martes, 2 de enero de 2024

El documental sobre Bruckner y la retransmisión a TVE1 y Radio Clásica

 

Me llama un amigo para preguntarme por qué “no he hablado del Documental sobre Bruckner” emitido durante la pausa del concierto y “de la desastrosa retransmisión de Martín Llade”. Voy a ambos asuntos muy brevemente. En el, por lo demás muy oportuno documental, creo que este año Felix Breisach ha desvariado un poco en lo visual, con esos elementos sobrenaturales de fuegos, fogonazos, desapariciones súbitas y demás trucos espectaculares e innecesarios. Pero en lo musical vuelve a acertar al darnos a conocer a los Niños Cantores de San Florián, al enseñarnos por fuera y por dentro ese impresionante Monasterio con su formidable órgano, así como al incluir ráfagas de músicas de Bruckner tan variadas y ¡lo siento, Martín!, tan fascinantes.

En cuanto a la retransmisión para TVE1 y Radio Clásica, bastante “desgracia” ha tenido Martín Llade con soportar la omnipresencia con un compositor, Anton Bruckner, del que tanta mofa suele hacer en su programa “Sinfonía de la mañana”. Pero bueno, nada nuevo frente a años anteriores, aunque -eso sí- ha dado varias vueltas más de tuerca a su “estilo”: más verborrea -hablando a toda pastilla, porque no debía de tener tiempo para decir todo lo que quería decirnos-, más chistes malos-malísimos (que ya basta con que los imparta en su programa de Radio Clásica), citando a asistentes (entre los que no incluyó a Nadia Calviño) y a alguien que no podrá volver a asistir (¿?), pidiendo oportunistamente (¿quién es él para hacerlo?) que dirija de una vez una mujer, y sobre todo, no pidiendo disculpas por haber hablado -a todo volumen- unos pocos segundos durante una música, fuese o no culpa suya lo del indiscreto micrófono abierto. En fin, conocemos a algún colega suyo en RC que podría hacerlo mejor (se me ocurre, al menos, el nombre de Juan Manuel Viana, que suele retransmitir de modo ejemplar los conciertos de la OCNE los domingos).

(Este texto lo tenía ya escrito momentos antes de recibir el comentario de Joso que aparece en la entrada de ayer del blog)

30 comentarios:

  1. Ángel, vas a hacer que me sienta importante. Sé que no se puede gustar a todos, y cuando he transmitido algún concierto como el de Versalles de la Filarmónica, o los del 1° de mayo, mi tono ha sido otro, y sin bromas, pues el contexto era otro. Pero yo entiendo que este es un concierto festivo y para un público más amplio. Lo de los chistes, claro está, puede ser más discutible. Pero si lees tuiter, ha habido como un par de millar de mensajes sobre la transmisión, de los que el 90% son positivos. O sea que creo que este disgusto que expresais no es tan generalizado. Incluso he ganado 900 seguidores en X desde ayer. No abogo por vulgarizar la clásica pero sí por quitarle esa etiqueta de elitista que no merece, ni tampoco sus seguidores. Y si hay algo muy poco elitista es este concierto. Un placer, como siempre, intercambiar impresiones. FELIZ 2024.

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  2. Bien, me alegro por ti de que hayas recibido más felicitaciones que críticas. Las opiniones son libres, claro está.
    Y, por supuestísimo, feliz 2024.

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  3. En le Diari Ara (2-1-2024) la periodista Mònica Planas, especialista en crítica de televisión, titula su artículo “La tabarra del concierto de año nuevo” (no puedo copiarlo porque no es de acceso libre. Un amigo me ha enviado una foto del artículo)
    La tabarra no se refiere a la música del concierto, de la que apenas habla, sino a los comentarios de Martín Llade. Empieza diciendo: “Cuando sustituyó a José Luis Pérez de Arteaga, Llade asumió el relevo con prudencia, discreción y personalidad propia, (...) pero en los últimos seis años la confianza le ha llevado a un abuso del chiste, con constantes comentarios graciosos que hacen, de la ligera mañana musical, una tabarra con ínfulas cómicas bastante insoportable.”
    Sigue el artículo con un inventario de todos los chistes, que solo con recordarlos me ha dado vergüenza ajena. I acaba dando en el clavo con este párrafo: “Insoportable. Una cosa es mostrarse cercano, con la voluntad de popularizar el concierto y otra convertirse en una metralleta de chistes malos, que más que divulgar acaban por ridiculizar. Si Llade tiene pretensiones humorísticas, el año que viene pude incorporarse al programa de José Mota de la noche anterior y así puede dejar a la música el protagonismo del concierto.”
    Ojalá, digo yo.

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  4. Se me olvidaba. Me comunica mi amigo que los comentarios de los lectores, en la versión on-line, se muestran todos de acuerdo con la opinión del artículo citado. Me envía algunos, que traduzco del catalán:

    “como yo he escuchado el concierto en la tele alemana por suerte estas salidas tan inteligentes he podido ahorrármelas.
    “Creo que es necesario un cambio. Fue maleducado en muchos momentos y los comentarios fuera de lugar.”
    “Perfectamente de acuerdo. Encontré muy tristes la mayoría de los comentarios y hasta pensé que para hacerse el interesante había que ser bastante chabacano o al menos eso parecía que creía que tenía que hacer el presentador. Fuera de contexto muchos comentarios, me provocó una desconexión cuando hablaba, y me concentré en la música. Siete años hace ya de la ausencia de José Luís Pérez de Arteaga, y se nota.”
    “Totalmente de acuerdo. Yo flipaba con los (ridículos) comentarios de este “señor”... y pensaba que era la única en flipar. Gracias a tu artículo, ahora veo que no. Millones de gracias.”
    “Has expresado perfectamente lo que pensé. Degradó la retransmisión.”

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  5. Creo que la labor de Martín Llade hay que analizarla dentro de un contexto muy definido en en la música culta, que tiene, muchas veces, como principal objetivo la divulgación musical para los oyentes menos iniciados. Intentando que los conciertos lleguen a otra gente diferente de la que consume música clásica normalmente. Tratando de llegar al máximo número de personas en un mundo que en cierto modo tiene un poco de ghetto. Creo que es bueno intentar asomarse a públicos más amplios y no encerrarse demasiado en un mundo que a veces se antoja estrecho. En ese contexto creo que la labor de Radio Clásica resulta interesante y si esto sirve para que la gente que no se ha interesado por la mal llamada música clásica se interese más, pues bendito sea Dios.

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  6. Emisoras como " France Musique" , " BR Klassik" e incluso " Rai Classica" divulgan música clásica sin chistes, diálogos superficiales o pretendidamente cultos a ritmo desaforado y sin abusar de las músicas que no son clásicas. Claro que hay de vez en cuando programas de jazz, músicas étnicas o alguna vez de música experimental, pero comedidamente. Además tienes el placer de escuchar obras completas como la sinfonía de Shostakovich que acaban de sonar ahora en Rai Classica

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  7. Sin ánimo de considerar la retransmisión del sr. Llade, ni de valorar si el tono ni el nivel humorístico empleado era adecuado para ese contexto ¡ni si este era bueno, malo, chabacano u ocurrente, en eso del humor sí que hay gustos para todo! creo que lo interesante es preguntarse en torno a lo que en este país se entiende por divulgación cultural y, más concretamente, la orientación que ésta ha tomado en el caso de la música clásica en los últimos años por parte de las instituciones españolas (radio, orquestas, teatros...). Por supuesto que pienso que es necesario romper el muro simbólico (y también económico, no se olvide) que puede rodear este contexto para incorporar a nuevos públicos. Que la divulgación sea trivializar, incorporar chistes o explicar las obras por chicas cuya gestualidad parece salidas de los anuncios de la teletienda (véanse los inenarrables vídeos de la Orquesta Nacional) no me parece el camino, sinceramente. En esto la divulgación anglosajona es extraordinaria: entrevistas, comentarios y textos perfectamente entretenidos sin reducir el nivel ni los contenidos. En este país parece que se trata de imitar lo peor de los modos de comunicación dominantes para hacer "accesible" la música. El sr. Llade está seguro de que esos nuevos 900 seguidores que ha logrado en X (y ahí demuestra cuáles son los indicadores que valora) se van a convertir, debido a su gracejo y chistes, en futuro público de música clásica. Por mi parte tengo unas dudas absolutas al respecto. Mi experiencia es que, por hablar de Radio Clásica, cierto tipo de oyentes hemos desertado masivamente de ella. Sólo integrando la música de manera adecuada en la enseñanza básica, y no marginándola, cabría cierta esperanza de ampliar el público. Que era necesario un cambio de modelo, estoy de acuerdo. La caspa que emanaba de los "señoros", ya en semiretirada por su edad, que ocupaban esos espacios era inaguantable ¡y me voy a a ahorrar los nombres! Que la solución sea la "gracia" y la "chispa" -jajajaja, no tiene desperdicio la comparación que se hace en otro comentario de Llade con José Mota- me temo que no solucionará nada. Saludos

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  8. Por cierto , imperdonablemente olvidé desearos un año esperanzador y muy fecundo en buena música ( y en que Bayreuth enderece el camino y no caiga en una decadencia destructiva,)

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  9. Si quiere el señor Joso, que es evidente que tiene algo personal contra mí, como para ir recopilando mensajes, algunos de ellos insultantes y politizados, le pego todos los mensajes positivos que recibí aquí, (y siguen llegando y de forma pública) pero Ángel, creo que tu blog no está hecho para ese propósito, ¿verdad? Lo que usted me muestra, Joso, sigue sin convencerme. Es una gota de hiel en un océano de amabilidad.

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  10. Es curioso; la edición de este año del Concierto de Año Nuevo ha puesto más o menos de acuerdo a casi todos. La dirección de Thielemann no parece haber convencido realmente a casi nadie, (la excepción es Rafael Ortega Basagoiti en Scherzo); todos, con matices mayores o menores, reconocen que Thielemann no ha progresado respecto a su concierto de 2019 y que no tiene ninguna afinidad con las músicas de los Strauss. Los hay más duros, (Pablo L. Rodríguez, quizá algo tendencioso pero con comparaciones muy exactas con Barenboim), o menos, (Mario Muñoz Carrasco en La Razón, que también reconoce, creo que acertadamente, que el concierto de Welser-Möst de 2023 fue más aburrido y menos interesante).
    Y sobre el asunto Martín Llade, me parece muy procedente la manera en la que ha tratado la cuestión Alberto González Lapuente. Dice: “[Bruckner] luce hoy como leyenda del canon universal, aunque Martín Llade, a quien debemos la presentación del concierto radiotelevisivo, le ría las (des)gracias”.

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  11. No me gustan las afirmaciones tajantes. Pero no creo que una sinfonía de Shostakovich emitida por la conspicua France Musique sea la mejor manera de introducir a nadie en el mundo de la música clásica. Quizá habría que empezar por movimientos sueltos, obritas pequeñas, obras tipo bis, lo cuál no significa que sean necesariamente malas, ni mucho menos. Es en esa
    parcela donde precisamente Radio Clásica tiene secciones nada desdeñables en alguno de sus programas. Creo que siendo ecuánimes no podemos afirmar que Radio Clásica sea el club de la comedia ni que sus presentadores lo pasan dando la tabarra. La oferta es variada y entre sus profesionales algunos pueden ser considerados auténticos eruditos. En cuanto a la educación musical, España cuenta con uno de los mejores circuitos de conservatorios públicos de Europa. Cada capital de provincia dispone, como mínimo, de un conservatorio profesional y cada CCAA cuenta con un conservatorio superior. Excepto Andalucía que dispone de tres centros superiores. Y respecto a las orquestas españolas, el nivel es elevado. La magnífica OSCyL, por ejemplo, cuenta con 3000 abonados, mil de ellos son abonados de proximidad que se desplazan desde provincias limítrofes a los conciertos. Quizás sea cierto lo de que en las enseñanzas elementales la música no tiene el protagonismo que debiera, pero de esto tampoco tiene culpa el señor Martín Llade .


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    1. Vaya ... entiendo que mi redacción puede ser mucho más precisa, faltaría más, pero me resisto a creer que sea tan ininteligible como para convertir mis apreciaciones en otra cosa, tal y como se percibe en su comentario. A ver si no solo falta cultura musical en nuestro queridísimo país, sino también comprensión lectora...Cuando hablaba de enseñanza básica, me refería, obviamente, a los cursos de primaria y secundaria, no a los conservatorios, que entiendo como una formación especializada. De igual modo que nuestros chicos, mal que bien, terminan sus estudios elementales habiendo leído algunos libros, visto exposiciones y obras de arte que, con suerte, les animarán en el futuro a continuar con esas inclinaciones, creo que en nuestro país no sucede lo mismo con la llamada música clásica. La comparación entre el público que en el resto de Europa asiste a conciertos y teatros de ópera dista enormemente, por su enorme variedad -edad, clase social y económica- del triste y vetusto panorama que domina el panorama patrio. Y ello es resultado de esa proximidad, familiaridad o cercanía con la música y las instituciones donde se interpreta.
      Y nadie ha dicho ¡glups, o eso creo! que el sr, Llade sea culpable de la deficiente enseñanza musical en España (permítame la humorada, quizá más bien él sea un síntoma de la misma) sino que el modelo de divulgación cultural dominante en España y que él encarna como pocos no me parece especialmente fértil para despertar un interés real por la música como manifestación cultural que se integre en la vida cotidiana, ni su aproximación a lo que es la música sea ni remotamente interesante para las funciones que ésta pueda cumplir socialmente. Sería muy interesante, de hecho, saber la opinión del sr. Llade respecto a lo que él considera que deban ser los objetivos y funciones de la divulgación de la música, más allá de que cuente el número de seguidores que tiene en las redes o el número de comentarios laudatorios o críticos que pueda recibir. Saludos cordiales a todos los interlocutores

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    2. Creo que el/la que malinterpreta es usted. Mire, además de los conservatorios públicos de nuestro país, que tal y como decía son un lujo al alcance de michos, están las escuelas de música de ámbito público que complementan una educación musical accesible y de calidad. Respecto a las orquestas de nuestra geografía valore su cantidad y calidad. He dado datos objetivos. Valore asistencia, abonados, directores, artistas invitados que intervienen en las programaciones musicales y reflexione un poco. El panorama no es tan desalentador!. Pero claro, si al final lo que nos acaba molestando es el vídeo de intruccion de la ONE o la voz en off en el preámbulo de los conciertos de la OSCyL, se entienden ciertas afirmaciones. Insisto, documentese un poco, acuda a los conciertos y trate de disfrutar. Ah, y reciba un cordial saludo, sr/a anónimo.

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    3. Sí, reconozco que soy un poco cascarrabias, qué se le va a hacer. Con respecto a la gran diferencia en nuestra visión del panorama musical de este país, hay varias posibilidades: no es el mismo ( pero esa creo que está descartada), usted ve el vaso medio lleno y yo medio vacío (aunque permítame el comentario, hay que ver el vaso muy lleno para calificar a una orquesta como la OSCyL de fabulosa) o tres, hay una diferencia en nuestro nivel de exigencia. Reconozco que su perspectiva le permitirá disfrutar mucho más a usted que a mi. Afortunado usted. A mí condición de cascarrabias se une la desdicha de ser ya un poco viejuno, a punto de jubilarme y la aun mayor tragedia de vivir en Madrid. Mire, después de décadas de conocer bien el panorama musical de esta nuestra capital, le diré que aunque las cosas han mejorado, uno sigue teniendo que gastarse un dineral para escuchar un concierto sinfónico decente, protagonizado por orquestas extranjeras, o irse a otro país europeo para disfrutar de una buena velada operística. Por mucho que el nivel de las orquestas haya aumentado, perdóneme, una formación como la ONE es normalilla tirando a mediocre, lo mismo que el Real donde puedo contar con los dedos de una mano las veladas que han sido realmente memorables. Veo que conoce muy bien los datos de centros e instalaciones musicales, supongo que porque usted o su familia se dedican a ello. Bien por ustedes, admirable labor. Pero el magno número de esos centros que según usted florecen con ímpetu incomparable en nuestro país, no parece que se refleje en el.interes por esta disciplina. Quizá lo que haya que preguntarse, o yo lo hago, es por qué a esos estudiantes no se les ve en los conciertos (en Madrid yo solo veo arrugas y canas, las mías y las ajenas, a mí alrededor. Y lo que habría que preguntarse es por qué esos maravillosos instrumentistas españoles están en orquestas extranjeras, lo cual es cada vez más frecuente. Así que lo de Llade, punto de partida de este diálogo, o lo de las reporteras dicharacheras de la ONE, es solo un síntoma. Yo intentaba preguntarme sobre cómo se entendía la divulgación musical en nuestro país. Y, para variar, mi mirada es negativa. Mientras tanto, usted disfrute de su visión de este melómano país y de los maravillosos conciertos de las inigualables formaciones patrias, faltaría más.

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    4. De acuerdo, muchas gracias. Entiendo, evidentemente, que nuestro nivel de exigencia es distinto. Al parecer es usted un experimentado melómano , baqueteado en mil conciertos y con un criterio muy formado. Una rara avis, si me permite la expresión. Yo no paso de aficionado medio, melómano en ciernes que, a veces, se mete en charcos en los que mejor sería no entrar. Mire, simplemente he tratado de hacer ver que los centros educativos musicales en nuestro país también son medios imprescindibles de divulgación . Su actividad, además de formativa, incluye audiciones, visitas escolares, conciertos en otros centros de enseñanza, conciertos didácticos en los propios conservatorios, conferencias, coloquios etc. Aunque seguramente el panorama musical en nuestro país no es equiparable a países centroeuropeos de mayor tradición, la situación ha mejorado mucho. Buena prueba de ello son los músicos de nuestros conservatorios integrados en las plantillas de las mejores orquestas. Muchos de ellos andaluces... algo tendrán que ver los tres o cuatro conservatorios superiores de aquella CCAA. En cuanto a la divulgación en medios de comunicación, es evidente que lo que para mí puede ser sensacional, a usted le puede venir corto. Yo no puedo permitirme el lujo de desertar de Radio Clásica, todavía. Y respecto a las orquestas de nuestro territorio que conozco satisfacen plenamente mis necesidades musicales y las de otros muchos melómanos en nuestro país. Quizá no sean de las mejores en el panorama internacional, ni alcancen la perfección última de la OFB, pero creo que cumplen sobradamente con un buen nivel de calidad. La OSCyL ha mejorado extraordinariamente. Un saludo cordial

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    5. Perdone por la ironía de mis mensajes y espero que no se lo haya tomado mal, mi joven interlocutor. Es un defecto congénito mío. Pero está muy bien contrastar opiniones con otras generaciones. Le envío un cordial saludo

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    6. Perdonado está, y discúlpeme a mí la arrogancia que manifesté.

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  12. Yo haría una reflexión personal, lo que antes los curas llamaban "examen de conciencia".

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  13. ¿Y no será Joso uno de tantos clones de ACA? Vamos, un García Hurtado de la vida... ;-)

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    1. ¡Ay, Anónimo que me cree Joso! Se ha cansado usted de estar calladito; ¡con lo bien que le sentaba!...

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    2. Estimado sr. Carrascosa, no le de margen a este personaje y no visibilice sus mensajes. No es un acto de censura, sino de salud e higiene

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    3. Eso mismo creo yo. Al menos eso tengo que hacerlo en casos como el del último "comentario" de hoy mismo, en el que me insultaba con todo descaro, sin el menor recato. (Debe de creer que me hace pupa... ¡lo lleva claro!)

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  14. Al Sr. Llade: mis comentarios se limitan al concierto de este año. El artículo de Mònica Planas se centra en la presentación que hizo usted de dicho concierto. Artículo que yo no había leído cuando aporté mi opinión en este blog. Por eso lo he citado. Por la coincidencia. Lo que esta periodista haya escrito respecto al concierto del año pasado no viene al caso. Pídale cuentas a ella de por qué el año pasado se deshizo en elogios y este año en reprimendas, si es que usted se comportó este año igual que el año pasado. Yo solo recuerdo que lo pasé mal, pero no tanto como este año. Quizás por aquello de que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor.

    No tengo nada personal contra usted, faltaría más, solo contra sus comentarios. Si los hubiese perpetrado otra persona me hubiesen irritado igual. Y si he transcrito opiniones negativas coincidentes es porque usted se ufanó de que el 90% de mensajes son positivos y de que ha ganado 900 seguidores. Puesto que los espectadores con opiniones negativas son tan pocos, pensé que valía la pena buscar sus comentarios, que cuesta encontrarlos, y copiarlos aquí para ahorrar el trabajo a los lectores del blog, y sobre todo porque todos inciden en el mismo defecto y a lo mejor tiene usted a bien corregirlo, para bien de todos.
    Que en su actuación de este año haya tenido tal acopio de opiniones positivas y recaudado tal cantidad de seguidores no dice nada sobre el valor de su actuación. Hay que tener en cuenta el conocido proverbio de Antonio Machado que dice: “Todo necio confunde valor y precio.”
    Sea como sea, le deseo, sinceramente, un feliz año 2024.

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  15. Estupenda frase de Machado, sí. Efectivamente parece que es el número de likes lo único que importa y se considera decisivo para valorar si las cosas tienen valor o no. Con ese planteamiento eo al señor Llade sustituido por el señor Ibai Llanos... Uf, espero que nadie me lea y que no sea la enésima buena idea que pongan en práctica los responsables de la divulgación musical en este país!!! Aunque quizá, ya puestos, podía ser más divertido, si de eso se trata!!!

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  16. No soy oyente de Radio Clásica, excepto de un programa que escucho en podcast de vez en cuando, Música y Significado. Lo presenta Luis Ángel de Benito y me parece que hace una buena labor de divulgación.

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  17. lo que yo no entiendo es que tantos años y tantos años de divulgación e intentar hacer la música popular, para llegar a esto en lo que estamos: una mezcla de programas, basura, de becarios, que no saben ni de lo que hablan y una radio pública que da vergüenza. el señor presentador ese es más propio de programas vulgares que de Radio Clásica, no tiene un nivel intelectual ni cultural adecuado y su labor pésima; normal que se tire las flores de tener más seguidores; no se da cuenta de que en este país, cuanto más basura, Más gente te sigue,

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