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martes, 6 de mayo de 2025

Brahms, un compositor de segunda fila

 

Es lo que nos dice, y de lo que parece querernos convencer Sir John Eliot Gardiner en su ciclo sinfónico que acaba de grabar para DG con una de las mejores orquestas del mundo, la del Concertgebouw de Amsterdam (¡qué desperdicio!).

Me temo que Gardiner quiere enmendarle la plana a toda una gloriosa tradición*, y ¿a qué recurre? A tempi ligeros, o abiertamente rápidos (eso siempre ocurre en todos los “históricamente bien enterados”), a sonoridades flacas, sin peso (nada brahmsianas), a una casi absoluta ausencia de vibrato en las cuerdas (incluso en el solo de violín del final del 2º mov. de la Primera Sinfonía), a atenuar y hasta orillar toda expresión que huela a romanticismo… Un ejemplo de esto último, y de algo peor: el desgarrador solo de flauta del 4º mov. de la Cuarta Sinfonía se limita no decir nada, con algo de lloriqueo.

A lo largo del álbum (creo que solo 2 CDs: más suman 79’33”, más  79’, y eso que Gardiner hace las repeticiones en los movimientos iniciales) hay considerables altibajos: oscilando entre lo flojo y lo detestable. Ejemplos: el menor sentido heroico posible en la Primera, con una coda conclusiva a todo correr. Me han parecido particularmente irritantes el finale de la Tercera o el primer mov. de la Cuarta (con horribles portamentos en 2’20” y 8’48”).

En suma, un Brahms banal, insustancial, incluso ñoño (tercer mov. de la Segunda), blando, desfallecido, pequeñajo, descafeinado, aburrido… Y mal hilvanadas, hasta bruscas, muchas de las transiciones, con lo que se pierden fluidez, continuidad, lógica. El juego de tensiones suele desdibujarse o desinflarse: casi desaparece el dramatismo.  

Hace años iba en el coche y en la radio sonaba una chunguísima versión de la Tercera Sinfonía de Brahms; esperé para saber quién la había perpetrado. Al terminar lo dijeron: Gardiner y la Orquesta Revolucionaria y Romántica. Y yo, no pude evitarlo, salté gritando para mí solo: “¡De Brahms nada! ¡Ni tampoco de revolucionaria ni de romántica!”. Bueno, pues años después de aquella grabación, opino que Gardiner, en música de la segunda mitad del siglo XIX al menos, no es un gran director (sí, por su palpable incompetencia), y hasta dudo seriamente de su buen gusto y musicalidad. Pero estoy seguro de que no faltarán quienes salgan diciendo que Gardiner ha redescubierto aquí al verdadero Brahms, que lo habrá limpiado de impurezas, y bla bla bla.

*Todavía está viva: baste pensar en Nelsons o Dudamel, estupendos directores brahmsianos. Y señalar dos muy recientes logros mayúsculos: la Cuarta Sinfonía de Barenboim o la Segunda de Muti, ambos con la Filarmónica de Berlín y que pueden verse y escucharse en Digital Concert Hall. 


martes, 11 de febrero de 2025

Riccardo Muti en el Concierto de Año Nuevo de 2025

 

La plenitud de la madurez

Es la séptima vez que el maestro napolitano dirige el famosísimo evento; ningún director vivo lo ha dirigido tantas veces, y en la historia solo le han superado en esto Clemens Krauss (12 veces), Willi Boskovsky (25) y Lorin Maazel (11). Cuando comenzó, en 1993, Muti lució su técnica, su energía y su electricidad, pero a decir verdad no solía dominar del todo el estilo, el lenguaje tan particular de la música de la vienesa familia Strauss. Progresivamente -y no sin altibajos- ha llegado a hacerlo suyo por completo. Yo diría que la de este año ha sido la mejor de todas sus actuaciones en un primer día de enero.

Algunas consideraciones antes de comentar el concierto por medio del blu-ray (Sony) que acabo de ver y escuchar. En el programa, una vez más, han tenido a gala contar con algunas piezas -esta vez solo dos- nunca antes tocadas en estos eventos. Política que me parece inadecuada, dado que muy rara vez estas rarezas merecen la pena. Creo que es preferible centrarse en las piezas más indiscutibles, como ocurrió en el único concierto -1987- dirigido por Karajan. Sin desdeñar, por supuesto, algunas poco frecuentadas pero musicalmente notables: las hay.

Siguiendo por orden el programa nos encontramos en primer lugar con una expeditiva Freiheit-Marsch (Marcha de la libertad) de Johann Strauss padre, de la que tal vez no sea fácil sacar más partido. El precioso vals Dorfschwalben aus Österreich (Golondrinas de aldea de Austria), de Josef, muy reposado y cantado, difícilmente habrá podido ser escuchado mejor en otra ocasión. La Demolirer-Polka (Polca de los demoledores), de Johann hijo, no satisface gran cosa, pese al esfuerzo de la batuta. El Lagunen-Walzer (Vals de la Laguna) del mismo autor, con temas extraídos de la opereta Una noche en Venecia, pudo ser más paladeado en alguna de las melodías más bellas del compositor. La polca rápida de Eduard Luftig und duftig (algo así como Ligero y vaporoso) destacó por su aire alegre y chispeante.

Y llegamos al primer acierto monumental con la obertura de Der Zigeunerbaron (El barón gitano), hecha con fuego, entusiasmo, sentido del humor (no muy frecuente en otras versiones) y una coda trepidante. Rubatos insuperables. La flexibilidad en la agógica y la dinámica, la sensualidad y los rubatos no forzados sino naturales, certeros a más no poder, vuelven a hacerse presentes en el maravilloso vals, también de Johann hijo, Accelerationen, que puede verse en el blu-ray con o sin baile -fresca, preciosa coreografía de Cathy Marston-. La marcha Fidele Brüder de Joseph Hellmesberger II, tocada por vez primera en un concierto de año nuevo, me pareció notable, e irreprochablemente servida. Siguió el vals Ferdinandus de Constance Geiger (1836-1890), orquestado por Wolfgang Dörner, que constituye la primera pieza de una compositora en la historia del concierto. Pero es una página de, en mi opinión, escaso valor, lo que no es de extrañar al saberse que fue compuesta a la edad de 12 años.

Volvemos a Johann hijo con su más bien olvidable polca rápida Entweder… oder! (O bien… ¡o bien!), de la que lo mejor me pareció la coreografía (y cómo la bailaron, por supuesto). El espléndido vals Transactionen de Josef fue recreado con una elegancia y sensualidad admirables. En la Polca de Ana de Johann II se apreció la ternura con que el hijo describía el carácter de su madre. Su calma contrastó con la polca Tritsch-Tratsch, más veloz que enérgica. Seguimos con Johann hijo: memorable interpretación del vals Wein, Weib und Gesang (Vino, mujeres y canto), interpretado con su algo inconveniente introducción y sin el coro que añadía la versión original. Pero será improbable recordarlo mejor, gracias entre otras maravillas a sus impactantes rubatos.

Y vinieron las propinas: la excelente lectura de la polca rápida Die Bajadere (La bayadera) y El Danubio azul más creativo imaginable -fraseado con alcune licenze, pero todas ellas perfectamente acertadas, sin extravagancias-. Sinceramente, no recuerdo ni una sola versión que me haya agradado más: ¡qué formidables rubatos antes del clímax! La Marcha Radetzky del padre, más enérgica y matizada que de costumbre. O sea, un concierto a pedir de boca en el año del segundo centenario del nacimiento del “Rey del vals”.

La Filarmónica de Viena

Está como de moda -estoy oyéndolo o leyéndolo últimamente, y dudo que la insistencia sea una casualidad- afirmar que la Orquesta Filarmónica de Viena no está en su mejor momento. No estoy de acuerdo: conserva al completo su tan peculiar y bella, plateada y diáfana sonoridad, y luce, embriaga tanto como de costumbre en su conjunto como por sus solistas -a cuál mejor-, como se pudo comprobar también en las piezas de cámara que tocaron en el intermedio. ¡Qué cuerdas, qué oboe, flauta, clarinete, arpa, trompas, trompetas… por no hablar de los percusionistas! La pena es que esta maravillosa orquesta grabe tan poco en estudio. 

A ver qué tal se le da el 1 de enero de 2026 al anunciado Yannick Nézet-Séguin…

sábado, 20 de julio de 2024

Dos conciertos al aire libre de la Filarmónica de Viena este verano

 

Nelsons y Davidsen en Schönbrunn

El de los Jardines del Palacio de Schönbrunn en Viena ha sido dirigido este año por Andris Nelsons. Sony lo publica en CD y en imágenes (y puede que, incluso, en LPs). Estos conciertos a la intemperie, para un numerosísimo público, suelen tener programas bastante heterogéneos, cuando no un tanto incoherentes. El común denominador suele ser la popularidad de todas -o casi todas- las piezas. Empezó con la Cabalgada de las walkirias de Wagner (¿por qué se suele decir “cabalgata”?), rutilante, brillantemente tocada. A continuación, la soprano noruega Lise Davidsen (n. 1987) cantó “Dich teure Halle” de Tannhäuser muy bien, con su voz amplia, poderosa, muy timbrada, bella en el centro y un poco estridente en el agudo. Siguieron un impecable Vltava de Smetana y dos electrizantes piezas del mismo compositor -la Polca de Las dos viudas y la Danza de los comediantes de La novia vendida-, dirigidas ambas de maravilla. Muy correcta, sin más, la Obertura de La forza del destino. Su aria final, “Pace, pace, mio Dio”, me gustó poco, pese a momentos admirables -el agudo casi en pianissimo-. Davidsen parece no entenderse bien con el lenguaje de Verdi, acusando además un considerable trémolo y algún agudo casi gritado, lo que volvió a evidenciarse en la última página que cantaría en este concierto: “Heia, heia”, de La princesa de las czardas de Kalman. Me temo que las dos últimas piezas escogidas por la soprano no fueron un acierto por su parte. Pero antes, tras el aria de La forza, Nelsons dirigió un interesante Interludio casi desconocido titulado “La nuit et l’amour”, perteneciente a la oda de la compositora francesa Augusta Holmès (1847-1903) Ludus pro Patria. Vibrante Danza del sable del ballet Gayaneh de Khachaturian, precioso Vals II de la Segunda Suite de jazz de Shostakovich. Y tras el aria de Kalman, el concierto se cerró, como es costumbre, con el vals Sangre vienesa de Johann Strauss II, en el que, en mi opinión, Nelsons se excedió un tanto en el recurso al rubato, que resultó algo forzado.

 

Muti en la Waldbühne

Hoy mismo a las ocho de la mañana, en el espacio Concierto de la mañana de TVE2, hemos escuchado (infrecuente que retransmitan algo de tanto postín) el primer concierto del que tengo noticia de la Filarmónica de Viena en la Waldbühne (Escenario en el bosque) de Berlín, donde tantísimas veces ha actuado la Filarmónica local. Riccardo Muti ha hecho un singular programa titulado algo así como Viaje musical por Europa. Ha comenzado con la Obertura de La forza del destino, ahora menos exaltada y combativa pero mejor matizada que las que le habíamos escuchado en ocasiones anteriores. De El sombrero de tres picos falliano ha ofrecido las tres Danzas que más se tocan: la de los Vecinos, del Molinero y la Jota final. Cuidadísimas versiones, interesantes y un poco libres (demasiado morosa y poco impulsiva la segunda). España, de Chabrier, me ha parecido absolutamente modélica. Magníficas lecturas de las Danzas húngaras 1 y 4 de Brahms (la Primera, claro, en la orquestación del autor, la Cuarta en una admirable que no creo haber escuchado antes). Bellísima versión de La mañana, del Peer Gynt de Grieg. Algo espesa y grandota, en cambio, la Primera Danza eslava de Dvorák. El programa terminaba con una apabullante en todos los aspectos interpretación de Los pinos de Roma de Respighi. Una pena que se empañase el concierto con las dos propinas: un casi letárgico, demasiado solemne y enfático Vals del Emperador de Johann Strauss hijo y un (des)arreglo (de menos de tres minutos, menos mal) ¡debido a Karajan! de la Oda a la alegría de la Novena Sinfonía de Beethoven titulado Himno de Europa. Sin voces, por supuesto. Un apunte final: supongo que debido a una incorrecta colocación de los micrófonos, las trompetas han sonado siempre demasiado presentes, en detrimento de las trompas y los trombones.

lunes, 1 de enero de 2024

Thielemann sigue sin entenderse bien con la música vienesa de Año Nuevo

 

Una vez más, pocas obras de gran entidad

Cinco años después de su primera aparición en el Concierto de Año Nuevo en Viena, se confirma la falta de sintonía de Christian Thielemann con la música de la familia Strauss y autores de su entorno. Los numerosos pequeños desajustes no fueron lo más censurable. El programa de este primero de año ha vuelto a ser muy parco en obras importantes, y sí pródigo en piezas menores y hasta aparecidas por primera vez en este evento. A la espera de volver a escuchar el concierto cuando lo cuelgue Qobuz (esta vez no tengo interés en el blu-ray), de entrada voy a hacer una valoración somera.

La página de apertura es la olvidable Marcha del Archiduque Albrecht de Karel Komzák. El vals Bombones de Viena de Johann Strauss hijo, pese a ser bastante conocido, no me parece uno de los mejores de su autor. Thielemann se excedió en los portamentos, muy exagerados e hiperdecadentes. Ya empezamos a comprobar cómo los rubatos le suenan algo impostados, poco fluidos, necesarios y naturales. En la apenas interesante Polca de Fígaro del mismo compositor las fluctuaciones en el tempo se antojaron excesivas. El bastante convencional vals Para el mundo entero de Josef Hellmesberger hijo estuvo a ratos -solo a ratos- mejor explicado. La polca rápida de Eduard Strauss Sin frenos conoció una versión bullanguera, probablemente adecuada.

La primera obra de verdadera entidad de la velada, la obertura de Johann II Waldmeister (Aspérula), resultó decepcionante: rapidita, expeditiva, con algún pasaje algo ñoño y con costuras demasiado visibles (Barenboim llegó en ella en 2014 a lo más alto). El Vals de Bad Ischl del mismo elevó el nivel, mantenido en otra página menor, la Polca del ruiseñor. Pasamos a su hermano Eduard con la insípida polca Manantial de montaña. Acertada versión de la Nueva Polca Pizzicato de Johann II. Volvió Hellmesberger II con la sosa, banal polca Estudiantina

El notable vals de Carl Ziehrer Wiener Bürger (Ciudadanos de Viena) me reafirma en la opinión de que Hans Knappertsbusch fue inalcanzable en ella. Lo mejor del día estuvo quizá en la inesperadamente preciosa Quadrille (WAB 121) de Anton Bruckner, del que se cumple este año que comienza el bicentenario de su nacimiento. Original para piano a cuatro manos, está orquestada con acierto por Wolfgang Dörner. El insignificante galop Glaedeligt Nytaar! de Hans Christian Lumbye estuvo de más. En el genial vals de Josef Strauss Delirien fue a Karajan a quien echamos de menos: la elegancia y la sensualidad no son cualidades de Thielemann para este repertorio. 

Propinas: muy bien la Polca del Jockey, también de Josef, de trámite El bello Danubio azul -carente de entusiasmo y exaltación- e impecable la Marcha Radetzky de Johann padre.  

En general, la excelsa Orquesta Filarmónica de Viena estuvo algo menos brillante, menos plateado y voluptuoso su sonido que con las batutas más inspiradas y certeras. El año próximo se vuelve a un valor seguro: Riccardo Muti.

sábado, 25 de febrero de 2023

La Missa Solemnis de Beethoven por Muti en blu-ray

El 19 de septiembre de 2021 ya escribí aquí sobre esta Misa Solemne; ahora, sin leer lo que decía allí, la he vuelto a escuchar, pero en condiciones mucho más favorables: un blu-ray técnicamente excelente.  Aprovecho ahora para añadir una amplia Discografía de la misma. (Y, adelantándome a lo que es posible que alguien me preguntase, he hecho al final una lista de mis cantantes preferidos en esta obra)

 

La Missa Solemnis de Beethoven por Muti en blu-ray

Unitel la ha publicado hace poco. Los antecedentes en DVD no son muchos: de las que yo conozco, solo la de Bernstein en Amsterdam (DG 1979, también en CD) y la de Fabio Luisi en Dresde (EuroArts 2005) me parecen de interés. La de Bernstein es, después de la justamente mítica de Otto Klemperer, la que más me gusta (junto, también hay que añadirlas, a las de Giulini y Barenboim), pero, no me explico por qué DG no la grabó a la altura de lo esperado. Y la de Luisi es una muy correcta interpretación de sonido aún más deficiente, a causa sin duda de la problemática acústica de la Iglesia de la Virgen (Frauenkirche).

Por ese motivo sobre todo, porque suena bastante mejor, esta nueva aportación es una alternativa muy a considerar. Y, por supuesto, porque es una versión de alto nivel. Riccardo Muti no ha sido en mi opinión -salvo esporádicamente: ahí está su Tercer Concierto con Sviatoslav Richter- un intérprete de Beethoven especialmente destacado. Pero su labor aquí, ya que no genial, es absolutamente irreprochable y sensata. En mi opinión, para que fuese genial le faltaría mayor implicación y entrega, fuego, entusiasmo y exaltación, cualidades precisas para hacer plena justicia a la que podría ser la obra cumbre de Beethoven. Incluso una actitud de rebeldía, que es la que según todos los indicios experimenta el autor frente a lo incomprensible e inadmisible de la guerra: sí, como pidiéndole explicaciones a Dios por la existencia de las luchas armadas (en el “Agnus Dei”). El acercamiento de Muti es de reverencia respetuosa, pero algo circunspecta y distanciada, lo que no cuadra bien con el carácter de esta partitura tan militante: ya saben, “salida del corazón, para que llegue a los corazones”, en frase del propio Beethoven. Las considerables bellezas que alcanza Muti en muchos pasajes admiran más que emocionan.

La Orquesta Filarmónica de Viena es, por supuesto, un tanto muy a su favor, si bien no lo es tanto el Coro de la Ópera Estatal (preparado aquí por Ernst Raffelsberger), una agrupación sobresaliente pero que queda abiertamente por debajo del New Philharmonia de Klemperer y Giulini y del Chicago Symphony de Solti (quien no me convence gran cosa) y Barenboim. Me llama siempre la atención cómo las grabaciones -de audio o de vídeo- no suelen revelar el nombre del concertino, cuyo solo en el “Benedictus” es mucho más destacado y comprometido que el de, por ejemplo, las dos Romanzas (Opp. 40 y 50) del autor. Aquí es un extraordinario Rainer Honeck, quien nada tiene que envidiar al Hermann Krebbers de la Concertgebouw.

Lo que me suscitaba ciertas dudas era el cuarteto solista, pero tras la escucha debo admitir que está más que bien. Rosa Feola, aun sin poseer una voz especialmente bella y siendo tal vez más lírica de lo ideal, puede sin problemas con su parte, lo que no es poco. Alisa Kolosova es una contralto (o al menos una mezzo grave, bastante dramática) muy sonora y de fuerte expresividad. Esto último también puede decirse del tenor Dmitry Korchak, un tenor lírico que me ha gustado sensiblemente más que en otras ocasiones. El punto más bajo sea quizá el bajo Ildar Abdrazakov, no porque su voz valga poco o no la maneje lo bastante bien, sino -me parece- por falta de adecuación estilística a su parte. Filmada en agosto de 2021 en el Grosses Festspielhaus de Salzburgo, la toma sonora es espléndida, e irreprochable la realización fílmica. Febrero de 2023

 

DISCOGRAFÍA

 

Op. 123 Missa Solemnis Re M (1819-23)

1940 DG               Clemens Krauss/Coro de la Ópera Estatal y Orquesta Filarmónica de Viena

                               Trude Eipperle/Luise Willer/Julius Patzak/Georg Hann

                               14’04+18’21+21’49+18’41+15’32=88’29                                   6/5

1959 EMI             Karajan/Wiener Singverein/Orquesta Philharmonia

                               Elisabeth Schwarzkopf/Christa Ludwig/Nicolai Gedda/Nicola Zaccaria

                               11’12+17’22+22’19+17’06+16’25=84’24                                   8/6

1961 Sony            Bernstein/Coro Westminster/Orquesta Filarmónica de Nueva York

                               Eileen Farrell/Carol Smith/Richard Lewis/Kim Borg

                               09’28+16’46+19’09+16’45+15’00=77’08                                   8/7

1966 EMI             Klemperer/Coro y Orquesta New Philharmonia

                               Elisabeth Söderström/Marga Höffgen/Waldemar Kmentt/Martti Talvela

                               09’26+18’18+20’40+15’48+15’14=79’26                                   10/7,5

1966 DG               Karajan/Wiener Singverein/Orquesta Filarmónica de Berlín

                               Gundula Janowitz/Christa Ludwig/Fritz Wunderlich/Walter Berry

                               11’10+18’02+22’25+17’45+16’28=85’50                                   7,5/7,5

1971 Philips          Jochum/Coro de la Radio Holandesa/Orquesta del Concertgebouw

                               Agnes Giebel/Marga Höffgen/Ernest Haefliger/Karl Ridderbusch

                               10’16+17’38+20’40+16’17+15’45=80’36                                   7,5/7,5

1975 DG               Böhm/Coro de la Ópera Estatal y Orquesta Filarmónica de Viena

                               Margaret Price/Christa Ludwig/Wieslaw Ochman/Martti Talvela

                               12’14+18’32+21’40+18’13+17’13=87’52                                   6,5/7

1976 EMI             Giulini/Coro New Philharmonia/Orquesta Filarmónica de Londres

                               Heather Harper/Janet Baker/Robert Tear/Hans Sotin

                               10’24+20’28+22’26+17’37+16’37=87’51                                   9/7,5

1978 Decca          Solti/Coro y Orquesta Sinfónica de Chicago

                               Lucia Popp/Yvonne Minton/Mallory Walker/Gwynne Howell

                               09’52+18’00+21’20+16’44+16’05=82’01                                   8/8,5     

1979 DG               Bernstein/Coro de Radio NOS Hilversum/Orquesta del Concertgebouw

CD/*DVD             Edda Moser/Hanna Schwarz/René Kollo/Kurt Moll

                               10’16+17’45+20’14+16’48+15’57=81’00                                   9/8

1986 DG               Karajan/Wiener Singverein/Orquesta Filarmónica de Berlín

                               Lella Cuberli/Trudeliese Schmidt/Vinson Cole/José Van Dam

                               09’13+17’02+22’03+16’16+15’17=80’12                                   7/9

1991 Archiv       Gardiner/CoroMonteverdi/ORevolucionaria&Romántica

                               Charlotte Margiono/Catherine Robbin/William Kendall/Alastair Miles

                               08’49+16’26+17’29+15’17+13’40=71’41                                   6/8         

1993 RCA            Colin Davis/Coro y Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara

                               Luba Orgonasova/Jadwiga Rappé/Uwe Heilmann/Jan-Hendrik Rootering

                               11’20+19’35+22’45+17’48+18’20=90’06                                   7,5/8,5

1994 Erato           Barenboim/Coro y Orquesta Sinfónica de Chicago

                               Tina Kiberg/Waltraud Meier/John Aler/Robert Holl

                               10’40+18’28+21’29+17’10+16’42=84’29                                   9/9

1995 Decca          Solti/Coro de Radio Berlín/Orquesta Filarmónica de Berlín

                               Julia Varady/Iris Vermillion/Vinson Cole/René Pape

                               09’12+17’30+19’07+15’34+15’42=77’16                                   7,5/8

*2005 EuroA       Luisi/Coro de la Ópera Estatal y Staatskapelle Dresden

                               Camilla Nylund/Birgit Remmert/Christian Elsner/René Pape

                               09’36+17’37+19’50+16’00+15’57=79’00                                   8/6

*2013 C Major    Harnoncourt/Coro de la Radio Holandesa/Orquesta del Concertgebouw

                               Marlis Petersen/Elisabeth Kulman/Werner Güra/Gerald Finley

2013 SDG             Gardiner/CoroMonteverdi/ORevolucionaria&Romántica

                               Lucy Crowe/Jennifer Johnston/James Gilchrist/Matthew Rose

                               08’18+15’33+17’53+14’45+13’35=70’04                                   5/8

2014 BR               Haitink/Coro y Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara

                               Gena Kühmeier/Elisabeth Kulman/Mark Padmore/Hanno Müller-Brachmann

                               09’48+18’39+19’58+15’10+15’36=79’11                                   7/8

2016 Sony            Harnoncourt/Coro Arnold Schoenberg/Concentus Musicus Viena

                               Laura Aikin/Bernarda Fink/Johannes Chum/Ruben Drole

                               09’55+17’40+19’50+16’50+16’55=81’10                                   6/9

*2021 Unitel        Muti/Coro de la Ópera Estatal y Orquesta Filarmónica de Viena

                               Rosa Feola/Alisa Kolosova/Dmitry Korchak/Ildar Abdrazakov

                               09’48+18’42+21’20+17’38+16’25=83’53                                   8,5/9

 

Mis solistas favoritos en la Missa Solemnis (por orden cronológico)

Sopranos: Elisabeth Schwarzkopf, Eileen Farrell, Elisabeth Söderström, Margaret Price,

Heather Harper, Lella Cuberli, Tina Kiberg, Julia Varady

Mezzos y contraltos: Christa Ludwig, Marga Höffgen, Janet Baker, Hanna Schwarz,

Waltraud Meier, Bernarda Fink

Tenores: Nicolai Gedda, Richard Lewis, Waldemar Kmentt, Fritz Wunderlich, René Kollo

Bajos: Martti Talvela, Walter Berry, Karl Ridderbusch, Kurt Moll, René Pape