lunes, 20 de febrero de 2023

Dos nuevos discos: canto (Padmore/Uchida) y guitarra (Cauvin)

 

Schwanengesang y An die ferne Geliebte por Mark Padmore y Uchida: extraño emparejamiento

Este es un disco incomprensible. Y, para mí, inaceptable. Una de las mejores pianistas de nuestro tiempo, Mitsuko Uchida (Japón, 1948) ha escogido para grabar dos de los más hermosos ciclos de lieder* a un tenor muy lírico en un estado vocal deplorable. No lo entiendo. Más cosas: la voz de tenor es aceptable para el miniciclo de Beethoven A la amada lejana (o ausente, como prefieran), pero está claro que es muy poco adecuada para los lieder más imponentes y sobrecogedores de El canto de cisne de Schubert, a los que solo una voz grave -y potente- puede hacer plena justicia. En todo caso, la voz en sí de Padmore no es lo peor del caso, sino su expresión blanda, anémica, meliflua, empalagosa, casi llorona a veces, por no hablar de sus abundantes desafinaciones: apenas queda rastro de quien fue un estimable cantante. De poco -de casi nada- sirve que Uchida toque a menudo maravillosamente. Quizá huelga recordarlo: Dietrich Fischer-Dieskau es, una vez más, quien más alto y lejos ha llegado en la interpretación de estos dos ciclos: en DG 1967 con Jörg Demus en el caso de Beethoven y en EMI 1963 (más aún que en DG 1973) con Gerald Moore en el de Schubert. 

*Hay que recordar que El canto de cisne de Schubert no es propiamente un ciclo, sino una juntura de sus últimos 14 lieder, pero hay que reconocer que quedan muy bien agrupados, lográndose una colección con una cierta unidad. Pero, por ejemplo, el orden en que se interpretan no es siempre el mismo, y, a veces, no se incluye Die Taubenpost. Los únicos ciclos de Schubert en sentido estricto son La bella molinera y Viaje de invierno.

 

Programa Bach en la guitarra por un asombroso Thibault Cauvin

No había escuchado hasta ahora nada de este guitarrista (n. Burdeos, 1984), cuya biografía asegura que es “el que más premios ha obtenido”: entre otros, el “Andrés Segovia” (en Linares, 2004). En los últimos lustros ha habido noticia sobre varios guitarristas de enorme talento, pero que al cabo de unos cuantos años han “desaparecido” del mapa discográfico: desde el sueco Göran Söllscher (1955), David Russell (Glasgow, 1953), Eliot Fisk (Filadelfia, 1954), Sharon Isbin (Minneapolis, 1956), María Esther Guzmán (Sevilla, 1967), el alemán Friedemann Wuttke, el suizo Christoph Denoth hasta, más recientemente, Milos Karadaglic (Montenegro, 1983). A ver si va a ser un caso parecido a lo que Itzhak Perlman denunció sobre violinistas, que “llegar en activo a los 40 años ya constituía un triunfo”…

Bueno, lo cierto es que Cauvin ha grabado ya unos pocos discos para Sony, y este último, que acaba de salir a la venta, el único de ellos que he escuchado completo, es sencillamente magnífico… aunque un poco avaro, pues contiene solo la famosa Toccata y fuga BWV 565 y la Segunda Partita para violín solo (BWV 1004), ambas en impecables transcripciones del propio Cauvin, a la que solo se añaden tres breves adaptaciones, un tanto libres, de los Preludios BWV 846, 1007 y 855a. La ejecución es tan fácil, fluida y natural que da la sensación de que no existe la menor barrera en la técnica de este instrumentista. Y en cuanto a la musicalidad y el buen gusto del intérprete creo que difícilmente se puede pedir más. Es, sin duda, uno de los mejores discos de Bach en guitarra que haya escuchado, equiparable a lo más logrado por Segovia, Bream, Williams o Söllscher (he picado brevemente en algunos otros discos de Cauvin y debo decir que sus incursiones en música española no siempre son de este nivel). La toma de sonido es de lo mejor que se pueda imaginar para una guitarra.

5 comentarios:

  1. Curioso que en dos discos recientes de guitarra ( éste de Cauvin y el de Luigi Attademo) se haya grabado la Tocata y Fuga BWV 565. Como comentó en las repectivas entradas, le han gustado mucho las dos. ¿Con cuál de las dos grabaciones se quedaria?

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    1. Quizá con esta última, la de Gauvin. Es curioso cómo una obra para órgano, normalmente tan imponente, puede quedar más que bien en la "intimista" guitarra. A.C.A.

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  2. Lo de original para órgano de la BWV 565 cada vez está más discutido por la propia sociedad Bach y su catálogo BWV. Hoy en día se cree que originalmente era una obra para violin.
    De hecho ya existen unas cuantas grabaciones para este último instrumento. Personalmente me quedo con la versión para órgano de toda la vida, aunque reconozco que queda muy bien transcrita a la guitarra.

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  3. Un comentario más. De entre los guitarristas mencionados me detengo en David Russell. Los recursos y la técnica de guitarra actuales, no se entienden sin la figura de este guitarrista afincado en Galicia, con multitud de alumnos y seguidores por todo el mundo. Afortunadamente sigue en a activo, con un discografía muy amplia (sobre todo una docena de discos en el sello americano Telarc).
    Un saludo

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