viernes, 4 de octubre de 2024

Igor Levit y Thielemann graban los dos Conciertos de Brahms

 

La publicación se completa con los Opp. 116-119

Del Brahms de Christian Thielemann ya sabíamos algo, y no siempre muy bueno: un Requiem alemán destacado, un ciclo de Sinfonías desigual y en conjunto decepcionante -hablamos de que algunos críticos lo tienen por el más directo sucesor de Furtwängler (¡!) ¡y de Karajan al mismo tiempo!-, un Primer Concierto con Pollini bastante flojo y uno de violín -con Batiashvili- desastroso. Ahora estos dos Conciertos, con la Filarmónica de Viena (Sony), dan abundantes paletadas de cal y no menos de arena.

Recuerdo aquí las que para mí son las versiones grabadas más importantes:

Concierto 1

1961 EMI       Arrau/OPhilharmonia/Giulini                       23’30+15’06+12’55  

1968 EMI       Barenboim/ONewPhilharmonia/Barbirolli   23’32+15’44+12’50

1972 DG         Gilels/OFilBerlín/Jochum                             24’15+14’49+12’39

1984 DG         Zimerman/OFilViena/Bernstein                   24’35+16’28+13’00

*1990 EuroA  Barenboim/OFilMúnich/Celibidache            24’19+14’24+12’42

*2004 EuroA  Barenboim/OFilBerlín/Rattle                        23’33+14’57+12’31

2013 DG         Grimaud/OSinfRadioBávara/Nelsons          23’51+14’23+11’55

2015 DG         Barenboim/StaatskapelleBerlin/Dudamel    23’24+14’25+12’53

 

2024 Sony       Igor Levit/OFilViena/Thielemann                 21’52+13’47+12’05

 

Concierto 2

1968 EMI       Barenboim/ONewPhilharmonia/Barbirolli   19’27+9’24+13’01+9’27

1972 DG         Gilels/OFilBerlín/Jochum                             18’22+9’31+14’04+9’47

1977 CSO       Barenboim/OSinfChicago/Giulini                18’17+9’14+12’59+9’38

1984 DG         Zimerman/OFilViena/Bernstein                   18’14+9’15+14’30+9’02

*1990 EuroA  Barenboim/OFilMúnich/Celibidache            19’31+9’43+12’18+9’57

2013 DG         Grimaud/OFilViena/Nelsons                        18’52+9’31+12’02+9’32

2015 DG         Barenboim/StaatskapelleBerlin/Dudamel    18’41+9’46+12’31+9’33

 

2024 Sony       Igor Levit/OFilViena/Thielemann                 16’54+9’25+12’42+8’56

 

El Primer Concierto es bastante más movidito, sobre todo en el primer movimiento (Maestoso), que cualquiera de los “grandes”. El final del primer tutti introductorio -en el que no siempre se perciben bien todas las voces orquestales- justo antes de la entrada del piano, suena aquí casi jubiloso, lo cual es sumamente extraño y, creo, inadecuado. A la entrada del piano le falta aplomo, introspección, en un fraseo un poco lineal. Luego se dan momentos muy buenos, también en el piano, aun sin llegar a la plena excelencia. Mejor el Adagio, también un poco apresurado, si bien en la agitada sección central hay un cierto emborronamiento en la ejecución del solista. Y el Allegro non troppo final -música más distendida, por supuesto- se bordea ocasionalmente la frivolidad. La pequeña fuga orquestal no me suena, ni mucho menos, a Brahms, y la coda resulta un poco precipitada. También este movimiento es en conjunto algo más rápido de lo habitual y conveniente.

Lo peor del álbum -junto a las piezas Op. 116/1 y 7, 117/3 o 119/2- me ha parecido el primer movimiento del Segundo Concierto, sobre todo por el solista: desde el comienzo mismo se resta tensión a este episodio, que la atesora en grado sumo. El apresuramiento, el pasar de largo por frases cargadas de significado, e incluso el entregarse a un virtuosismo vacuo descafeinan en alto grado esta página magnífica, que en ocasiones suena no ya distendida sino hasta un tanto lúdica. También el Allegro appassionato, pieza de altísima tensión, la ve bastante rebajada. Estoy completamente de acuerdo con el ilustre musicógrafo que afirmaba que este segundo movimiento es una auténtica “danza macabra”, negra, negra, no como la divertida de Saint-Saëns. Sin embargo, no tengo el menor reproche que hacerle al Andante – Più adagio, con un admirable violonchelo solista (anónimo). El Allegretto grazioso conclusivo también bordea en algunos instantes lo banal.

En las maravillosas Piezas para piano de última época (Opp. 116-119) también encuentro considerables altibajos: de las espléndidas Op. 116/4 y 117/1 a las decepcionantes citadas más arriba. En los discos con estas páginas es normal que haya ciertas desigualdades en un mismo pianista (Katchen, Gilels, Lupu, Biret, Achúcarro, Colom, Leonskaja…; Kissin en la Op. 116 y Volodos en la 118 son de diez), pero creo que en este caso estos altibajos se acentúan. En general, Levit no “suena” muy específicamente a Brahms, ese compositor de sonido tan característico. Un detalle un tanto extraño: entre las dos primeras piezas de la Op. 119 se ha insertado el conocido Vals 15 de la Op. 39. Ahí queda muy raro, para mi gusto.

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