jueves, 16 de mayo de 2019

Una cierta decepción en los últimos discos de Nelsons para DG


Sigo pensando que Andris Nelsons es el mejor director de su generación. Pero ninguno de los dos álbumes dobles que recientemente ha publicado de él Deutsche Grammophon me han entusiasmado. Creo que la compañía del sello amarillo no está aprovechándolo en cuanto podría dar de sí, al hacerle grabar música de compositores que no son quizá aquellos en los que más destaca.

Shostakovich
Vamos por partes: el álbum Shostakovich recoge las Sinfonías 6ª (1939) y 7ª "Leningrado" (1941) más la suite para la música incidental de El rey Lear (1940) y la Obertura Festiva (1954). Grabadas en público con la Orquesta Sinfónica de Boston en su sede, con un sonido espléndido ya que no excepcional, creo que Nelsons quita un poco de hierro a la Sexta sin lograr disimular la vulgaridad (¡perdón!) del tercer movimiento. He comparado con la grabación de Bernstein para el mismo sello, con la Filarmónica de Viena, y Nelsons queda claramente en desventaja. Otro tanto le ocurre con la Séptima, en la que Bernstein (DG, Sinfónica de Chicago) sigue ostentando la primacía. La versión de Nelsons está muy muy bien, sin llegar a entusiasmar, salvo en el primer movimiento, ese gigantesco episodio que quizá trata en vano de aligerar con un tempo algo más rápido de la cuenta (27'21" frente a los 29' de Haitink o los 31'43" de Bernstein). Es, dicho sea de paso, una obra que me resulta muy fatigosa. En cuanto a los complementos, creo que están interpretados a pedir de boca, pero son música de segunda clase (o de tercera o cuarta, según se mida): la Obertura es bastante charanguera, y el genial, conmovedor, inconmensurable drama shakespeareno no lo atisbo por ninguna parte.

Bruckner y Wagner
El ciclo sinfónico bruckneriano que Nelsons está grabando con su Orquesta de Leipzig tiene un alto nivel, o tenía hasta ahora, porque la Novena que acaba de salir es tal vez un relativo pinchazo. Pero echando la vista atrás reconozco que ninguna de las sinfonías grabadas hasta ahora realmente me enamora, por así decirlo. Su seriedad, su honestidad, su musicalidad, conocimiento del estilo y su alta capacidad para ponerlas en sonidos con enorme competencia son indudables, pero hay algo que les impide hacerte vibrar con ellas. Escuchando esta Sexta creo que he dado con una de las razones, acaso la principal: dan la impresión de un cierto distanciamiento, de una lejanía digamos reverencial que no conviene a Bruckner: para llegar a lo más alto interpretándolo creo que hay que mostrar mayor entrega y calor, respirar y vibrar con su música. La Sexta, de tempi bastante lentos -muy lento el Adagio, y muy bello, antes que emotivo o conmovedor- es un caso bastante claro de esta forma de abordar esta música a la que acabo de referirme. Ahora bien, no hay que olvidar que las Sinfonías de Bruckner son de lo más difícil del repertorio, obras en las que muchos directores importantes parecen no penetrar. Y Nelsons está, desde luego, salvo quizá en esta Novena, por encima de la media.

Pero en los planteamientos de la Novena creo que Nelsons no ha acertado: a diferencia de la Sexta, es una versión algo rápida, adecuadamente trágica y dura, rebelde y angustiosa, pero estos estados de ánimo no contrastan debidamente con el consuelo, o al menos el anhelo de consuelo. Quien ha entendido esta Sinfonía como nadie, y ha sabido llevarla a sonidos de modo inalcanzado ha sido Giulini en su grabación con la Filarmónica de Viena, sin duda uno de los mejores discos de la historia. El trío del Scherzo lo lleva Nelsons demasiado rápido, y las tremendas tensiones del genial Adagio final no están muy convincentemente planificadas. La conclusión de la Sinfonía es  extrañamente neutra, inexpresiva; no ambivalente, sino como si no supiera a qué atenerse. Esta obra, acaso mi predilecta del género sinfónico, es particularmente comprometida para la batuta, dicho sea en descargo de Nelsons.

Como es norma en la serie, los discos se complementan con páginas orquestales de Wagner. En el primer disco se antepone el Idilio de Sigfrido en una muy bella versión, a la que yo le pondría un pero: la orquesta es demasiado nutrida; creo que esta preciosa página gana mucho con un conjunto más reducido. Y el segundo disco se abre con el Preludio del Acto I de Parsifal: versión impecable que tampoco arrastra. Este ciclo Bruckner/Wagner sigue teniendo un problema menor -la Orquesta no siempre está del todo a la altura de su fama- y otro más prosaico, pero no menor: las tomas de sonido son algo espesas y hasta cabezonas. ¿Cómo es posible en estos tiempos y en un sello tan prestigioso como el amarillo?

18 comentarios:

  1. Esta mañana en Música a la Carta de Radio Clásica una señora ha pedido "Aragón, qué famoso eres" (o algo así) dedicándoselo a su hija, que ha sacado el MIR en Zaragoza. Le estamos muy agradecidas a la Virgen del Pilar, ha afirmado. O sea, que su hija ha aprobado no por sus conocimientos, sino gracias a un enchufe. ¡Alucinante!. ¡Y no se ha dado cuenta de cómo ha dejado a su pobre hija!. Alucinante, sí señores. Juan González.

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  2. Hola, Ángel:

    A propósito del centenario de la Sinfónica de Cleveland el pasado año, con la consiguiente reedición de muchos de sus ya históricos registros, te pregunto: ¿qué consideración te merece Szell como (ocasional) bruckneriano? ¿Te parece una labor filológica importante, a semejanza de su labor con Beethoven?

    https://www.arkivmusic.com/classical/album.jsp?album_id=2272840

    Saludos cordiales.

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    1. De George Szell solo conozco dos Sinfonías de Bruckner, ambas con la Orquesta de Cleveland: una correcta Tercera y una muy buena Octava. No es un gran bagaje bruckneriano, no veo que haya hecho una gran aportación a ese compositor. Aunque grabó las 9 de Beethoven y los 5 Conciertos (con Gilels), siendo opinar que tampoco me parece uno de los grandes directores beethovenianos. De este autor lo que más me gusta es su Egmont completo, con Pilar Lorengar y la Filarmónica de Viena.

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    2. A mí sí me parece un beethoveniano ejemplar... Es curioso que Boulez, apadrinado de siempre de Szell, también grabara la Octacava, también con un enfocque distinto, cerebral pero interesante. De la escuela Szell también es de notar el registro de "Las criaturas de Prometeo" por su pupilo Louis Lane... Una obra un tanto periclitada, me parece a mí.

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  3. Escuché este sábado a Haiting vía digital concert una séptima de Brucker que me gustó mucho, la otra obra fue el concierto para piano 27 de Mozart, tb notable, no recuerdo al pianista...lo malo de Haiting es que creo que ya pasa de los noventa, pero dirige como pocos.....

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    1. El pianista fue el estimable Paul Lewis. Y sí, Haitink ha sido uno de los más sólidos directores brucknerianos de las últimas décadas. El 4 de marzo ha cumplido los 90.

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  4. Cambiando el tercio...¿alguien ha leído o conoce al menos el siglo de Jenufa, de Martín Bermúdez?..es un libro capital no ya sólo sobre la ópera de la primera mitad del pasado siglo, sino sobre su música en general, el arte, la historia, los vaivenes socio políticos, Viena, las vanguardias, etc....

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    1. Santiago Martín Bermúdez es un gran experto en la música de Janácek. Aquí va mi opinión: muy fiable cuando habla de música, sobre todo de la de Europa del Este. Y muy poco fiable recomendando versiones, incluso de múscas de esa procedencia geográfica. Al menos José Luis Téllez, quizá el mejor conocedor español de la historia de la música en general, afirma que nunca habla de versiones, que no es su tema...

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    2. Pues no entiendo como puede una persona tan inteligente como Téllez "pasar" de un tema tan decisivo como la interpretación musical. De sobra sabemos que una obra genial muy mal interpretada puede resultar una caca, y que una obra menor tocada de maravilla puede resultar mejor de lo que es. ROSA

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    3. ¡Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices! Yo mismo le dije una vez algo muy parecido al mismo Téllez. Me contestó algo así como que "para eso están los especialistas en ese asunto".

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    4. Yo alguna vez en Radio 2, en Musica reservata, hace años, le escuché dar opiniones acerca de versiones... J.S.R.

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    5. ¿Anda? No lo sabía... Bueno, en privado sí que me decía, cuando yo trabajaba en el Teatro Real, algo así como esto: "Bueno, esta Mujer sin sombra me ha encantado", sin entrar en grandes detalles.

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  5. Yo creo que lo que mejor sabe hacer Martín Bermúdez es historiar, escribir sobre historia, en su vertiente clásica socio política así como su correlato artístico musical...

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  6. Es verdad una cosa: para se un crítico discográfico serio, hay que escuchar mucho, sistemáticamente, comparativamente, y eso es un esfuerzo considerable. Todos hemos escuchado mucha música, más de la que preferimos, pero no nos consideramos críticos ni nada por el estilo, o no deberíamos. Yo, sin ir más lejos, tengo demasiados "agujeros" de registro como para tener una opinión seriamente fundada. Sí conozco cosas, sé las que me gustan, etc. Entiendo que un experto no quiera, públicamente, meterse en estos charcos si no lo puede hacer con rigor. Esto que contáis de Téllez me parece que muestra un respeto por sus lectores y por los buenos críticos.

    (Cosa distinta es recomendar algo a alguien en privado, aprovechando en parte las orientaciones de críticos sistemáticos de los que te fías, o dar una opinión sobre alguna versión que uno conozca bien).

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  7. Téllez es más bien un musicólogo, al igual que Arteaga era más bien un crítico... Se complementaban bastante bien.

    Saludos cordiales.

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  8. Alquien debería recogeren Ivoox las emisiones de "Música reservata": Téllez tiene mucha gracia de viva voz, algo que no recogen sus sesudos y a veces algo arduos escritos. De todas formas, él mismo los compila en un blog personal:

    http://www.joseluistellez.com/

    Saludos cordiales.

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  9. El sello amarillo, ahora propiedad de Universal, está cayendo en una laxitud que no conoció cuando estaba en manos más artísticas y respetuosas del alto arte de la grabación.

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    1. Es, por desgracia, una constante en (casi) toda la industria discográfica.

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