martes, 23 de junio de 2020

El Concierto para violín de Sibelius


Jean Sibelius (1865-1957): Concierto para violín y orquesta en Re menor, op. 47

1. Allegro moderato. 2. Adagio di molto. 3. Allegro, ma non tanto

Jean Sibelius, que tiene en su haber una sola obra concertante, fue en su adolescencia y juventud un notable violinista. Segundo atril del Cuarteto del Conservatorio de Helsinki en su etapa de estudiante, durante los años ochenta del siglo XIX, poco después pensó dedicarse como actividad principal a la ejecución de este instrumento. Para ello, en 1890 hizo una prueba con objeto de entrar a formar parte de la Orquesta Filarmónica de Viena. El hecho de no haberla superado determinó quizá que la historia de la música perdiese un violinista del montón, ganando a cambio un gran compositor.

Con todo, Sibelius continuó anhelando secretamente haber sido un violinista: “He soñado que era un virtuoso del violín”, escribió en su diario en 1910. Y su biógrafo Erik Tavastjerna, con gran agudeza: “A diferencia de Mendelssohn y Brahms, Sibelius no tuvo necesidad de solicitar ayuda de ningún experto en la materia; sin embargo, no consiguió la satisfacción de poseer un control físico directo sobre el instrumento para poder alcanzar el nivel que deseaba. Naturalmente, en su imaginación se identifica con el solista de su Concierto, y esto tal vez arroje alguna luz sobre la nostalgia y la intensidad romántica que se desprende de la obra”.

Posteriormente sólo volvería a escribir para violín y orquesta las seis Humorescas opp. 87 y 89 (1917). También su hermoso Cuarteto de cuerda (“Voces intimae”, de 1909) es una buena prueba de su devoción por el instrumento al que le hubiera gustado dedicarse, y para el que escribió entre 1915 y 1929 las breves piezas con piano opp. 78 a 81, 102, 106, 115 y 116.

El Concierto fue compuesto en 1903, entre las Sinfonías Segunda y Tercera, y estrenado bajo su dirección en Helsinki el 8 de febrero del año siguiente, con Viktor Novácek como solista. La notoria insuficiencia técnica de éste fue, al parecer, la principal causa del fracaso obtenido; pero no la única, porque Sibelius decidió revisarlo, y no someramente. La segunda y definitiva versión había sido prometida, como la anterior, al violinista alemán Willy Burmester (1869-1933), quien, al saberse desechado otra vez para el nuevo estreno, se ofendió no poco, razón por la cual Sibelius acabó dedicando la obra a un cuarto violinista, el joven prodigio húngaro Franz von Vecsey (1893-1935), al que más tarde Béla Bartók acompañaría al piano. Cuarto, porque no fue Vecsey quien había estrenado la versión revisada, sino el checo Carl Halir (1859-1909), con la Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Richard Strauss, el 19 de octubre de 1905 en la Singakademie de Berlín. La acogida fue entonces mucho más favorable.

El Concierto posee una forma singular, de claro sello sibeliano, y ello pese a que el compositor modificó sustancialmente los procedimientos estructurales de sus sinfonías, asimismo peculiares, para adaptarlos a una obra concertante. El primer movimiento, “Allegro moderato”, de carácter mayormente elegíaco, sigue más o menos la forma sonata, con varios rasgos originales: sin introducción orquestal, sobre un fondo de las cuerdas divididas y con sordina, al cuarto compás aparece el violín con una melodía suave, dulce, expresiva (“mezzoforte, dolce ed espressivo”) y a la vez con una cierta cualidad gélida. Inmediatamente se identifica al compositor, aun antes de que la creciente agitación desemboque en un poderoso clímax orquestal. Sigue una breve cadencia que precede a la enunciación por cuerdas y fagotes del segundo tema, que adquiere pronto densidad dramática. Con un cambio de tempo a “allegro molto” entra en acción un tercer grupo temático. En lugar de la sección de desarrollo, Sibelius escribe una larga cadencia (obligada, claro está) de gran fantasía en la que el violín modula ampliamente, desarrollando sobre todo el primer tema, y alcanzando un virtuosismo tan impresionante como nada gratuito o superficial. Una extensa recapitulación de gran libertad y una poderosa coda en la que al solista se le exige hasta el límite de su fuerza cierran este gran primer movimiento.

La nostalgia romántica empapa el “Adagio di molto” (de esquema formal A-B-A), que abren brevemente las maderas antes de que el violín enuncie una hermosísima cantilena, noble, cálida, elocuente y de punzante expresividad. La sección central, más agitada, llama la atención por sus audaces modulaciones.

El finale, “Allegro, ma non tanto”, es un rondó –de nuevo en forma libre, bastante rapsódica– dominado por una pulsación rítmica muy marcada: su aire robusto y vigoroso (ritmo sostenido principalmente por timbales y contrabajos), así como un poco torpón, pero alegre y hasta jocoso, dio pie al ocurrente dicho de Donald F. Tovey: “Es, evidentemente, una polonesa para osos polares”. Un segundo tema, danzable entre 6/8 y 3/4 que introduce la orquesta, abunda en el carácter impetuosamente movido de este episodio final. La escritura violinística, plagada de grandes saltos, es muy exigente por su demanda de poderío, por no dejar respiro al ejecutante, por sus octavas y su peligrosa ascensión hasta el Re4 agudo. Pero Sibelius hace emerger muy sabiamente al solista entre la poderosa orquesta gracias al contraste de colores entre uno y otra.

Este Concierto, que ya a raíz de su estreno en Berlín hubo de afrontar la incomprensión de muchos (Joseph Joachim, el gran violinista destinatario del Concierto de Brahms entre ellos, que tildó la obra de “horrible y aburrida”), tardó en afianzarse en el repertorio –en parte debido a una dificultad de ejecución superior a sus posibilidades de lucimiento–, lo que no ocurrió hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Su posición, no obstante, continúa reforzándose, situándosele inmediatamente detrás de los de Beethoven y Brahms, en igualdad con los restantes más estimados: Mozart, Mendelssohn, Bruch, Tchaikovsky, Elgar, Bartók y Berg. Hoy (casi) nadie pone en tela de juicio su admirable factura, original pero rigurosa, en la que la orquesta posee gran protagonismo y autonomía, su sabia escritura solística, así como su intensa expresividad que, aquí y allá, trae a la mente la grandeza y el misterio del paisaje finés.

Discografía

1935 RCA       Heifetz/OFilLondres/Beecham             14’26+6’48+6’53         3/4
1943 WFS       Kulenkampff/OFilBerlín/Furtwängler   15’37+8’05+7’38         6/4      
1951 Sony       Stern/ORoyalPhilharmonic/Beecham    14’26+7’42+7’05         6/5
1955 EMI        Menuhin/OFilLondres/Boult                15’07+8’00+7’11         7,5/6
1959 RCA       Heifetz/OSinfChicago/Hendl                13’37+6’18+6’43         2/7
1965 Sony       Francescatti/OFilNuevaYork/Bernstein 14’02+7’04+7’10         7/6
1965 DG         Ferras/OFilBerlín/Karajan                    16’11+9’00+8’04         9,5/8
1965 Philips    Szeryng/OSinfLondres/Rozhdestvensky 15’37+7’25+7’42         8,5/8
*1966 EMI      Oistrakh/OSinfRMoscú/Rozhdestvensky     14’22+8’27+7’00         7/5
1967 RCA       Perlman/OSinfBoston/Leinsdorf           14’47+7’15+7’15         7/7,5
1970 RCA       Stern/OdeFiladelfia/Ormandy               14’18+7’35+7’21         6/7
1970 Decca     Chung/OSinfLondres/Previn                15’26+8’05+7’18         8,5/8
1974 Sony       Oistrakh/OdeFiladelfia/Ormandy          14’52+8’22+7’25         7,5/7,5
1975 DG         Zukerman/OFilLondres/Barenboim      16’49+8’23+7’55         10/8,5
1976 EMI        Haendel/OSinfBournemouth/Berglund  16’36+9’44+7’46         9/8
1979 Philips    Accardo/OSinfLondres/C.Davis            16’50+9’58+7’21         8/8
1979 Decca     Belkin/OPhilharmonia/Ashkenazy        17’14+9’08+8’01         7,5/7   
1980 EMI        Perlman/OSinfPittsburgh/Previn           16’04+8’46+7’25         9/8
1981 RCA       Dylana Jenson/OdeFiladelfia/Ormandy 16’22+8’33+7’17         8/8
1982 EMI        Kremer/OPhilharmonia/Muti                15’48+8’39+6’57         8/8,5
1986 Philips    Mullowa/OSinfBoston/Ozawa              16’12+8’04+7’47         7,5/9
1987 DG         Mintz/OFilBerlín/Levine                      15’40+8’14+7’43         7/9
1987 EMI        Kennedy/OSinfCBirmingham/Rattle     16’15+8’13+7’24         7/8,5
1988 Sony       Lin/OPhilharmonia/Salonen                 16’41+8’09+7’33         8,5/8,5
1990 Naxos     Kang/OSRChecoslovacaBratislava/Leaper  15’53+7’53+7’25         7/7,5
1992 RCA       Swensen/OSinfRadioFinlandia/Saraste 15’38+9’05+7’29         8/9
1992 DG         Shaham/OPhilharmonia/Sinopoli          15’39+8’09+7’19         8/9
1993 RCA       Spivakov/OFilSanPetersburgo/Temirkanov 15’55+7’36+8’09         7/8
1994 Sony       Midori/OFilIsrael/Mehta                      16’27+8’11+7’36         8,5/9
1996 DG         Mutter/StaatskapelleDresden/Previn     15’57+8’25+7’14         7/9
1996 Teldec     Vengerov/OSinfChicago/Barenboim     16’27+8’58+7’43         9,5/9
*1997 Arthaus Vengerov/OSinfChicago/Barenboim     15’51+8’52+7’40         9/8,5
1997 EMI        Chang/OFilBerlín/Jansons                   15’38+8’15+7’23         8/9      
1998 Finlandia Fried/OFilHelsinki/Kamu                    16’49+9’29+7’39         8/8,5
2007 Sony       Batiashvili/OSinfRadioFinlandia/Oramo    16’17+8’33+7’36         8/9
2008 DG         Hahn/OSinfRadioSueca/Salonen          17’20+8’36+7’16         8/9
*2011 DCHall Znaider/OFilBerlín/Juraj Valcuha         17’10+9’25+7’38         9/9

2016 DG         Esther Yoo/OPhilharmonia/Ashkenazy 17’00+8’57+7’52         7,5/9
2016 DG         Batiashvili/StaatskBerlin/Barenboim    17’00+8’42+7’34         10/10

19 comentarios:

  1. Una verdadera obra maestra de Sibelius. Y gracias a Ángel y Fernando pude descubrir y comprobar la magnificencia de las grabaciones de Zukerman/Barenboim y Batiashvili/Barenboim. Yo sólo tenía la grabación de Heifetz/Hendl, y pensaba que la misma era la mejor ya que Mr. Hurwitz la calificó como "grabación de referencia". Y me parece acertadísimo el puntaje de Ángel en referencia a las que cité.

    Una consulta, Ángel:

    Hoy, mientras desayunaba, estaba viendo un noticiero que, entre otras noticias, mostró -a modo de curiosidades- un fragmento del "Concierto para las plantas" que tuvo lugar en el Liceu. ¿Qué opinión le merece? Muchas gracias.

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    1. No he visto lo del Liceu más que una ráfaga de dos segundos cuando hacía zapping.

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    2. Estoy muy acostumbrado a que críticos "importantes" recomienden como "las mejores" interpretaciones malas, incluso abominables como esa de Heifetz/Hendl.
      Uno de los críticos españoles más conocidos (y seguidos) sige afirmando, imperturbable, que las mejores Sonatas de Beethoven son las raquíticas y "preciosistas" (grave error en el de Bonn) de Kempff. Y que los mejores Cuartetos siguen siendo los realmente flojos, incluso mal tocados, del Amadeus. Y muchos que lo leen o lo escuchan ¡se lo creen!

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  2. Barenboim es el midas de la dirección. Todo lo que dirige lo convierte en 10, aunque el violín lo toque André Rieu. La fijación barenboimiana llevada a extremos grotescos. Este blog debería titularse: "No es música todo lo que suena, salvo que dirija Barenboim".

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    1. Usted debería, si tiene argumentos, refutar que las grabaciones del Concierto de Sibelius que dirige Barenboim sean absolutamente extraordinarias. Tal vez ni siquiera las conoce, por la desconfianza ante Barenboim que al parecer tiene.
      El de Buenos Aires apenas ha hecho Sibelius, pero tiene en su haber varios notables Vals triste (¡solo notables! ¿me oye? ¡Nada de 9,5 o 10, o sea que no siempre!) y una sensacional interpretación -no publicada- de la suite de Pelleas, muy "barbirolliana".
      Pero mire, en sus grabaciones de este Concierto ha tenido la fortuna (o la vista) de contar con los tres mejores violinistas en esta obra tan "peligrosa", en la que varios de los más grandes no han acertado. Esos tres más grandes son Zukerman (quizá la mejor interpretación de su carrera, junto al Concierto de Beethoven), Vengerov y Batiashvili.

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    2. Doy fe de que Zukerman y la Batiashv... tienen las mejores versiones de las casi veinte que conozco de este concierto, por el que tengo debilidad. ¿Al Anónimo de verdad no le gustan?. ¡No debe de conocerlas!. Tampoco es verdad, por descontado, que todo lo de Barenboim (a distancia el mejor director viviente) lo ponga Carrascosa por las nubes. R.C.A.

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    3. Barenboim y Zubin Mehta acaban de ser nombrados Doctores Honoris Causa por la Universidad de Florencia. Y lo celebran tocando juntos el Concierto nº 3 de Beethoven.

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  3. La entrada me ha recordado mi primera grabación: Ricci con Oivin Fjeldstad, DECCA del 59. La recuerdo con mucho aprecio.
    Pero no me quejo de la lista. Me he encontrado esto: http://www.musicweb-international.com/Ntl_discogs/Scandinavian_concertos/Sibelius_concertos.pdf
    Contando por encima creo que casi llega a enumerar ¡150 grabaciones!
    Y está Viktor Tretyakov al que le escuché un comienzo inolvidable con la ORTVE. Hay coincidencia: 1976. Nunca he escuchado un trozo interpretado así, al borde del abismo

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    1. Sinceramente, la versión de Ricci/Fjelstad, que hace mucho que no escucho, creo que no es de las buenas (a decir verdad, nunca me ha gustado mucho ese violinista). Pero comprendo el cariño especial hacia la primera grabación con la que uno se topa.

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  4. Creo haber leído o escuchado que Rafael Kubekik consideraba la versión Zukerman-Barenboim como uno de sus discos preferidos, o algo así.

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  5. La grabación EMI de Ginette Neveu y Walter Süsskind con la Orquesta Philharmonia [1945, 1ª grabación de estudio de la orquesta -acabada de formar por Walter Legge- lógicamente aún en 78 revoluciones] tiene un gran valor musical y sentimental (teniendo en cuenta la desaparición de la artista en accidente de aviación muy poco después). Merece la pena figurar en la lista. En este caso además el sonido histórico contribuye a dar "pátina" a la interpretación

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    1. Seguramente merece estar en la lista; el problema es que no la conozco. Intentaré escuchar esa versión. No sabía que fuese el bautismo discográfico de la Philharmonia; ¿anterior a todas las de su primer titular, Karajan? Curioso.

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  6. Sí, claro; la primera actuación de Karajan con la Philharmonia fue el Concierto de Schumann con Lipatti [que creo que es del 48] pero la Orquesta ya existía desde finales de la guerra y en los primeros años la dirigía gente como Dobrowen, Süsskind, Ackermann, Galliera [maestros de segunda pero bastante potables, la verdad].
    Consultando "On and Off the Record-A memoir of Walter Legge", que editó su esposa Elisabeth Schwarzkopf tras la muerte de Legge, dice que [hay una estupenda lista cronológica] Neveu grabó el Concierto el 21 de noviembre de 1945. Lo hizo en un solo día, [según André Tubeuf en las notas del disco -como siempre, tratándose de Tubeuf, interesantes pero muy melodramáticas- al acabar la sesión ¡¡Neveu tenía la barbilla sangrando!!]

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  7. Coincido plenamente con la calificacion de la version de Batiashvilli/Barenboim,realmente soberbia,muy superior a la que presencie en Buenos Aires de Mutter/Barenboim con la Divan Orchestra en 2019,que por otra parte ofrecieron una 7º de Beethoven de las peores que he escuchado en mi vida,personalmente dicha orquesta me parecio una formacion de 2º orden.....

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    1. Disiento completamente de que esa orquesta sea de segundo orden. Pudo tener un mal día, claro. Pero la he escuchado en multitud de ocasiones y ahí están sus numerosas grabaciones. He presenciado actuaciones llenas de pifias de las Filarmónicas de Berlín y Viena. ¿Son de segundo orden?

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    2. Buenos dias Angel,imaginaba su respuesta luego de leer sus criticas y comentarios respecto de la orquesta,las veces que presencie conciertos de la misma,realmente no me parecio una formacion de primer nivel,por supuesto que no estoy hablando del podio(Viena,Berlin,Royal Concertgebouw),comparando con orquestas buenas exceptuando estas tres que escuchado en estos años tampoco sale bien parada,incluso en la ultima temporada de nuestra Sinfonica Nacional(Argentina)he escuchado conciertos(6ª de Mahler) que alcanzo niveles de 1º orden mundial segun los criticos.Incluso comentando con asistentes al concierto notaron la poca respuesta del publico al terminar la 7ª de Beethovenm,comparando por ej. con la respuesta que tuvo el publico con la integral de Brahms que hizo Barenboim con la Stastkapelle Berlin el año anterior.
      Lo saludo atte. desde la fria Buenos Aires!!

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  8. Acabo de reescuchar grabacion de Furtwangler en la edicion del box de BPO con un gram sonido (teniendo en cuenta el año claro). Y aunque es cierto que el violinista no es un prodigio en la tecnica el drama impuesto por el director es colosal. Yo le pondria un 8 debido al violinista. Por el director seria un claro 10. En mi humilde opinion.

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    1. Si, la dirección me parece tremenda, incluso un poco tremendista. Pero no termino de verla adecuada; no me parece del mejor, el genialFurtwängler. Y Kulenkampff está de pena, sobre todo por su inseguridad. Podríamos acercar posturas dejando el conjunto en un 7.

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