásica una música que conocía bien, pero me costaba reconocer: he tardado minutos en darme cuenta de que era el 2º movimiento de la Sinfonía Pastoral en la transcripción de Liszt. No era culpa de la música que me costase reconocerla, sino del pianista, que la tocaba con una lentitud no ya "excéntrica", sino demencial, totalmente enloquecida: la música se caía a trozos, perdías el hilo... He mirado en internet y comprobado que este Andante molto mosso (Andante muy movido) le dura la friolera de 20'51". Un disparate en toda regla.
EliminarCon la excepción, claro, de Celibidache (16'14") no conozco a un solo director cuya duración alcance los 15'. Por supuesto, la versión pianística a que me refería era de Glenn Gould, de 1968.
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