jueves, 3 de abril de 2014

Otros dos “Condes Ory” en DVD. Atentos a Javier Camarena

 
 

El mercado discográfico es un enigma; o tal vez, a veces, un caos: de varias óperas importantes no hay una sola versión en DVD de primera magnitud. Mientras tanto, existen otras muy buenas de óperas menos importantes o conocidas. Así, de Le Comte Ory salió en 2012 una interpretación sensacional del sello Virgin (¡que no está en Blu-ray!) a cargo de Juan Diego Flórez, Diana Damrau, Joyce DiDonato, Michele Pertusi, Stéphane Degout, la Orquesta y Coro del Met dirigidos por Maurizio Benini, con escena (¡también estupenda!) de Bartlett Sher. Pues bien, no contentas las discográficas, ahora salen otras dos, inevitablemente inferiores.

La que ahora publica Decca ha sido filmada en la Ópera de Zúrich el último día de 2011, y aporta elementos de interés. En primer lugar, la escena de Moshe Leiser y Patrice Caurier, muy diferente de la de Sher, es no menos hilarante y ocurrente. Gamberra, incluso, algo que casi diría que pide a voces esta ópera. La dirección musical de Muhai Tang, sin ser el colmo de la depuración, es jugosa y entusiasta, si bien en algunos momentos suena un tanto pachanguera. La Scintilla es el conjunto de instrumentos originales de la casa, pero, por suerte, suena escasamente fundamentalista.

La gran aportación musical de la función es, en todo caso, el rol titular: Javier Camarena es un tenor lírico –de momento, muy lírico, casi ligero– dotado de una voz un poco más ancha que Flórez, que posee una técnica refinada y emite unos agudos asombrosamente bien timbrados y bellos, luminosos, y no precisamente pequeños. Puede que esté llamado a suceder (¿o a eclipsar?) al citado peruano. Para colmo, aquí está tremendamente gracioso. Bartoli es inteligente, musical y muy buena actriz, pero su voz no es para la Condesa Adèle, que requiere una soprano lírica con coloratura. La antes excepcional mezzo rossiniana y mozartiana se empeña últimamente en abordar papeles que no le van: Amina, Norma... Sus agudos tienden aquí al grito y sus agilidades se han vuelto un poco gallináceas. Está muy, muy por debajo de la fulgurante, alucinante Damrau. Más que bien el Isolier de Rebeca Olvera, una soprano lírico-ligera, aunque inferior a DiDonato. Y correctos el bajo Ugo Guagliardo –algo bisoño– y el barítono Oliver Widmer: los dos por debajo de sus colegas en la versión de Benini (también, sin duda, mucho mejor dirigida). La edición carece de subtítulos en castellano: ¡inadmisible!

Sí los tiene, menos mal, la versión de Arthaus. Pero escaso consuelo: es un DVD que no merece mucho la pena. Los cantantes no son malos, ni mucho menos. Pero ni uno solo asombra (algo que se lleva mal en el bel canto). Y la dirección musical de Paolo Carignani no pasa de rutinaria, con una orquesta no sólo demasiado escuálida sino que parece venida a menos desde la etapa de Chailly. Pero no veo a qué viene intentar conferirle desde la escena trascendencia (o buscarle tres pies al gato) a esta ópera, bufa donde las haya. Para mí el esfuerzo de Lluís Pasqual, director al que tengo por excelente, es aquí baldío, innecesario, errado. El protagonista es el tenor puramente ligero Yijie Shi, que posee un timbre agradable y buena línea de canto, pero cuyos pequeñísimos agudos carecen de proyección. María José Moreno, Adèle, está muy bien. Pero lejos de la excelencia. Destacada Laura Polverelli, una mezzo (mejor opción que la de soprano), como Isolier, y correctos tanto Lorenzo Regazzo como Gobernador y Roberto De Candia como Raimbaud. Francamente bien las intérpretes de dos papeles menores: Natalia Gavrilan como Ragonde y Rinnat Moriah como Alice. Éxito sólo tibio de la función, algo raro en Pésaro.

           Javier Camarena



1 comentario:

  1. Pues a Lluís Pasqual se debe el Boccanegra que vi el otro día en Valencia y que comenté en mi blog: me pareció un bodrio escénico. Saludos, Ángel.

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