lunes, 29 de junio de 2020

La Primera Sonata para violín y piano de Brahms


Entre las 24 composiciones de cámara de Brahms, que constituyen un corpus tan formidable como cualquiera de los restantes de su autor (sean su música orquestal, pianística o los lieder), ningún tipo de combinación instrumental se repite más de tres veces, cantidad que alcanzan los Cuartetos para cuerda, los Cuartetos con piano, los Tríos para piano, violín y cello y las Sonatas para violín y piano.

Esto es así si nos ceñimos a las obras “oficiales”, a las autorizadas por Brahms para su publicación, porque al parecer, antes de la Primera Sonata para violín, la op. 78 (concluida en 1879), Brahms había compuesto otras tres o cuatro que luego desechó (según se afirma, la primera de todas, escrita en torno a 1852-53 y “aprobada” por Schumann, no fue rechazada por el autor, sino que su manuscrito se extravió). En todo caso, Brahms fue consciente de la muy especial dificultad del género y no “desembarcó” en él hasta fecha muy tardía, después de haberse curtido con la mayoría de los géneros camerísticos que cultivó.

Pero en el lapso de menos de una década compuso las tres sonatas violinísticas que llegó a publicar: Opp. 78 (1879), 100 (1886) y 108 (1888). La Op. 78 surgió en Pörtschach-am-See (Carintia) durante los veranos de 1878 y 79. El clima general de la obra refleja la belleza, la dulzura y la serenidad del lugar donde se gestó, cualidades que calaron en el estado de ánimo de Brahms. Sólo en la sección de desarrollo (“Più sostenuto”) del primer movimiento, “Vivace ma non troppo”, y en la coda misma se altera este clima apacible, encrespándose el ambiente sosegado y como espontáneo (pero en realidad riguroso en la forma) que dominaba desde el comienzo.

El “Adagio”, en forma ternaria, nos trae a la memoria el tiempo con la misma indicación de la Sonata No. 10 de Beethoven: no es precisamente un mal modelo. Aquí el carácter de la música es menos distendido que en el movimiento anterior; hay más misterio y anhelo, y gravita sobre él un aire trágico, incluso fúnebre en un pasaje. A juzgar por el contenido de una carta dirigida por Brahms a Clara Schumann, es posible que el compositor aluda aquí a la muerte a los 24 años de edad de Felix, hijo del matrimonio Schumann.

El tercer y último movimiento, “Allegro molto moderato” (molto califica obviamente a moderato, no a allegro), tampoco se aparta mucho del tempo predominante de la obra, más bien lento. Es en él donde Brahms cita más abiertamente su canción Regenlied (“Canción de la lluvia”, op. 59/3), aunque también hay ecos de la que le sigue, Nachklang (“Reminiscencia”, op. 59/4): el aire lírico y melancólico de este fragmento puede que tenga su origen en el dolor por la muerte de Schumann y en el posible amor de Brahms por la viuda de ése, Clara (que estaba al tanto de estos significados). Por cierto ¿un amor “imposible”, como se ha dicho? ¿Imposible por qué?

La Sonata, que fue estrenada en Viena el 20 de noviembre de 1879 por el violinista Joseph Hellmesberger y por Brahms al piano, termina en piano y lentamente. Es, quizá, aceptada resignación lo que expresa: “me gustaría que el último movimiento me acompañase en el viaje de éste al otro mundo”, le escribió a Clara, quien también se sentía especialmente conmovida por esta obra. Que es, sin duda, y al igual que las otras dos de su autor, una de las cimas del género.                                         

DISCOGRAFÍA

1947 Decca     Kulenkampff, Solti                            10’15+7’34+7’58       6/5
1956 EMI       Gioconda de Vito, Edwin Fischer      10’41+8’14+9’05       4/5
1960 Melodiya D.Oistrakh, Frida Bauer                     10’32+7’58+8’36       8/6
1961 RCA      Szeryng, Rubinstein                           10’31+7’38+9’29       8/7
1975 DG         Zukerman, Barenboim                       11’14+8’15+9’00       8,5/8
1985 EMI       Perlman, Ashkenazy                          10’44+8’03+8’15       8/8,5
1990 Sony*    Perlman, Barenboim                          10’13+7’28+7’54       8/8
1991 Decca     P.Amoyal, Rogé                                 10’43+8’03+8’21       8/9
1996 Dinemec Alberto Lysy, Jeffrey Gilliam            10’11+8’14+8’30       7,5/7,5
1997 EMI       K.W.Chung, P.Frankl                         11’19+7’58+8’43       8/8
2007 RCA      Znaider, Bronfman                            10’17+7’21+8’16       8,5/9
2012 Naïve     Sergey & Lusine Khachatryan          11’26+8’56+9’37       10/8,5
*también en DVD Sony y en Blu-ray EuroArts

5 comentarios:

  1. ¡Que rabia! No está la última versión en Spoti y apetecía mucho escuahrla.

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  2. Realmente si que está, la he encontrado después.

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  3. Me vas a permitir mencionar dos versiones muy importantes y conocidas [en ambos casos además grabaron las 3 Sonatas y el movimiento suelto de la Sonata F.A.E.]: por un lado Christian Ferras y Pierre Barbizet [DG]; Ferras, aparte de que tocaba con un Stradivarius, fue un brahmsiano eminente, que grabó el Concierto dos veces, en compañía ilustre: primero con Schuricht y la Filarmónica de Viena [DECCA] y luego con Karajan y la Filarmónica de Berlín [DGG].
    La otra sería de Josef Suk [hijo] y Julius Katchen [DECCA]; Katchen, intérprete supremo del Brahms pianístico, pensaba grabar toda la música de cámara con piano de Brahms, pero el cáncer frustró el el proyecto [además de las Sonatas para violín, grabó la nº2 para violoncello y los Tríos -con Straker en el violoncello- pero obviamente se quedaron el Quinteto, los Cuartetos, las Sonatas para clarinete....por el camino.]
    Y no la conozco, pero sé que Szeryng y Rubinstein las grabaron también. Ya se sabe que a Rubinstein le gustaba Brahms casi tanto o más que Chopin. Hay un álbum RCA de 9 CDs desde hace mucho tiempo que tiene todo el Brahms de Rubinstein a precio de saldo....de esos álbumes que nunca compro porque soy tonto [es lo malo de ser tonto]

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  4. Bueno, ahora veo que sí que incluyes a Szeryng/Rubinstein...sorry

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    1. Yo tengo todas las grabaciones para EMI (antiguas) y RCA de Rubinstein.
      Discrepo, sin embargo, en que Katchen fuera "intérprete supremo" de Brahms: no siempre, ni mucho menos. En su tiempo tuvo mucha importancia, pero ha sido muy superado, sobre todo en las obras juveniles. Curiosamente, en las tardías -las de interpretación más problemática- fue excelente.
      En cuanto a las Sonatas de Ferras y Barbizet, hace treinta años o más que no las escucho.

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