miércoles, 23 de septiembre de 2020

Las 32 Sonatas de Beethoven por Igor Levit: ¿un "descubrimiento"?

 

El poder del marketing

Por varios lados he leído críticas muy entusiastas al álbum de Sony (2019) con las Sonatas completas de Beethoven por el pianista Igor Levit (Nizni Novgorod, 1987), grabación que además ha obtenido varios premios. La curiosidad me ha llevado a escuchar la serie completa -no sin cierto hastío, lo confieso-. Mi impresión global es que no es, ni mucho menos, para tanto.

¿“Descubrimiento”? ¿En qué aspecto? Nada nuevo ha descubierto Levit, sino que justamente cae en defectos que están muy, muy vistos, en los más frecuentes: demostrar cuán rápido es capaz de tocar sin aturullarse (casi nunca), aunque la Música sufra por ello, a veces hasta casi anular sus altísimas cualidades. Sí, Levit es un gran ejecutante, pero ¡hay tantos jóvenes (y no jóvenes) capaces de tocar rápida y limpiamente!... Yo creo que este joven ha sobrevalorado sus habilidades, enfrentándose a un hueso muy duro de roer. En conjunto carece de la suficiente madurez para afrontar la serie pianística más rica y monumental de la historia de la música.

Una cosa positiva sí me ha llamado la atención, por infrecuente, sobre todo entre los jóvenes: suele tomarse muy en serio los movimientos lentos; casi todos ellos están desgranados con calma y aplomo, si bien no siempre logra por ello hacerlos trascendentes o profundos. Así que, en general, sirve bastante bien los Adagios y los Andantes y sucumbe al virtuosismo superficial en los rápidos (el finale de la Sonata 26 “Los adioses” arranca tan veloz que llega a sonar poco limpio, atropellado). Como ejemplos de estos últimos: los dos últimos movimientos de la Sonata 4 son los más rápidos que he escuchado, e igual ocurre con el 1º y el 3º de la Sonata 5, con el 1º de la 7, el 2º de la 9, el 1º de la 14 “Claro de luna”, el 3º de la 17 “La Tempestad”, el 2º y el 4º de la 18 y el 2º de la 24: no son pocos los casos, como se ve.

La sonoridad de Levit no es muy lo que se entiende normalmente por beethoveniana, siendo amigo frecuente de acordes finales fuertes muy secos. Otras veces el sonido es demasiado evanescente, escurridizo, como, muy inoportunamente, en la Sonata 23 “Appassionata”. O indebidamente etéreo, debussiano, como en el genial Adagio sostenuto de la Sonata 29 “Hammerklavier”; salvo esta, las Sonatas de última época, tan difíciles y esquivas, están curiosamente mejor resueltas en este ciclo que las de los dos períodos anteriores.

Me resulta difícil explicarme cómo ha sido tan elogiado este ciclo; se me ocurre pensar que alguno de los críticos es que solo conocen los de Backhaus y Kempff; este de Levit es mejor que esos, por supuesto. Pero otros críticos me consta que sí conocen los de Arrau, Barenboim o Gilels; en estos casos, esos desmesurados elogios no tienen pase.

Una vez más, el marketing de una compañía fonográfica influye mucho en las opiniones, incluso de críticos sesudos. Sin ir más lejos, otro ciclo reciente, el de Saleem Ashkar (Decca, completado en 2019), creo que no es inferior (en las Sonatas que conozco de él, que no son sino la mitad, más o menos).

Para terminar, anoto a continuación las duraciones de las Sonatas por Levit y las enfrento a las del último ciclo, el quinto que graba, de Barenboim. Aún no ha salido a la venta (lo hará el 30 de octubre), pero Deutsche Grammophon ya ha publicado sus timings. Solo he podido escuchar el primer movimiento de la “Claro de luna” y el segundo de la “Patética”. Suficientes para estar ya impaciente…

Duraciones y calificaciones:

IGOR LEVIT                                      BARENBOIM DG 2020

No. 1:    3’41+5’07+2’50+4’36       8             4’08+5’18+4’01+5’39

No. 2:    6’36+7’14+3’12+5’50       7,5          7’58+7’00+3’38+7’27

No. 3:    9’40+7’47+3’04+5’15       7,5          11’10+7’56+3’13+5’47

No. 4:    7’16+9’37+4’44+6’21       7             8’54+9’28+5’29+8’12

No. 5:    4’57+8’04+4’09                  7             6’10+8’23+4’54

No. 6:    5’16+3’17+2’14                  7,5          6’37+4’19+2’24

No. 7:    6’07+10’11+2’27+3’45     7             7’31+9’53+3’09+4’31

No. 8:    8’38+5’03+4’11                  7,5          9’29+5’08+4’58

No. 9:    6’13+3’00+3’04                  8             7’32+4’36+3’53

No. 10:  6’54+5’43+3’32                  8,5          7’45+5’50+3’47

No. 11:  7’18+8’50+3’25+6’07       7,5          8’26+9’17+3’56+7’08

No. 12:  7’52+2’41+7’21+2’31       8             8’38+2’59+6’31+3’33

No. 13:  4’44+1’47+3’06+5’12       7             5’18+2’28+2’55+6’13

No. 14:  5’13+2’05+6’51                  6             6’03+2’25+8’18

No. 15:  9’36+8’12+2’08+4’53       8             12’11+8’01+2’50+6’11

No. 16: 6’05+11’37+6’23               7,5          6’55+11’39+6’44

No. 17:  8’50+8’50+5’51                  6,5          8’35+8’46+7’54

No. 18:  7’41+4’39+3’16+4’06       6,5          8’29+5’11+4’15+5’04

No. 19:  3’45+3’00                            7,5          4’55+3’35

No. 20:  4’39+3’15                            7,5          4’54+3’50

No. 21:  10’02+4’30+9’14               6             11’59+4’48+11’46

No. 22:  5’06+5’11                            8,5          5’54+6’55

No. 23:  9’23+5’57+7’58®              6             11’04+7’17+5’49

No. 24:  6’58+2’34                            6             7’28+3’24

No. 25:  4’29®+2’48+1’54              8             3’26+2’49+2’26

No. 26:  6’39+3’28+7’17®              8,5          7’50+4’14+6’31

No. 27:  5’34+7’59                            9             6’05+8’36

No. 28:  4’27+6’07+10’45               8,5          4’05+6’43+10’57

No. 29:  10’18+2’34+17’13+11’37  7              13’25+3’16+20’33+13’44

No. 30:  3’51+2’18+12’27               8,5          4’12+2’58+15’05

No. 31:  6’44+2’13+10’36               8,5          7’26+2’29+11’41

No. 32:  9’28+18’02                          8,5          9’45+20’44

 

[® Con una repetición que no hace el otro pianista.

Las tomas de sonido de las de Levit son, a mi parecer, de 9]

16 comentarios:

  1. Hola, Ángel.
    La verdad es que estoy plenamente de acuerdo. Yo no he escuchado aún completo el ciclo de Levit (quería hacerlo más bien cuando haya salido la nueva versión de Barenboim, para compararlas…), pero me resultó llamativo ya desde que salieron por separado las cinco últimas sonatas todos los elogios que ha recibido. Después de todo, como dices, es muy improbable que un pianista de su edad, por muy bueno que sea, pueda llegar a penetrar verdaderamente en las sonatas para piano de Beethoven. Por lo poco que he escuchado del ciclo, he tenido la misma percepción que dices en los movimientos rápidos; son acelerados, pero no tienen ese virtuosismo febril que puede a veces ofrecer Barenboim por momentos, (pienso en la coda del Finale de la Appasionata del ciclo de 2005, al borde del descontrol); en el caso de Levit todo es mucho más preciso, pero también más domesticado y, por tanto, más frío. Incluso los críticos de la BBC, que en su momento valoraron mucho las cinco últimas sonatas, cuando salió el ciclo completo no fueron tan entusiastas.
    Pero a pesar de todo, a los premios que dices que se le ha dado a esa grabación, aún hay que añadir ahora un Gramophone Award… En fin.


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    1. Por mi experiencia, cada vez me fío menos de los premios discográficos. ¡Tantas veces están "comprados", directa o indirectamente!...

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    2. Coincido plenamente con respecto a los premios discográficos.

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  2. La mejor conclusión que podemos sacar es que ¡a los críticos musicales no hay que creerlos, nunca! Podemos escuchar sus opiniones, claro está, pues algunas suelen ser muy informativas, pero cada uno de nosotros debe formarse au propia opinión sobre el material que escuchamos en cada momento. Por otro lado, nada nuevo bajo el sol.

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    1. Hombre, yo hay que ser tan radical y simplificador: yo he leído a muchos críticos musicales, y de algunos me fío mucho. Así como de otros muy poco. Cada melómano puede llegar a conclusiones parecidas. De acuerdo en que cada uno debe formarse su propia opinión sobre la música que escucha. Pero hay quienes ayudan a ello. Fue mi caso cuando empecé a escuchar la música en serio: un par de amigos me ayudaron mucho, no tanto a traspasarme sus opiniones, sino sobre todo a enseñarme a escuchar con criterio.

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  3. Buenos días Ángel,creo que este año no has hecho la crítica completa del Concierto de Año Nuevo y tampoco has puesto los discos que consideras los mejores del año.Podrías ponerlos? Siempre que te parezca bien y cuando puedas o quieras.Amcs. Gracias

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    1. El 4 de febrero de 2020, cuando pude disponer del blu-ray del Concierto de Año Nuevo en Viena de este año, lo comenté en este blog.
      Pero con respecto a los mejores discos de 2019, me vais a perdonar: he conocido una parte pequeña y poco representativa de lo publicado durante ese año, así que no voy a poder hacer esa selección; solamente he ido comentando algunos que me han gustado mucho, pero puede haber muchos otros muy buenos que se me han escapado.

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  4. Yo le escuché las patitas de Bach hace ya algunos años igual para Sony y me parece que se acomoda mejor en ese compositor, aunque tampoco es nada del otro mundo. A propósito, ¿a escuchado el álbum Debussy que sacó el también joven Seong-Jin Cho para DG? De ser así, me gustaría saber su opinión. Saludos desde el otro lado del charco.

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  5. Hola!
    Estuve el pasado día 8 de junio en el Auditorio Nacional de Madrid, situado justamente delante de la terrorista del móvil, que sin ser capaz de apagarlo (no sonaba timbre sino una voz en inglés), obligó a Levit a parar el concierto más o menos a mitad del segundo movimiento de la sonata nº 31. Luego lo retomó justamente donde lo dejó.
    Levit posee unas facultades enormes, sin embargo si se le compara con los más grandes en Beethoven, que para mí son Schnabel, Gilels y Richter (aunque estos dos últimos no culminaran integral), al menos en las sonatas más maduras le falta la clarividencia de éstos, que es lo que marca la diferencia de una muy buena interpretación con la búsqueda de expresividades ocultas que ahondan en las tripas de la obra.
    Lo que más me impresionó fue un terrorífico primer movimiento de la nº 32 (no conozco nada parecido en disco, ni siquiera su más moderada grabación para Sony). El mismo Levit ha manifestado en alguna entrevista que lo que íbamos a escuchar era totalmente distinto a lo escuchado en sus grabaciones.
    Se ha escrito que el Beethoven de Levit es innovador. Desconozco si los que lo dicen son asalariados de Sony. Si lo siguen pensando les propongo que dentro de ese concepto innovador incluyan el de Fiedrich Gulda (integral de los setenta para Amadeo, hace unos 50 años....).
    Es en la comparativa con Gulda donde debemos situar a Levit. Tras una escucha puntual de algunos movimientos no creo que desbanque al austriaco.

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    1. Un amigo me regaló hace unos meses la integral de las 32 Sonatas por Schnabel. No dudo de su enorme importancia histórica, pero me parece que no hoy no tienen comparación posible con Arrau o Barenboim; nombre que, por cierto, no citas.

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    2. Nombres, no nombre (me quería referir a los dos)

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  6. Beethoven - Sonatas para piano
    Eric Heidsieck - EMI - Grabaciones de 1967-73
    Edición producida por Emi Francia: 1995

    Acabo de hacerme con esta integral y no salgo de mi asombro. Nos encontramos ante un Beethoven distinto a todo lo escuchado hasta ahora.
    Eric Heidsieck posee una técnica prodigiosa, su claridad es portentosa y suena elegante, refinado; pero sobre todo con una gran capacidad expresiva, siendo capaz de regular fraseos con distintas intensidades, matices y color que nos recuerda un poco al gran Emil Gilels.
    Mi integral de referencia ahora mismo, pudiendo situarse sin desdoro al lado de los absolutamente grandes y superando claramente a varios de ellos (al preciso, frío y previsible Wilhelm Backhaus, seguro). ¿Ives Nat (uno de mis favoritos), el mejor Beethoven francés?. No está tan claro ya.
    La gran crítica que diga lo que quiera. Ustedes escuchen....

    PD.- Descatalogado, pero está para descarga, en Flac, en una de las páginas conocidas. Busquen bien. Está seguro.


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  7. Angel:
    Contesto a tu comentario anterior. Perdona la extensión, pudiendo deducirse que no tenía mejor cosa que hacer en estos momentos.
    He consultado alguna opinión más cualificada que la mía (un amigo pianista). Schnabel está entre los más grandes pianistas del siglo XX. Su Beethoven es muy original, y a las velocidades a las que va se le escucha todo, sin que por ello pierda expresividad alguna. Efectivamente, si los gustos personales van por otro lado, nada que discutir.
    Me gusta Barenboim, siempre profundo y con un sonido bonito, pero aquí estamos (estoy) hablando de citar a cuatro o cinco, y para mí no está entre ellos aunque pueda encontrarse muy cerca.
    Arrau, lo siento, no me gusta. Seguramente el defecto es mío, pero no entro con él. Hace un Beethoven como muy filosófico, personal sí, pero que a mí no me llega. Sobre Kempff (seguramente la integral que más unanimidad concentra a nivel internacional), reconozco que su Beethoven tiene una personalidad arrolladora, siempre identificable, por camino distinto al de Schnabel pero igualmente válido. Sin embargo, hoy en día no está entre mis principales favoritos. Backhaus, timbre bonito, preciso, muy claro, pero sin sorpresas; particularmente no me hace "vibrar".
    En definitiva, mis preferidos son los citados en el comentario anterior, a los que añado a Eric Heidsieck (Emi), sin perder de vista a Yves Nat.
    En la página de “Classicstoday” citan siempre la integral de Richard Goode (la de Arrau también). A Richard Goode lo meto en el mismo saco que a Gulda (Amadeo), y Levit. Me gustan todos estos dentro de ese Beethoven rápido y sin contemplaciones, pero posiblemente aquí el referente siga siendo Gulda. Por cierto, la personalidad de Schnabel, dentro de este tipo de versiones rápidas, no la tiene ninguno. Un recuerdo para una de mis debilidades, sin integral: Glenn Gould.
    Resalto una vez más la perfección técnica de Gilels, la expresividad y su potente sonido. Esa clarividencia en la utilización de la mano izquierda (única: escucha el comienzo del último movimiento de la sonata nº 14, a nadie se le escucha así con esa potencia y claridad).
    Algún crítico ha llegado a decir que Sviatoslav Richter no era un beethoveniano excepcional. Pues si lo llega a ser...Seguramente no han escuchado su famosa Appassionata de 1960 (RCA, reeditada en otros sitios, Alto por ejemplo). Tampoco su famoso, y difícil de encontrar, CD con las sonatas n.º 30, 31 y 32, titulado “Richter in Leipzig” (recital de 28 de noviembre de 1963, Parnasus, Ref. PACD 96032, producido en 2007); ni su sonata n.º 3, abril de 1975; o la Hammerklavier de Praga (02-06-1975). Se podrían seguir citando más (tiene grabadas 22). Su sentido de la estructura resaltando siempre matices encaminados a dar la profundidad o estilo que pretende, nunca en aras del virtuosismo hueco, lo hace único en unión de Emil Gilels.
    Finalmente un recuerdo para el soporífero, previsible y rutinario Paul Lewis (citarlo al lado de Gilels me parece una broma). No entiendo esa fama ni esa cita constante que hacen de él muchos aficionados. Parece ser que su potente y bonito sonido explica parte de las adhesiones. Luego, planifica un Beethoven lento, cuidado, arregladito, de forma que los movimientos rápidos los resuelve siempre a velocidades más moderadas que la mayoría y aún así con menos claridad que lo que hace Igor Levit (hablando de los conocidos más recientes), por ejemplo, a mucha más velocidad.
    Atentamente.

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    1. Lamento (sí, de veras, lo lamento) decir que los instrumentistas no suelen ser los más idóneos para juzgar a otros instrumentistas (del mismo instrumento). Porque miran normalmente desde un punto de vista exclusiva, o excesivamente, técnico. De ahí que casi todos los violinistas hablen maravillas de un músico tan deficiente como Heifetz.
      El ciclo de las 32 de Kempff (el stereo; el anterior apenas lo conozco) no está, en mi opinión, ni entre los diez mejores: es un Beethoven bonito y raquítico (o sea, todo lo contrario de lo que hacía Beethoven tocando su propia música: hay bastantes testimonios).
      De Glenn Gould solo conozco las tres últimas: las encuentro horripilantes.
      En lo demás que dices puedo estar más o menos, bastante, de acuerdo, salvo, por supuesto, en cómo desdeñas el Beethoven de Claudio Arrau.

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  8. Ángel, sinceramente, hay cosas que no tienen mucho sentido. Sé que debo ser de los pocos aficionados a quien el Beethoven de Arrau no le dice nada especial. ¿Por qué?. Ni idea.
    Alguna de las sonatas (de las 27 que tiene), Emil Gilels, tampoco me convencen mucho como gusto personal en cuanto a estilo. Sin embargo, aún en esas sonatas, el PODERÍO y perfección de Gilels en cada una de las notas queda siempre patente. No me ocurre lo mismo, no tengo la misma sensación con Arrau.
    La que denosto claramente es a la integral de Paul Lewis. Es para mí un Beethoven donde no se asumen riesgos, todo suena previsible, sin sorpresas. Eso sí, con un sonido amplio, resonante.
    Referente a donde aludía en mi comentario a lo “tremendo” del primer movimiento de la n.º 32 por Igor Levit, el pasado día 8 en Madrid, quería referirme a unos contrastes dinámicos espectaculares, exagerados incluso, pero que a muchos aficionados en Beethoven nos encanta.
    Veo ahora la gran amplitud de mi comentario anterior. Gracias por dejarme soltar todo este rollo en tu página.

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