lunes, 7 de agosto de 2023

La Quinta y última Sonata para violonchelo y piano de Beethoven

 

Ludwig van Beethoven: Sonata para violonchelo y piano No. 5 en Re mayor, op. 102/2 (1815) (I. Allegro con brio. II. Adagio con molto sentimento d’affetto – attacca: III. Allegro – Allegro fugato)

Las cinco de Beethoven son las primeras sonatas para violonchelo y piano trascendentales de la historia de la música, y como precedente cercano sólo destaca Luigi Boccherini, autor de varias sonatas para esa combinación, entre ellas las redescubiertas en 1987. Aun así, estas obras son en buena medida deudoras de las antiguas sonatas para cello y continuo, entre las que destacan las seis de Vivaldi publicadas en 1740 (las tres de J. S. Bach son para clave y viola da gamba, no cello); es decir, que el continuo de las de Boccherini aún puede estar encomendado a algún instrumento además del clavecín. Las de Beethoven serían, así, las primeras sonatas propiamente “modernas”, a dúo en igualdad de condiciones de ambos instrumentos; combinación tímbrica de difícil equilibrio y ensamblaje que, sin embargo, daría lugar a sobresalientes composiciones de Mendelssohn, Chopin, Brahms, Grieg, Strauss, Debussy, Rachmaninov, Hindemith, Honegger, Kodály, Prokofiev, Shostakovich, Britten y tantos otros.

Las cinco sonatas de Beethoven (a las que hay que sumar los tres ciclos de variaciones) se ubican cómodamente en los tres conocidos períodos creativos de su autor: las dos primeras, op. 5 (de 1796) en el primero, la tercera, op. 69 (de 1807-08), en el segundo, y las dos últimas, op. 102 (de 1815), en el tercero. A éstas sólo seguirían, en el campo camerístico, los colosales últimos cuartetos (opp. 127, 130/133, 131, 132 y 135), cima absoluta de la creación beethoveniana. Compuesta a la vez que su “hermana” op. 102/1 en Do mayor, en julio y agosto de 1815, la Sonata en Re mayor es apreciablemente más extensa, si bien algo menos que la op. 69, con la que comparte la mayor popularidad entre las de su autor.

La estructura de las sonatas para violonchelo beethovenianas es singular en cuatro de ellas: las dos primeras constan de un largo primer movimiento dividido en una amplia sección lenta (más que una mera introducción) y otra rápida, y de un segundo en forma de rondó. Y la penúltima consta igualmente de dos movimientos, ahora divididos cada uno en una parte lenta seguida de otra rápida. La op. 69 contiene tres: 1º rápido, 2º scherzo y 3º rápido, pero precedido éste de una introducción lenta. Sólo la Sonata op. 102/2 sigue el esquema “clásico” en tres movimientos: rápido-lento-rápido.

El “Allegro con brio” inicial, con pasajes de “indomable energía y rápida alternancia de sentimientos contradictorios” (Karl Schumann), llama la atención por la concisión de su apretado desarrollo, que para algunos anuncia a Brahms.

El segundo, con la inequívoca indicación “Adagio con molto sentimento d’affetto”, es un dilatado lied en forma libre, de carácter íntimo y doloroso, cuya severidad inicial (en Re menor) va dejando paso a una mayor dulzura, serenidad y nobleza (en Re mayor), para recaer en intensa tristeza al volver al modo menor. Aunque claramente emparentado con el “Largo assai ed espressivo” del Trío op. 70/1 “Espectro”, sobre todo al comienzo, por su ambiente doliente y misterioso, es sin embargo un inequívoco exponente de la “viril ternura” del Beethoven de última época.

Mediante la anotación attacca se encadena al tercer movimiento, “Allegro – Allegro fugato”, que contiene la primera de las peculiares fugas, “imponentes, dramáticas y sin concesiones”, a las que el último Beethoven fue tan afecto, que solían desconcertar en su tiempo y que hoy suelen parecernos en extremo originales, interesantes sobre todo por aparecer en una forma no cerrada, nada canónica, con una libertad nunca antes conocida. El tema de la misma se deriva, por cierto, de la melodía central del “Adagio” y de su ulterior transformación en el mismo tiempo; expuesto por el piano al comienzo del “Allegro” y repetido por el cello, a continuación es abordado como motor de esta atípica sección contrapuntística. “El conflicto no puede producirse sin colisiones, sin traumas violentos, pues las relaciones armónicas no siempre encuentran fácil acomodo entre los intervalos del desarrollo contrapuntístico; esta escritura ‘rigurosa’ se convierte así en música eminentemente ‘dramática’” (Pierre Boulez). Este “Allegro fugato” se anticipa en varios aspectos al movimiento final, más desarrollado, de la gigantesca Sonata para piano No. 29 “Hammerklavier”. Y es igualmente casi inejecutable, de lo que fueron acusadas ambas obras en vida de Beethoven.

Las dos Sonatas op. 102 están dedicadas a la condesa Marie Erdödy (“née Comtesse Niozky”), confidente de esos años a la que Beethoven llamó en alguna ocasión “su confesor”, que ayudó al compositor incluso en triviales asuntos hogareños y con alguna aportación monetaria. Joseph Linke, cellista del famoso Cuarteto Schuppanzigh y profesor de los hijos de la condesa, se encargó de estrenar estas dos postreras Sonatas de Beethoven. 

 

DISCOGRAFÍA

 

1939 EMI         Casals/Horszowski                    7’21+09’26+4’55          8/4

1948 EMI         Fournier/Schnabel                     6’05+10’03+4’18          7/3

1953 Sony        Casals/Rudolf Serkin                7’31+09’35+4’21          9/5

195? Sony        Piatigorsky/R.Berkowicz           4’31+07’25+3’58          6/5

195? Sony        L.Rose/Horszowski                  6’43+08’09+4’09          7/6

1959 Philips     Casals/Horszowski                    7’51+11’22+5’23          8,5/7

1960 DG          Fournier/Gulda                         6’30+09’15+4’24          8/6

1960 Erato        Starker/György Sebök               6’55+11’08+4’16          7/6

1963 Philips     Rostropovich/S.Richter             6’20+07’30+4’03          7/6

1965 Vanguard  Antonio Janigro/J.Demus          7’05+09’05+4’41          7/7

1966 EMI         Du Pré/Kovacevich                   6’39+10’50+3’54          8,5/7

1966 DG          Fournier/Kempff                       6’38+08’49+4’40          7,5/6

1970 EMI         Du Pré/Barenboim                    6’53+11’15+4’17          10/7,5

1972 EMI         Tortelier/Eric Heidsieck             6’21+08’02+4’15          7,5/8

1987 Decca      Harrell/Ashkenazy                    6’33+09’42+4’11          8,5/8,5

1994 DG          Maisky/Argerich                       6’33+07’29+4’50          7/8,5

2004 Philips     Adrian & Alfred Brendel           6’41+09’14+4’34          7,5/9

2004 ECM        Miklós Perényi/A.Schiff           6’01+06’34+4’41          5/8

2011 Hänssler   D.Geringas/Ian Fountain           6’19+08’32+4’08          7/8

2014 HM          J.G.Queyras/A.Melnikov           6’23+07’31+4’37          7,5/9,5

2016 Erato        G.Capuçon/Frank Braley          6’26+07’29+4’50          7,5/8

2016 Solé         Gutiérrez Arenas/C.Park           6’53+10’50+4’46          8/9

2021 Sony        Yo-Yo Ma/Emanuel Ax             6’56+09’38+4’47          9/9

2022 Decca      Sung Who Yang/E.Pace             6’43+08’40+4’36          8,5/9,5

2022 Pentatone   Weilerstein/Inon Barnatan       6’53+09’24+4’34          9/9,5

195?  Sony       L.Rose/Horszowski                  6’43+08’09+4’09          7/6

2004 Naxos      M.Kliegel/Nina Tichman           6’10+08’00+4’22          8/8

2020 Alpha       N.Alstaedt/A.Lonquich             6’40+09’18+5’03          7,5/8,5

 

 

6 comentarios:

  1. Ahora que veo la calificación que ha puesto a Du Pré, ¿le conoce tropiezos serios en su excelsa y corta carrera?

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    1. Creo que no; las grabaciones más juveniles no son aún excelsas; después, a partir de los 20 años o así, prácticamente todo lo que hizo fue sensacional. Eso sí, alguna de las últimas tomas, declarada ya su enfermedad, denotan ciertas limitaciones "de dedos", no así de la cabeza.

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  2. En las primeras dos sonatas op. 5 para piano y violonchelo de Beethoven no se debe pasar por alto la influencia de los hermanos Duport ( Jean Pierre y Jean Louis). Los Duport cellistas y compositores fueron fundamentales en el desarrollo de las posibilidades técnicas y expresivas del instrumento en la segunda mitad del siglo XVIII. Su influencia sobre otros músicos como Haydn, Mozart en los cuartetos de cuerda y Beethoven en su op.5 situaron al cello en un lugar de privilegiado virtuosismo hasta entonces desconocido. Precisamente las dos sonatas op.5 fueron estrenadas en la corte de Prusia en 1796 con los Duport en el cello y el propio Beethoven en el fortepiano. Las composiciones de los Duport, especialmente los Estudios, son piezas ineludibles para cualquier violonchelista que se precie.

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  3. Por que le gusta tan poco la version de richter y rostropovich? Yo conoci estas obras en esa version y siempre me encantó. Es mas no he escuchado verdaderamente bien ninguna otra. Tendre que escuchar la de du pre y barenboim. Gracias

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    1. De esos dos "monstruos" interpretativos yo me esperaba mucho más. Pero son bastante nerviosos, les falta poso. El maravilloso "Adagio ¡con molto sentimento d'affetto!" se lo meriendan sin apenas ahondar en él. Para colmo, Richter me "suena" aquí poco beethoveniano. Pero la mayoría de los melómanos, a la vista de esos dos nombres, se las compran pensando que son las mejores. Y tampoco están muy bien grabadas...

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