sábado, 21 de diciembre de 2019

Dos retransmisiones de Richard Strauss


Cuatro Últimos Lieder en Frankfurt

Procedente de una función del 7 de septiembre del año pasado, la propia Radio de Frankfurt ha difundido recientemente una admirable interpretación de los Vier letzte Lieder de Richard Strauss, a cargo de Anja Harteros y la Orquesta Sinfónica de esa Radio (HR Sinfonieorchester) dirigida por su titular, el colombiano Andrés Orozco Estrada (Medellín, 1977), una de las más destacadas batutas de su generación. Ocupa el mismo cargo en la Sinfónica de Houston, y desde 2021 lo hará en la Orquesta Sinfónica de Viena.

Aunque estas excelsas Canciones de Strauss han sido incorporadas por voces tan diferentes como Lucia Popp, Barbara Hendricks o Diana Damrau entre las lírico-ligeras o Kirsten Flagstad, Jessye Norman, Deborah Voigt o Jane Eaglen entre las más dramáticas, creo que la voz ideal para hacerles justicia es la de una soprano lírica ancha. No solo la pertenencia a esta tipología vocal, sino, más decisivo, otras cualidades hacen de Anja Harteros (Alemania, 1972) una voz y una cantante ideal para ellas. Cuando en 2014 las filmó con Thielemann (DVD/Blu-ray C Major) dejó bien patente esa idoneidad; cuatro años después, lo hace más evidente aún, en parte también debido a una batuta más inspirada que la del berlinés director de la Staatskapelle de Dresde. La voz, hermosa, timbrada, amplia, suntuosa, sumado a una técnica admirable que le permite un legato de altos vuelos y un arte del que siempre (de cuanto le conozco) hace gala, todo ello convierten su interpretación -tan atenta a la sensualidad como a la espiritualidad- en una auténtica maravilla. Si no a la altura de la cantante, Orozco estuvo no lejos y siempre muy atenta y atinadamente a su servicio. Las dos últimas canciones brillaron a un nivel formidable; en la penúltima es justo destacar la magnífica intervención del violín solista, una de las mejores que recuerdo.

…y La mujer sin sombra en Viena

Para las funciones de Die Frau ohne Schatten de Strauss y Hofmannsthal, una de las óperas más exigentes del repertorio, la Staatsoper de Viena ha reunido este año un elenco repleto de grandes cantantes, con algunos cambios según las funciones. La retransmitida por alguna cadena (sin mosca) tenía un buen número de aciertos plenos: Andreas Schager (Emperador), Camilla Nylund (Emperatriz), Nina Stemme (la Mujer de Barak) y el Mensajero de Clemens Unterreiner. Barak, a cargo de Tomasz Konieczny, y la Nodriza, de Mihoko Fujimura, parece muy plausible que fueran superados por Wolfgang Koch y Evelyn Herlitzius, respectivamente. Sin embargo, seguro que se salió ganando mucho al contarse con Schager en lugar de Stephen Gould, que en la filmación de Thielemann (Opus Arte 2011) deja mucho que desear.

Schager (Austria, 1971), tenor bastante dramático de timbre no especialmente grato pero muy buen cantante y siempre entregado, es un rarísimo caso de resistencia, pues en todo lo escuchado (y en lo oído y leído) se comprueba que aguanta sin decaer los papeles más largos y exigentes, Siegfried y Tristan incluidos. Aquí no ha sido menos: ¡impresionante! En cuanto a la finlandesa Camilla Nylund (n. 1968), cada vez que la escucho la encuentro mejor y me gusta más: una dramática de agudos perfectamente emitidos y sostenidos, lo que no es la mayor de sus cualidades. Por suerte, lo que ocasionalmente me había parecido un declive vocal de la grandísima Nina Stemme no parece tal: en esta función estuvo sensacional; solo creo que el bello esmalte de su voz empieza a volverse un pelín mate. Se habla mucho de Electra como del papel más dramático de la ópera alemana, tanto o más que el de Brunilda; pues bien, yo creo que lo es más aún este de la Mujer de Barak (curioso que el libretista no quisiera ponerle nombre…) En cuanto al joven barítono Unterreiner, muestra una solidez y una seguridad que llaman la atención.

En el lado menos positivo, Konieczny sigue pareciéndome una rocosa voz de barítono-bajo tan poco maleable o flexible como la materia prima de la roca e igualmente fría e inexpresiva. En cuanto a la notable Fujimura, creo que ha entrado en la senda de algunas otras mezzos dramáticas un poco mayores (53 años): aunque conserva un firme registro agudo, el centro y el grave se le han destimbrado.

Thielemann sigue sin convencerme por entero: aunque hay muchos pasajes realmente logrados -Strauss es el compositor en el que mejor suele desempeñarse- hay otros ligeramente banales, además de excederse claramente en decibelios aquí y allá, en busca del efectismo puro y duro. Espléndido el Coro y magnífica la Orquesta. Lo que me ha gustado mucho es la escena a cargo de un para mí desconocido Vincent Huguet, mucho más sensata, acertada y sugerente que la anterior de Thielemann en Viena: la del irregular Christof Loy.   

6 comentarios:

  1. Acabo de ver que Vincent Huguet, un joven director nacido en Montpellier (no encuentro la fecha de su nacimiento) ha sido discípulo y asistente de ¡Patrice Chéreau! Buena señal...

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  2. Hola,
    YO estuve en una función de esa Drau ohne Schatten en Viena en Mayo y me pareció absolutamente increíble. Igual que el publico que estuvo aplaudiendo durante al menos 25 minutos al acabar.
    Me gusto todo incluido Thielemann al que veo que usted no acaba de agradarle. Nos podría explicar por que no le gusta? En mi opinion, es un directo de inspiración, tiene días en los que esta muy inspirado e introduce matices en la música un poco auto indulgentes pero que en general están hechos con mucho gusto. Quizás por eso dirija muy bien Strauss pero si se escucha su Bruckner es también fantástico, muy bien trazado y construido. Y su Wagner es también excelente. A mi me parece de los mejores de la actualidad. Por que no le gusta a usted?
    Gracias
    PS: Sobre Huguet, efectivamente es alumno de Chereau lo cual es buena señal. Me gusto mucho su aportación muy clásica a Frau ohne Schatten. Va a hacer Cosi fan tutte en Berlin con Barenboim en Semana Santa...

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    Respuestas
    1. En numerosas ocasiones he comentado aquí (y en Ritmo) interpretaciones de Thielemann, y señalado en ellas mis objeciones. No hay más que rastrear esos comentarios. Reconozco su talla, pero también sus "debilidades". Y su reputación no me sorprende: hace tiempo que Alemania, que tuvo una abrumadora mayoría de directores geniales durante décadas, "necesitaba" encontrar uno que reviviera ese pasado. De momento, en vano.

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  3. No viene al caso pero igual le interesa este artículo:https://www.independent.co.uk/arts-entertainment/classical-voulez-vous-boulez-1076937.html

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