Otra imponente sesión operística recuperada
Daniel Barenboim dirigió en los Proms londinenses de 2013 El anillo del nibelungo completo, en cuatro sesiones, naturalmente, y esta vez con la Staatskapelle Berlin y el Coro del Covent Garden.
El elenco de la última jornada (el 28 de julio) -la única de la que, de momento, tengo constancia- fue tan extraordinario como el que sigue:
Las Nornas: Margarita
Nekrasova, Waltraud Meier, Anna Samuil
Brunilda: Nina Stemme
Sigfrido: Andreas Schager
Hagen: Mikhail Petrenko
Gunther: Gerd Grochowski
Gutrune: Anna Samuil
Waltraute: Waltraud Meier
Alberich: Johannes Martin
Kränzle
Las Hijas del Rin: Aga Mikolaj, Maria Gortsevskaya, Anna Lapkovskaya
Con un sonido bastante apreciable, la interpretación (en versión de concierto, por supuesto) transcurrió en silencio expectante y culminó en cada acto con tremendo éxito, con abrumador entusiasmo. No fue para menos. La batuta dio de sí todo lo -muchísimo- esperado, y, de hallarse en condiciones de sonido comparables a los blu-rays de Bayreuth y La Scala, esta sería en mi opinión su versión del Ocaso más puntera, por varias razones de bastante peso: en primer lugar la actuación memorable de la que para algunos ha sido durante al menos esos años “la mejor orquesta wagneriana del mundo” (pese a que algún beckmesser de turno señale con la tiza en la pizarra un ostentoso fallo en una trompa y, después, en una trompeta). Formidable el Coro del primer coliseo londinense. Por lo que respecta a Barenboim, no deja de asombrar un instante su conocimiento, su control, su fuego, su sentido dramático y trágico… ¡absolutamente sensacional! Desde Solti no se había escuchado nada parecido.
Y en segundo y tercer lugar: la Brunilda soñada y el Sigfrido soñado. Una y otro tuvieron una velada memorable, de musicalidad, de entrega, de expresividad, de canto magistral… poseyendo ambos unas voces ideales para sus papeles. Quizá lo más asombroso fue que no mostraron cansancio, que no se reservaron lo más mínimo en ningún momento. Si la soprano sueca ya era para ese momento bien conocida (y yo ya había escrito que es mi Brunilda favorita de toda la era discográfica), el tenor austríaco fue entonces una sorpresa monumental: en una parte tan dura y agotadora (o más) que la de Brunilda, Schager deslumbró de principio a fin a los asistentes, a la crítica y, hoy, a quienes hemos podido escucharle en esa actuación. Hacía mucho tiempo que no se conocía una voz tan extraordinaria para Sigfrido, acompañada de todas las cualidades requeridas (el otro Sigfrido de aquellos años, Lance Ryan, no le llega a la suela del zapato).
Mikhail Petrenko mostró
una voz tronante… que había perdido (¿?) algo de color de bajo; aun así, mete
miedo. Gerd Grochowsky siempre me ha gustado mucho; aquí la voz le sonó
algo más tremolante que de costumbre. Johannes Martin Kränzle ha sido y es mi
Alberich predilecto: magnífico y creíble intérprete sin recurrir a
exageraciones trasnochadas. Más que bien (creo que un poquito mejor que en La
Scala) Anna Samuil como Gutrune y terera Norna, y ya no en su mayor esplendor vocal pero sabiéndoselas
todas la Meier como Waltraute y segunda Norna. Tanto las Nornas como las Hijas del Rin
(estas las mismas que en Milán) fueron de auténtico lujo. ¡Esta versión no está
publicada, mientras hay tantas otras tan innecesarias y fallidas…!
Barenboim no está nada bien de salud. Me temo que ya no hará nada más. Me gustaría que fueran publicado conciertos en vivo de los últimos años. Este Anillo tardío, y otros conciertos (sobre todo los de la Filarmónica de Viena). No sé a qué esperan. Los últimos 10 años han sido apabullantes, lo mejor de lo mejor de un enorme artista, pero se ha publicado poco.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Maravillas como la Novena de Schubert o la Cuarta de Brahms últimas no deberían olvidarse.
EliminarAprovecho que se menciona a Barenboim para citar que he escuchado su disco Tchaikosky de obras "menores". Realmente lo que hace en Romeo y Julieta es increible y casi lo mismo en Francesca. Pero lo que mas me ha "asombrado" es lo que logra en el Capricho Italiano porque no debe de ser fácil interpretar esa obra de esa manera tan convincente. O sacar mas cosas en la 1812. Un disco para regalar a jovencitos, y jovencitas, para iniciarse en la clásica.
ResponderEliminarYo tuve el privilegio de poder asistir a las cuatro representaciones que conformaron aquel ciclo completo del Anillo. Puedo confirmar que, en fecto, aquellos días se percibió en el royal Albert Hall una concentración inusual, completamente a la altura de lo que se estaba escuchando. Dos años después, tuve locasión de hablar con Tom Service, el presentador que se hizo cargo de las retransmisiones de la BBC, y todavía recordábamos el silencio que se produjo al final de este Ocaso. Y también recuerdo la monumental sorpresa de escuchar a Schager, que entonces era en efecto un perfecto desconocido. (Creo recordar que Lance Ryan fue Siegfried en el Sigfrido, y puedo asegurar que la diferencia fue notable…).
ResponderEliminarEn aquel Anillo, se reunió en Londres lo mejor del canto wagneriano de la época y, por lo que a mí respecta, se escuchó la mejor dirección del Anillo que se haya ofrecido desde Knappertsbusch. Sobre todo la dirección del Sigfrido fue una revelación. Y si este Anillo saliera en discos, sólo ese Siegfried tan mediocre ya mencionado en Sigfrido impediría que se convirtiera esa serie en el Anillo de referencia. Fue toda una experiencia.
https://www.youtube.com/watch?v=BeTWkSmbAG4
ResponderEliminarAquí tienen el final de ese Anillo y un emotivo speech de Barenboim
Yo tambien estuve alli, fue extraordinario, rara vez he escuchado un publico tan concentrado. A pesar de que muchos estuvieron mas de 5 horas de pie! Se ha publicado en disco? Gracias
ResponderEliminar¡Qué suerte! Pero no, no se ha publicado en disco.
EliminarEsa es la lástima. Considerando el nivel tan extraordinario de aquel ciclo del Anillo y el nivel de las novedades wagnerianas que se presentaron aquel año, (ese Anillo de Thielemann en Viena, desde luego muy por debajo de lo que había hecho en Bayreuth años antes), fue ciertamente una oportunidad perdida… ¡Ojalá la BBC tuviera los derechos para sacarlo!
ResponderEliminarÁngel suele decir que, a su juicio, el Anillo de Barenboim en Bayreuth es la mejor alternativa moderna del ciclo, si dejamos de lado el Anillo de Solti. Yo, sin embargo, creo que no hay ningún Anillo posterior a Solti que alcance ese nivel ni por reparto en conjunto, ni por dirección. Barenboim hizo una muy buena labor en su Anillo de Bayreuth, pero nada comparado con lo que aportó entonces a su Tristán, por ejemplo. Y del reparto se puede decir algo parecido. Claro, que todo eso cambiaría si alguna vez saliese publicado este Anillo de los Proms… ¡Música-ficción, me temo!
Y que pensáis del anillo boulez chereau, música y escena?
ResponderEliminarDesde el punto de vista escénico, me parece una aportación trascendental. A la vista de las mamarrachadas que se ven ahora, la propuesta de Chéreau se ve sensata y coherente pese a su audacia. Pero para mí, musicalmente, deja bastante que desear, tanto por la batuta como por buena parte de los cantantes.
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