martes, 21 de febrero de 2023

Barenboim resiste. Una nueva madurez

 

Las tres últimas Sinfonías de Mozart en Milán

Aunque poco a poco y espaciando sus apariciones en público, Daniel Barenboim vuelve a la actividad. Lo último que hemos podido verle y escucharle (en LaScala.tv) ha sido un concierto los días 15, 16 y 18 de este mes de febrero en el que ha dirigido, a la Orquesta Filarmónica de La Scala milanesa, las tres últimas Sinfonías de Mozart. Un caballo de batalla muy suyo, y que sin embargo, misteriosamente, no ha grabado desde hace muchos años, a finales de los 60 con la English Chamber Orchestra. Recientemente las ha hecho en numerosas ocasiones, por ejemplo con la Filarmónica de Viena en esa ciudad y en Praga (2012), así como con la Orquesta del Diván en Ginebra (2015: filmación no publicada en soporte físico). Interpretaciones, todas estas de los últimos años, de primera magnitud, sobre todo de la 39 y la 40; curiosamente, un poco menos de la 41, de la que en 1984 grabó una formidable interpretación para EMI con la Orquesta de París que -también extrañísimo- no ha sido, si no me equivoco, pasada a CD.

Bastante diferentes son las que acaba de hacer en Milán, como si hubieran pasado 30 años desde las de 2012 o 2015. Se trata de una singular nueva madurez de este colosal músico. Muy disminuido físicamente, caminando inseguro lentamente, a pasitos cortos, ha demostrado sin embargo una asombrosa lucidez. Y, al hacer música, una transfiguración, pues se hallaba durante el largo programa espabilado, incluso poniéndose en pie, y de buen humor (a un espectador que le gritaba fuerte “¡bravo, bravo!” le contestó: “¡debería usted presentarse a las pruebas para entrar en el Coro!”). Con la lentitud tan frecuente en los directores muy mayores, desgranó estas obras capitales con una inmensa sabiduría, paladeándolo todo, adoptando unos fraseos de singular fluidez y naturalidad en las transiciones, de una lógica inapelable, consiguiendo una asombrosa transparencia y manejando magistralmente la agógica -sin la menor extravagancia- y la dinámica.

Pese a los tempi calmados, hubo mucha energía interior. En el finale de la 40 la rabia y rebeldía de 1968 (¡y de 2012!) pasan a ser ahora puro dramatismo. Por cierto, este movimiento es aquí más klempereriano que el de Klemperer en su grabación (1963). Introspección, hondura, abandono, dolor contenido (inenarrable “Andante cantabile” de la “Júpiter”). El finale de esta Sinfonía difícilmente se habrá escuchado con tal claridad polifónica; tras un acentuado rubato, la coda alcanza un punto de grandiosidad nada retórico, con las trompetas bien presentes. Por cierto, lo que consiguió de la Orquesta, que no es la bomba, llama la atención: ha debido de trabajar a fondo con ella. ¡Qué distinto habría sido todo, seguramente, con Daniel Harding, a quien “por motivos familiares” Barenboim sustituía! Habiéndome recordado por momentos el arte de Celibidache, es este, en cualquier caso, “otro Barenboim”. ¿Más genial aún? Puede que sí. El público lo recibió, en pie, con una calurosísima acogida y la Orquesta, con palpable cariño (emocionado abrazo del concertino). Al final se dirigió al público para darle las gracias por tanto fervor. En un italiano irreprochable.

Sería una pena que no quedase constancia documental de este concierto memorable, y tal vez de otras interpretaciones de tal guisa que pudieran venir ahora… si la salud se lo permite. Parece sentirse seguro, pues incluso tiene previstos el 26 y 27 de febrero, además de un programa Berlioz con Las noches de estío con Cecilia Bartoli más la Sinfonía “Fantástica” (Staatskapelle Berlin), recitales de piano en marzo en Montecarlo, Zúrich, Basilea, Martigny, Ginebra y Berlín con… ¡las tres últimas Sonatas de Beethoven!

 

10 comentarios:

  1. Buenos días, estimado Ángel. El concierto se encuentra disponible en La Scala Tv. Hay que pagar 4,90 (HD) y 6,90 (UHD). Por un solo concierto, para los argentinos, se vuelve caro (sobre todo porque se triplica por impuestos absurdos que pone nuestro gobierno a las compras con tarjeta de crédito en el exterior). Pero quien pueda disfrutarlo, que lo disfrute.
    Aquí:
    https://lascala.tv/it/evento/9b37284f-bc29-4efe-a84d-48c0e3b41269/

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  2. Un amigo me comunica: "Me llamó la atención el rapapolvo que le echó a las cuerdas en un momento de la 'Júpiter'. Un leve gesto de desaprobación. No es más que una anécdota, pero tuvo gracia. Pero estando tan paradito demuestra que su oído está muy atento". José.

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  3. Es una magnífica noticia para la música que a pesar de la enfermedad Barenboim aún siga desarrollando una cierta actividad concertística. Como los viejos maestros como Klemperer o Böhm, que hasta el siempre tuvieron algo nuevo que decir.
    Ángel, quisiera preguntarle si cree que este concierto se publicará en algún momento. Tendría sentido, porque como usted bien ha apuntado las grabó hace mucho tiempo

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    1. Me encantaría que se publicase, pero no puedo saberlo. Ojalá. Veremos. A.C.A.

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  4. Me alegra que barenboim vuelva poco a poco. Radio clásica dedica esta semana retrato de artista a dvorak, para mi uno de los grandes, que no tiene el reconocimiento que merece.

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    1. Estoy de acuerdo. Yo también tengo en muy alta estima a Dvorák. A.C.A.

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  5. Respecto a Daniel Harding, al que Barenboim sustituyó, me parece que con el paso del tiempo a ido a mejor, cosa que no siempre sucede, ahí tenemos el caso de Pablo Heras-Casado, por citar un ejemplo de casa.
    Aparte de los próximos conciertos mencionados de Barenboim, en junio está previsto que vuelva a dirigir a la Filarmónica de Berlín, en el programa aparece la sinfonía de César Franck. El nuevo Barenboim puede resultar muy interesante en esta obra.
    Saludos.

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    1. Estoy de acuerdo en lo que dices de Harding y de Heras Casado. Sí que será muy interesante escucharle a Barenboim ahora la Sinfonía de Franck. A.C.A.

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  6. Hace años seguí con atención su espacio Versiones Comparadas en Radio Clásica. Lástima que no continuase. Una pregunta: la envolvente música de violonchelos de su sintonía ¿qué obra es?. ELOY. (Gracias).

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    1. Es un pasaje de Noche transfigurada, de Schoenberg. En la grabación de Barenboim con la Sinfónica de Chicago. A.C.A.

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