domingo, 5 de enero de 2025

Jean Sibelius: Discografía (VI)

 

En Saga, op. 9 (1892, rev. 1902)

1943 DG          Furtwängler/OFilBerlín            20’14   8/4

1958 Sony        Ormandy/OdeFiladelfia            15’45   6/6

1963 EMI         Sargent/OFilViena                   18’34   8/7,5

1965 RCA        Ormandy/OdeFiladelfia             16’57   7/7

1970 Edel         Sanderling/OSinfBerlín            20’01   9/7,5

1974 EMI         Berglund/OSinfBournemouth   18’54   7,5/6

1977 EMI         Karajan/OFilBerlín                   18’16   7,5/8

1981 RCA        Ormandy/OdeFiladelfia             18’09   8/8

1981 Decca      Ashkenazy/OPhilharmonia       19’20   9/9

1992 Sony        Salonen/OFilLosAngeles          17’30   7/7

1993 DG          Neeme Järvi/OSinfGotemburgo 17’51   8/9

1997 RCA        C.Davis/OSinfLondres              18’48   9/9

2002 Bis           Osmo Vänskä/OSinfLahti         18’26   8/9

2017 Ondine    Hannu Lintu/OSinfRFinlandia  18’40   8/9

2018 Linn        Sondergard/OBBCGales           18’14   9/9,5

2019 Alpha      S.M.Rouvali/OSinfGotemburgo 19’00   9,5/9,5

 

Scaramouche, op. 71, ballet completo (1913)

2015 Naxos      Segerstam/OFilTurku/Bendik Goldstein, viola/

Roi Ruottinen, cello                  30’54+39’55

 

Tapiola, op. 112

Tapiola es un poema sinfónico sobre los bosques de Finlandia. Pero, a diferencia de Richard Strauss, que suele ser descriptivo en ellos, Sibelius se acerca más a Franz Liszt en su intención de lo que podríamos llamar pintura atmosférica. Así, no hallamos ningún relato ni argumento en la última gran partitura orquestal sibeliana, orquestada para maderas a tres, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, timbales y cuerdas.

En la epopeya nacional finesa, el Kalevala, Tapio era el dios de los bosques, y Tapiola el nombre de sus dominios. A petición de su editor, Sibelius explicaba así, en cuatro versos, el significado del título de su poema sinfónico: “Allá, en el norte, se extienden los ancestrales y sombríos bosques; / misteriosos, meditan sueños feroces / y esconden a su poderosa divinidad; / en sus sombras urden los trasgos sus maleficios. Tapio no tiene vasallos humanos, pues estos no pueden entrar en sus impenetrables bosques, sino sólo vasallos arbóreos, solitarios y de aspecto lúgubre”.

La pieza comienza con un motivo en las cuerdas, sobre un leve y breve redoble de timbales, indicado “Largamente”: célula que genera todos los subsiguientes. Los arcos dan paso a diálogos en las maderas. El tempo se acelera un poco en varias ocasiones, para volver recurrentemente a la indicación del comienzo. En un pasaje scherzando, cuya melodía procede de la primera, parece como si se escuchara a los trasgos del bosque a los que Sibelius aludía. Más tarde, es de suponer que los imponentes y temibles rugidos del metal, con violentos estallidos disonantes, se refieren al propio Tapio. Todavía, antes del sosegado (pero no tranquilizador) final, podríamos pensar que se desencadena con furia una tormenta de nieve. Pero todo esto no pasan de ser suposiciones imaginarias, ya que, al decir del propio autor, no se cuenta historia alguna.

En ocasiones se ha señalado que la estructura de Tapiola, en apariencia informe, encierra en realidad una introducción, un tema con siete variaciones y una coda. Sobre lo que sí están de acuerdo la mayoría de los comentaristas es sobre el enorme acierto de Sibelius para lograr una atmósfera misteriosa, inquietante, desolada, opresiva, ominosa y hasta aterradora, mediante una intensa ambigüedad armónica (aunque la obra está en Si menor) y una paleta orquestal en la que priman los colores oscuros: ideal para sugerir la impenetrabilidad cargada de inciertas amenazas del denso bosque nórdico. Pocas veces en la historia de la música la naturaleza ha sido, en sentido amplio, evocada con una presencia y una fuerza tales.

Compuesta en parte en la soleada Italia (¡!) y completada poco después de su Séptima Sinfonía, aunque Sibelius viviría treinta y un años más, ninguna otra composición significativa brotaría de su pluma. Tras Tapiola apenas fueron compuestos poemas sinfónicos de primera magnitud: es, pues, una de las últimas obras maestras del género. “Tapiola merece ser considerada un jalón en la música del siglo XX” (F.R.Tranchefort).

En numerosas ocasiones habló Sibelius, y largamente se especuló, sobre la gestación de una octava sinfonía, que sin embargo y por desgracia nunca llegó a concretarse, pues Sibelius destruyó al parecer todos sus esbozos.

Encargo de Walter Damrosch y la New York Symphony Orchestra, Tapiola fue estrenado por estos intérpretes en esa ciudad el 26 de diciembre de 1926, en una velada en la que George Gershwin tocó la parte solista de su Concierto para piano en Fa.

Sibelius percibió hasta el final de sus días una renta estatal que le permitiría de por vida dedicarse a la composición sin verse forzado a ganarse la vida de otro modo (dando, por ejemplo, clases como tantos otros músicos); si alguna vez se ha comentado maliciosamente que esta seguridad fue en parte culpable de que Sibelius dejase prácticamente de componer tras la composición de Tapiola, habría que recordar que esta asignación económica empezó a recibirla desde finales del siglo XIX, precisamente mientras componía su Primera Sinfonía.                        

Tapiola, op. 112 (1926)

1933 Naxos      Kajanus/OSinfLondres             17’26   7/4

1953 Decca      Van Beinum/OConcertgebouw 18’05   7,5/6

1954 EMI         Karajan/OPhilharmonia            19’55   9/6

1956 EMI         Beecham/ORoyalPhilharmonic 17’47   6/7

1957 DG          Hans Rosbaud/OFilBerlín         18’34   6/6

1958 Sony        Ormandy/OdeFiladelfia            18’07   7/6

1965 DG          Karajan/OFilBerlín                   20’12   8,5/8

1968 Decca      Maazel/OFilViena                    19’05   8,5/7,5

1973 EMI         Berglund/OSinfBournemouth   18’11   8,5/7,5

1977 Philips     C.Davis/OSinfBoston               17’55   8/7,5

1977 EMI         Karajan/OFilBerlín                   19’14   7/7,5

1978 Chandos  Gibson/ONacionalEscocia         15’41   5/7

1981 RCA        Ormandy/OdeFiladelfia             19’55   8,5/8

1983 Decca      Ashkenazy/Philharmonia          18’30   7/8,5

1983 EMI         Berglund/OPhilharmonia          17’23   9,5/9

1984 DG          Karajan/OFilBerlín                   20’13   9,5/9

1986 Bis           Neeme Järvi/OSinfGotemburgo 18’50   8/8

1992 Decca      Blomstedt/OSinfSanFrancisco  19’28   8/9,5

1992 Chandos  Segerstam/OSinfNacDanesa     21’08   9/8,5

1995 Ondine    Segerstam/OFilHelsinki            19’21   9/8,5

1996 DG          Neeme Järvi/OSinfGotemburgo 20’03   8/9

1997 Bis           Osmo Vänskä/OSinfLahti         17’56   7,5/8

1999 RCA        C.Davis/OSinfLondres              18’29   7/9

2003 Erato       Oramo/OSinfCBirmingham      15’43   7,5/8,5

2011 Bis           Okko Kamu/OSinfLahti           18’08   8/8,5

2013 ASO        Robert Spano/OSinfAtlanta      19’41   6,5/8

2017 Ondine    Hannu Lintu/OSinfRFinlandia  18’14   8/9

*2019 DCH      Paavo Järvi/OFilBerlín              19’10   8/8

2021 Chandos  Edward Gardner/OFilBergen     18’11   8/9,5

2022 Decca      Klaus Mäkelä/OFilOslo             19’23   8/9

1 comentario:

  1. Sibelius, durante los casi treinta últimos años de su larga vida entró en un silencio creativo, se retiro a su casa de campo donde, parece ser, sobre todo bebía.

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