martes, 26 de enero de 2010

Zimerman homenajea a Chopin

Krystian Zimerman abrió el 25 de enero en el Auditorio Nacional por todo lo alto la celebración del centenario de Chopin (que me temo eclipsará al de Schumann). Hasta que fue anunciado por megafonía, no se sabía qué iba a tocar, además de las dos grandes Sonatas. Comenzó con el más conocido de los Nocturnos, el : versión de una madurez y una belleza supremas; Zimerman ha ido con los años moderando la incisividad de su sonido, que ahora es más rico en armónicos y menos recortado. El “agitato” del primer mov. de la Sonata núm. 2 fue quizá en exceso rápido y violento, pero la “Marcha fúnebre” fue impresionante, trazada con una perfección memorable, y el “legato” con el que expuso el breve mov. final fue de no dar crédito.

La aplastante lógica de sus interpretaciones tiene equivalente en su musicalidad casi infalible y en su apabullante dominio del instrumento. Aun así, en la Sonata núm. 3 me pareció un poco veloz el mov. inicial, y algo mecánico algún pasaje del final. Pero el lento volvió a ser de una belleza insondable y de una hondura casi milagrosa. La primera parte había terminado con un diabólico Scherzo núm. 2, que dejó sin aliento y obnubilado al personal. Terminó con una Barcarola de ensueño. Sólo regaló un maravilloso Vals op. 64/2, muy superior al que grabó en su juventud. Evidentemente, estamos antes uno de los colosos del piano; para mí, entre los grandes virtuosos, sólo Kissin está a su nivel musical.

1 comentario:

  1. Igual que en Oviedo y opiniones muy parecidas:
    http://pablosiana.blogspot.com/2010/01/chopin-reencarnado-en-zimerman.html
    Gracias Don Ángel

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