domingo, 19 de octubre de 2025

La "mozartitis" que nos invade. ¿Dónde queda Haydn?...


Una omnipresencia excesiva frente a un incomprensible orillamiento


Cada vez son más voces ilustres del mundo de la música que afirman que Joseph Haydn es tan grande como Wolfgang Amadeus Mozart. Pues bien, la proporción de la presencia de uno y otro en la vida musical es tal vez de uno a cinco, y, en Radio Clásica, como de uno a diez.

De entre los compositores que podríamos considerar gigantescos, sin duda es Haydn el más olvidado. Y es incomprensible la cantidad de melómanos que ignora una enormidad de sus tesoros.

Vamos a hacer un balance sucinto del legado de ambos: Mozart es muy superior a Haydn en el campo del concierto para piano y en el de la ópera. Haydn es superior en el género sinfonía y en el del cuarteto de cuerda, aunque no porque tenga obras maestras superiores, sino por la enorme cantidad de ellas: por ejemplo, Mozart compuso media docena de sinfonías geniales, pero Haydn no menos de cincuenta. También en el ámbito del cuarteto ocurre algo similar. Otras composiciones de cámara: Mozart desbanca a Haydn con sus Quintetos de cuerda K 515 y 516 y con el de clarinete.

Haydn no tiene una misa tan genial como la de Requiem de Mozart, pero a cambio tiene unas siete u ocho misas superiores a las de Mozart, exceptuado ese citado Requiem y la Misa en Do menor. Y en el campo del oratorio, dos a cero a favor de Haydn: La Creación y Las estaciones: los más admirables desde Haendel hasta hoy.

En el ámbito de la sonata para piano la superioridad de Mozart no es tan grande como se suele pensar. Y algo similar ocurre con los tríos de piano.

Fuera de los conciertos para piano, en los que la primacía del salzburgués es abrumadora, en Mozart solo es excepcional el de clarinete, así como la Sinfonía concertante para violín y viola (los conciertos de violín, el de oboe, flauta, fagot, los de trompa o el de flauta y arpa no son del otro jueves).

De las óperas no hay discutir: Mozart atesora cinco o seis títulos capitales, mientras que unos cuantos de Haydn realmente preciosos son ignorados sistemáticamente. Sin embargo, hay más grabaciones y representaciones de las óperas primerizas de Mozart que de las maduras de Haydn, bastante más interesantes.

El de Salzburgo compuso un número enorme de obras, pero el de Rohrau no menos, o sea que no es esa la razón de la superpresencia del primero.

En Radio Clásica, uno de los presentadores estelares, venga o no a cuento, salpica cada dos por tres sus intervenciones con un “¡Viva Mozart!”. Nunca se le ha oído decir “¡Viva Bach!” o “¡Viva Beethoven!”. Si en una ocasión se le oye proclamar “¡Viva Haydn!”, y no digamos “¡Viva Bruckner!” es que el mundo se acaba ese mismo día.

Lo cierto es que nuestra radio clásica pública programa más música de Mozart que de ningún otro compositor, y que ¡busque usted cuándo fue la última vez que sonó en ella una misa, una sonata para piano o un trío de Haydn!

¡Por descontado, Mozart tenía en mucha más consideración a Haydn que Radio Clásica o los programadores de los conciertos!

76 comentarios:

  1. De acuerdo en que Haydn es el más olvidado de los grandes compositores, y que su talento es comparable al de Mozart o Beethoven. Pero no estoy de acuerdo en absoluto con la frase: "los conciertos de violín, el de oboe, fagot, los de trompa o el de flauta y arpa no son del otro jueves". Gente como Karl Böhm, Neville Marriner o Nikolaus Harnoncourt han demostrado que es música de primerísimo nivel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No he colgado este texto para denigrar a Mozart, sino sobre todo para reivindicar a Haydn. Que esas versiones de esos Conciertos sean muy buenas no impide que las obras sean -en mi opinión- relativamente menores.

      Eliminar
    2. Concretamente los dos Conciertos para violonchelo y el de trompeta me parecen superiores a esos (entre los que quizá sobresale el Quinto para violín, K 219).

      Eliminar
  2. Los géneros más prestigiosos, relevantes e intelectualizados en el Clasicismo fueron la Sinfonía, El Cuarteto de Cuerda y la Misa, en donde parece imponerse Haydn. Los Conciertos y la Ópera tuvieron una consideración de menor prestigio en obras dirigidas a un público heterogéneo y en ocasiones más vulgar. Dicho lo cual, no creo que exista gran distancia entre ambos compositores, salvo en las obras concertantes y la Opera , donde Mozart sobrepasa ampliamente a Haydn. En contrapartida, como es sabido, Haydn establece el modelo Cuarteto de Cuerda y en menor medida la Sinfonía, estableciendo la codificación del género.

    ResponderEliminar
  3. Sin duda, Haydn esta infravalorado, cuando está entre los grandes, casi a la altura de Beethoven, Bach y, Mozart, que serían los indiscutibles, creo. Otro tanto pasaría con. Berlioz, muy al margen.

    ResponderEliminar
  4. Es una cuestión de repertorio habitual en las salas de conciertos y en las discotecas de los aficionados. Haydn gana en la música de cçamara, pero la música de cámara no es popular. Puede ganar en número de sinfonías grandes pero las que se escuchan son sólo las sublimes de Mozart. No digamos en los conciertos de piano.. No me pronuncio sobre las óperas pero ahí la competencia de Mozart es muy grande. Las que se escuchan de verdad de Mozart son las últimas. En fin. que el tipo de obras escritas por Mozart es mas popular que el de Haydn.
    Yo no haría la comparación de Haydn con Mozart para calibrar su valor sino con el resto de compositores de la época para situarlo. Ahí sin duda sale ganando por goleada. Sin reservas la popularidad de Haydn crecería si se escucharan mas sus 20 últimas sinfonías y sus cuartetos... y tríos importantes. Su música mas propicia para conocerlo.

    ResponderEliminar
  5. Hay un dato relevante que se debe tener en cuenta: MOZART murió a los 35 años; HAYDN a los 77.
    Teniendo en cuenta lo que Wolfgang compuso en, digamos, sus 2 últimos años, produce vértigo pensar lo que nos hubiera dejado si hubiera dispuesto de... 42 años más!!!
    Haydn: un genio.
    Mozart: el genio absoluto.
    Un saludo. José.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy comparando el legado de uno y otro, independientemente de los años que vivieron.
      Y ya que te refieres a los dos últimos años de la vida de Mozart, precisamente en ellos se produjo un cierto declive en algunas de sus obras -Cuartetos y Quintetos de cuerda, Sonatas para piano- con respecto a las anteriores. O en La clemenza di Tito, claramente inferior a las tres óperas de Da Ponte.
      Por cierto, creo que el año más fructífero de la historia de la música fue 1828, gracias a más de una docena de obras capitales, CAPITALES, de Franz Schubert. Quien vivió cuatro años menos que Mozart.

      Eliminar
  6. Es que Schubert está claramente en el Olimpo. Yo ahora estoy escuchando su ciclo de sonatas para piano intercalando a Barenboim, Leonskaja y Richter: una música prodigiosa fantásticamente interpretada.
    Y su Winterreise es una obra maestra absoluta, en mi modesta opinión, al nivel de la Heroica, Don Giovanni o el Tristan.
    Jose.

    ResponderEliminar
  7. Creo que mucho peor que la Mozartitis lo es la Savallitis, y que las interpretaciones tanto de Mozart como de Haydn por parte de Savall son tóxicas. Lo digo con todo el respeto para quienes les gusten entre los aquí presentes, porque teniendo el gusto musical muy formado la toxina savallista que incorporan no les hará daño. Lo que preocupa es que algún neófito en esto de la música clásica acceda por vez primera al mundo musical de Mozart o de Haydn de la mano de Jordi Savall. Ni el neófito, ni Mozart, ni Haydn se merecen tal desafuero, por no decir maltrato.
    Yendo al tema de la entrada, yo diría que Mozart y Haydn son personalidades muy distintas -de ahí la admiración mutua que se tenían- y que eso se refleja en su música. Mozart ofrece un no sé qué, quizás un plus de belleza melódica y armónica, que Haydn se reserva, pero que compensa con una construcción formal y una gracia en los desarrollos de temas muy simples en general, que es una maravilla. Puede que sea esto lo que genere la Mozartitis, en el sentido de que Mozart es más inmediatamente atractivo que Haydn. Bien, es solo una hipótesis, que no me aplico a mí mismo, porque me encantan los dos en la misma proporción, justamente porque son tan diferentes, aunque dentro de ese mismo estilo al que se ha dado en llamar “clasicismo”.

    ResponderEliminar
  8. Empalmando con la entrada anterior, aorovecho que he citado a Savall para indicar el enlace a una crítica de la segunda grabación del Orfeo (2023) a cargo de Savall. No lo pongo porque la crítica sea elogiosa, lo cual no sería mérito alguno por mi parte, ya que la mayoría lo son, sino porque se atreve a echarle en caracara algunos feos a la dirección de Savall, y eso cuesta encontrarlo.

    (Para mayor comodidad he pasado por el traductor inglés-Español el párrafo pertinente):

    “Ambas grabaciones de Savall adoptan un enfoque bastante sereno y arcádico (...)
    Jordi Savall no siempre dirige la orquesta con matices y equilibrio; por ejemplo, en el Acto I, el ritornello instrumental antes de «Alcun non sia» debería representar una majestuosa procesión hacia el templo, no una especie de paseo lánguido, y la línea de bajo instrumental a veces resulta demasiado alta y esponjosa («Vi Ricordi», Acto II). Dicho esto, se trata de una interpretación atractiva, aunque carece de la emocionante, aunque frenética, interpretación de Emmanuelle Haïm (Virgin, 2004), y de la claridad y consistencia de la aclamada versión de John Eliot Gardiner (en Archiv, 1988).”
    Antoni Pryer

    https://www.classical-music.com/reviews/opera/monteverdi-lorfeo-les-concert-des-nations-savall

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Joso, tanta obsesión con Savall no es normal. Aquí tiene que haber algo personal que desconozco, porque si no, no me lo explico.

      Eliminar
  9. Estoy de acuerdo con la injusta infravaloración y omisión de Haydn por parte de muchos críticos y/o conductores de programas de música a nivel mundial. Ahora bien, de toda la producción sinfónica de Haydn rescato la hermosa sinfonía número 88, mientras que de Mozart, las números 25, 29, 35 y, en especial, las 38, 39 (la que más me gusta del salzburgués), 40 y 41.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. las que citas de Mozart son todas admirables, pero ¿solo una de Haydn?

      Eliminar
  10. Esto de que Haydn esté infravalorado es una cuestión de hace muchos, muchos años, creo que básicamente desde el siglo XIX. Como siempre se ha considerado a Haydn como “el bromista” del Clasicismo y el creador de los géneros de la sinfonía y el cuarteto de cuerda, se ha tendido a pasar por alto su aportación en el período final de su carrera, sobre todo una vez que sus obligaciones con los Sterházy le permitieron más tiempo para sus propios asuntos y viajar a Londres para, por ejemplo, presentar sus doce últimas sinfonías y sus dos grandes oratorios. Para mí, fue Haydn quien enseñó a Beethoven que la sinfonía podía llegar a ser un género de amplio espectro. Tampoco le ha ayudado a Haydn que, al hablar del Clasicismo vienés, aparezca siempre en primer lugar: Haydn es anterior a Mozart por nacimiento, pero vivió más tiempo que él y buena parte de su mejor producción llegó una vez muerto el salzburgués. Y para quien esté interesado, ya hace unos años escribió en Scherzo Rafael Ortega Basagoiti un artículo adoptando una tesis muy similar a la de Ángel aquí.
    Sobre lo de Radio Clásica, es muy sencillo. Mozart es un compositor muy popular, un “buen fondo” para cualquier momento. Haydn no está olvidado, (por tanto no hay que recuperarlo como a otros autores que sí se esfuerzan por recuperar, y sobre todo autoras), pero no tiene el mismo efecto. Eso sí, no creo que a Martín Llade le molestara decir “¡Viva Haydn!”. Tendría más problemas con Wagner, Bruckner o Schönberg…, ¿pero con Haydn?
    Y lo del Orfeo más reciente que Savall, lo tengo que escuchar antes de poder opinar.


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre, Haydn olvidado no está, pero infrafrecuentado, sin la menor duda.

      Eliminar
  11. Acaba de sonar en radio clásica el segundo concierto para violonchelo de Haydn. Los dos se influyen mutuamente, y suenan muy parecido tantas veces.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Del hecho de que Haydn influyó en el joven Mozart y de que el maduro Haydn aprendió de su amigo no hay duda. Pero, en general, son bastante distinguibles.

      Eliminar
  12. No sé si la consideración de bromista es exacta para Haydn. Quizás le venga mejor el calificativo de inventor frente al pícaro teatral que fue Mozart. Haydn utilizó procedimientos más civilizados en la composición que el propio Mozart, el cuál, realiza más modulaciones y giros sorprendentes e inesperados. No es del todo desconocida la opinión de algunos directores sobre la no conveniencia de incluir obras de Haydn y Mozart en un mismo programa, ya que al parecer sale perdiendo siempre Haydn. Haydn queda mejor al lado de Beethoven, dicen algunos.Y por último, una impresión muy personal; diría que Haydn compone en cierta medida para gustar y agradar al público y al Príncipe de turno. Mozart da la impresión de ir más por libre en este sentido.

    ResponderEliminar
  13. Se puede reivindicar a Haydn, un gran compositor, sin necesidad de compararlo con Mozart. Tiene todas las de perder. Solo con Don Giovanni el listón es inalcanzable... Valoremos a Haydn por sus propios méritos y escuchemos con placer su música. Mozart la admiraba.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no creo que tenga las de perder. No lo veo así. Por eso escribí esta entrada del blog. Pero las opiniones son libres.

      Eliminar
  14. Hay una aportación de Haydn que es indiscutible en la historia de la música. Establecer la forma musical definitiva de la sinfonía y el cuarteto de cuerda. (Solo hay que comparar las primeras Sinfónicas de Haydn con las intermedias o últimas). Y más en concreto de la forma sonata que se utiliza en los primeros movimientos de la sinfonía y el cuarteto. Gracias a esa contribución, luego Mozart y sobre todo Beethoven recogieron y ampliaron esa fórmula a nuevos horizontes.

    ResponderEliminar
  15. Dicho lo anterior, por mucho que Haydn me parezca un genio, considero a Mozart un genio aún mayor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El genio de Mozart, su asombrosa precocidad, era aún mayor. Pero el legado dejado por Haydn a mí no me parece inferior.

      Eliminar
  16. Termino. Aunque Haydn tiene un número enorme de obras fantásticas en muchos casos poco conocidas, en el caso de Mozart las obras que todos tenemos en mente, considero que son de un nivel de las mejores de la historia de la música. ( Don Giovanni, Nozze, Cosi, conciertos para piano, Requiem ,etc).

    ResponderEliminar
  17. Cuando he calificado a Haydn de “bromista” y he dicho que en ese aspecto tenía las de perder respecto de Mozart, me estaba refiriendo sobre todo a la manera en que se trató a ambos compositores en el siglo XIX, que me temo, sigue siendo todavía hoy la raíz del problema. Tengamos en cuenta que, en aquella época, la ópera de Mozart que más éxito e influencia tuvo fue Don Giovanni, que ciertamente no es su ópera más cómica. Y en general los historiadores de la música siempre han tendido a “premiar” a los compositores más sesudos, en buena medida por influencia de los autores alemanes, y centroeuropeos en general. Así, para defender a Rossini, Dahlhaus se sintió obligado a subrayar la importancia de sus óperas serias, sin centrar apenas atención a sus comedias.
    De lo único que no cabe dudar es de que deberíamos escuchar mucho más Haydn del que escuchamos…



    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Plenamente de acuerdo. Y aunque Rossini no tuviera óperas serias, seguiría siendo casi tan grande.

      Eliminar
  18. Muy buenas. En primer lugar, y una vez más, muchas gracias por su inmenso trabajo. Y ahora comentar sobre el jugo que puedo sacar a todas estas estupendas reflexiones. Para mí HAYDN y MOZART, cada uno con sus composiciones y en según qué momentos. Ahora ver cuáles son los criterios para determinar que un compositor es de los 'gigantescas', y a continuación tratar de determinar cuáles y cuántos, ¿una docena, dos docenas, tres docenas...? Me reitero, muchas gracias por las estupendas reflexiones de todos en general, y por su inmenso y estupendo trabajo en particular...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, no se puede determinar cuántos son los "gigantescos". Pero aunque redujéramos mucho el número, Haydn tendría un lugar junto a Bach, Haendel, Beethoven, Schubert, Brahms, Wagner...

      Eliminar
    2. ¿Y Berlioz, Mozart, Schumann, Shostakpvich, Stravinsky, Verdi...? Supongo que estarán en sus puntos suspensivos. :)

      Eliminar
    3. Mozart por descontado. De los demás, unos más que otros. Vale ya de polémicas.

      Eliminar
  19. Al anónimo de más arriba que me dice que “tanta obsesión con Savall no es normal. Aquí tiene que haber algo personal que desconozco, porque si no, no me lo explico.”

    No se preocupe por mí, no tengo una obsesión, ni hay nada personal en mi inquina contra Savall. Se trata simplemente de que no comprendo el enorme desequilibrio que hay entre sus realizaciones musicales y el prestigio de que goza. Si fuese simplemente uno más, no me metería con él. Sus maneras seguirían repeliéndome y en beneficio de mi salud mental no lo escucharía. Pero que tenga que verlo una y otra vez, haga él lo que haga y lo haga como lo haga, contemplado por crítica y público (con excepciones, por supuesto), como un dios que desciende de la cima del Olimpo musical para salvar a la música “antigua” (incluidos Mozart, Haydn, Beethoven, Mendelssohn, Schumann y Bruckner) y redimirla del sonido corrompido por el tiempo y devolverla al “sonido original”, es algo que me supera, y de vez en cuando me desahogo. Pero no pasa nada. Estoy bien y espero que usted también, a pesar de mis exabruptos contra Savall, que le ruego me disculpe.

    ResponderEliminar
  20. Quisiera proponer una muestra savalliana: esta versión de “El cant dels ocells”, la conocida canción popular. A ver quien lo aguanta hasta el final. Advierto que son 7,22 minutos que a mí se me han hecho inacabables. La cosa me parece horrible, pero si a alguien le encanta me parecerá muy bien.
    La conclusión que extraigo es que si con esta melodía tan sencilla hacía esto (2011), qué no hará ahora con las Sinfonía 8 o 9 de Schubert. Sólo de imaginarlo me reconcomo.

    https://www.google.com/search?q=jordi+savall+11+setembre+ciutadella+cant+dels+ocells&oq=jordi+savall+11+setembre+ciutadella+cant+dels+ocells&gs_lcrp=EgZjaHJvbWUyBggAEEUYOTIHCAEQABjvBTIHCAIQABjvBTIHCAMQABjvBTIHCAQQABjvBTIHCAUQABjvBTIGCAYQRRg80gEJMTAzMzRqMGo0qAIAsAIB&sourceid=chrome&ie=UTF-8#fpstate=ive&vld=cid:01c4dfda,vid:i9X4LHumxRk,st:0

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese "Cant dels ocells" me ha parecido detestable, aun sin haber podido escucharlo entero. ¡Pobre Pau Casals!

      Eliminar
    2. En defensa del placer musical (sin apellidos)

      Vivimos tiempos de sospecha. Si uno confiesa disfrutar con un concierto de Karajan, más de un amigo de oído fino lo mirará con la misma alarma que si hubiese declarado su amor por el café descafeinado o las croquetas congeladas. “¿Karajan? —dirán—, ¿con esas cuerdas tan densas, esos tempi tan poco filológicos?”. Y a uno le entran ganas de pedir perdón. Por disfrutar.

      Porque, aparentemente, el placer musical también necesita ahora un certificado de autenticidad. Ya no basta con emocionarse: hay que hacerlo históricamente informados. El violonchelo debe sonar de tripa, el vibrato debe racionarse como el azúcar en tiempos de guerra y el clave, pobre, debe hacerse oír incluso donde Bach jamás lo imaginó.

      No me malinterpreten: adoro el rigor, y admiro a quienes dedican su vida a devolvernos la música de otro tiempo con sus texturas, articulaciones y espíritus originales. Pero también creo que en el disfrute musical hay espacio para la herejía. Y que escuchar a Furtwängler en Bruckner o a Gardiner en Monteverdi no debería obligarnos a elegir bando, como si fuéramos hinchas rivales de una liga invisible.

      ¿No es razonable que uno pueda disfrutar del pescado y de la carne, del sol y de la lluvia? ¿Por qué habría de estar reñido el placer de un Bach monumental con el de un Bach esbelto y danzante? Al fin y al cabo, la historia de la interpretación es —permítanme la herejía— una sucesión de bellas infidelidades: cada época se inventa su propio espejo sonoro. Y eso, lejos de ser un defecto, es precisamente lo que mantiene viva la música.

      La autenticidad, en el fondo, es una ilusión encantadora. Nadie sabe exactamente cómo sonaba el pasado, pero todos creemos oírlo. Y en esa fantasía compartida, entre cuerdas de acero y tripas, vibratos expansivos o microscópicos, lo que sobrevive es el milagro de la emoción estética.

      Así que, si alguna vez les sorprenden disfrutando de un Beethoven con coros imposiblemente grandes o de un Handel con oboes que parecen cuchillas de afeitar, no se justifiquen. Sonrían, levanten la copa y recuerden que la música, como la vida, gana cuando se le permite ser contradictoria.

      Porque el verdadero historicismo —si lo pensamos bien— consiste en reconocer que nosotros también formamos parte de la historia. Y que, dentro de cien años, alguien juzgará nuestras interpretaciones con la misma benevolente sonrisa con la que hoy escuchamos a Karajan. O eso espero.

      Eliminar
  21. Haydn es muy bueno. Punto.

    ResponderEliminar
  22. Hola, gracias por acordaros de mí. He escrito una novela de 650 páginas sobre Beethoven, así que ¿qué más vivas le puedo dar? Adoro a Bach hasta la locura y me gusta mucho Haydn, su música me hace feliz y su grandeza es equiparable a la dd Mozart . Y la de su hermano Michael me parece casi tan buena como la suya (de hecho sus misas de voces blancas son una de mis debilidades) . Y me alucina Wagner y Schönberg me gusta cada día más. Y pese a la bromita que sé que no gusta por estos pagos, nunca negaré que Bruckner es un titán, aunque aún me cueste emocionarme con él como con Brahms o Mahler. Creo que Mozart tiene esa consideración suprema porque sabe conectar como pocos y de forma instantánea con la paleta de emociones humanas, incluso aún con los no melómanos. Goethe mismo lo vio así. Por cierto, Ángel. ¿Qué me dices de Clemens Krauss? Es el protagonista de mi nueva novela, que sale en noviembre.

    ResponderEliminar
  23. Estoy de acuerdo con la siguiente frase de dos expertos musicólogos: [En la Primera Sinfonía de Beethoven] no cabe duda de que el influjo democrático y progresista de Haydn aparece decididamente con mayor que el de Mozart, más aristocrático y tradicionalista” (Amedeo Poggi y Edgar Vallora)

    ResponderEliminar
  24. "con mayor incisividad" (esta última palabra se había perdido)

    ResponderEliminar
  25. Ser influyente no te pone necesariamente al nivel de los más grandes. Haydn es importante, pero Mozart es de otra estirpe. Genio, milagro, top 3. Bach, Mozart, Beethoven, quizás Schubert... y luego empezamos a hablar de los demás.

    ResponderEliminar
  26. Hace unos veinte años Norman Lebrecht en una de sus no raras provocaciones decidió que para reivindicar a Haydn había que minusvalorar a Mozart diciendo que "simplemente llenó el espacio entre los pentagramas con acordes que sabía que gratificarían a una audiencia mimada; un proveedor de escucha fácil". Por el contrario, Haydn había inventado la forma sonata sin la que la música no habría alcanzado su dimensión clásica. Esto último es absolutamente cierto. Lo de Mozart como un halagador de las audiencias malcriadas, no lo es en absoluto. Mozart por supuesto que innovó. Probablemente no tanto como Haydn, pero lo hizo (los finales de acto de sus tres óperas Da Ponte son un ataque directo al sistema "recitativo/aria", por ejemplo). Para mí hay sólo unos pocos compositores en el Olimpo. Tanto Haydn como Mozart están entre ellos. Creo que es lo que Ángel defiende y estoy completamente de acuerdo.

    ResponderEliminar
  27. Yo creo que Haydn es un gran compositor sin duda. Pero no tiene ni una sola obra del nivel de las grandes de mozart donde el genio alcanza otro nivel. haydn pudo componer muchas sinfonias misas y cuartetos muy buenos pero es simplemente otro nivel de profundizacion en la condicion humana y de perfeccion lo de mozart sobre todo en las operas con da ponte y en los conciertos para piano que mitsuko uchida describia como operas en miniatura.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te digo lo que a Anónimo de las 19,23 h: opinión respetable que no comparto. Lo de los Conciertos de piano como óperas en miniatura me parece cierto. Creo que no ha sido Uchida la primera en decirlo.

      Eliminar
    2. Muy buenas. Amigo, por favor, revise 'Die Schöpfung', para empezar... :)

      Eliminar
    3. No se, no me parece que La creacion o cualquiera de las sinfonias de Haydn tengan esa profundidad y genialidad inaudita de las mas geniales obras de mozart. Son buena musica pero no tienen genialidad. Es como comparar a Velazquez con Murillo o Zurbaran. Estos destacaron en muchas cosas pero ninguno pinto las meninas.

      Eliminar
  28. ¿Hay para usted, son Ángel, alguna obra de Haydn comparable en calidad a Don Giovanni o La flauta mágica?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Probablemente La Creación.
      Otra pregunta: la calidad de Chopin está fuera de duda: ¿podría citar una composición suya comparable a la Sinfonía "Heroica" o al Quinteto de dos cellos de Schubert? No, ninguna. Pero la colección de los 21 Nocturnos (no alguno de ellos) es todo un monumento musical.

      Eliminar
    2. A ver qué les parecen estas cinco:
      "Sonata para piano n.º 2 en si bemol menor", Op. 35
      "Nocturno n.º 2 en mi bemol mayor", Op. 9 n.º 2
      "Balada n.º 1 en sol menor", Op. 23
      "Polonesa en la bemol mayor", Op. 53 (“Heroica”)
      "Preludios", Op. 28
      :)

      Eliminar
  29. Me gustaría saber si quienes ponen a Haydn muy por debajo de Mozart realmente conocen bien, a fondo, para tararearlas o reconocerlas enteras de memoria, por citar solo dos colecciones de Haydn, los 6 Cuartetos op. 76 o las 12 Sinfonías de Londres. Me temo que en algunos casos no. De lo contrario, creo que no sostendrían esas opiniones. Lo digo porque conozco casos de aficionados que sostenían a ojos cerrados la superioridad del salzburgués y luego resulta que se quedan pasmados al escuchar la Sinfonía 102 (¡sin título!) o el Cuarteto "La Aurora"...
    He conocido a melómanos que conocen a la perfección la Misa de la Coronación y no han escuchado nunca la Harmoniemesse. Es un ejemplo entre muchos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Has hablado bien, Angel. Yo conozco casi de memoria los 67 cuartetos de Haydn. Y, efectivamente, repasar uno a uno, cada serie, es un acontecimiento musical que muy pocos compositores pueden ofrecer. En cada Opus, aparecen obras maestras. Entre los magníficos 6 cuartetos Opus 20 y los extraordinarios seis cuartetos Opus 33, Haydn se tomó una pausa de 10 años. En las series posteriores continuó experimentando hasta conseguir la síntesis anhelada para establecer el género. En el género de la Sinfonía (conozco unas 20- 25 suyas) que ayudaría a establecer, Haydn encontró un panorama más asentado por los compositores centroeuropeos y algún italiano como G.B Sammartini. Y en sus Misas (no las conozco todas), Haydn recorrió un proceso similar al seguido en el Cuarteto de Cuerda y la Sinfonía hasta establecer la Misa Sinfónica.

      Eliminar
  30. Creo que Ángel acierta sobre todo al lamentar la falta de atención de los programadores hacia Haydn en comparación con la que recibe Mozart. Sencillamente no tiene sentido. Es similar a la menor atención que se presta a Bruckner o Sibelius si la comparamos con la que en la actualidad tiene Mahler. Probablemente sea cuestión de modas, pero la desproporción llama la atención y, si nos ponemos un poco tremendos, clama al cielo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si exceptuamos los conciertos para piano, no parece que las orquestas programen más Mozart que Haydn. En las temporadas de cámara puede incluso que Haydn lleve cierta ventaja por sus cuartetos. Otra cosa son las óperas, pero es que ahí el dominio de Mozart es aplastante.

      Eliminar
  31. Además de las composiciones que usted a nombrado creo que podríamos añadir las "Variaciones en fa menor" Hob. XVII:6 'Un piccolo divertimento', el "Concierto para trompeta en mi bemol", y "La Creacción" y "Las Estaciones", entre otras. Y quizá sería interesante saber quiénes son los compositores 'gigantescos', colocasdos en orden de preferencia, para cada uno de los que venimos hasta aquí, y así podríamos ver dónde está MOZART y dónde queda HAYDN... (:

    ResponderEliminar
  32. No, no hay ninguna obra de Chopin comparable a la Heroica igual que no hay ninguna de Haydn comparable a Don Giovanni. O a la Pasión según san Mateo. O a Otello. Lo que no quiere decir que Chopin y Haydn no fueran grandísimos compositores.

    ResponderEliminar
  33. El concierto para trompeta de F. J Haydn me parece sobrevalorado. En cambio el de oboe atribuido a él, lo pondría casi a la altura del de Mozart.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buenas. Me parece difícil encontrar en el clasicismo un Concierto para trompeta mejor que el de HAYDN, quizá el Concierto para trompeta en mi bemol mayor de HUMMEL. Y creo que habría que ir hasta el siglo XX para encontrar conciertos más interesantes, como los de Alexander ARUTJUNIAN y Bernd Alois ZIMMERMANN... :)

      Eliminar
    2. O quizás habría que ir hacia atrás, a los de Telemann, Torelli o Fasch. Dentro del reducido repertorio de trompeta puede que sea de lo mejorcito, no diré que no. (Desconozco esos conciertos del siglo XX). Pero me parecen más importantes sus dos conciertos para cello, el n 11 de piano, el n 1 para trompa e incluso concierto para oboe en do mayor atribuido al Haydn.

      Eliminar
    3. Obra de absoluta madurez (1796), es decir la última composición orquestal de Haydn, el Concierto para trompeta puede parecer simple o demasiado conciso, pero su absoluta maestría le lleva a ser muy elogiado por los grandes especialistas en su autor.

      Eliminar
    4. Sí, Ángel. Tienes razón. Una obra popularísima. Un auténtico hit en el que Haydn vuelve a demostrar maestría en la orquestación consiguiendo además sacar partido a un instrumento técnicamente limitado para el virtuosismo, pero en la que yo no consigo llegar a ver mucho más.

      Eliminar
    5. Muy buenas. Y sí, el de Telemann también me gusta mucho.
      Perdón, se me había olvidado el fantástico "Concierto para trompeta" (1948), de Henri Fredien Tomasi, uno de mis favoritos, aquí en la versión de Marsalis:
      https://youtu.be/QelM_okjBNE?si=V70T2ITaA2XrsI9u
      Aquí el de Alexander Arutjunian (1950), aquí en la versión de Dokshizer:
      https://youtu.be/9YsOehvpBJw?si=_DfLi8P2QhigB_Hj
      Aquí el de Bernd Alois Zimmermann (1954), aquí en la versión de Hardenberger:
      https://youtu.be/bzv6K1x2Kww?si=DIhLz6-QR_Me39RF
      Todos ellos con partitura... :)

      Eliminar
    6. Muchas gracias. Al final vas a tener razón situando el concierto para trompeta de F.J Haydn en la cuspide. Por cierto, su hermano Michael, tiene uno. Y sinceramente, para mí la trompeta mejor en el Jazz y en las Charangas.

      Eliminar
    7. Quizá este sería el momento de recordar que BEETHOVEN utilizó la trompeta natural respetando sus limitaciones técnicas de finales del siglo XVIII y principios del XIX, asignándole funciones rítmicas y armónicas, y en momentos específicos un papel dramático y destacado, contribuyendo a la fuerza y expresividad de su música orquestal dentro del clasicismo y los primeros indicios del romanticismo musical. Así, por ejemplo, en algunas oberturas, como "Leonora II" y "Leonora III", las trompetas son usadas con efecto dramático significativo, contribuyendo a momentos heroicos y de gran impacto. Además, en la "Quinta sinfonía", el sonido de la trompeta es usado para expresar un efecto espectacular en el clímax del último movimiento. Y esas composiciones no son para charanga precisamente... :)

      Eliminar
    8. Evidentemente me refería a la trompeta dentro del contexto de instrumento solista. No me agrada su sonido, lo siento. Otra cuestión diferente es su necesaria aportación en la orquesta. Por cierto, a mí también me parecen interesantes todos los numerosos conciertos para trompeta de Telemann, a buen seguro el compositor que más repertorio la ha dedicado...

      Eliminar
  34. Y, para terminar, una estadística: tomadas al azar las programaciones de dos orquestas españolas 2025-2026: Haydn aparece 2 veces, y Mozart, 11 veces.
    Más sólido aún: en los fondos de Digital Concert Hall de la Orquesta Filarmónica de Berlín: de Haydn se han interpretado en esos años 33 composiciones de Haydn frente a 140 de Mozart.

    ResponderEliminar
  35. https://share.google/jYj2UdlXDai7SuVXX

    ResponderEliminar
  36. Quiero insistir en la idea de que se puede reivindicar a Haydn sin tener que compararlo con Mozart. No es justo para él. A mí me puede gustar mucho Turina pero para reivindicarlo no voy a compararlo con Falla. O para reivindicar a Satie no voy a compararlo con Debussy. O para reivindicar a Ponchielli no voy a compararlo con Verdi. Cada uno tiene su camino y, sencillamente, la historia va poniendo a cada uno a su sitio. Y no se trata de poner a Haydn abajo, sino de poner a Mozart arriba.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Vaya términos comparativos! En todos los casos está claro quién de los dos es el más grande. Excepto en el caso de Haydn y Mozart: esta es mi opinión.

      Eliminar
  37. Y a todo esto: acabo de comprobar que en las decenas de conciertos en vivo que llevo este año he visto exactamente el mismo número de obras de Haydn que de Mozart.

    ResponderEliminar
  38. Me llama la atención que entre las obras maestras de Haydn no haya citado Las siete últimas palabras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No he hecho propiamente una lista de sus mejores obras, entre las que por supuesto incluyo La siete palabras. ¡ocho adagios seguidos de un terremoto! Menuda audacia, por cierto.

      Eliminar