lunes, 12 de diciembre de 2022

Feminismo mal entendido en la música

 

Excesos

Me considero, y soy, feminista: es decir, estoy plenamente convencido de que las mujeres y los hombres deben tener los mismos derechos.

Pero ciertas cosas que están sucediendo ahora están tan fuera de madre que algunas de las feministas más radicales están contribuyendo a afianzar y radicalizar el machismo; seguro que no es esa su intención, pero es lo están consiguiendo a causa de su extremismo. No hace mella en mí, desde luego, pero creo que estos excesos deben ser puestos en su sitio y señalados.  

 

En la música, en Radio Clásica en concreto

Me ceñiré al asunto de la música clásica. ¿Qué pretenden lograr las feministas más desatadas haciéndonos creer, poco más o menos, que ha habido tantas grandes compositoras como Bach, Haydn, Beethoven, Schubert, Chopin, Wagner o Debussy? ¿A quién convencerán? ¿Se lo creen ellas mismas? Cuando programan en Radio Clásica en cantidades desproporcionadas música de compositoras, ¿qué pretenden hacernos creer, que es así la historia de la música?

Está muy bien que se divulgue más que antes -puesto que han estado a menudo un tanto preteridas- la música de Clara Schumann, de Ethel Smyth, Alma Mahler, Florence Price, Germaine Tailleferre, Lili Boulanger, Sofia Gubaidulina,  Galina Ustvolskaya, etc., etc. Pero, por favor, que no nos quieran convencer, como les sucede a algunos oportunistas, de que todo lo compuesto por compositoras son obras maestras… He escuchado en Radio Clásica varias veces piezas de autoras, desconocidas para mí, de las que el comentarista pregonaba maravillas y que me han parecido insulsas, malas y en algún caso hasta bochornosas. ¡No se les hace así ningún favor a esas compositoras, al tiempo que a los sufridos oyentes se les toma por bobos!

Es seguro que la historia de la música se ha "perdido" a muchas compositoras grandes que tenían talento para serlo, pero que la sociedad les impidió llegar a desarrollarse y expresarse. Pero lo que hay es lo que hay.  


Compositoras… e intérpretes (o “intérpretas”)

Estoy comprobando además, en otras ocasiones, que hay comentaristas de Radio Clásica que tienden a programar interpretaciones realizadas por mujeres con una frecuencia e insistencia desproporcionada. Lo siento, hay que admitir que, por el momento, no hay ninguna directora de orquesta genial; las hay incluso muy buenas, pero por ahora su discografía es muy limitada: ¡a qué viene escoger la grabación de una Sinfonía de Haydn, Schumann, Brahms o Sibelius interpretada por una señora! ¿No será más sensato recurrir a los, sí, geniales, directores masculinos que las han grabado?

Y que no me digan que a las grandes pianistas, violinistas, violistas, cellistas, arpistas o clarinetistas femeninas se las ha estando discriminando hasta ahora: es totalmente falso (por cierto: ¿han caído en la cuenta de que todos esos nombres suenan a femenino? ¿Tendríamos que llamar "pianisto" a Rubinstein?) ¿Es que acaso se ha estado acaso arrinconando a Alicia de Larrocha, Elisabeth Leonskaja, Martha Argerich, Mitsuko Uchida, Kyung Wha-Chung, Midori, Tabea Zimmermann, Jacqueline du Pré, Marisa Robles, Sabine Meyer, etc., etc.? No, en absoluto; si acaso algún comentarista machista lo ha hecho, no deja de ser un caso aislado. Yo personalmente no conozco a nadie que haya dicho que tal o cual intérprete es, por ser mujer, inferior a sus colegas masculinos. Así que ¡ya está bien de tomar el pelo al personal! Puede salirles a esas feministas radicales el tiro por la culata…

17 comentarios:

  1. Estoy en desacuerdo con algunos puntos señalados por usted en esta ocasión, y le quiero explicar brevemente el por qué.

    Las mujeres ya tienen los mismos derechos que los hombres, desde hace décadas, e incluso privilegios. Se puede ser feminista en Irán, pero aquí no tiene ningún sentido ese feminismo estético.
    Que "la sociedad" impidió desarrollarse a muchos talentos femeninos es un sinsentido. Los grandes artistas se abren paso "a pesar de", y "la sociedad" raras veces ayuda al principio. Schubert fue compositor a pesar de ver estrenada sólo una de sus obras, Beethoven a pesar de su carácter, de lo avanzado de sus obras o de quedarse sordo, a Wagner le costó media vida imponerse, etc. Igualmente hubo intérpretes (o pintoras) que tuvieron apoyos de mecenas (estatales, burgueses) y sin embargo no compusieron nada importante. Siempre hay una excusa, pero al final es la falta de talento, de ambición y de determinación. Ocurre a menudo en la pintura: Rosa Bonheur hacía lo que le daba la gana, y pintó y recibió todo tipo de premios y atenciones en vida (y era abiertamente lesbiana), aunque dentro de un estilo naturalista entonces en boga, pero otras pintoras muestran cambios de estilo, abandonos de la práctica artística durante largos períodos y en general trabajan dentro de los límites cómodos de movimientos que no crean ellas. Es lo que hay. Nada de "conspiraciones" machistas contra talentos equivalentes a los hombres. Simplemente, muy raras veces los ha habido, unas veces porque no pudieron sobreponerse a los infortunios, la incomprensión y el rechazo, pero esto se da igualmente para los hombres y algunos de ellos sí crearon grandes obras; y por otro lado ellas han recibido en ocasiones reconocimiento y protección en vida, a pesar de lo cual no siempre a cambio de grandes aportaciones.

    Si quieren programar música de Alma Mahler, por poner un caso, van listos. Las compositoras que sí compusieron deben ser juzgadas por sus obras -en esto estoy totalmente de acuerdo con usted-, y hay lo que hay. Y lo mismo con los intérpretes, por supuesto. Pero hoy los museos compran "arte femenino", programan exposiciones de "artistas femeninas" y en los manuales de historia del arte se pretende dar más peso al arte producido por mujeres, mucho más escaso, cuando existe, y de calidad variable. Y lo mismo con los premios de ciencias, más asequibles a mujeres por el hecho de serlo, obedeciendo a no sé qué "justicia intergeneracional" (la presunta discriminación de género del pasado la tenemos que pagar ahora que no la hay). Es una peste política -otra más- de estos tiempos estúpidos.

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    1. Hombre, parece que usted niega que las mujeres no han tenido durante siglos acceso a las universidades y, si eran negras, en EE UU, a los restaurantes, hoteles, incluso a los teatros para cantar, etc. Todavía hoy muchas mujeres ganan menos que los hombres en las mismas empresas en puestos de idéntica responsabilidad.
      A Alma Mahler su marido le prohibió componer casi hasta el final de la vida de Gustav.
      JUSTA

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    2. Eso de que las mujeres, así en general y sistemáticamente, no han tenido acceso a esto y lo otro es un cuento. La única fuente de discriminación general ha sido de clase social. Las aristócratas y ricas burguesas hacían lo que les daba la gana y los trabajadores llevaban vidas miserables, luchando por la pura supervivencia. Pero, oh milagro, resulta que estos "discriminaban" a aquellas.
      En cuanto a Alma Mahler, eso de que Gustav no le dejó componer es un cuento chino, uno más de Alma. Vea la fecha de la muerte de Mahler y la de ella, y explíqueme por qué no compuso nada de peso ni antes de estar con él ni una vez él murió. En realidad no hizo gran cosa en su vida, más allá de intrigar y relacionarse.
      Todo es puro complejo de inferioridad, victimismo y resentimiento, que se alimentan desde la política porque son armas fabulosas en manos de desaprensivos.
      Esto no quiere decir que no hubiera prejuicios contra la capacidad de las mujeres, como los había contra los judíos, los extranjeros, etc. en muchas ocasiones, pero esas dificultades añadidas se podían sortear, hasta cierto punto, y hay muchos ejemplos de ello, por lo que no lo explican todo. Dicho lo cual, como ha señalado Ángel, hay que remitirse a las obras, y no valorarlas por lo que no son, ni en exceso ni por defecto, y mucho menos a las obras actuales, que no tienen excusa para tanta mediocridad.

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  2. Completamente de acuerdo. Como he dicho en mi blog, un perfecto ejemplo de esta actitud está en el libro de directores de orquesta de Rafael Ortega y Enrique Pérez.

    Mujeres que reciben epígrafe: Nadia Boulanger, Antonia Louisa Brico, Marin Alsop, Simone Young, Emmanuelle Haïm, Susanna Mälkki, Barbara Hannigan, Anu Tali, Alondra de la Parra, Karina Canellakis y Mirga Gražinytė-Tyla.

    Hombres que no lo reciben: Leppard, Pretre, Mackerras, Masur, Eschenbach, Plasson, Dutoit, Tate, Tilson Thomas, Luisi... Entre muchos otros.

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  3. Es verdad, y es empalogosa la moda de que todo lo hecho por mujeres es buenísimo.
    Otra cosa: la admiración general e incluso idolatría profesada hacia las cantantes -sopranos, mezzos o contraltos- echa por tierra que no se admire a las mujeres "intérpretas".
    NIEVES

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  4. Hay dos fines en este nuevo mujerío impulsado por indocumentadas para descrédito final de las mujeres a las que dicen representar.
    Uno es el pesebre perpetuo porque luchan contra la dialéctica de la naturaleza humana, hombres y mujeres con todas las variantes que se establezcan. Ahí el conflicto es inextinguible e inagotable.
    El otro es que son la variante de la lucha contra la familia dividiendo la sociedad en partecitas individuales y por lo tanto mas débiles y, consiguientemente, mas dependientes de los pastores. Todo eso dentro de la ofensiva totalitaria que nos envuelve.
    Otra cosa es la historia que, como dice, es la que es.
    En el asunto de la igualdad el asunto está resuelto desde el punto de vista legal. Todos iguales en derechos y obligaciones. Eso no lo han inventado las indocumentadas propagandistas.
    Otra cosa es la igualdad de oportunidades, otro conflicto dialéctico. donde se reproduce la confrontación del sexo de cada quien. Un chollo propagandístico.
    A este respecto ya se ha logrado, no digo que no haya excepciones, la igualdad salarial para cada puesto. Otra cosa es el famoso techo de cristal, donde también influye el sexo, que se va atenuando. Pero seguirá existiendo, otro chollo para el conflicto, ya que no siempre son iguales las capacidades por sexo ante las exigencias laborales. Un asunto evidente es lo de los hijos. Por ahora es inconcebible, ya veremos a futuro, que un padre amadre a su hijo. Independientemente de que hay puestos que implican dedicación y disponibilidad exhaustiva. Hoy por hoy ese el el asunto.
    Para todo eso las indocumentadas proponen dos herramientas: La discriminación positiva, que es un supositorio con púas, respecto a la igualdad y las cuotas paritarias. Dos inventos anti igualitarios.
    Por lo demás lo que hacen las indocumentadas y sus acólitos promocionando a mediocres resulta que al final será contraproducente. La gente acaba comparando y descubre el engaño.

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  5. Por cierto, siempre me llama la atención que las indocumentadas, que desacreditan a las mujeres y, en general, a los humanos, no citen nunca en la música a Hildegard von Bingen. ¿Será por abadesa, porque tenía otras virtudes científicas o porque no tienen ni idea ninguna de ellas de que existió?

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  6. Para defender la igualdad entre hombres y mujeres no hace falta tener el "carnet" de feminista, basta con tener valores, educación, respeto y sentido común, de igual forma que, para ser demócrata no es necesario afiliarse a ningún partido político, ni ser creyente para ser buena persona.
    Hablando de Radio Clásica, éste asunto ( por encima de las versiones mediocres) ha sido la causa de mi "exilio" hacia otras emisoras análogas en dónde la Música es la protagonista y no la excusa para sermonearte y "comerte" la oreja.

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  7. Hasta bien entrado el siglo XX no fue una opción para la mujer ser compositora, como tampoco lo era dedicarse a otro tipo de actividades. Estaba mal visto. Las pocas que osaron lo hicieron en un ámbito restringido, privado y amateur. Apenas cultivaron las grandes formas - ópera, sinfonía, misa -, territorios eminentemente masculinos. En estas circunstancias me parece un tanto injusto ejercer comparaciones.

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  9. Ángel, quiero dejar bien claro que mi apoyo lo muestro exclusivamente a tu entada, y que estoy en absoluto y beligerante desacuerdo con las opiniones aquí vertidas que ponen en duda la capacidad de las mujeres para la creación artística.

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  10. Bueno, leyendo estos comentarios queda claro que seguimos rodeados de mucho machismo. ¿Alguien lo dudaba?...
    NIEVES.

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  11. No recuerdo que nadie haya comentado que las mujeres tienen menos capacidad. Al contrario se reconoce que las circunstancias de todo tipo les un impedido desarrollarse es ese ámbito. Es un asunto tan claro que es obvio destacarlo. Como significar que hay pocas mujeres guerreras en la historia, lo que no implica que no sean valientes y capaces. Solamente que hasta hace muy poco no estaban en el ejército. A nadie se le ocurre.
    Si alguien detecta algún sentimiento machista en cualquier comentario no tiene mas que señalarlo razonada y detalladamente.

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  12. Completamente de acuerdo. Con mi orquesta local tuvimos que cenarnos una programación de lo más deleznable en pro de la cuota de género, además de la visita de directoras de dudosa procedencia que no daban el ancho a lo que estamos acostumbrados.

    Por mi parte, al ser mexicano me parece tristísimo que sea más conocida debido al marketing y sus influencias desde la cuna la mediocre Alondra de la Parra, buena persona pero para nada destacable en la mayoría de lo que hace, quedando así relegada la figura de, por ejemplo, Enrique Arturo Diemecke (de quién Fernando López Vargas-Machuca ya tuvo oportunidad de constatar su calidad como músico) y que es abismalmente superior a De la Parra, no por nada sigue en el Colón de Argentina a pesar de los problemillas que le achacan.

    En fin, así las cosas.

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  13. Diemeque hizo un disco con piezas "populares" sudamericanas, Sensemayá, Danzón, Huapango, etc. muy atractivo. Y le he escuchado cosas serias. Deberá buscarse una agente positiva. De Alondra consta en youtube un repertorio similar. Comparen.

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    1. A Diemecke, con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires (en el Teatro Colón de Buenos Aires), lo escuché en la V Sinfonia de Shostakovich, la II Sinfonía de Scriabin, la VIII Sinfonía de Bruckner, ¡todas la veces excelentes!

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    2. Muy buen disco el que tiene la Sinfonia Nº4 y el Concierto para Violoncello Nº2 de Heitor Villa-Lobos.

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