"Janet Baker. The great recordings"
Lo es, sin duda, el que hace
poco ha editado Warner Classics con todos los fondos EMI (más unos pocos de
Virgin y de Erato) conteniendo en 20 CDs las grabaciones de (Dame) Janet Baker,
para mí, sin asomo de duda, la mezzosoprano más admirable que he escuchado
jamás. La cantante nacida en Hatfield, Yorkshire, el 21 de agosto de 1933,
ganadora en 1956 del segundo premio (¿quién diantres obtendría el primero?) en
el Concurso Kathleen Ferrier y a continuación discípula en Salzburgo de Lotte
Lehmann, se descubrió desde bastante joven -incluso antes de que comenzase a
grabar para EMI, pues tiene algunos discos anteriores para Decca- como una
artista absolutamente excepcional.
La más grande de las mezzosopranos
Realmente lo tiene todo: un timbre de gran belleza -lírico
pero con una voz llena y amplia-, una técnica de fábula -capaz de un legato memorable y de una ilimitada capacidad
de regulación dinámica, hasta un inenarrablemente bello pianissimo en el registro agudo- y, sobre todo, más asombroso aún,
una musicalidad como muy pocos cantantes en todo el siglo XX: tal vez solo
Fischer-Dieskau ha llegado a semejantes estratosféricas alturas.
A pesar de que este álbum no
contiene testimonio de algunos de sus papeles operísticos más logrados, como su
Penelope de Il ritorno di Ulisse de
Monteverdi, su Dido en Dido y Eneas
de Purcell, su Giulio Cesare
haendeliano y otros del período barroco, su inconmensurable Orfeo del Orfeo ed Euridice haendeliano, su Dorabella
del Così fan tutte de Mozart, su Maria Stuarda donizettiana o el rol
titular de La violación de Lucrecia
de Britten, presenta multitud de lieder
en varias lenguas, numerosas partes en obras sacras y profanas de muy diversas
épocas, y es tan extraordinaria en todas ellas que su arte parece realmente no
conocer límites (bueno, naturalmente que los tiene: nunca abordó -e hizo muy
bien- papeles muy dramáticos, por ejemplo de Verdi, Wagner o Strauss).
Comentar aunque fuera
brevemente las interpretaciones de esta caja (que se puede encontrar muy, muy
barata) sería demasiado aburrido por la constante proliferación de adjetivos
laudatorios, así que procuraré ser parco en el recorrido por el ingente
repertorio que contiene.
CD 1: "la primera en la
frente", como se suele decir: sus tres arias de Monteverdi -el Lamento de Ariadna y las dos arias de Octavia en La coronación de Popea (Leppard, 1969:
daré siempre fechas de grabación, no de publicación)- son tan sobrecogedoras
que te dejan, ya desde el minuto uno, sin habla. El LP original se completaba
con otras dos joyas: la Cantata pastoral
de Alessandro Scarlatti y la Salve Regina
de su hijo Domenico. Rellenan el CD con dúos de Schütz, Schein y un tal Lilius
(s. XVII) junto a Dietrich Fischer-Dieskau y el clave de George Malcolm (1970).
Los 20 CDs
CD 2: Dowland, Campion,
Purcell, Monro, Boyce y Arne con el clavecinista Martin Isepp (1967), dúos de
Henry y William Lawes (preciosos los dos de este) así como Haendel, con Dieskau
y Malcolm (1970, en público como los del CD anterior). Sigue un recital con
dúos de Purcell, Mendelssohn (¡maravillosos unos y otros!), Fanny Mendelssohn y
Cornelius con Dieskau y Barenboim (en público, 1969): ¡sin palabras!
CD 3: en lugar de extraer las
arias como han hecho en las obras más extensas, con muy buen criterio han
puesto íntegras las dos Cantatas de
Bach: BWV 82 "Ich habe genug"
y 169 "Gott soll allein mein Herze
haben", dirigidas admirablemente en 1966 por Menuhin. De Baker decir
que solo Dieskau ha ahondado hasta tal punto en la 82. Han añadido arias de Bach dirigidas por Gönnenwein (1967)
Willcocks (1970) y Marriner (1975).
CD 4: un aria de Stölzel y
once de Bach, con Marriner (1975), Sir Philip Ledger (1977) y un tal Otto Klemperer
(1967: las tres de la Gran Misa en Si
menor; la última, "Agnus Dei", es una de las cosas más sublimes
que haya escuchado jamás a una voz humana).
CD 5: dos arias de El Mesías con Mackerras (1966), dos
cantatas de Haendel con Leppard (1967): Ah!
crudel nel pianto mio y Armida
abbandonata, absolutamente memorables.
CD 6: arreglos de Canciones folklóricas escocesas: 19 realizados
por Haydn y 5 por Beethoven, con Menuhin al violín (¡!) y Malcolm al clave
(1975). Se añaden los restantes dúos de Schumann (6) y Brahms (4), páginas
ma-ra-vi-llo-sas grabadas en público el año 1969 junto a Dieskau y Barenboim.
Goce superlativo.
CDs 7 y 8: los 31 lieder de Schubert (uno de ellos, Die Vögel, D 691, publicado por vez
primera) grabados en 1967-1971 junto al inmenso Gerald Moore: uno de los
recitales Schubert más admirables existentes en disco. Se completan con otros
doce junto al también excelente Geoffrey Parsons (1980).
CD 9: otros dos lieder schubertianos con Moore y dos más
con Parsons de los mismos años (ignoro por qué los han separado), 16 de
Mendelssohn (varias joyas entre ellos) con Parsons (1980) y Amor y vida de mujer de Schumann con un
Barenboim en general menos inspirado de lo esperable (1975).
CD 10: no ocurre así con la
otra cara del LP original, que contenía el excelso Liederkreis op.39: aquí el pianista de Buenos Aires sí está a la
altura que puede exigírsele. Más otro lied
(Der Nussbaum) de Schumann con Moore
(1972) y el contenido de un LP Brahms de 1977 con André Previn al piano
(espléndido casi siempre): 8 lieder
más los dos Cantos sacros op. 91 (estos
junto al viola Cecil Aronowitz) y los colosales Cuatro Cantos Serios op. 121, cima liederística de su autor: ni siquiera su gran antecesora Kathleen
Ferrier ahondó en ellos hasta tal punto.
CD 11: los 12 lieder de Liszt que grabase en 1979-80
con Parsons, un recital sensacional. Siguen cuatro de Hugo Wolf y dos de Mahler
con Moore (1967-68).
CD 12: 8 lieder de Richard Strauss, varios de ellos excelsos, con Moore
(1967, 1972), una incomparable Canción de la paloma del bosque de los Gurrelieder de Schoenberg de la obra
completa con Ferencsik (1974) y el precioso ciclo de Respighi La Sensitiva, dirigiendo -muy bien-
Richard Hickox (1990: la voz había perdido frescura y presentaba ya cierto filo; el arte seguía intacto).
CD 13: la Rapsodia para contralto de Brahms, los Wesendonck-Lieder de Wagner y 4 lieder con orquesta de Strauss con la
Filarmónica de Londres y Boult (1975): inenarrable ella y desigual la batuta
(floja en la Rapsodia). Para las Sea Pictures de Elgar (1965) y un aria
de El sueño de Geroncio (1964),
siempre con un colosal Barbirolli (London Symphony y Hallé), realmente no hay
palabras. ¡Un diez se queda corto!
CD 14: ¿os lo podéis creer?:
¡el mejor disco del álbum! Los tres ciclos de Mahler -Kindertotenlieder, Rückert y Eines
fahrenden Gesellen- más otro Rückert
repetido (Ich bin der Welt) con un
inmenso Barbirolli (Hallé, 1967 y New Philharmonia, 1969). El CD se completa
con el Urlicht de la Sinfonía Resurrección (1986) con Rattle
(lo mejor de la desigual versión).
CD 15: programa Berlioz, con
el bellísimo ciclo Las noches de estío
(Barbirolli/New Philharmonia,1969: a distancia por delante de cualquier otra
versión) más la impresionante cantata La
muerte de Cleopatra y dos grandes escenas de Los Troyanos: asombrosa Baker, una vez más, junto a una
inesperadamente sensacional batuta de Sir Alexander Gibson (LSO, 1970).
CD 16: Shéhérazade de Ravel con Barbirolli/New Philharmonia (1967: está
visto que la pareja Baker/Barbirolli fue siempre explosivamente genial), el
hermoso Poema del amor y del mar de
Chausson y cuatro bellas canciones de Duparc con un atmosférico a más no poder
e inspiradísimo Previn en el podio de la London Symphony (1977): otras dianas
difícilmente superables. El aria de Maragarita de La condenación de Fausto de Berlioz con Prêtre y la Orquesta de
París, también estelar (1969), cierra el disco.
CD 17: mélodies (dos de Duparc, ocho de Fauré, seis de Debussy -las de Bilitis y otras tres-, una de Hahn,
de Massenet, de Chabrier y de Gounod) con un Moore (1969) que se encuentra en
su salsa también con los autores franceses -al igual que Baker, por cierto-. se
añaden tres canciones de Berlioz con Hickox (1990).
CD 18: llegamos al mundo
inglés de la canción: Parry, Stanford, Vaughan Williams, Quilter, Ireland,
Gurney, Warlock, W. Busch, Britten, Burns, Sullivan, Hughes, Bax, Howells,
Finzi (todos con Moore, 1967, 72 y 73), más "Out in the Lawn" de la Sinfonía Primaveral de Britten (Previn,
1978) y tres escenas de la ópera de Walton Troilus
and Cressida, con Lawrence Foster, en vivo en el Covent Garden (1976). Completamente
en su elemento.
CD 19: Mendelssohn: el más
conocido de sus lieder, Auf Flügeln des Gesanges (Moore, 1972),
las dos arias de mezzo del oratorio Elías
en la mejor interpretación aún existente en disco (Frühbeck, New Philharmonia,
1968), el Salmo 42 íntegro y el aria
de concierto Infelice, ambos con
Hickox. Estos mismos intérpretes añaden una Rapsodia
de contralto brahmsiana (también de 1989), bastante mejor dirigida que la
de Boult.
CD 20: otras Noches de estío de Berlioz de nuevo con
Hickox, siempre con la City of London Sinfonia (1990) en las que Baker aún se
conserva bastante bien de voz, pero que no hacen sombra a las de 21 años antes.
Y 17 canciones sacras con certeros acompañamientos de Sir Philip Ledger al
órgano (1981): desde el Ave Maria de
Bach/Gounod a un espiritual negro (Were
you there?) pasando por títulos de Parry, Liddle, Walford Davies, Vaughan
Williams, Sanderson, E. Martin, Brahe, Warlock, D. Ford, Cleghorn y Plumstead
(¡a algunos los conocerán en sus casas!), más un sublimemente cantado Pie Jesu del Requiem de Duruflé. Confieso que, escuchadas todas seguidas, estas religiosidades varias han llegado a
estomagarme un poco. Pero no es culpa de la divina Baker.
Apreciado: su comentario sobre le segundo puesto de J.Baker en el Premio Kathleen Ferrier (dato que ignoraba por completo) me ha picado la curiosidad e ido a preguntar a nuestro amigo Google. Tanto en la biografía publicada en Wikipedia como en una que aparece en internet y cuyo origen es la revista RITMO (año 1992), indican que ganó dicho concurso, que debió ser el primer "Kathleen Ferrier Award". Pero como a veces nos copiamso unos a otros los errores y el error puede venir de Google, me he ido a la página web del concurso K.Ferrier, para ver que no tienen la lista de los premiados en ella.
ResponderEliminarAsí que les he mandado un correo electrónico a ver si me pueden dar la lista completa de los galardonados, desde el primer año.
Si me contestaran y pudiera verificar el dato, le mandaré con mucho gusto la información.
Por último, es posible que ya conozca la grabación que aparece en YouTube de Janet Baker cantando "When I am laid in earth", de Dido y Eneas. Yo la encuentro sensacional.
Como siempre, agradecido por sus comentarios (y lo mucho que a veces aprendo de ellos), reciba un cordial saludo.
Gracias por su comentario. Sí, sería más lógico que hubiese ganado el primer premio.
EliminarOtra cosa: claro, maravillosa su aria final de Dido y Eneas (me he referido a esta ópera como uno de sus grandes paples operísticos).
http://meetinginmusic.blogspot.com.es/2017/01/strauss-also-sprach-zarathustra-pretre.html
ResponderEliminarEl ganador del primer premio fue John Mitchinson, quien luego tuvo una modesta carrera en teatros del Reino Unido. Si se le recuerda hoy en día es por una grabación de la Canción de la Tierra dirigida por Jascha Horenstein en 1972 que al menos en las islas británicas está muy bien considerada.
ResponderEliminar¡Asombroso! Yo le escuché a Mitchinson hace años varias veces precisamente La canción de la Tierra, y siempre me pareció bastante irrelevante. ¡Qué cosas! ¡Vaya vista que tuvieron!
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