martes, 19 de noviembre de 2019

El concierto del 20º aniversario de la West-Eastern Divan Orchestra


Beethoven

El 22 de octubre tuvo lugar en la Philharmonie de Berlín la celebración del vigésimo aniversario de la fundación de la orquesta, en un principio juvenil, impulsada por Barenboim y el ya fallecido intelectual Edward Said. Está formada por músicos de Israel y de varios países árabes -Palestina en primer lugar-, así como andaluces. Esto último tiene su explicación: Andalucía fue cruce de culturas que hoy pugnan pero que allí convivieron mucho tiempo en paz, y también porque la Junta de Andalucía ha subvencionado a la orquesta, que ensaya los veranos en la localidad sevillana de Pilas. Para la ocasión se contó con dos astros del panorama musical, además de con, por supuesto, su director: Anne-Sophie Mutter, Yo-Yo Ma y Barenboim. En el programa, dos obras de dos de los compositores de referencia para Barenboim, con las que ha estado muy familiarizado a lo largo de los años: el Concierto triple de Beethoven y la Novena Sinfonía de Bruckner. 

Desde el teclado, y por supuesto con partitura -algo raro en él, pero poco menos que imposible de eludir en una obra con tres solistas- tocó su parte, ya que no sin algún desliz, con su consumado arte. Impresionantes sus rubatos en el rondó. Hubo en este movimiento un miniaccidente: la partitura del pianista-director se resbaló y fue preciso, hasta recolocarla (con la ayuda de la violinista), hacer un inesperado silencio de no más de un segundo. Mutter, que es una instrumentista colosal dotada de un sonido extraordinariamente bello, no es un secreto que a veces se extralimita en excesos caprichosos o sentimental(oid)es. Por suerte, aquí estuvo absolutamente contenida, si bien impuso a su parte en algunos momentos un lirismo dulce y tierno que no llegó pasarse de rosca, pero que contrasta con la versión más viril (valga el tópico) de Itzhak Perlman en la grabación y filmación del propio Barenboim con la Filarmónica de Berlín (CD/DVD EMI 1995). En esa también estuvo Yo-Yo Ma, y me ha llamado la atención que un cellista que lleva casi en silencio discográfico varios años (tiene 64) se halle en tan buena forma y se entregue a su parte con tal intensidad, logrando una belleza y una expresividad hasta hoy sin parangón (sin duda por encima de Rostropovich en su grabación con Karajan). En algunos momentos la versión fue enfurecida, apasionadísima, lo que se tradujo en tempi más vivos de lo habitual, pero no motivados por exhibicionismo virtuosístico, sino, claramente, por puro fuego. Magnífica, sin matices, la dirección, logrando una sonoridad orquestal cien por cien beethoveniana.   

Y Bruckner
 
La Novena de Bruckner es una de las partituras más veces dirigidas por el director porteño, y en sus grabaciones (tres) y conciertos, aun dentro de una ortodoxia y un conocimiento estilístico absoluto, se le han conocido aproximaciones un tanto diversas. El 22 de octubre no hubo nada singular en el sólidamente trazado primer movimiento ni en el furibundo scherzo (violines staccatissimi), pero sí me llamó la atención el intensísimo, inmensamente conmovedor anhelo de consuelo en el Adagio final. Lo que no impidió el inquietante misterio de algunos pasajes en íntimo pianissimo, ni, por supuesto, el inmenso terror de los pavorosos clímax. Tengo la impresión de que la ejecución no estuvo todo lo ensayada que exige una obra tan extremadamente difícil (o tal vez que hubo algunos nervios), pues se produjeron algunos ligeros desajustes e inexactitudes en el movimiento inicial. Para una obra como esta, la Orquesta del Diván no es, evidentemente, la Staatskapelle Berlin, curtida a más no poder en Bruckner, pero la entrega de los chavales (algunos ya completamente adultos) compensó y arrastró, enardeció al público, que aplaudió largamente y con enorme fervor. Por cierto, entre los asistentes pudo verse al fiel Alfonso Aijón y a la esposa de Barenboim, Elena Bashkirova, sentada junto a la Canciller Angela Merkel.   

3 comentarios:

  1. Solo un apunte. Yo Yo-Ma no ha parado de grabar. El más reciente es el concierto de cello de Essa Pekka Salonen, una nueva lectura de las suites de Bach, la banda sonora de la película The Vietnam War, los tríos de Brahms con Ax y Kovakos, y los de Bach con Christ Thile y Edgar Meyer. Un abrazo. Juan Henríquez

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    1. Gracias. Sabía solo lo de las nuevas Suites de Bach. Los años anteriores a estos últimos se había dedicado casi solo a "crossovers".

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  2. Disculpe Ángel, pero Barenboim no es bonaerense, sino porteño. Bonaerense es la persona que nace en la Provincia de Buenos Aires (La Plata es su capital), mientras que porteño es el nacido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o Capital Federal.

    Gentilicio:

    https://es.wikipedia.org/wiki/Buenos_Aires

    Atte.,
    Mario

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