De Haydn a Copland: Mozart, Schubert, Chopin, Schumann,
Mussorgsky, Debussy y Bartók
Decca ha rescatado tomas inéditas de estudio o en público de entre 1970
y 2002 del gran pianista rumano (1945-2022) y las ha agrupado en un álbum de 6
CDs. De este álbum diré de entrada que hay bastantes interpretaciones que no
comprendo cómo no habían sido publicadas antes, algunas más que me parecen notables,
e incluso unas pocas que -creo- no añaden gloria a su legado. Es posible que
algunas de las tomas fuesen en su día descartadas por no ser muy satisfactorias
desde el punto de vista técnico -y no solo las hechas en público.
Haré un rápido y sucinto recorrido por ellas: las dos Sonatas de Haydn
(Hob. XVI: 20 y 37) no pasan del notable, mientras que el
maravilloso Andante con variaciones en Fa menor (de 1988, como las
Sonatas) es muy desigual, con alguna variación muy decepcionante, casi
chapucera (¡!).
Más suerte tuvo Mozart: espléndidos los dos Cuartetos con piano (K
478 y 493), sobre todo este último, con miembros del Cuarteto de Tel
Aviv. Muy correcta la Sonata K 545 “Facile” (1970) y francamente bien el
Concierto 18, K 456 (1980), con la Orquesta Sinfónica SWR dirigida con
corrección por Kazimierd Kord.
Me esperaba algo más, aunque no ha llegado a defraudarme, la inacabada Sonata
D 840 “Reliquia” de Schubert (solo los dos primeros movimientos) y
apreciablemente mejor la D 850 (ambas de 1992), aunque dista del
altísimo nivel de su D 845. Si no me equivoco, Lupu no grabó nada de Chopin.
Pues bien, una de arena (Scherzo nº 1, muy emborronado) y dos de cal:
los dos Nocturnos op. 27 (1970). Espléndidos los tres Schumann: Sonata
nº 1 (1973), Carnaval de Viena (1983) y Estudios sinfónicos
(1991): no comprendo cómo los dejaron dormir en un cajón, lo mismo que a unos
singulares y magistrales Cuadros de una exposición (1984) de Mussorgsky,
particularmente introspectivos.
Absolutamente extraordinarios Al aire libre (1971) de Béla
Bartók y la casi desconocida pero soberbia Sonata de Aaron
Copland (1972), e irreprochable D’un cahier d’esquisses (2002), creo
que su único Debussy (aparte de una soberbia Sonata para violín
con Kyung-Wha Chung).
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Viendo y escuchando la Novena Sinfonía de Beethoven por Muti (con los fabulosos conjuntos de Chicago y un espléndido cuarteto vocal) el año 2014, que me señaló (¡gracias!) Julio César Celedón -una interpretación de magistral madurez- he pensado: quienes solo hayan escuchado alguna o algunas de las recientes grabaciones “historicistas” de esta obra genial no tienen ni idea de la grandeza, la espiritualidad, la elevación y la profundidad humanísima que puede transmitir la música de Beethoven. Una interpretación devota puede hacer aflorar estas cualidades, y una descuidada, fanática de la letra y poco más, puede hundirla en la miseria.
También ha sacado un "lost tapes", parece que están de moda, DG de algunas sonatas de Beethoven por Richter. Y el sello Devialet sacó hace unos años un pack de grabaciones en directo de Gilels, Arrau y algún otro de los grandes.
ResponderEliminarhttps://pqpbach.ars.blog.br/wp-content/uploads/2025/12/hospitals-medicine-doctors-patients-health_care-medical-CC32686_low.jpg Chiste sobre el uso de instrumentos originales.
ResponderEliminarAunque todavía sólo he podido escuchar una parte del álbum de Lupu, sí que he tenido la fortuna de elegir algunas de las piezas que más te han convencido, como son los Cuadros de Mussorgsky, los Nocturnos de Chopin y los Estudios sinfónicos de Schumann. Todo me ha parecido excelente. En cuanto a por qué Decca publica ahora estas grabaciones y no antes, me da la impresión de que varias de ellas son radiofónicas y sólo recientemente se han licenciado a la compañía. Y las que grabó la propia Decca, vete a saber. A veces no se editaban cosas porque les faltaban acoplamientos, otras por falta de aprobación del artista, cuyo nivel de exigencia en ocasiones es sorprendente... ¿Recuerdas que la Petrushka de Klemperer no se llegó a publicar en su día porque el director no daba su conformidad? (¡!)
ResponderEliminarEstas cajas de documentos no publicados, en efecto, se están volviendo muy habituales. Al final, conseguir sacar nuevos artistas siempre es más complicado que recuperar las grabaciones perdidas de intérpretes de prestigio, como Richter y en este caso Lupu. Esa sensación que dices sobre la calidad variable de esas interpretaciones es muy habitual. Al final, es complicado que ese tipo de recuperaciones tenga un nivel regular. Igual que las recuperaciones de repertorio musical del pasado, por otra parte.
ResponderEliminarEn cuanto a las observaciones sobre el Beethoven de Muti, puedo compartirlas en buena medida, pero como suele ser habitual, ejerzo de abogado del diablo. Porque a esa observación que dices los historicistas responderán que al Beethoven tradicional le puede faltar energía, drama…, y le puede sobrar algo de pesadez (mi primer ciclo de sinfonías de Beethoven fue el digital de Karajan; yo mismo tardé bastante en darme cuenta de lo que me estaba perdiendo en otras visiones “tradicionales”). La tan traída y llevada “influencia wagneriana”. Claro, es más difícil defender su postura en momentos como el Adagio de la Novena Sinfonía, pero a su vez otros momentos, como la Marcha fúnebre de la Heroica, pueden adquirir un aire ceremonial / militar que cuenta bastante sobre el origen de ese movimiento. Y que los metales y las maderas sean más incisivos en el Finale de la Quinta también puede añadir mordiente al conjunto… En fin, no se trata de ser un oyente “veleta”, (es decir, no tener claro los gustos interpretativos), sino saber qué puede aportar cada visión de la obra de Beethoven.