martes, 7 de mayo de 2024

Interpretaciones 100% históricamente informadas. Los 200 años de la "Novena" de Beethoven

  

El grado de incertidumbre sobre cómo sonaba hace cientos de años la música de los compositores del Barroco o el Clasicismo -mientras no aparezcan grabaciones de entonces, hechas por algún pionero adelantado a Edison- es, se pongan como se pongan algunos, muy alto. Por eso me enfadan tanto quienes dicen de esta o aquella interpretación no basada en criterios “historicistas” que es errónea, fuera de estilo, anacrónica, etc.

Pero es que conocemos algunos casos en los que podemos saber perfectamente -como cualquiera que quiera comprobarlo- al 100% de seguridad y exactitud, de primera mano, cómo eran en su momento algunas interpretaciones, porque su sonido ha quedado registrado. Interpretaciones nada menos que de sus propios autores.

 

He aquí algunos ejemplos:

-el Bolero de Ravel dirigido por Ravel.

-el Concierto para orquesta de Kodály dirigido por Kodály.

-los tres más célebres ballets -El pájaro de fuego, Petruchka y La consagración de la primavera- de Stravinsky dirigidos por Stravinsky.

-no pocas composiciones de Elgar dirigidas por él mismo: las dos Sinfonías, el Concierto para cello (con Beatrice Harrison) o las Variaciones Enigma (no olvidemos que Elgar no era director accidental: lo hacía con regularidad desde 1882).

Invito a los melómanos curiosos que no conozcan estas grabaciones a que las escuchen. Estoy convencido de que les gustarán tan poco a mí. Pero, según los postulados de los que siguen (dicen seguir) a rajatabla los criterios del historicismo (bien) informado, estas interpretaciones, a menudo cuajadas de molestísimos portamentos (entre otros defectos hoy intolerables), deben servir como modelo. Y las que se alejen de estos modelos tendrán que ser consideradas erróneas, fuera de tiesto, etc., etc. 

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La Novena Sinfonía de Beethoven cumple hoy 200 años 

Hoy, en el 200º aniversario del estreno de la Novena Sinfonía de Beethoven, se me ha ocurrido hacer el ejercicio de escuchar dos veces el "Adagio molto e cantabile" por el mismo director: Daniel Barenboim. Dos interpretaciones sumamente diferentes. La de Erato de 1992, con la Staatskapelle Berlin es, como escribí en su día: "en este caso es mucho menos belleza contemplativa y serena: conservándola en toda su inmensidad, esta belleza es aquí mucho más punzante y está traspasada de dolor. El clímax es el más angustioso que recuerdo haber escuchado, y lo que le sigue, una íntima meditación inmensamente desolada". 

¡Qué diferencia con la toma videográfica de diciembre de 2005 en La Scala de Milán, con la Orquesta Filarmónica del teatro! Aquí se alcanza la más dulce -sin sacarina-, envolvente, serena y consoladora belleza, con un grado intensísimo de emoción. Que un mismo director haya logrado dos aproximaciones tan diversas dice mucho de su capacidad para expresar el trasfondo de una música tan excelsa y de tan ricas posibilidades expresivas. (Las duraciones de una y otra no dan pistas: 18'43" y 18'10", respectivamente). 

14 comentarios:

  1. En esto, Ángel, me temo que no coincidimos, por lo menos del todo. Al final, como siempre, entiendo que el factor clave es el talento del intérprete-compositor de turno, y no olvidemos que, por lo menos en las grabaciones más antiguas, el factor tecnología también cuenta, y en muchos casos no para bien, porque obligaba a los intérpretes a tomar decisiones que a buen seguro en otros casos no habrían adoptado.
    Como mínimo, creo que tenemos que aceptar que esas interpretaciones, sobre todo las más tardías, sí responden a las intenciones de los compositores respecto de sus obras. Y hay algunas realmente importantes. El Bolero de Ravel por Ravel es un precedente para lo que luego hará Celibidache con mucha más atención por los detalles, y la verdad, no conozco versiones que me hayan convencido más (“de verdad”) del Concierto para violín de Elgar que la grabación del compositor con Menuhin, quizá porque todos los demás tienden a intentar hacerlo más sinfónico aún de lo que es, (bueno, veremos ahora Michael Barenboim, que lo acaba de grabar…). Y Stravinsky era un director muy irregular, pero la grabación completa que hizo de El pájaro de fuego sí es importante; de hecho, me parece más interesante que la de Boulez, aunque no sea una referencia, ni siquiera para mí. Y el tema de los portamenti es tan particular… En fin, yo intento escuchar más en contexto y con miras más amplias.


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    1. Los portamentos, concretamente, que llegan a ser asfixiantes, no eran muestras de incapacidad al dirigir: era lo que les gustaba entonces a muchos compositores, gusto que hoy casi nadie comparte. ¿Hay que volver a hacerlos hoy para estar históricamente mejor informados?
      El Concierto para violín por Menuhin y el autor sigue pareciéndome admirable. Puede que el mismo Elgar muchos años antes lo hiciera muy diferente. La primera vez, próxima a la fecha de composición ¿sería más auténtica por ello?
      Tampoco encuentro mucho parecido en el Bolero de Ravel por él mismo con el de Celibidache, al margen de que este sabía dirigir mucho mejor que aquél.

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  2. Buenas tardes a todos. Coincido totalmente contigo, Ángel. Las versiones de compositores-directores de comienzos del siglo XX, al margen de su pésimo sonido, se presentan totalmente (siempre hay puntuales excepciones) como superadísimas por interpretaciones posteriores. Siempre he pensado que la llamada interpretación históricamente informada, dejando de lado las investigaciones (que sí habrán hecho, no lo dudo) es, más bien, interpretación limpia, restellante, alucinada y (en ocasiones) alienada, de lo que sus intérpretes quieren creer y hacernos creer que es lo que se hacía en la época del compositor de turno. Eso no quita, al menos en mi caso, que disfrute de esas grabaciones, dentro de ciertos parámetros innegociables: musicalidad, razonabilidad y coherencia. Por eso disfruto enormemente de El Mesías con instrumentos "de época"... pero mi versión favorita sigue siendo la de Leppard. Por cierto, para cuándo una cajita con las grabaciones de este magnífico director.

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    1. Respondiendo a lo último: quizá para nunca, porque está totalmente desacreditado por músicos historicistas que no le llegan a la suela del zapato.

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    2. No pierdo la esperanza. Si están reeditando las grabaciones de Marriner, incluso las de Handel (en Decca Eloquence), quizá llegue a Leppard su momento

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  3. Entiendo que existe una idea bastante precisa de como eran las cosas en el momento original. La musicología, disciplina de mayor rigor objetivo que la interpretación musical, es capaz de proporcionar pistas adecuadas sin pretender llegar a la reconstrucción exacta de lo que se hacia en los tiempos de la obra original, misión prácticamente imposible. Se trata de lograr una aproximación lo más respetuosa posible a su contexto histórico, lenguaje y estilo de la época, y por supuesto al compositor.

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    1. El problema para mí sigue siendo el de POR QUÉ hay que tocar hoy como se tocó en su día. ¿Por qué?, insisto. Una vez más lo diré: conocemos cómo tocaba Rachmaninov sus obras, cómo dirigía Elgar las suyas. Prescindir de la jurisprudencia interpretativa que se ha ido acumulando ¿a qué conduce?
      Me decía un conocido: Stravinsky grabó varias de sus obras más de una vez, las fue "perfeccionando" con el tiempo. ¿Solo los compositores pueden o deben hacerlo, lo de perfeccionar?

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    2. Puedo estar de acuerdo con su punto de vista, y más si cabe en el repertorio del Clasicismo y posteriores. No creo que sea fundamental abordarlos desde la óptica historicista ni tampoco interpretarlos como lo hicieron los compositores en origen. La mayoría de interpretaciones de obras en el Clasicismo y repertorios posteriores se realizan con instrumental moderno. Las incursiones historicistas de Savall y compañía no son mayoritarias. En nuestro país contamos con una treintena de orquestas sinfónicas estables, existen muchas más. Cuántas orquestas historicistas existen para abordar repertorio sinfónico?.... La orquesta de Savall se financia en gran medida con dinero francés. Otro cantar son las pequeñas agrupaciones que interpretan música antigua. Uno de los problemas de la música antigua es que se identifica en grandísima medida por el estilo. El estilo es importante, es el ropaje de la música, no debe se vestir a un cristo con dos pistolas, pero no basta con eso, la música no es sólo estilo... Por tanto creo que no se debe desdeñar lo que hicieron músicos de otros campos en el terreno de la música antigua. Tampoco desautorizar sistemáticamente toda aproximación históricamente informada. En definitiva diría que el canon histórico ofrece un plus, una aproximación de mayor objetividad, sobre todo en los repertorios Barroco y anterior, aunque a veces puede haber más música en versiones interpretadas con instrumentos modernos

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  4. Pues yo he tenido la paciencia de escuchar el concierto homenaje de los 200 años que ha emitido radio clásica. Historicista claro, misa solemnis y novena, me han paelrecido un horror. Leo que Muti dirigía la novena en Viena a la misma hora, a ver si la cuelgan en YouTube o arte, no creo que radio clásica la ofrezca, lo bueno no les va.

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  5. Bien, vamos con las diferentes cuestiones:
    Primera: cuando yo escucho interpretaciones que se dicen “históricamente informadas”, no estoy negando las posibilidades estéticas de quienes deciden no seguir ese camino. Me parece peligroso tanto negar las aportaciones que han hecho los intérpretes historicistas como convertirlas en dogma. Así que los portamenti podían tener su lugar en su momento histórico, y los intérpretes los aplicaban según sus criterios. Diré más: la experiencia demuestra una y otra vez que quienes intentan seguir demasiado al pie de la letra lo que se escucha en aquellas grabaciones fracasan por completo.
    Segunda: que Elgar interpretara su Concierto para violín años antes de manera completamente diferente a lo que hace con Menuhin en su famosa grabación es irrelevante. Lo único que debería importarnos es que esa versión es realmente imponente.
    Tercera: la comparación entre el Bolero de Ravel por el compositor y por Celibidache tiene un punto de partida, que es el tempo. La mayor parte de los directores corren mucho más y arruinan la esencia de toda la obra.
    Cuarta: no soy muy partidario de Leppard, pero sí creo que llegado su momento tendrá y un tratamiento similar al que está disfrutando ahora Marriner, o al menos así lo espero.
    Y por último, Martin Haselböck es un muy buen intérprete historicista incluso en repertorios del XIX (todo su Liszt me parece interesantísimo), pero la Novena no es ciertamente lo mejor de su ciclo Beethoven. Será mucho más interesante escuchar a Muti…

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    1. Sí, Xabier, compruebo una vez más que, por fortuna, no eres "fundamentalista" del historicismo. Y te doy por completo la razón en lo que dices de las interpretaciones al pie de la letra, sin ver más allá (más adentro) de las notas. ¡Tantos compositores, además, lo han advertido!
      En cuanto al Concierto de violín de Elgar: cuando lo estrenó el autor, con Fritz Kreisler en 1910, se acercaría más a las intenciones al ser compuesto que 22 años después al grabarlo con Menuhin: es lo que afirmarían los historicistas si fueran coherentes con sus postulados, pero yo no puedo estar de acuerdo. Elgar habría reflexionado entretanto sobre su obra y, además, se encontró con violinista que -por lo que parece- comprendió mucho mejor la obra que Kreisler (que, creo, no volvió a tocarlo). Así que estoy seguro de que volver a los inicios de una obra, a cuando fue compuesta o estrenada, no es acercarse a "la verdad". Las obras maestras se enriquecen con el tiempo.
      Recuerdo cuando comenté la grabación de la Sinfonía "Heroica" por Savall: escribí algo así como que tal vez se parecería algo a la del estreno, cuando los músicos se enfrentaron a algo que no comprendían. Así que desdeñar las aportaciones de Furtwängler, Klemperer o Barenboim a esa obra genial no es dar un paso hacia adelante, sino hacia atrás. Y en cuanto a Marriner o Leppard, me quedo claramente con este último, pues el primero solía tender demasiado a la ligereza (aunque, por supuesto, hizo interpretaciones admirables: Haydn o el joven Mozart). Comparar los Bach y, sobre todo, los Haendel de uno y otro es bastante esclarecedor.

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    2. Ah, y en lo que se refiere al Bolero de Ravel: la grabación del autor no es de las más lentas (15'39"), pero sí de las más aburridas (¿incapacidad como director? Puede ser). Un tempo muy razonable me parece el de Martinon: 15'00". Tempi muy lentos de dos magníficas versiones: Barenboim/OdeParís 17'38" y Celibidache/OFilMúnich DVD: 17'55". En el otro extremo está Münch: 13'49". Yo, personalmente, lo prefiero tirando a lento.

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  6. Leí una anécdota de Bartok ensayando con Menuhin la sonata para violín solo. Hubo un momento en que el instrumentista paró y pidió perdón al compositor por haberse equivocado. Pero Bartok cogió el lápiz y corrigió la partitura. Es así como debería haberla escrito, dijo.
    Un compositor hace muchos bosquejos y con parte de ellos acaba la obra. Incluso a veces la retoca, o se la retocan, después del estreno varias veces. ¿Es la obra definitiva o pudo hacer algo mejor o distinto?
    El acto de componer es distinto al arte de interpretar. Siempre pongo como ejemplo la lectura. El escritor pone el libro escrito y el lector la entonación al leerlo. Por eso se debería incidir en lectura en el colegio. Leer en vos alta.
    En la música varían además las técnicas de los intrumentistas, los instrumentos, etc. o no se tiene conocimiento directo, y literal, de cómo se hizo antes. Incluso eso de las escuelas no garantiza la fidelidad total
    Y luego está el director, o el que corta el bacalao en un cuarteto, etc.. Y resulta que no suena lo mismo con uno que con otro.
    ¡No hay un canon actual y estan buscando un canon histórico!.
    Hoy mismo he escuchado a un director hispano americano, creo que Estrada, con la Hr. el Nuevo Mundo. Pues ha fraseado el segundo tema melódico siempre mucho mas lento de lo habitual. Y para colmo ha retenido el tempo y cambiado el fraseo, entonación de la frase, para hacer un final , si no totalmente pesimista, muy poco bullanguero pero nostálgico. Algo que no se oye todos los días.
    ¿Cómo pensó todo eso el compositor?

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    1. Encuentro tus reflexiones interesantes y, seguramente, atinadas.

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