Un decepcionante Concierto de Mendelssohn
Ayer domingo 13 ofreció
la 2 de TVE en su espacio Concierto (a las 8,30 h. de la mañana) una actuación
de la violinista granadina María Dueñas (n. 2002), el pasado mes de marzo, con
el Concierto en Mi menor de Mendelssohn. La labor de Christoph
König al frente de la Orquesta Sinfónica de Radio-Televisión Española me pareció muy
meritoria, incluso tratando de frenar -no siempre con éxito- el atropellado tempo
del tema inicial del finale, que la violinista atacó a una velocidad bastante
insensata. Pero… volvamos a la solista. Su grabación del Concierto de Beethoven
(DG 2023) me gustó mucho, aun con alguna reserva, y algo parecido escribí aquí
hace poco sobre sus 24 Caprichos (DG 2025) de Paganini, con caprichitos aquí y allá. Dueñas posee un sonido admirable, un
mecanismo prácticamente consumado, incluyendo una perfecta afinación, y es
capaz de deleitar con una musicalidad de primer orden. Pero, ¿todo son
virtudes? Me temo que no.
En Mendelssohn -lo que
menos me ha gustado de cuanto le he escuchado- usó y abusó del vibrato y
de portamentos: sonó bastante más sentimental de la cuenta, recordándome a (grandes) violinistas del
pasado; de un pasado trasnochado, quiero decir.
Por eso quisiera insistir
en lo que apunté aquí el 28 de febrero: “Una reflexión personal: Dueñas posee
una técnica excepcional y un gran talento… en bruto. Para llegar a ser una
artista de primerísimo orden, lúcida y equilibrada, necesitaría de algún músico
de gran solidez (pianista, director…) que la encaminara”.
Algún que otro lector se
quejó de que pusiese pegas a la joven violinista, mientras que algún otro me
dio la razón. Insistí: “La línea que separa las aportaciones personales en el
fraseo en una interpretación -que consideramos positivas- de la arbitrariedad y
la extravagancia -que tenemos por negativas- es a veces fina, y es cuestión muy
personal juzgarlas de un modo u otro. Pero también hay casos muy claros en los
que se distinguen unas de otras”.
Resumiendo: el potencial
de esta joven es, en mi opinión, formidable. Pero también creo que “tiene un
cierto peligro”. Sería una pena que esos caprichitos y una en ocasiones
inclinación hacia el sentimentalismo empañaran sus logros.
Tras el Concierto de Mendelssohn, como propinas tocó el Vals triste del húngaro Franz von Vecsey (1893-1935), también muy portamentado, hasta casi el empalago, y una pieza de un autor que no conocía: Applemania, del ruso Aleksei Igudesman (n. 1973), una bastante vacía demostración de virtuosismo desaforado.
El desbordante éxito con el que la premió el público no la
beneficia, en mi modesta opinión.
Creo que ya hemos visto como muchas jóvenes promesas se han "arruinado" por la gratificación inmediata, el aplauso rápido y el público o colegas de ejecución poco exigentes. Me huele a que iría bajo la línea de una Mutter cuando se empezó a soltar la rienda de Karajan, con la diferencia que Dueñas no ha tenido la fortuna de contar con mentoría de ese calibre en su inicio y, por ende, puede ir aún a peor... En fin, el tiempo dirá y ojalá evolucione a mejor en musicalidad, su aproximación a los autores y honestidad en sus ideales interpretativos.
ResponderEliminarEs que el Concierto para violín de Mendelssohn es una obra históricamente peligrosa desde ese punto de vista, y la formación de la que proviene María Dueñas no le favorece en absoluto, me temo.
ResponderEliminarY hablando de violinistas jóvenes, me he encontrado hace poco con una versión bastante interesante del Concierto para violín de Brahms, tocada por una intérprete llamada Liza Ferschtman. Creo que, como mínimo, te interesará escucharla.
Por último, hace unos meses hablábamos de que, según constatabas, hace algún tiempo que no es tan frecuente que los pianistas toquen los conciertos para teclado de Bach. Pues bien, a los que yo citaba en su momento, se les ha unido ahora Beatrice Rana…, aunque al parecer en este caso sin dirección.
Procuraré escuchar ese Concierto de Brahms.
EliminarY sí, he escuchado el disco de Conciertos de Bach con Beatrice Rana: me alegro de que sigan grabando con piano, y, además, estas interpretaciones disco me han gustado bastante.
Ferschtman me ha parecido una violinista muy considerable. Lástima que la batuta desmerezca mucho en la interpretación.
EliminarSí, ese era el problema de la interpretación del Concierto de Brahms con Ferschtman. Así como Dueñas en su concierto de Beethoven tenía a un Manfred Honeck, (cuyo Beethoven nos gustará especialmente o no, pero es un director realmente sólido y que no hace tonterías), en ese concierto de Brahms el director no está a la altura de los Szell, Klemperer, Furtwängler, Barenboim, Giulini…, incluso Reiner con Heifetz. ¡Es tan amplia la discografía de esa obra! Por eso centraba yo la atención en Ferschtman…, porque ella sí que está muy bien.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo.
EliminarHay muchos violinistas jóvenes más interesantes y prometedores que Dueñas, a la que le encuentro una tendencia similar a la Patricia K.
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