domingo, 2 de marzo de 2025

Los curiosos premios del Concurso Tchaikovsky de Moscú

 

El Concurso de piano

 

Medalla de oro                                   Medalla de plata                    Medalla de bronce

1958: Van Cliburn

1962: Vladimir Ashkenazy+John Ogdon

1966: Grigory Sokolov                         Misha Dichter

1970: Vladimir Krainev+John Lill         Horacio Gutiérrez                     Viktoria Postnikova

1974: Andrei Gavrilov                          Myung-Whun Chung                Yuri Egorov

1978: Mikhail Pletnev                          Pascal Devoyon                        Nikolai Demidenko

1982: desierto                                      Peter Donohoe+V.Ovchinnikov

1986: Barry Douglas

1990: Boris Berezovsky                       

1994: desierto                                      Nikolai Lugansky

1998: Denis Matsuev

2002: Ayako Uehara

2007: desierto

2011: Daniel Trifonov                                                                          Seong-Jin Cho

2015: Dmitry Masleev                          George Li

2019: Alexander Kantorow                                                                   Alexei Melnikov

2023: Sergei Davydchenko                    Angel Stanislav Wang


Este Concurso tiene mucho prestigio, pero, a la vista del paso del tiempo, ha premiado a ciertos pianistas que no han hecho después grandes carreras, y en otros casos ha tomado decisiones más bien extrañas. Así, en 1970 y en 1978 quedaron terceros los mejores pianistas presentados; en 1994 se les pasó a los miembros del jurado que había un pianista de gran fuste que solo obtenía la plata; en 2002, en 2015 y en 2023 ganaron instrumentistas de los que poco se ha sabido después. Prácticamente en estos años y en los que quedaron desierto anteriormente estaban surgiendo por todas partes pianistas muy dotados, que hoy son bien conocidos.

 

El Concurso de violín

 

Medalla de oro                                   Medalla de plata                    Medalla de bronce

1958: Valery Klimov

1962: Boris Gutnikov                           Shmuel Ashkenasi

1966: Viktor Tretiakov                          Oleg Kagan

1970: Gidon Kremer                             Vladimir Spivakov

1974: desierto

1978: Ilya Grubert+Elmar Oliveira       

1982: Viktoria Mullova+Sergei Stadler

1986: Ilya Kaler+Raphaël Oleg

1990: Akiko Suwanai

1994: desierto

1998: Nikolai Sachenko

2002: desierto

2007: Mayuko Kamio

2011: desierto

2015: desierto

2019: Sergey Dogadin

2023: Gyehee Kim

 

Si extraños son muchos de los premios en el piano, en el violín da la impresión de que los jurados estaban más despistados aún o andaban muy condicionados. Al menos la mitad de los premiados han desaparecido del mapa… Lo más curioso es que el país en que se desarrolla, Rusia, ha dado violinistas que no aparecen en los galardones y que sí han alcanzado fama mundial en pocos años. Ya sabemos que el régimen soviético, antes de Gorbachov, tenía muy en cuenta a la hora de promocionar a sus instrumentistas si eran adictos al poder, o si eran judíos u homosexuales, pero esto no parece que baste para explicar decisiones tan extrañas.

Yo he asistido a muchas sesiones en concursos de piano y me ha parecido que, en muchos casos, los miembros del jurado -profesionales del piano, sí, pero en su mayor parte profesores más bien que concertistas- tienen más en cuenta la destreza de los dedos que la interpretación propiamente dicha, que es lo que a mí más me motiva. Por lo cual en muchas ocasiones he discrepado de los premios concedidos. Pero cuando uno recuerda que, en la primera edición del Concurso de Bruselas, el triunfador en piano fue un tal Emil Gilels (a los 21 años) y en violín otro tal David Oistrakh (a los 28), uno se reconforta.  

3 comentarios:

  1. Estoy en un recital de arias de ópera y zarzuela, la soprano, una cría de 16 años!!!, Inés aranda, creo que llegará muy lejos, tomad nota.

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    1. Ojalá me equivoque en este caso, pero los cantantes de ópera que empiezan tan jóvenes tienen muchas probabilidades de frustrarse: la voz es muy vulnerable a esas edades tan tempranas.

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  2. Hay otro factor que, según creo, también explica en parte lo que comentas de los concursos. Más allá de las posibles componendas entre ciertos miembros de los jurados para conseguir que sus alumnos reciban premios, (un antiguo vicio que teóricamente los concursos que se dicen serios intentan evitar pero no siempre se consigue), es cierto que los intérpretes que realmente tienen una gran personalidad interpretativa con frecuencia tienden a dividir opiniones. Es más fácil que consiga votos (o puntos) de los miembros del jurado un concursante técnicamente muy perfecto pero interpretativamente más convencional que un pianista que tenga ideas propias sobre las obras que interpreta y que quizá no convenzan a todos. NO hay más que recordar qué ocurrió en su día con Ivo Pogorelich en el Concurso Chopin. Y además, luego los intérpretes que consiguen premios pueden crecer o no después del concurso en cuestión. Cuando ganó el Chopin en 2015, Cho no era ni mucho menos mi favorito, como tampoco Bruce Liu en 2021, y a ambos les he escuchado en vivo cosas importantes desde entonces.
    En cuanto al Concurso Tchaikovsky más reciente, no sé si podemos tomar muy en cuenta esos resultados. Primero porque no tenemos aún perspectiva para apreciarlos, (pues no hace ni un año y medio de cuando se realizó). Y después porque tendieron a presentarse (o a aceptar) a muchos participantes de países del entorno prorruso actual, con lo cual el espectro de posibles participantes era mucho más reducido.


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